Bella POV

Me desperté desorientada y con un gran dolor en mi corazón, sentí una opresión enorme y alguien me faltaba. Sentía una suave caricia en mi rostro, pero algo no me deja sonreír. Lentamente fui abriendo los ojos y mi ángel estaba frente a mí, pero su cara estaba tan triste, había llorado.

-Edward – susurre.

-Shhh… tranquila amor, papá te dio un calmante – me senté lentamente. Estábamos en la casa de sus padres, más precisamente en el living de la casa, observe para todos lados y estaban todos ahí -.

-¿Qué paso? ¿Por qué estamos acá? – trague con dificultad.

-Toma esto Bella – Carlisle me acerco un vaso con agua y lo tome de un solo trago.

-Edward – dije cuando termine. Y él apenas me miraba ahora.

-Te desmayaste – dijo en voz baja -. Tuve que traerte por gritabas y papá te dio un calmante – siguió -. Dormiste durante tres horas – era evidente ya era de noche.

-¿Nessie? – pregunte. Todo quedo en silencio, un silencio sepulcral que me helo la piel y comencé a sentir un vacío profundo en mi pecho. Mire a todos y sus caras, sus ojos, nadie me miraba, todos me esquivaban -. Edward ¿Dónde está Nessie? - me puse de pie bruscamente - ¡¿Dónde está mi niña?! – pregunte en voz alta.

Edward se puso de pie y apenas me miro – Se la llevaron Bella – mis ojos se llenaron de lagrimas y comenzó a faltarme el aire -. Lo siento – dijo y agacho su cabeza.

-¿Se la llevaron? – No era que no lo entendía, sabia a que se refería, pero aun no quería terminar de aceptarlo - ¿Quién se la llevo? – Edward se dejo caer sobre el sillón y comenzó a tirar su pelo nervioso - ¡CONTESTA! – grite y me miro.

-James… Victoria… - un dolor intenso me golpeo, sentía se desgarraba mi piel.

-¡No es cierto! – Exclame - ¡Ellos no se llevaron a mi pequeña! – seguí. Edward se puso de pie y quiso abrazarme. -¡LO PROMETISTE! – le grite golpeando su pecho, con lagrimas cayendo y el corazón desgarrado - ¡PROMETISTE QUE NO LE IBA A PASAR NADA! – Mas golpes - ¡DIJISTE QUE LA AMABAS Y LA IBAS A CUIDAR! – Golpes, lágrimas y un corazón que ya no latía - ¡NOS DEJASTE SOLAS! ¡TE FUISTE Y NO ESTABAS AHÍ! – me sujeto de las muñecas mientras intentaba soltarme de él.

-¡Bella por favor, cálmate! – pidió y quiso abrazarme nuevamente.

-¡NO ME TOQUES! ¡NO PUEDO CONFIAR EN TI! – seguí, yo solo quería a mi bebé, a mi pequeña niña, con sus ojitos marrones brillantes de alegría, su risa de campanitas que mantenía viva mi alma - ¡NO TE QUIERO CERCA! – Insistió en abrazarme y mi mano fue directo a su cara, un golpe sonoro resonó en el lugar haciendo girar su cara para un costado - ¡TE QUIERO LEJOS DE MI!... SOLO QUIERO A MI BEBE – dije cayendo de rodillas en el piso, llorando. Ya no tenía corazón… ellos se lo habían llevado… - yo solo quiero a mi bebe… en mis brazos… quiero a mi niña… mi Nessie – balbuce aun llorando.

Me tense cuando sentí una mano – Bella – mire a Carlisle que me tomaba del brazo para obligarme a levantar -. Hija ven – me tomo de la cintura y trastabille un poco. Edward había quedado a mi costado e intento sostenerme pero clave mi mirada de odio en la suya y retrocedió. -La vamos a encontrar – dijo Carlisle luego de que me ayudara a sentar -La policía ya lo está buscando, no puede estar muy lejos – aseguro.

-Seth también se está encargando – sentí la voz de Edward.

-Si realmente se hubiera encargado mi niña estaría en mis brazos – dije sin mirarlo.

-Tenemos que esperar que nos llamen – dijo Jasper -, todo apunta a que van a pedir rescate – aseguro.

