BELLA PVO

Nuestra pequeña Lucy ya cumplió los dos meses de vida, en cierta manera fue divertida y distinta como sucedió todo cuando fui a dar a luz, las niñas nos acompañaron y estaban emocionadas.

Lo único malo de todo esto era que extrañaba a Edward… bien él está conmigo dormimos cada noche juntos… abrazados… pero no pasa de ahí porque estoy tan cansada que cuando podía llegar a pasar algo entre nosotros me quedaba dormida, ni que hablar cuando intentamos algo y mi pequeña solcito Lucy comenzó a llorar, las niñas despertaron y Edward casi termina en el piso… una vez mas desnudo…

FLASH BACK

Mas de 40 días sin estar juntos, sino contamos los días del embarazo que tampoco paso nada, pero esta noche estaba decidida, esta noche Edward y yo estaríamos juntos una vez mas. Lucy se dormía a las doce de la noche y al otro día hasta las seis de la mañana ya no despertaba, así que podíamos tener un tiempo para nosotros como pareja.

Esme había venido a visitarnos y aprovechando esa visita antes de que se fuera me duche, me perfume y deje todo listo en la habitación para cuando llegara la hora de irnos a la cama.

Edward cuando llego estuvo conversando durante un tiempo con Esme y conmigo, luego se encargo de cambiar a Lucy y quiso bañarla, después le dio la lección de piano a Nessie y estuvo un rato con Carlie mientras yo seguía con Esme. Finalmente Esme se fue, las niñas se acostaron, termine de darle su ultima leche a Lucy y la acosté y fui a nuestra habitación donde Edward ya estaba acostado con el televisor encendido.

Me sonrió cuando entro, me acosté a su lado con la ropa habitual y me abrazo, solo debía espera por lo menos una hora que las niñas estuvieran bien dormidas y luego seria nuestro momento.

-Estas muy callada hoy – estábamos aun abrazados mirando tele, en realidad él la estaba viendo porque yo estaba contando los minutos para que el tiempo pasara.

-Solo estoy relajada, se siente bien estar en tus brazos – dije mientras me acerque a besarlo muy lentamente. Alcance a ver esa sonrisa torcida que me hace hiperventilar.

Me tomo de la nuca cuando me quise alejar y siguió besándome. Había planeado ir al baño y cambiarme por un babydoll que había dejando para esta noche, pero no hubo tiempo ya que por lo visto Edward estaba tan ansioso como yo por el contacto, así que cuando lentamente nos comenzó a acomodar para que quedáramos acostados y él se acomodado arriba mío, todos mis planes quedaron en la nada porque estaba totalmente perdida en sus caricias.

Aun estamos con ropa, pero el refregaba su sexo contra el mío. Busque el borde de su remera y comencé a subirla con rapidez hasta lograr sacársela y luego empecé a acariciar su espalda ya desnuda, sentía el movimiento de sus músculos a medida que se movía sobre mí. Fue subiendo mi remera hasta que la sacamos y me apreté contra su cuerpo sintiendo su piel contra la mía, una sensación que hacía mucho no sentía.

-Te extrañaba Bella – susurro en mi oído para luego comenzar a besar detrás de mi oreja muy suavemente.

Una de sus manos tomo uno de mis senos y comenzó a masajearlo con fuerza – Aaaahhhh… Edward… amor… te extrañe… aaahhh… - nuestra respiración ya estaba agitada. Busque el borde de su pantalón y lo comencé a bajar junto con el bóxer. Estábamos los dos apurados, se notaba porque Edward me soltó, término de desvestirse en lo que hice lo mismo y de manera muy veloz. Se acomodó arriba mío nuevamente y comenzó a besar mi cuello.

-Bella estas hermosa, amor – él sabe que decir, yo aun estaba preocupada porque mi cuerpo no era el mismo luego del embarazo.

Comenzó a besar mi cuello alternándolo con lamidas, luego lo acariciaba con su mano o con la punta de su nariz, siguió el recorrido bajando para la división entre mis senos y luego se acercó a uno para empezar a besarlo y lamerlo.

-Edward… - el gemido salió cuando comenzó a lamer mi pezón.

-Bel….

El llanto de Lucy comenzó a sentirse a través del monitor que teníamos en nuestra habitación y la de ella. Yo no estaba tan dispuesta a parar, después de todo que la bebe llore unos minutos no le haría nada… ni siquiera estaba aguantando unos segundos su llanto.

