Bella POV
-Tanya necesito que salgas ahora – dijo con todo de voz dura mientras mi mirada se centraba en el.
-Bella – dijo Tanya sonriendo y creo que había algo de maldad en esa sonrisa -. En el momento menos oportuno – murmuro cuando paso por mi lado.
-Bella entra – dijo Edward mirándome serio y la verdad lo único que quería hacer ahora era salir del lugar, porque alcance a ver como los brazos de Tanya estaban alrededor del cuello de él.
-¡¿Qué paso?! ¡¿Qué estaban haciendo?! – exclame demandante.
-No estaba haciendo nada – aclaro -. Hubo un mal entendido con Tanya – dijo con seriedad.
-Un mal entendido – fue con sarcasmo -. Y por eso estaba colgada de tu cuello, por un mal entendido – también fue con sarcasmo.
-Solo dije algo y ella lo mal interpreto, creyó que era una invitación para algo mas – dijo.
-¿Qué le dijiste? – me cruce de brazos.
Resoplo – Me pregunto si quería merendar, hoy no estado de buen humor por algunos problemas que estamos teniendo – aclaro -, había estado hablando por celular y habíamos quedado uno frente al otro cuando entro y le dije que no quería hacerlo solo porque no estaba de ánimo y necesitaría alguien que me animara un poco – siguió -, juro que estaba pensando en ti y en Nessie, pero calculo que ella pensó que me estaba insinuando, bueno y tú la viste – se encogió de hombros -. Justo le estaba aclarando que entre nosotros no iba a pasar nada cuando entraste.
-¿Y por eso te alejaste de ella tan nervioso? – aun estaba enojada.
-Me imagino cómo se debe haber visto eso – dijo seriamente.
-Quiero que se vaya – dije de manera firme -. No la quiero más cerca de ti – insistí.
-Bella ya pedí el remplazo, hay que aguardar unos días, aun no encontré alguien realmente apta para el puesto – rodé mis ojos.
-No me importa quién sea o que necesites, quiero que ella mañana ya no esté acá – resoplo con molestia.
-No me puedo quedar sin secretaria, necesito…
-Tampoco que fuera tan indispensable y la única que puede hacer el trabajo – proteste.
-Bella no te pongas testaruda – "Oh, no eso no", pensé irritada.
-¡Ahora soy testaruda! – exclame molesta -. Tengo una idea, te voy a mostrar que tan testaruda puedo ser – dijo y me miro sorprendido -. Vamos a hacer lo siguiente, Tanya se queda el tiempo que te lleve conseguir remplazo, pero a mí no me tocas un pelo, no me hablas ni beses mientras ella este acá – tire todo el discurso de una sola vez.
-Bella, por favor, ahora estas siendo ridícula – sonó indignado. "Ahora soy ridícula también, aaahhh", fue mi pensamiento.
-Muy bien, Bella es ridícula y testaruda – dije -. Más vale que te prepares porque esto empieza ahora – dije y salí más que rápido. Sé que me estaba siguiendo, como también sé que no iba a querer montar una escena en el medio del hospital.
Solo seguí caminando y me di vuelta para verlo que venía detrás mío, tampoco es que puedo caminar tan rápido por la maldita pierna, que si no hubiera salido directamente corriendo. Llegue a la calle, la idea era buscar un taxi o bien llamar a Alice o Rosalie para que me buscara, pero cuando me dispuse a ver si venia un taxi me tomo del brazo.
-Aguarda – dijo mientras me acercaba a él -, ¿en verdad estás diciendo que no te voy a tocar? – Lo mire con todo el enojo que salía de lo más profundo de mí -. Bella, por favor no peleemos por ella – parecía afligido, pero esto era en serio, hasta que ella no se fuera no me tocaba.
-Dije que no me tocabas mientras ella sea tu secretaria, ahora suelta mi brazo – resoplo molesto pero no me soltó.