-¿Cómo lo saben? – ya ni ganas tenia de hablar.

-Es lo que Seth le dijo a Edward, se metieron en problemas y necesitan dinero – contesto Jasper mientras se sentaba a mi lado.

-¿Y se puede confiar en Seth y Edward? – Jasper frunció el ceño.

-Bella, sabes que si puedes confiar en Ed… - comenzó Alice.

-Necesito estar sola – dije poniéndome de pie y fui hacia el patio trasero y me senté en las escaleras.

Mi única equivocación en la vida fue haberme entregado a James, haber aceptado estar con él, por lo menos eso era lo que pensaba antes de quedar embarazada. Sentir esa sensación de vida, de una vida creciendo dentro de mí fue lo más maravilloso, lo que me dio el valor y la fuerza para seguir aunque todos me rechazaron. Mis padres, mi mejor amigo, mi novio, ninguno de ellos me importo, solo importaba esa semillita que día a día crecía en mi, que me llenaba de felicidad, que me hacía sentir poderosa y capaz de enfrentarme con el mundo entero por el solo hecho de tenerla en mi vida. Encontré el lugar para nosotras en Forks, nuestro paraíso. Cuando la vi por primera vez en el monitor, en la primera ecografía sentí que era más real todavía, ahí en ese pequeño corazoncito latiendo rítmicamente estaba mi pasado, mi presente y mi futuro, todo se resumía en ella, hacerla feliz, que tuviera todo lo que necesitara y mas, cumplir sus sueños que sintiera que era amada más que cualquier persona en este mundo. En ese momento me entregue por completo a ella y nuestras vidas juntas.

Recordarla… necesita recordar todo sobre mi niña… su primer balbuceo para mí fue como escucharla recitar Shakespeare, di saltos y aplaudí como loca y solo había sido un "gugu gaga"… la primera vez que me dijo "mami", con esa sola palabra sentí que el mundo se abría a mis pies y podía lograr lo que fuera, solo por ella y para ella… mi dulce niña… mi todo… mi alma…

La primera vez que se cayó sentí que mi corazón se partía, apenas fue un raspón chiquito en su mano pero me reproche durante días no haberla cuidado lo suficiente, su primera enfermedad que me llevo a conocerlo… ¡Oh dios, mi niña! ¡Cuida de mi niña!... la necesito en mis brazos, acurrucada en mi pecho, sentir su perfume, su piel suavecita… necesito la caricia de su manito chiquita rozando mi mejilla, el sentir que con solo ese tacto me puede transmitir todo lo que siente y todo lo que me ama… la necesito en mis brazos, para cuidarla, besarla, acunarla… necesito que juguemos juntas, que vayamos a la plaza y a nuestro prado… la necesito… la necesito tanto…

¿Si se enferma?... no estoy ahí para cuidarla… ¿Si llora?... no estoy para consolarla… ¿Si tiene hambre?... no estoy para darle su leche calentita… ¿Si tiene una pesadilla?... no estoy para espantarlas…

Que dolorosos se sienten mis brazos vacíos… sin ese calor que solo ella me transmite… mi pequeña… su vida debía ser color de rosas, sin tristeza… y lo siento… en mi corazón siento su llanto, siento como me llama, siento su soledad… y no estoy ahí… y esta tan lejos…

Sé que tengo frio, después de todo acá estoy acurrucada bajo la noche que en este momento es más negra de lo habitual, envuelvo mis piernas con mis brazos para tratar de mantenerme armada, y el vacío en mi corazón y mis brazos me agobia. Solo puedo llorar… llorar de nuevo… una y otra vez…

-Bella - no puedo tenerlo cerca, él me lo prometió, me prometió que nunca dejaría que nada le pasaría - Bella vuelve adentro, estas temblando - lo sentí en mi espalda -. Sé que te falle, lo sé hermosa, pero por favor…

-No puedo tenerte cerca – dije llorando -. Lo siento, pero no puedo…

-Ve adentro, me voy a mantener lejos, pero vuelve adentro… Bella… lo siento… - apoyo su frente en mi hombro – lo siento… - repitió y se marcho. Comencé a llorar frenéticamente en soledad y ahí estuve durante mucho tiempo.