-Sigue… solo un poco mas… - dije cuando quiso alejarse separándose de mi seno y lo empuje hacia abajo para que siguiera. A lo cual no se negó y volvió a llevarse el pezón a la boca.

-¡Mami! – se sintió el golpe en la puerta y era la voz de Nessie.

Mi reflejo fue levantarme cual resorte olvidándome que Edward aun estaba sobre mí, alcanzo a agarrarse de la baranda de la cama antes de caer de bruces al suelo y no pude evitar sonreír, pero aguantando la risa porque me miro serio.

-¡Ya voy Nessie, espera afuera! – exclame.

-Hoy no es nuestra noche – dijo Edward depositando luego un suave beso en mi cuello y sonreí.

FIN DE FLASH BACK

Ya habían pasado quince días de ese intento y aun no pudimos estar juntos, el momento no se daba y las pocas veces después de eso que intentamos crearlo no pudo ser.

-Hola mami – Nessie entro corriendo en la cocina y detrás de ella venia Carlie. Era sábado y se estaban levantando.

-Hola ma – dijo Carlie.

-Hola amores ¿Cómo amanecieron? – pregunte.

-Muy bien – contesto Carlie.

-Ma ¿te acuerdas de lo de hoy? – mire a Nessie y puso mala cara porque seguro mi expresión le indico que no me acordaba.

-Buenos días – Edward entro en la cocina y para mi sorpresa venia de traje. Hoy era sábado no debía trabajar, nunca trabajaba -. Te avise durante la semana que hoy tenía una reunión, no se pudo durante la semana – dijo y suspire profundo, tampoco lo había recordado.

-Mamá está olvidando todo – dijo Carlie.

-No te acuerdas – insistió Nessie. Edward tomo a Lucy que estaba en mis brazos y beso mi frente.

-Lo siento Nessie, ¿Qué era lo de hoy? – pregunte.

-Tengo una pijamada en casa de Lina – dijo algo molesta -, me dieron permiso el miércoles - ahora lo recordaba.

-Cierto – dijo sonriendo y ella sonrió también - ¿A que hora te tengo que llevar? – pregunte.

-A las cinco y mañana me traen a esa hora – contesto.

-Déjala en la cuna te puede ensuciar el traje – le dije a Edward mientras me acerque a darle un pequeño beso en sus hermosos labios, los cuales extrañaba en otra partes de mi cuerpo.

-Un rato mas y la acuesto – dijo cuando nos separamos -. ¿Me servirías el desayuno así me voy? – asentí.

-Carlie ¿De ti no me olvide? – pregunte.

-No mami, no tengo planes para hoy – la mire sonriendo, hay momentos que suena demasiado adulta.

Serví el desayuno, Edward lo tomo rápido se despidió de la misma manera y se fue porque se le estaba haciendo tarde. Durante la tarde la pasamos con las niñas cuidando de Lucy, un rato cada una la tuvo en brazos, luego leímos, vimos televisión, charlamos, salimos un rato al jardín aprovechando el sol y finalmente a las cuatro Nessie fue a guardar sus cosas para ir a la pijamada.

-Mami ¿puedo llamar a la abuela para ir a pasar la tarde con ellos? – pregunto Carlie.

-Carlie estuviste el fin de semana pasado con ellos, a lo mejor tiene planes – conteste.

-Puedo llamarlos y preguntar, por fis…

-Carlie – la mire seria, va a empezar a rogar como siempre lo hace.

-Estoy segura que los abuelos les gustara, hasta me podría quedar a dormir ya que Nessie no va a estar acá – dijo y algo en mi cabeza se ilumino. "Estaríamos Edward y yo solos con Lucy, ella a las doce se duerme y puede llegar a dormir toda la noche", pensé. "Ok, estoy a punto de abusar de la hospitalidad de los abuelos Cullen solo para tener sexo con mi esposo", pensé. "No tiene nada de malo, de eso no se van a enterar", seguí con mis pensamientos.

-¿Sabes Carlie? Tienes razón, puede que te aburras, puedes llamar a los abuelos y preguntarles – dije y sonrió mucho.

-¡Voy a llamarlos! – exclamo y salió corriendo de mi habitación.

Primero lleve a Nessie a la casa de su amiga Lina, luego nos fuimos a casa de los abuelos a llevar a Carlie.

