Bella POV

El lunes cerca de las cinco de la tarde tocaron la puerta de casa, Nessie ya estaba conmigo ya que al estar en casa todo el tiempo decidimos con Edward que solo fuera durante la mañana a la guardería y a la una de la tarde cuando él venía a almorzar la traía a casa.

-Nessie no abras aun la puerta – le advertí cuando la vi estirar su mano hacia el picaporte.

-Mami soy gande – dijo y reí.

-Eres chiquita – dije -. Aun eres mi bebe – sonrió.

-Potita es bebe – dijo y reí mas.

-Y tu también, solo tienes dos añitos – dije acariciando su cabecita -. Ahora vamos a ver quién viene – dije y abrí la puerta. Una sonrisa enorme se dibujo en mi rostro y me quede helada.

-¡Bells estas enorme! – exclamo Jake sonriendo.

-¡Jake! – exclame y me lance a sus brazos para abrazarlo, él se tambaleo un poco pero logro estabilizarnos.

-Despacio Bells, me vas a tirar – dijo y reí.

-Lo siento – dije soltándolo -, me olvido que somos dos ahora – su sonrisa fue más grande -. Nessie ven a saludar al tío Jake – dije y Nessie se asomo, miro a Jake con duda y luego se acercó.

-Hola Nessie, estás mucho más grande – le dijo acariciando su mejilla mientras se agacho para quedar más o menos a su altura.

-Tengo dos – contesto ella y reímos.

-Hola – sentí la voz de una chica y la mire. Realmente bonita, su pelo era de un cobrizo claro, ojos marrones muy claros y su piel blanca.

-Bells ella es Vanessa – dijo abrazándola por la cintura mientras la miraba con una sonrisa dulce -. La luz de mi vida – dijo.

-Vanessa es un gusto – dije tendiéndole mi mano la cual tomo y estrecho.

-Para mí también, Jake habla mucho de ti, muchos recuerdos – dijo con una hermosa sonrisa.

-Y ella es Tía la prima de Vanessa – dijo Jake presentándome a otra chica delgada, su pelo algo claro y ojos celestes.

-Un gusto Tía – dije tendiéndole mi mano y ella sonrió mientras la estrecho -, pero pasen – dije dándoles lugar para pasar.

-¿Y tu quien eres? – dijo Vanessa mirando a Nessie.

-Nessie – contesto ella y le tiro los brazos para que la alzara.

-Que hermosa eres, muy parecida a tu mamá – dijo sonriéndole.

-Mi mami hemosa – dijo Nessie sonriendo. Me llamo la atención que Tía no se acercara a Nessie o bien mi niña no la saludara, pero puede pasar que no a todos les gusten los niños.

-¿Quieren tomar algo? – pregunte y Jake me miro serio, no entendí el cambio en su cara.

-Ya Renée nos advirtió antes de venir que tenias que estar en reposo, así que mejor te sientas que nosotros trajimos algo para merendar – dijo Jake mostrándome un bolsa.

-Yo puedo preparar algo de tomar – se ofreció Vanessa.

-Son mis invitados – proteste.

-Tu solo siéntate que no quiero pelear – dijo Jake y me senté en uno de los sillones.

-Nessie muéstrale la cocina a Vanessa – le pedí, se bajo de los brazos de Vanessa y comenzó a caminar hacia la cocina.

-Te acompaño – dijo Tía y se fue con ellas.

-Ahora Bells – empezó Jake acomodándose a mi lado -, debo decir que estas hermosa – dijo señalando mi barriguita y yo la acaricie -. Se te ve muy feliz y me alegra mucho – fue muy sincero.

-Gracias Jake, a ti te veo muy enamorado – dije sonriendo y él se ruborizo. Estaba muy enamorado, eso me dio la pauta y me hacía muy feliz.