Un brazo me rodio – Bella estas helada – dijo Alice y me envolvió en un manta – Vamos adentro – negué con la cabeza. Ella apretó más el abrazo y apoye mi cabeza en su hombro.

-¿La sientes Alice? ¿Puedes sentirla? – no la mire solo cerré los ojos mientras seguí llorando.

-Si la siento Bella, estoy segura que va a estar bien – pero ya nada tenía sentido

-Shhh… duerme Bella… - creo que era Emmett.

-Edward - Me desperté sobresaltada, estaba en la antigua habitación de Edward.

Alice dormía a mi lado pero no se despertó. Eran las cuatro de la mañana y me sentía tan cansada. Me dolían los ojos y los sentía hinchados. Me quede en silencio y en la oscuridad, el recuerdo de lo que paso me golpeo nuevamente. Ver su cuna vacía me destrozo, en ese mismo momento supe lo que había pasado.

-Edward… - susurre.

Solo un día atrás habíamos compartido los tres una tarde soleada en nuestro prado, pasando de los brazos de Edward a los míos, él correteándola para atraparla mientras yo solo lo observaba y me admiraba de la forma en que él la amaba…

-Edward la ama… - dije en un susurro. "¡Oh ángel, como debe estar sufriendo!", pensé. Y fui tan injusta, le grite, le pegue y lo aleje de mí echándole la culpa de todo. No era él... no fue su culpa.

Me levante despacio de la cama con toda la intención de no despertar a Alice, salí de la habitación, tenía que buscarlo, tenía que abrazarlo y decirle que no era el culpable, que confiaba… que lo amo…. En el living estaba Rosalie y Emmett, ella dormía apoyada en el hombro de Emmett, quien la abrazaba con una mano y en la otra mano tenía el teléfono. Sentí el sonido del piano, muy suave… un lamento… dolor… angustia… sufrimiento… nunca lo había escuchado tocar, nunca le pregunte porque dejo de hacerlo… se escucho más dolor… más sufrimiento… Edward estaba sentado frente al piano, sus ojos cerrados y su semblante reflejaba todo lo que transmitía la melodía…

-Edward – la voz apenas me salió. Arrugo su entrecejo y curvo sus labios, su expresión de dolor me atravesó de golpe, le dolía escucharme. Me acerque despacio y acaricie su rostro cuando estuve a su lado.

-Bella… - susurro y ahora no había dolor, pero tampoco había alivio. Abrió los ojos, me miro solo un segundo, me abrazo por la cintura y apretó contra él con su cabeza contra mi pecho. Me abrazaba con fuerza y rompió en llanto. Lleve mis manos a su cabeza y las enrede en su pelo.

-Shhh… no ángel, no llores… tranquilo… - lo arrullé.

-Lo siento… - siguió llorando –no la protegí lo suficiente… mi estrellita… - siguió llorando y me apretó mas contra él.

-No llores amor… Edward te necesito fuerte… necesito que busques a nuestra estrellita… - beso mi pecho y me miro. Seque sus lágrimas y acaricie su rostro. Me hizo sentar sobre su falda, estaba cansado se notaba en todo su semblante y sus ojeras.

-Perdón – apoyo su frente en la mía.

-Lo siento – dije mirando sus ojos -. No es tu culpa, nada de esto, hice mal en gritarte… confió en ti… sé que la traerás de vuelta… la has cuidado tanto… ella te ama… sé que tú la amas… - nos abrazamos fuerte.

-Juro que si le tocan un pelo… si algo le pasa… - me abrazo más fuerte.

-Tráela de nuevo a mi… la quiero en mis brazos Edward… la quiero con nosotros…

-No llores de nuevo – dijo acariciando mi pelo -, se fuerte amor… porque cuando la traiga de nuevo te tiene que ver bien… tus brazos tienen que estar fuertes y cálidos para ella…

-Solo promete que te vas a cuidar, no soportaría que algo te pasara a ti – lo abrace mas fuerte si era posible.