-¡Abuela! – exclamo Carlie y bajo corriendo del auto para ir a abrazar a Esme que nos esperaba en la puerta. Se abrazaron fuerte.

-¿Cómo estas cariño? – dijo aun abrazándola.

-Muy bien abuela – contesto Carlie.

-Esme – me acerque con Lucy en brazos y nos dimos un beso en la mejilla.

-Bella, querida – me sonrió y luego miro a Lucy -. ¡Pero este pequeña cada vez que la miro esta mas grande! – exclamo tomándola en brazos.

-Es que come un montón abuela – dijo Carlie y reímos – Es totalmente hermosa – siguió y acaricie su rostro.

-¿Vas a pasar o ya te vas? – pregunto sin mirarme porque seguía mirando a Lucy.

-Ya nos vamos, me toca amamantarla en muy poquito tiempo – dije y me entrego a Lucy -. ¿Seguro no hay problema con que Carlie se quede? – pregunte un tanto afligida, puede que tuvieran planes y se los estuviéramos estropeando.

-No hay problema, aprovechamos con Carlisle y traemos también a Emmy para salir a pasear – contesto Esme.

-¡¿Emmy también viene?! – Carlie se emociono, se llevan muy bien con su primo.

-Si, Carlisle lo fue a buscar ahora – confirmo.

-Bien, entonces las dejo – las bese a cada una y volví al auto.

-Ve con cuidado – pidió Esme y sonreí antes de entrar al auto.

Llegue a casa en el preciso momento que sonaba mi celular, una llamada de Edward.

-Hola amor – atendí y un suspiro de alivio sonó del otro lado - ¿Pasa algo? – pregunte.

-Llame a casa como cinco veces y no me atendían – rodé mis ojos. "Otra vez preocupado", pensé.

-Edward salí con las niñas, hubieras llamado al celular – lo rete.

-¿Exagero? – pregunto y sentí su risa.

-Exageras – asegure -. ¿Pasaba algo en particular? – pregunte.

-No, solo quería avisarte que estoy terminando y vuelvo cuando mucho en una hora – contesto.

-De acuerdo, pero trata de no demorar mas, es sábado y te la has pasado en el trabajo y se supone que los sábados no trabajas – eso fue un reto, espero sea la última vez que hace algo así.

-Lo sé, hermosa, perdona por esto, pero esta gente no podía otro día – se justifico, pero eso no cambiaba el hecho de que era sábado y él no estaba en casa.

-Vuelve rápido, te extraño Mi Edward – dije y una risa baja sonó del otro lado.

-Muy pronto estoy a tu lado Mi Bella durmiente – sonreí y mordí mi labio -. Y deja de hacer eso – advirtió.

Baje a Lucy del auto y entramos a casa. No paso mucho en lo que Lucy despertó y llego la hora de amamantarla. Me acomode en el living con algo de música suave y me senté cómodamente para alimentarla. Mientras comía yo me dedique a acariciar sus manitos chiquitas, sus cejas, su naricita y su escaso cabello, el cual estaba resultando ser un poco mas claro que el de Edward.

-Mi pequeña solcito Lucy – susurre mientras acaricia sus manitos y la veía extasiada perdida en su carita de ángel -. Eres tan hermosa pequeña – luego de unos minutos la cambia de pecho y siguió alimentándose -. Te amo solcito – susurre, ahora su manito estaba apoyada en mi seno y se estaba quedando dormida.

La acomode en su cuna una vez la cambie y se durmió, prendí el monitor y baje a la cocina para prepararme una merienda ya que eran las siete de la tarde y aun no había tomado nada desde el mediodía. Estaba en eso cuando escuche la puerta de la casa y un segundo después Edward entraba en la cocina.

-Cuanto silencio – dijo y lo mire sonriendo - ¿Mis niñas? – Pregunto mientras se acercaba y me abrazo por la cintura pegándome a su cuerpo – Espera… - dijo cuando estaba por contestar y luego sus labios se encontraron con los míos en un beso más que apasionado. Su lengua en mi boca jugaba con la mía masajeándola, la respiración de Edward estaba totalmente agitada y cada vez me apretaba mas contra su cuerpo. Lleve mis manos a su pelo y comencé a jugar con su cabello en mis manos. Luego de uno minutos nos separo, su pecho baja y subía por lo alterado que estaba -. Ahora si, dime donde están mis niñas – dijo sonriendo.