-Vamos a volver a mi oficina y vamos a hablar – dijo -. Y lo vamos a hablar como adultos no como una chiquilina caprichosa – "¡lo hace a propósito!", pensé.
-Si sigues por ese camino vas de mal en peor – dije y me miro como si no entendiera -. Seguimos con la lista – rodo los ojos -. ¡Ahora no solo soy testaruda y ridícula, sino que además soy una chiquilina caprichosa! – exclame.
-Bella, hermosa – dijo con su voz más melosa y seductora, debo confesar que estremeció hasta la última fibra de mi cuerpo -, vamos amor, no hagas esto, te amo – lo mire con duda, pero Tanya se asomo.
-Edward – suspiro como si lo hubieran vencido y tomo el puente de su nariz -, te llaman del hospital de Port Angeles – dijo -, parece que es urgente – él seguía mirándome a mí.
-Diles que en cinco minutos los llamo – dijo sin mirarla aun.
-Mi brazo, me hace falta – dije molesta nuevamente -, me voy – y me soltó.
-Bella – me llamo -, por favor – rogo.
-Ya lo sabes – dije enojada -. Creo que tienes una llamada que hacer, yo voy a buscar a Nessie y vamos a casa – dio la vuelta y entro de nuevo al hospital.
Llegue a la inmobiliaria de Esme y busque a mi pequeña, Esme la estaba cuidando mientras salíamos con Alice. Cuando llegue estaba sentada en su falda y dibujaban las dos juntas. Esme es toda una abuela.
-Bella ¿Cómo estás? – saludo Esme cuando me vio entrar.
-¡Mami! – exclamo Nessie y se bajo de la falda para venir corriendo hasta mi. La tome en brazos -. Hola mami – dijo dándome un beso en la mejilla.
-Hola mi Nessie – dije y también la bese -. Esme – dije acercándome y besando su mejilla -. Estoy mucho mejor, ya casi siento que mi pierna es normal de nuevo - dije y reímos.
-Pareces algo contrariada ¿paso algo? – pregunto. Esta familia parece que todos tuvieran un sexto sentido porque no se les escapa nada.
-Una pequeña discusión con Edward – conteste.
-¿Nada grave? – pregunto seria.
-Depende de lo que resuelva Edward con respecto a Tanya – dije con mal humor y Esme sonrió disimuladamente. Sé que esto suena a celos y en realidad lo son, pero ante él no los voy a aceptar.
-Tanya – sonó a que algo sabia -, anduvo haciendo de las suyas – aseguro y la mire sorprendida -. Carlisle me ha contado que está interesada en Edward – dijo -, pero hasta ahora no han conseguido remplazo – "que tan difícil puede ser", proteste mentalmente -. Edward es algo quisquilloso con las secretarias – "pues si me quiere tocar más vale que cambie sus exigencias", pensé.
-Solo tiene que cambiarla de lugar, no es mi intención que la eche – dije -, solo quiero que no trabajen más juntos, hoy cuando llegue lo estaba abrazando – me miro sorprendida – y obviamente creí en su explicación de lo que paso, pero tiene que dejarla ir.
-Bueno aremos todo lo posible para que sea menos exigente con lo que quiere de sus secretarias – dijo acariciando mi rostro muy maternalmente -. Lo bueno es que esto no trae mayores problemas – y eso lo cree ella porque lo difícil va ser cumplir lo que le dije que pasaba.
Estuve conversando un rato mas con Esme y luego llame a Alice para ver si me podía buscar, quede en esperarla en la plaza para que Nessie jugara un rato ahí. Uno quince minutos después Alice venia a buscarme junto con Rosalie. Estaba esperándolas en la plaza y nos quedamos un rato mas ahí jugando con Nessie.
-¡Fuete mami! – exclamo Nessie para que la hamacara más fuerte y me saco de mi ensoñación.
-Bella porque mejor nos cuentas que es lo que te tiene así – dijo Rosalie mirándome seria.
-¡Tía Sosali, mas fuete! – dijo ya que yo no lo hacía. Rosalie tomo mi lugar y comenzó a hamacar a Nessie.