-No me va a pasar nada – aseguro y le creí -. Antes de que te des cuenta Nessie estará en tus brazos, sana y hermosa como siempre – y también le creí. Sentía que se movía, solo me soltó de un brazo, yo cerré mis ojos y me quede con la cabeza apoyada en sus hombros -. Seth ¿Qué tienes?... – dijo y su voz sonó intimidante. Y ahí lo supe, Edward iba a traer a mi bebe de vuelta… -¿Cuántos hombres tienes?... ¿Dónde estás?...

-Edward – me enderece para mirarlo -, duerme un poco junto a mí, luego te vas – dije y asintió.

-Dame unas horas, descanso y nos encontramos… de acuerdo… me llamas cualquier novedad… - luego de cortar con Seth acaricio mi rostro unos minutos, bese la palma de la mano con la que me acaricio un par de veces -. Aguarda aquí un momento… - dijo bajándome de su falda.

Se fue un par de minutos y volvió con una manta gruesa en sus manos. Al lado del piano había un sillón de tres cuerpos bastante grande, nos acomodamos, el de espaldas y yo prácticamente sobre su cuerpo abrazados, nos tapo con la manta y me dormí escuchando el latido de su corazón.

-Bella, amor… - acariciaba mi rostro y se sentía tan bien. Respire profundo y abrí los ojos -. Me voy – dijo me senté en el sillón y nos miramos -. Te llamo – asentí.

-No quiero que te pase nada, promete que te vas a cuidar – tome su rostro entre mis manos -. No hagas nada arriesgado, escucha a Seth – pedí y asintió.

-Voy a estar bien – aseguro y nos besamos.

-Trae a mi niña – nos besamos de nuevo.

-Yo la traigo amor – nos besamos por última vez y se paro -. Tus padres están llegando en pocas horas – asentí.

-Edward aguarda – dije antes de que saliera por la puerta. Me acerque deprisa y volví a besarlo para demostrarle cuanto lo amaba, me apretó fuerte por la cintura contra su cuerpo. Una par de minutos después nos separamos y apoyo su frente en la mía -. Cuídate – susurre. Beso mi frente y me soltó. Mis brazos ahora se sentían más vacíos que antes.

Salí de la habitación y me quede parada mirándolo desde el balcón de arriba, trataban de convencerlo de que se quedara y aguardara, pero no acepto. Alice vino corriendo hasta a mí.

-Edward se va – dijo cuando se acercó.

-Lo sé – conteste.

-No puedes dejar que se vaya, puede pasarle algo – insistió.

-Alice va a estar bien – dije abrazándola -. Te aseguro que en este momento sé que él va a estar bien y va a traer a nuestra estrellita de vuelta – asegure -. En este momento veo mejor el futuro que tu – se abrazó fuerte a mí.

-Emmett y Jasper se fueron con Edward – Rosalie se acercó a nosotras y quedamos las tres abrazadas.

Cuando bajamos Carlisle estaba sentado en el living con Esme entre sus brazos y ella lloraba. Me acerque dejando a Alice y Rosalie detrás y me senté a su lado.

-Lo lamente Esme, no era mi intención – dije tratando de disculparme, sin hacerlo en realidad.

Esme me miro y tomo mis manos entre las suyas -. Se abría ido lo mismo aunque tú le hubieras rogado que no – dijo -. Así es mi niño – soltó a Carlisle y se abrazó a mí con fuerza.

-Van a estar bien – asegure -. Nadie va a salir herido – Esme se separo, tomo mi rostro entre sus manos y beso mi frente.

-Edward cuidara de todos – aseguro y asentí.

Mis padres llegaron a las tres de la tarde, cuando mamá me abrazo no pude hacer más que romper en llanto por primera vez en este día. Y así estuve durante prácticamente una hora, hasta que decidí que no debía seguir, debía ser fuerte. Edward no había llamado ni enviado un mensaje estaba nerviosa y no había comido, por lo que no me sorprendió sentirme mal. Fui a recostarme pero no lo hice en ninguna cama, fui directo al sofá de la habitación donde está el piano, aun la manta estaba ahí por lo que me tape con ella. Tenía el aroma de Edward. Mamá estaba conmigo tratando de que durmiera.

-Bella – Carlisle entro a la habitación -. Me avisaron que te habías hecho uno análisis y están listos – dijo entregándome un sobre. Lo había olvidado por completo.