-¿Puedo dar algunas respiraciones profundas primero? – nos reímos.

-Las que quieras amor – contesto y me dio un pequeño beso.

-Nessie se fue a una pijamada en la casa de Lina, Carlie se fue a dormir a la casa de tus padres y Lucy está durmiendo porque ya la amamante – sonrió.

-O sea que ahora estamos solos – afirmo -… muy solos… solos los dos… - no pude evitar reír por todas las veces que lo repitió.

-Estamos completamente solos sacando a Lucy que está durmiendo y seguro hasta dentro de tres horas no despierta – confirme.

-¡Esta vez no te me escapas! – exclamo y volvió a besar.

Comencé a aflojar su corbata mientras él comenzó a desprender mi camisa, a la vez que seguíamos besándonos con algo de desesperación. Tire su corbata no se adonde y seguí con su saco que cayó al piso atrás de él al igual que mi camisa, desprendió mi brasier y lo tiro a un costado y comencé a desprender su camisa, algunos botones volaron porque directamente tire y salieron arrancados. Siguió con mi pantalón mientras me dedique al suyo para terminar con mis bragas y su bóxer en el piso. Me tomo de las nalgas me subió sobre él, su pene ya estaba duro y erecto, corrió con rapidez las cosas de la mesada y me subió ahí arriba y comenzó a adentrarse en mi con fuerza y en una sola estocada.

-Bella… amor… te extrañaba… aaahhhh… - gimió cuando separo su boca de la mía y fue a besar mi cuello.

-Aaaahhhh… Edward… es tan… hermoso… aaahhh… sentir así… aaahhh… de nuevo…. ¡aaahhh!... – esto era tocar el cielo, necesitaba tanto volver a sentir a mi Edward de esta manera.

Lo sentía llenarme, cada vez mas adentro mío, fue bajando dando besos por mi cuello, luego delineando mi clavícula siguiendo hasta llegar a mis senos, comenzó a besar uno mientras al otro lo masajeaba con algo de fuerza, eche mi cabeza para atrás apoye las manos en la mesada de la cocina y lo deje disfrutar de mi cuerpo mientras yo disfrutaba de las sensaciones. Mi seno en su boca, tirando levemente mi pezón, una mano masajeando mi otro seno y su enorme miembro entrando y saliendo de mí con fuerza, todo su cuerpo arqueándose contra el mío.

-¿Te gusta?... Aaahhh Bella… eres tan estrecha… aaahhh… - apretó mis nalgas y fue con fuerza – tus pezones… aaahhhh… saben ricos… aaahhhh… - sonreí, extrañaba escucharlo hablar así.

-Asiii Edward… fuerte… dámelo mas fuerteeee… ¡Aaaahhh!... mas… mas… - comencé a sentir el calor que se empezaba acumular en mi útero, las palpitaciones en mi interior comenzaron a hacerse cada vez mas rápidas.

-Bella como mi aprietas… aaahhhh… - busco mis labios y nos comenzamos a besar con fuerza. Me aferre de sus hombros con fervientemente – ya me corro amor… ¡como palpitas!... ya te vienes también amor… aaahhhh… - comenzó a moverse con mas rapidez y golpeaba nuestros sexos con fuerza. De adentro para afuera, uno y otra vez con desesperación.

El placer se estaba concentrado en mi vientre, cada vez mas grande y caliente, Edward me apretó mas contra su cuerpo abrazándome por la cintura y la otra mano apretando mi seno, su boca fue a mi cuello dando besos mojados y presionando con fuerza mi piel.

Su miembro comenzó a respingar dentro de mí mientras las ondulaciones de mis paredes comenzaron a hacerse más rápidas, la acumulación de placer estallo en mi vientre extendiéndose por todo mi cuerpo y haciéndome gritar fuerte el nombre de mi hermoso esposo, el orgasmo había llegado para los dos al mismo tiempo, dejándonos abrazados con mi frente apoyada en su hombro mientras acariciaba su pelo y el besando mi cuello.

-¿Vamos a la cama? – pregunto y asentí. Me tomo en brazos y me llevo por toda la casa aun desnudos, me deposito en la cama una vez llegamos a la habitación.

Me acomode boca abajo y el de costado mirándome – Realmente extrañaba que estuviéramos así – dije mientras él acaricio mi espalda con suavidad y daba pequeños besos en la zona para luego acariciar con la punta de su nariz.