-Estoy perdido por ella – dijo y reí -. Es la mujer más hermosa, dulce, comprensiva que conozco y además ha sido todo un apoyo, cree mucho en mí – dijo y me sentí feliz porque Jake se merecía que lo amaran.

-Jake eso es fabuloso - dije tomando su mano y sonreímos ahora con algo de melancolía -, no me hubiera gustado que estuvieras solo.

-Todo se supera Bells, además creo que confundí la amistad que nos unía con algo mas – dijo -, creo que era más que todo el no estar con nadie, haber estado tanto tiempo solo que deje que la amistad que sentíamos me cegara pensando que eras mi destino – suspire profundo porque era un alivio que todo eso ya hubiera pasado, sino era así iba a tener que mantenerlo más lejos de lo que estábamos ahora y no quería perder a mi amigo.

-Es un alivio Jake, realmente estoy feliz por ti – dijo y nos abrazamos.

-Tío Jake – dijo Nessie acercándose corriendo – Nesa llama – dijo señalando la cocina.

-Vanessa te llama – dije y asintió.

-Ahora vuelvo – dijo y fue para la cocina seguido por Nessie. Mientras Jake entraba a la cocina Tía salía y se acomodó en uno de los sillones de un cuerpo frente a mí.

Unos minutos después salieron de la cocina, Vanessa venia ruborizada al igual que Jake y Nessie riendo con picardía - ¿Sucede algo? – pregunte y los dos negaron con la cabeza, pero no les creí.

-Mami – Nessie vino hasta mi lado, me agache un poco y ella se acercó a mi oído – Nesa y tío Jake dieron beso – dijo riendo y la imite – acá – dijo señalándose la boca.

Los mire – No habíamos visto que estaba en la cocina – se disculpo Vanessa y estaba muy apenada.

-Igual mami y papi – dijo y reí.

-No se preocupen, no es algo que no haya visto en casa – dije y reímos. Ellos parecían aliviados.

Estuvimos conversando durante muchísimo tiempo, de vez en cuando Nessie se llevaba a Vanessa y la hacía jugar con ella, por lo que veía no le molestaba y además parecía le gustan los niños. A las siete de la tarde llego Edward, cuando entro luego del recibimiento habitual de Nessie con un grito de "papi" y abrazarse, se disculpo para irse a cambiar el traje y unos minutos después apareció con jeans, zapatillas y remera.

-Jacob ¿Cómo estás? – dijo estrechando la mano de Jake.

-Muy bien Edward ¿Y tú? – los dos estaban serios, aunque no había hostilidad.

-Muy bien también – contesto Edward.

-Te presento a Vanessa – dijo mientras la abrazaba nuevamente por la cintura.

-Vanessa es un gusto – dijo Edward y también estrecho su mano.

-También para mí – contesto ella.

-Soy Tía – dijo la prima de Vanessa acercándose a Edward y dándole un beso en la mejilla. Mi mirada en ese momento fue asesina, después de todo a mi apenas si me dio la mano y Nessie prácticamente la ignoro. Edward la saludo cortésmente y luego se alejó.

-Ven aquí – dije palmeando al lado mío en el sillón grande. Aguarde que se sentara y apoye mi espalda en su pecho, me abrazo y comenzó a acariciar mi barriga.

Jake se sentó en el sillón grande también con Vanessa abrazada y Tía se sentó en el sillón de un cuerpo frente a nosotros. Nessie como toda una niña buena se sentó en la alfombra y comenzó a pintar con sus crayones.

-Es muy tranquila – dijo Vanessa refiriéndose a Nessie.

-Es un angelito – contesto Edward sonriendo -, solo espero que esta pequeñita – dijo acariciando mi barriga – salga igual de tranquila.

-¿Y de cuento estas? – pregunto Tía y su voz sonó algo despreciativa. Jake la miro un poco enojado, Vanessa sorprendida y yo me estaba irritando.

-Siete meses – contesto Edward y en su voz transmitía la alegría.