-Seria bueno que nos cuentes así te desahogas – insistió Alice
-Tanya – dije y las dos asintieron. Lo cual daba la pauta de que era obvio que ambas estaban al tanto. Estuvimos en silencio varios minutos mientras Rosalie seguía hamacando a Nessie que le pedía lo hiciera cada vez más fuerte.
-No tan fuerte Nessie – dijo Rosalie -, puede ser peligroso – sonreí. De nuevo silencio -. Bella – me llamo -, tienes ganas de ser algo malvada – Alice y yo nos miramos y luego miramos a Rosalie que sonreí como si realmente estuviera pensando algo malvado.
-¿De qué hablas? – pregunte.
-Creo que te podrías divertir algo con Edward ahora – dijo con todo sugestivo y yo seguía sin entender.
-¡Oh Rose, eres malvada! – dijo Alice y las dos sonrieron mucho.
-Alguna me podría decir que pasa – dije demandante.
-Vamos subiendo al auto – dijo Alice ansiosa y resople, porque no tengo idea para donde van sus mentes.
-Vamos ahora al centro comercial de Port Angeles – más sorpresa de mi parte – y te cuento en el auto.
-¿Para qué vamos al centro comercial? – pregunte con algo de ansiedad.
-¡No seas ansiosas! – exclamo Alice.
-¡Perfecto! – exclame y tanto Rosalie como Alice me miraron entre sorprendidas y divertidas -, ¡Encima de que tu hermano dice que soy testaruda, ridícula y chiquilina caprichosa, ahora te sumo a ti diciendo que soy ansiosa! – yo estaba irritada y ellas rieron.
-¡Uy! Que día traemos hoy – dijo Alice y la taladre con la mirada -. Vas a ver que te va a gustar la idea y es como una venganza contra Tanya también.
-¿Una venganza? – pregunte y ahora me estaba entusiasmando.
-Vamos subamos al auto – dijo Rosalie apurándonos.
Alice comenzó a manejar rumbo a Port Angeles, Rosalie me pidió ir atrás con Nessie así que me senté en el asiento del copiloto. Ellas dos tenían una mirada picara y sonreían mucho, yo solo esperaba me dijeran que se les había pasado por sus cabezas.
-¿Y bien me van a contar o no? – dije apurándolas -. Y no se les ocurra decirme ansiosa o algo mas – las dos rieron.
-Primero cuéntanos que paso con Tanya – me apuro Alice y suspire profundo.
-Fui a buscar a Edward a su oficina para volvernos juntos- Alice asintió -, y cuando entre a sus despacho veo que lo tenía muy tomado del cuello, él se alejó en el acto – seguí -, después el me explico que ella malinterpreto algo que le dijo y le creo, pero cuando le pedí que no la tuviera más de secretaria me dijo que lo había pedido, pero llevaba tiempo y le exigí que a partir de mañana ya no la tuviera más y se negó porque dice que cambiarla lleva su tiempo – y como relate todo parecía un chiquilina caprichosa -. Y finalmente lo amenace, mientras Tanya esté trabajando con él a mi no me toca un pelo – las dos rieron y no sé que les da tanta gracia.
-¡Es perfecto! – exclamaron las dos al mismo tiempo.
-No es perfecto – las rete, parece que no entendieran -, es malo, muy malo – asegure y ellas solo reían.
-¡Uy te matan los celos! – se burlo Rosalie y rodé mis ojos.
-¿Para qué vamos a Port Angeles? – pregunte nuevamente.
-Bueno ¿Quieres jugar un poco con Edward? – la mire con duda.
-¿Qué tipo de juego? – pregunte ahora algo asustadas por sus caras bastante perversas.
-Hacerle ver lo que se pierde – dijo Alice -, ya sabes, que es lo que no va a tener mientras este Tanya con él – y miro mi cuerpo de arriba abajo. "¡Oh!", fue la exclamación simple en mi mente cuando me di cuenta a lo que se referían.