-Yo también lo extrañaba, me hacia tanta falta sentirte así – cerré los ojos y seguí sintiendo sus caricias.

Su mano siguió bajando hasta mis nalgas y las acaricio suavemente, luego comencé a sentir sus besos que descendían por mis piernas hasta la rodilla y volvía a subir hasta mis nalgas. Eleve un poco mi torso y gire mi cabeza cuando note que buscaba mi boca, comenzamos a besarnos mientras seguía acariciándome y todo volvió a empezar, besos, caricias, gemidos, el adentrándose en mi con fuerza y diciéndonos cuanto nos amábamos.

-Te amo Bella – habíamos terminado… otra vez… "¡Si! Dos veces hoy con mi Edward", repetía en mi mente con mucha… pero mucha alegría -. Hoy es nuestro día – dijo con tono sugestivo y reí. Yo seguía boca abajo y él de costado acariciando mi espalda.

-Toda una noche para nosotros, si Lucy no se despierta no te dejo dormir – dije y reímos.

-¿Tienes ganas de cenar algo? pensaba que después de que alimentes a Lucy podíamos aprovechar para estar en la cama y cenar juntos acá – sonreí y me puse de costado.

-Me parece una excelente idea – me acerque a besarlo mientras me acomodaba encima de él con toda la intención de volver a empezar.

-Creo que es hora de alimentar a Lucy – dijo cuando sentimos el llanto de la pequeña.

-Yo alimento a nuestra solcito y tu traes algo para cenar para cuando yo regrese – asintió y le di un pequeño y fugaz beso.

Me coloque mis bragas y una bata, entre en la habitación de mi pequeña y la alce, le di muchos besitos, dejo de llorar apenas la tome en brazos, me senté en la silla mecedora y comencé a alimentarla, se prendió de pecho y prácticamente se atraganto con la leche, me reí, parecía que no comía desde hace un día por la forma en que tragaba.

-Tranquila pequeña, mamá no se va, te vas a ahogar – dijo acariciando su cabecita aunque no pareció calmarla y seguí tragando rápido.

La rutina se repitió, la mecí durante un rato en lo que eructaba, le di un pequeño y un rápido baño, la cambie, la mecí nuevamente hasta que su durmió y acomode en su cuna arropándola bien para que no pasara frio. Cuando volví a la habitación Edward me esperaba con una bandeja en la cama.

-No sabía bien que hacer, pensé en algo caliente y unos sándwiches – dijo sonriendo y palmeo a su lado en la cama para indicarme que subiera.

-¿Cappuccino? – pregunte y asintió – está perfecto – cenamos entre medio de besos y risas, hablando de todo un poco como hacía mucho tiempo no lo hacíamos. Cuando terminamos retiro la bandeja y la llevo a la cocina.

-Tendríamos que dedicar una día para nosotros – dijo – por lo menos una vez al mes o una vez a la semana – estábamos los dos apoyados en el respaldar de la cama tomados de la mano -, conseguir alguien que cuide a las niñas y salir a tomar algo o al cine, para pasear y hablar – estaba totalmente de acuerdo.

-Tienes toda la razón, quiero que sigamos teniendo un tiempo para nosotros como pareja, no quiero perder eso como este último tiempo…. te extrañe demasiado.

-Creo que antes de que despertara Lucy quedaste a medias con algo – dijo con su perfecta sonrisa torcida y reí.

Me quite la bata lentamente mientras él comenzó a tirar de mis braguitas hasta deslizarlas por mis piernas. Se quito el bóxer y apenas estuvo desnudo me subí encima de él. Comencé a besarlo con suavidad para luego ir deslizándome con besos a la parte de atrás de su oreja, una de sus zonas sensibles y luego comencé a bajar por su cuello hasta llegar a sus hombros mientras Edward acariciaba mi espalda con una mano y con la otra uno de mis senos. Todo siguió así, solo que estaba vez yo estaba arriba y controlaba los movimientos.

Esa noche hicimos el amor muchas veces mas, me desperté en la mañana y estábamos abrazados, eleve un poco mi torso y lo observe unos segundos hasta que abrió los ojos y los clavo en los míos y acaricie su rostro. Habíamos disfrutado del reencuentro, del contacto, disfrute de mi dios griego… Mi Edward… mi amor… mi vida… juntos por siempre y para siempre.