-Se los ve muy bien – dijo Jake sonriendo -, los felicito es muy bueno verlos tan bien – sonreí y sentí el beso de Edward en mi cabeza.

-¿Y quien toca el piano? - pregunto Tía -. Aunque debo decir que por tus manos estoy segura que debes ser tu Edward – rodé mis ojos y resople. No quiero parecer paranoica, pero eso suena a que esta coqueteando con mi marido delante de mí.

-Si, efectivamente soy yo – contesto Edward y sonó un poco incomodo. Entrelace mis dedos en los de él en cada mano. Porque estas manos son mías y solo mías.

-Podrías tocar algo – dijo emocionada la muy estúpida.

-Edward solo toca para mí y nuestros bebés – dije contestando de mal humor.

-Bella – me llamo Vanessa -, antes de que me olvide quería darte la invitación para la boda – dijo cortando un poco el clima. Se puso de pie y fue a buscar su bolso. Tome la invitación cuando me la entrego -. Realmente espero que puedan ir – dijo cuando la tome y sonreí un poco.

-Haremos todo lo posible – contesto Edward -, para ese entonces nuestra pequeña Carlie tendrá tres meses seguramente, así que seguro no habrá problema – lo mire un poco y me sonrió.

-Muchas gracias Edward – dijo Jake y lo miramos -, realmente significa mucho que Bella vaya - Jake parecía realmente agradecido.

-El 20 de octubre - dije leyendo la tarjeta - ¿Cómo van los preparativo? – pregunte mirando de reojo a la tarada de Tía que no dejaba de ver a mi Edward.

-¡Me están volviendo loca! – exclamo Vanessa y reímos -. No sabía que organizar un casamiento sería tan complicado - siguió - , tantas cosas que planear, organizar, reservas, invitaciones que esto y aquello… Jake me vive diciendo que respire y me tranquilice…

-Creo que hay momentos en que se olvida de respirar de tanto hablar por teléfono asegurándose de todo y eso que aún faltan cinco meses, no quiero saber cómo será cuando llegue el momento – agrego Jake y se lo veía tan embelesado con Vanessa y tan enamorada.

-Te aseguro que cuando llega el momento todas las mujeres están histéricas – dijo Edward en tono de burla.

-¡Hey! ¡Yo no estaba histérica! – exclame y reímos.

-No solo tuviste un ataque de pánico – Edward seguía burlándose.

-¿Un ataque de pánico? – Jake me miraba riendo.

-Solo fue un momento y porque no había visto a "mi Edward" – dije mirando a Tía que me mando una mirada asesina -. No me dejaron verlo en todo el día - proteste -, eso me puso algo ansiosa.

-¿O histérica? – dijo Jake riendo.

-No era histeria – dije.

-No le hagas caso – dijo Vanessa -, ellos no entiende lo que significa para las mujeres el casamiento y todo lo que implica – y estaba totalmente de acuerdo.

-Es un vestido, la fiesta, los invitados… - enumero Jake mientras reía.

-Y más vestidos, las madrinas, los padrinos y más invitados… - agrego Edward y le pegue en la mano.

-¡No es solo eso! – exclame.

-¿Cuántas veces te cambiaste ese día? – pregunto Edward.

Lo pensé un minuto – Cuatro – dije -. A la mañana cuando me levante, luego de bañarme, cuando me puse el vestido de novia, luego el vestido para después de la boda y luego para dormir.

-Entonces fueron cinco – dijo Jake y rodé mis ojos.

-Porque que las mujeres tenemos que estar siempre bien – dijo Vanessa -. Además no me vas a negar Edward que no disfrutaste de cada cambio – dijo mirando a Edward.

-Solo la pude ver a partir del vestido de novia, hay dos mudas que no vi – dijo riéndose.

-Igual creo que eres demasiado joven y guapo para estar casado Edward – dijo Tía y todo el ambiente de buen humor se acabó y si no fuera que tengo siete meses de embarazo y que prácticamente no me puedo mover la hubiera sacado de mi casa a las patadas.