-Gracias – dije recibiendo el sobre. Hubiera preferido que Edward estuviera conmigo cuando esto pasara.

-¿Por qué te hiciste estudios? – pregunto mamá.

-He tenido algunos malestares últimamente – conteste. Carlisle aun estaba parado frente a mí -. Bajemos - dije poniéndome de pie y comencé a caminar para salir de la habitación. Los dos me siguieron hasta el living. Todo estaban en el lugar, me ubique en uno de los sillones y abrí el sobre, hacia unos días atrás lo había adivinado y ahora lo confirmaba. Levante la vista y todos me miraban – Estoy embarazada – anuncie, y aunque amaba este bebé no pudo sonreír.

-Debes comer – dijo Esme cortando el silencio -, no te he visto comer – insistió y fue para la cocina.

-¿Te sientes bien? – pregunto Alice sentándose a mi lado.

-Estoy bien – conteste.

-Hay que avisarle a Edward – dijo Rosalie.

-Tiene apagado el celular – asegure. Y seguramente no lo prendería hasta que hubiera resuelto todo. Nos quedamos en silencio.

-Bella, toma - dijo Esme entregándome un plato con comida. Carne asada con verduras y patatas -. Tienes que comer algo – me miraba seria. Lo intente, realmente lo intente pero no pude tragar bocado.

-Hija tienes que estar fuerte, haz un esfuerzo – insistió mamá.

-No puedo – dijo luego de intentar comer de nuevo.

-Bella tu bebé necesita que te alimentes – Alice poso su mano en mi vientre.

-Estoy cansada – dije apoyando mi cabeza en su hombro.

-Ven, te acompaño a que duermas un rato – dijo Rosalie tomando mi mano. Volví a acostarme en el sillón, la colcha aun tenía el aroma de Edward.

-Permiso – Alice asomo su cabeza -. Puede que con esto duermas mejor, Nessie se lo olvido el sábado – me entrego el elefante de peluche que solía usar mi pequeña para dormir. Absorbí su aroma varias veces hasta que finalmente me dormí.

De nuevo sus caricias, su aroma era más fuerte – Hola – susurro en mi oído – te amo – beso mi mejilla y abrí los ojos.

-Edward – dije y me senté rápido para poder abrazarlo. El correspondió el abrazo y acariciaba mi espalda. Escondí mi cara en su cuello y aproveche para respirar su esencia. -Vamos a tener un bebe – susurre.

-Lo sé amor, me avisaron – me hizo separar de él empujándome por la cintura -. También me avisaron que no quieres comer – dijo tomando un plato de comida que había en una bandeja a su lado – negué con la cabeza -. Haz un esfuerzo amor, tienes que estar muy fuerte… - volví a negar -. Hazlo por mí, nuestra Nessie y por nuestro bebe – poso una mano en mi vientre -. Qué pasa si traigo a Nessie y estas mal, no la vas a poder abrazar, alzar y jugar con ella – nos mirábamos a los ojos -. Yo te necesito muy fuerte, cuando vuelva con nuestra pequeña voy a estar cansado y nuestro bebe – acaricio mi barriga -, necesita que lo cuides – tome el plato y comencé a comer -. Eso amor, así me gusta mi niña – me miro comer en silencio.

Luego de que termine con toda mi comida me tendió un vaso con jugo de naranja y aguardo terminara. Se sentó a mi lado abrazándome, quedamos los dos en silencio mirando la nada.

-Debo irme – dijo en apenas un susurro y lo mire -. Me esperan – dijo y asentí.

-Quiero hacer el amor – me miro durante unos segundos.

Fue hasta la puerta, cerro con llave y se acercó de nuevo mientras comenzó a desnudarse y lo imite. Se sentó en el sillón, me acomode a horcajadas en su falda y todo comenzó. Fue suave, en silencio, con muchas caricias y besos. Necesitábamos conectarnos más, sentirnos, una manera de darnos fuerza mutuamente.

-Estoy muy cerca – dijo una vez se vistió -. Solo espérame un poco más y cuídate. Nuestra estrellita estará en tus brazos pronto – afirmo y asentí.

Nuevamente se fue y sabía que cumpliría, él traería a mi pequeña. Mi Nessie.