-¿Y cómo hago eso? - pregunte.
-No tiene que ser algo muy agresivo – dijo Rosalie -. Mmm… - pensó unos minutos. Alice la miraba por el espejo retrovisor y yo me había girado un poco para verla.
-¡Ya se! - exclamo Alice -. Bella ¿Con que tipo de ropa sueles dormir? – pregunto Alice.
-Una musculosa y un short – dije. No era nada del otro mundo.
-Creo que tendríamos que apuntar directo a eso – dijo Rosalie.
-Algunos camisoncitos mas provocativos, con algo de transparencia – empecé a asustarme a medida que hablaban y veían su cara -, babydoll, algo sexi y revelador – y eso termino de asustarme.
-No podría hacer eso – dijo.
-¡Oh vamos Bella! Solo es Edward – dijo Rosalie -, y te apuesto lo que quieras que no dura más de una semana que seguro saca a Tanya y no la ves nunca más.
-Te apuesto un vestido de la última colección de Dona Karan que no dura más de tres semanas – rodé mis ojos, con ellas todo era sobre ropa.
-Para mi uno de Marchesa – dijo Rosalie y se tendieron las manos.
-¡Encima les voy a tener que decir cuántos días tardo! – exclame.
-Por supuesto – dijo Alice.
-No lo sé, este plan no me gusta mucho – proteste -, nunca he sido una mujer que intente provocar, no sé cómo hacerlo.
-Bella te aseguro que solo hace falta que te vea con alguno de esos conjuntitos y nada mas – dijo Alice -. ¡Uy! – Exclamo -, el otro día vi unos hermosos, creo que serian los justos para esto – era obvio que aunque no estuviera de acuerdo lo terminaríamos haciendo -. ¿Y que solo compro dos y los alterno? – pregunte.
-Y lo más que le damos son cinco días, por lo que tendrían que ser cinco – dijo Alice.
-Uno para cada noche, porque debe ser cuando se estén por ir a dormir, te lo pones en el baño y luego te le apareces – estaban las dos muy entusiasmadas -. Yo cuando quiero castigar a mi osito lo hago, aunque él no dura más que unas horas y me lo arranca – esa fue demasiada información para mi gusto. Me ruborice entera por la vergüenza ajena.
-Estoy pensando que también tendría que buscarse uno lindos vestidos y remeras provocativas – Alice seguía maquinando en su cabeza.
-¿Para qué? – pregunto Rosalie.
-Bueno, creo que seria muy bueno que Tanya también tuviera algo que envidiar, porque Bella eres hermosa y te vistes muy sencilla – "ahora viene las críticas", pensé -. Deberías ponerte muy linda e ir a visitarlo, cosa que Tanya vea como Edward te desea, eso la volvería loca y seria toda una venganza – dijo riendo y Rosalie se le unió.
Sonó mi celular -. ¿Dónde estás? – pregunto Edward demandante.
-Con Alice, Rosalie y Nessie, vamos a Port Angeles – dije en tono seco.
-Calculo que abras pensado bien la locura que dijiste hoy – sonaba molesto.
-No dije ninguna locura – conteste en el mismo tono.
-Vamos Bella, eso de que no me vas a dejar tocarte, ni siquiera darte un beso es una locura – sentencio.
-Entonces podemos agregar que estoy loca a la lista – seguí con el mismo tono y lo sentí resoplar.
-Bella no quiero pelear, quiero que estemos bien – insistió.
-Si quieres que estemos bien entonces mañana Tanya no tiene que ser tu secretaria – dije y lo sentir respirar con fuerza.
-Necesito primero encontrar alguien que la remplace, hasta entonces va a tener que estar acá – dijo.
-¿Esa es tu elección? - pregunte molesta.
-Es lo único que puedo hacer – sentencio.
-De acuerdo – dije y corte -. Bien, vamos a comprar esa ropa de una vez, porque esta misma noche empiezo a vengarme.
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