-Creo que por hoy ha sido suficiente – dijo Jake de pronto y lo mire sorprendida -. Creo que Bella debería descansar – dijo mirando a Edward.

-Tienes razón, ya esta tarde – acordó Edward.

-Tía nos vamos – dijo Vanessa con mal humor -, Nessie preciosa mañana seguro nos vemos – dijo agachándose y dándole un beso en la mejilla.

-Tau tía Nesa – contesto Nessie, luego miro a Jake – tau tío Jake - dijo.

-Chau preciosa – dijo Jake también dándole un beso en la mejilla.

Miro a Tía – Tau – dijo desde lejos y con la mano.

-Chau – contesto secamente y apreté fuerte la mano de Edward.

-Shhh.… Tranquila amor – dijo en apenas un susurro en mi oído.

Nos despedimos todos saludándonos con un beso, excepto Jacob y Edward que solo se dieron la mano pero de manera muy amistosa, pero mi sangre hirvió cuando vi que Tía tomaba a Edward de la nuca mientras besaba su mejilla. Gracias a dios el apenas si la miro y saco la mano de Tía bruscamente, lo que me hizo muy feliz.

-Bella – me llamo Vanessa y me acerque a ella -. Quiero disculparme por la forma en que se ha comportado Tía – dijo con cara afligida.

-No te voy a negar que no me ha gustado para nada – conteste -, pero no es tu culpa, es ella la que tendría que aprender a ser mas ubicada – dije.

-Igual, prometo que si mañana nos dejas venir de nuevo después de esto, ella no viene con nosotros – dijo Vanessa y sonreí, para mí era lo mejor, no me iba a aguantar otra ronda con esa.

-Mañana pueden volver tu y Jake sin problema – Vanessa sonrió, volvió a darme un beso en la mejilla y se fue con Jake que la esperaba en el auto.

Cuando entre a casa Edward ya estaba instalado en el piano junto a Nessie enseñándole a tocar, lo mire durante unos minutos y los dos estaban concentrados. Fui a la cocina para buscar algo de tomar.

-¡Auch! – exclame tomándome de la mesada, esta niña era demasiado fuerte – Carlie pequeña ya te he dicho que más despacio – otra vez la patadita fue cerca de mis costillas, se empezó a mover con fuerza seguramente porque se estaba acomodando, había estado mucho sentada y buscaba su posición de nuevo -. Carlie con más suavidad bebé – insistí mientras seguía la revolución dentro de mi barriguita – Eso pequeña, así me gusta mi buena niña – dije

Me serví mi vaso de jugo y volví al living donde mis amores, los dos seguían al piano y Nessie se veía fascina. Me senté en los sillones a escucharlos y verlos, se veían adorables los dos juntos. Cuando terminaron nos fuimos a acostar, cambie a Nessie y me acosté a su lado a leerle un cuento en lo que Edward se duchaba. Creo que termine durmiéndome yo antes que ella.

-Bella… amor… - fue apenas un susurro.

-¿Qué pasa? – pregunte con la voz ronca por el sueño.

-Vamos amor, tienes que acostarte – dije mientras me ayudaba a levantar ya no le era tan fácil llevarme en brazos como antes, pero hizo el esfuerzo porque creo estaba muy dormida -. Bella ayúdame un poco así te cambio – dijo pero apenas lo escuchaba.-finalmente como pudo me cambio y yo prácticamente ni me moví.

Tía estaba demasiado cerca de Edward para mi gusto y él solo le sonreía como me solía sonreír a mí, esa sonrisa torcida que me derretía entera, era obvio que no me habían visto aun. Alguien se interpuso entre nosotros, no me fije quien, solo sé que cuando conseguí mirar de nuevo para donde estaban se había ido. Unos minutos después los encontré a lo lejos en uno de los pasillos del hospital pero ellos aun no me vieron, comenzó a faltarme el aire cuando vi que la tomaba por la cintura y la alejaba, así que fui tras ellos pero con mi barriguita era imposible ir muy rápido, los perdí de vista nuevamente.

