Edward POV

Lo decidí en el mismo momento que ella me cortó el teléfono. No había nadie en casa lo que facilito todo, solo hice un llamado desesperado a Alice y luego de eso apague mi celular, no quería hablar con nadie. No quería saber nada de nadie porque una vez más, me enamore y nada salió bien. Le dije que la amaba y ella solo me corto el teléfono, y eso fue lo que más me dolió.

Esta semana me había llegado por cuarta vez el ofrecimiento desde que me gradué, y llame mientras trataba de conseguir los vuelos. Aunque solo necesitaba irme lo antes posible de Forks, mis dos amores no estaban ya y nada tenía sentido.

Asique reserve el primer avión a Seattle y desde ahí tenía que esperar tres días para tomar el avión que me llevaría a Nueva Jersey mi destino final y mi nuevo lugar. Seguramente después me tocaría dar las explicaciones, y seguro primero pensarían que mis reacciones eran una recaída, pero después entenderían. Aun no entiendo cómo fue que Jesica se interpuso entre nosotros, porque fue lo que detono todo. Ella ha sido la causante de todos mis males y ante todos quedo como el ángel que no era, pero nunca me preocupo aclarar las cosas.

FLASH BACK

Estuvimos todo el fin de semana solos en Port Angeles, había alquilado una habitación de hotel y me iba a dedicar a mimarla todo el fin de semana. Eso era lo único que quería, lo único que necesitaba, a Jesi junto a mí. Tonto adolescente enamorado.

-¡Jesi! – me desperté buscándola en la cama pero no la encontré. Había mucho silencio y supe que no estaba. Odiaba que desapareciera de esta manera, siempre era lo mismo.

Me levante, fui al baño y cuando salí, luego de dar vueltas por la habitación encontré la nota que dejo avisando que debía ir a la farmacia y de paso buscaba algo para desayunar en la cama. Sonreí y mentalmente me prepare para otra sesión en la que la haría mía. Eso era maravilloso.

-Eddie – escuche que abría la puerta, estaba tirado en la cama mirando televisión. Entro con una enorme sonrisa -. El desayuno – dijo mostrándome las bolsas y sonrió mucho.

-¿Qué trajiste de rico? – pregunte mientras observaba extasiado como se desnudaba.

-El mejor estimulante – dijo y saco las botellas de cerveza, vodka y whisky.

-Eso no es desayuno – se encogió de hombros -. Además es temprano – me saco la lengua, esa lengua que me hacia delirar.

-Quiero que sea desenfrenado – dijo sonriendo mas -, y lo haces mejor con este estimulo - eso no me gusto mucho, pero igual me gustaba complacerla así que empecé a tomar cuando abrió el whisky -. Además traje esto – saco de su bolsillo y me mostro el sobrecito.

-Sabes que eso no me agrada – dije. Ella tomaba cualquier droga que pasara frente a ella, pero no voy a negar que la haya probado varias veces, y prefiero mil veces el alcohol como estimulante -. Hoy no lo hagas – pedí.

-Eddie no seas aguafiestas, tenemos la habitación por todo el fin de semana, vamos a divertirnos – y dicho eso todo empezó.

Lo que no preví era como iba a terminar, ella saliendo disparada de la habitación, dejándome solo a medio vestir y luego viendo a entrar a la policía para arrestarme. Lo peor fue ver la cara de mis padres cuando me buscaron en la estación de policía. Fue el tercer arresto. Había estado en rehabilitación hasta hace seis meses atrás, y desde hace dos meses cuando volví con Jesi había echado todo por la borda. Mis padres se veían decepcionados y yo avergonzado por fallarles.

En seis días entraría de nuevo a rehabilitación, no había visto a Jesi por dos días después del arresto y mi padre me saco el celular. No querían que tuviera contacto con ella. Yo la extrañaba y quería asegurarme que me esperaría hasta que saliera. Logre escaparme de casa y fui a buscarla.

-Eddie que haces aquí – dijo con mala cara y me sorprendió.

-Me dejaste solo – reproche, pero en realidad pensaba era lo mejor, una celda no era lugar para ella.

-Estuviste lerdo – dijo y reí -. ¿Qué necesitas? - pregunto y me sorprendió. Sabe que solo vine por ella.

-A ti – dije abrazándola por la cintura, pero ella me aparto.

-Eddy – dijo – tenemos que hablar, es importante.

-Cualquier cosa tiene solución – dije.

-Estoy embarazada – dijo y mi sonrisa fue enorme cosa que a ella le sorprendió. Ahora era seguro que pasa el resto de mi vida con ella.

-Eso es maravilloso mi amor – dije y resoplo.

-No es maravilloso Eddy, piénsalo – dijo enojada-. Somos chicos, esto nos ata de por vida - eso era lo que más quería, estar con ella el resto de mi vida.

-Es lo mejor que hay, nos amamos. Podemos casarnos, vivir juntos y criar a nuestro hijo – ya nos veía a los tres juntos.

-Eddie no va a pasar eso, no lo quiero voy a abortarlo – dijo decidida y la mire furioso.

-No seas ridícula – escupí -. Podemos hacer una vida juntos.

-Eddie, por dios, solo tenemos 19 años no me voy a atar ahora de por vida a alguien y menos con un hijo – y la rabia comenzó a subir -, no lo pienso tener – dijo firme.