Llegue al pasillo donde estaban las consultas y todas las puertas estaban cerradas, había pacientes sentados esperando y me miraban algo raro seguramente era por mi cara de angustia, finalmente decidí que si era necesario iba a entrar consulta por consulta buscándolos, pero no iba a aguantar esto de Edward, no de él, no después de decirme que me amaba y de habernos casado. ¿Qué hacía con ella? Apenas la conoció ayer. A la cuarta puerta que abrí los encontré, ya no podía respirar y sentía que me ahogaba, ella estaba sentada en el borde de la camilla con sus piernas alrededor de la cintura de Edward, su ropa interior tirada en el piso, su vestido subido a la cintura y el pantalón de Edward a mitad de pierna. Edward me daba la espalda y Tía abrió los ojos mirándome con burla mientras él seguía embistiendo contra ella y gemían.

-¡EDWARD NO! – grite llevando una mano a mi pecho y comencé a llorar desconsoladamente.

-¡Bella!, amor ¿Qué pasa? – exclamo muy preocupado después de prender la luz del velador.

-¡Edward! – exclame mientras me aferraba a su cuello y seguía llorando a mares.

-Bella, hermosa… Shhh.… tranquila mi niña, estoy aquí hermosa – me consolaba y yo solo podía dar gracias que esa pesadilla fuera solo eso porque se había sentido demasiado real.

-¡Te amo Edward! – exclame entre sollozos.

-¿Fue un mal sueño? – pregunto con angustia en su voz.

-¡Una pesadilla! – exclame y llore peor.

-Ya paso, tranquila – repitió mientras acariciaba mi espalda.

-¿Nunca lo harías verdad? – pregunto y el intento alejarse, calculo que para mirarme pero no lo deje.

-¿Nunca haría qué? – Pregunto desorientado - ¿Bella que soñaste? – estaba vez logro separarnos y comenzó a secar mis lagrimas con sus dedos.

-Soñé… - y ahora me sentía avergonzada porque era totalmente ridículo.

-¿Bella que soñaste? – insistió mirándome con ternura.

-No te rías – advertí antes de empezar a hablar un poco más calmada y hora realmente lo desoriente -. Soñé que te encontraba teniendo relaciones con Tía en el hospital – dije rápido conteniendo el aire.

Me miro serio – Pero sabes que nunca pasaría – dijo mirándome a los ojos.

-Lo sé – afirme -, solo… creo que hoy… te estuvo coqueteando y yo estaba ahí – dije -. ¡Y mírame! – exclame y el aun me miraba serio. Yo solo pude agachar mi cabeza.

-¿Qué mire que Bella? – pregunto tomándome del mentón para obligarme a verlo.

-Estoy pesada, gorda, cansada todo el tiempo... – dije.

-Estas hermosa, radiante, con una hermosa barriguita de embarazada que me vuelve loco, esta preciosa y devastadoramente atractiva – dijo cortándome.

-Pero ni siquiera nos podemos tocar – proteste.

-Pero te puedo besar todo lo que quiera – replico – y no tengo problema en esperar – dijo colocando un mechón de mi pelo que tapaba mi cara detrás de mi oreja con toda dulzura.

-Sé que nunca me harías algo así – se acercó y comenzó a besarme despacio. Me aferre de su cuello y el tomo mi rostro entre sus manos.

-Nunca haría nada para dañarte – dije cuando se alejó un poco y volvió a besarme durante varios minutos más -. ¿Estas mejor? – pregunto cuando terminamos de besarnos.

-Si – conteste.

-Hay que dormir – dijo y nos acomodamos nuevamente. Me ayudo a acomodar mi barriguita sobre la almohada en forma de banana para apoyarla ahí, se acomodó detrás mía para abrazarme -. Descansa, te aseguro que tendrás un hermoso sueño ahora – sonreí y acaricie su mano.

El martes con Jake y Vanessa solo hablamos por teléfono ya que ellos decidieron salir de paseo para que Vanessa conociera Forks y Port Angeles, él quería enseñarle la Push y la casa de sus abuelos, no me queje, después del sueño no había quedado bien de ánimo así que preferí relajarme sola en casa además hoy me tocaba control, tenía una ecografía así que sería complicado.

-Carlisle – salude cuando abrí la puerta luego de que golpearan.

-¡Abelo! – exclamo Nessie y vino corriendo hacia los brazos de Carlisle quien la levanto y comenzó a besarla.

-Estrellita estás enorme – le dijo Carlisle y ella sonrió orgullosa – toda una niña grande – asintió.

-Hoy tenía que ir yo para la ecografía – dije sorprendida de verlo en casa.

-Edward me pidió te buscara para llevarte porque él no podía venir – no me había llamado.

-De acuerdo solo déjame buscar mi bolso – dije y el asintió.

Carlisle nos llevo a hospital y luego me acompaño hasta la oficina de Edward, cuando llegamos Kachiri me miro sonriendo.

-¡Bella estas hermosa! – sonreí y acaricie mi barriga.

-Gracias Kachiri ¿Cómo has estado? – pregunte mientras me sentaba la barriguita me pesaba mucho, Carlisle me miraba algo preocupado según parecía por su entrecejo ceñido.

-Muy bien – contesto -, Forks ha sido lo mejor para mi – sonreí.

-Me alegro – conteste – y ¿Zafrina? – pregunte -. Hace mucho que no la veo – con ella me había llevado muy bien.

-Excelente – contesto aun más feliz, creo que había alguna novedad por ahí.

-No quisiera sonar grosero – dijo Carlisle -, pero necesito revisar a Bella ahora así que ¿podrías ver si Edward esta libre? – pregunto Carlisle, Kachiri asintió y entro a su oficina.

Esperamos unos segundos hasta que la puerta se abrió y… -¡Tía! – exclame Carlisle me miro sorprendido, ella paso y me mato prácticamente con su mirada totalmente enfurecida y luego salió Edward acompañado de Kachiri. Obviamente mis ojos estaban llenos de lágrimas.

-Shhh.… no llores, no se te ocurra llorar por algo que no sabes – dijo con firmeza -. Vamos por la ecografía y luego te cuento que paso, pero no derrames una lágrima por culpa de ella – asentí.

-¿Qué es lo que pasa? – pregunto Carlisle.

-No es nada grave – contesto Edward -. Vamos por la ecografía – insistió. Tomo mi mano y también a Nessie -. Ven con papi estrellita – dijo y se besaron en la mejilla.

Carlisle comenzó a realizar la ecografía, antes había entrado Charlotte para sacarme sangre, la cara de Carlisle reflejaba preocupación por lo que la de Edward también estaba igual. Durante la ecografía Carlisle le mostro a Nessie donde estaba su hermanita e hizo que escuchara los latidos del corazón, incluso la dejo mover un poco el scan que pasa por mi panza.

-Bella baja así te pesamos – dijo luego de la ecografía. Edward me ayudo a bajar y fui hacia la balanza - ¿Cómo te has sentido últimamente? – pregunto mientras con seriedad miraba mi peso en la balanza.

-Bien – dije con duda -. Lo habitual… cansada… con hambre… sueño… - enumere y el seguí mirándome serio y me estaba poniendo nerviosa.

-¿Pasa algo? – pregunto Edward preocupado.

-Vamos a esperar los análisis para que veamos cómo está tu anemia – dijo y asentimos -. Carlie está muy bien – respire aliviada.

-¿Y Bella? – pregunto Edward.

-Ahora vemos – dijo Carlisle.