-No vas a abortar, sino lo quieres me lo entregas y yo me encargo – dije con toda la bronca -. Mañana te paso a buscar le voy a pedir a mi padre que te revise para asegurarnos que está todo bien – comencé a caminar hacia mi auto. Me detuve de repente -. Ni se te ocurra meterte ninguna mierda porque vas a lastimar al bebe.

Hable con mi padre apenas llego él esa noche a casa. No tuvo problema alguno en atenderla al otro día, pero me dijo que el tema de las drogas era serio si ella seguía consumiendo mientras estuviera embarazada. Yo le reconfirme que volvía a rehabilitación, tenía que estar bien por nuestro bebe.

-¿Qué haces aquí? – dijo cuando abrió la puerta. Faltaba una hora para el turno con mi padre para la revisación.

-Te avise por mensaje que a esta hora te buscaba, mi padre te va a realizar el control prenatal – dije.

-Eddie, él bebe ya no está – dijo y me quede helado -, te dije que no lo quería, te dije que lo iba a abortar – mi reacción fue pegarle una cachetada, la verdad, nunca haría algo así estando sobrio y quedo tirada en el piso. Me arrepentí en el acto.

-¡Maldita seas Jesica, te dije que no lo hicieras! – grite mientras ella se ponía de pie -. Te dije que yo me haría cargo de él sino lo querías, soy el padre yo si los que…

-¿Y si no era tuyo lo mismo te lo hubieras llevado? – golpe bajo, muy bajo.

-¡No me engañaste, no de nuevo, juraste que solo seria yo! – escupí.

Se dio vuelta y se asomo a la casa - ¡JUSTIN! – grito y unos minutos después se asomo un chico solo en bóxer. Se acercó a mi oído -. Él también podía ser el padre – dijo riendo, la mire y a él también. Estaba drogada.

-Te quiero lejos de mi – dije amenazante. Y ella siguió riendo.

Fui directo al hospital, mi padre me encerró en su consultorio durante horas y hablamos mucho. No volví a ver a Jesica, pero sé que le dijo a todo el mundo que la obligue a abortarlo y que le había pegado porque estaba ebrio y drogado. La prueba del golpe la tenia, se le notaba en la cara. Mi padre termino pagándole para que no llegara más allá, y ese día que le entregamos el dinero fue la última vez que la vi. Aunque no lograba olvidarla.

FIN FLASH BACK

Cuando llegue a Seattle me encerré en la habitación del hotel y no salí para nada. A lo mejor hubiera sido bueno llamar a Alice y pedirle nos viéramos en algún lugar para hablar y poder desahogarme, pero preferí dormir.

Me acosté luego de ducharme y los recuerdos vinieron. La primera vez que la bese, sonreí, luego de eso no la pude ver en toda la semana y encima el día de la salida tuve que viajar a Seattle de urgencia y no iba a verla, se habían perdido los papeles de unos medicamentos que nos debían entregar y yo tenía la copia por fax y era el única autorizado que estaba más cerca. Pero como siempre sé que mi hermanita Alice esta para ayudarme y la estaba por llamar justo cuando sonó mi celular era ella.

FLASH BACK

-Alice, hermanita querida – sentí su risa del otro lado.

-¿Qué me ibas a pedir? – pregunto y reí.

-Un favor enorme – dije. Sé que le iba a molestar, porque ella quería una salida de solo chicas pero necesitaba ver a Bella y mas que obvio besarla por mucho tiempo.

-Ya lo sé, la extrañas – no tiene una idea de cuánto -, y estoy segura que quieres que esta noche, en la salida de solo chicas, te deje ir a verla – dijo segura. Es una bruja.

-Eres una brujita hermosa – sabía exactamente cual eran mis intenciones.

-Por única vez, pero escúchame bien Edward Anthony Cullen – esto era serio -, por única vez, te dejo meterte en la salida de mujeres.

-Gracias hermanita, sabes que eres la mejor del mundo – reía de nuevo.

-¿Paso algo mas con Tanya? – pregunto ahora seria.

-Trata de provocarme, me busca, pero con toda la delicadeza el rechazo – conteste.

-Tendrías que cambiar de secretaria, te va a traer problemas, tengo un mal presentimiento – dijo y rodé mis ojos.

-Otra de tus visiones – asegure.

-No hay que ser adivino para saber que en algún momento va a pasar a mas – era cierto, iba a tener que buscar la manera de cambiarla de lugar, era demasiado insistente.

-Ya veré como lo resuelvo – dije -. El azul le queda hermoso – dije y sentí la risa del otro lado.

-Le consigo algo azul – contesto y reí.

-Gracias Alice, nos vemos esta noche – y cortamos.

Esa noche cuando llegue me cambie rápido. Jasper y Emmett no habían salido, además si yo tenía permiso de colarme en la noche de chicas, ellos también lo tenían. Cuando baje los dos me esperaban listos.

Ese vestido azul era un sueño, su espalda levemente al aire y el escote exquisito. Me acerque y la tome de la cintura haciéndola girar, una mano fue a su nuca y la otra quedo en su cintura y la bese, por fin después de demasiados días la bese.

-Bella – dije -, si en dos segundos no estas enrollada en mi cuello no te beso nunca más en mi vida – no tuve que aguardar mucho, se enrolló en el acto y volví a besarla saboreando su sabor – Bella – dije cuando nos separe.

-Edward – me aleje cuando intento besarme y sonreí. Le gusta que nos besemos tanto como a mí.

-Eres lo más hermoso que he visto en mi vida – sonrió y mordió su labio, como me atrae ese gesto -. Este vestido es un sueño – Alice hizo un gran trabajo.

FIN DE FLASH BACK

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