Edward POV
Durante la semana no volví a seguirla, necesita concentrarme en el trabajo, ya me había atrasado demasiado. Para el viernes ya no aguante mas estar sin verlas así que espere saliera a las tres de su trabajo. Dieron vueltas, entre ellas hubo una visita a la inmobiliaria de mamá, seguro para renovar el contrato, y luego fueron al supermercado. La pequeña quería caramelos así que compre algunos antes de entrar al supermercado.
-Melo – Amo la voz de Nessie, es suave y finita.
-Nessie no. Cuando lleguemos a casa – la reto y beso su nariz.
-Queo melo – volvió a pedir la pequeña. Saque uno de los caramelos y me acerque.
-Tengo uno para ti – Nessie tomo el caramelo, había quedado detrás de Bella, cuando se dio vuelta quedamos pegado y sus labios quedaron muy cerca de los míos. Le mostré mi mejor sonrisa y Bella se estremeció.
-Mami melo – le mostro el caramelo que le había dado.
–Dile gracias a Edward – Nessie miraba atenta como Bella pelaba el caramelo.
-Asias papi – no puede evitar reír un poco, adoro que me diga así.
-Gracias – y era más que obvio que se iba a sonrojar -. De compras – y no podía estar más equivocada.
-Algo así – una respuesta vaga -. Y tengo mucho más para darle - Bella mordió su labio y tuve muchos deseos de besarla -. Les acompaño – trague saliva con dificultad.
Respiro profundo - No hay problema – comenzó a empujar el carro.
-Es hermosa – me miro -. Nessie - "Y tú también", agregue mentalmente.
-Si – acaricio la mejilla de su niña -. Lo mejor que me ha pasado - a mi también.
-¿Y el padre? – metí la pata, su expresión cambio totalmente -. Perdón - dije enseguida -, no fue mi intención entrometerme - no se para que entre en ese camino, en realidad lo sé, necesitaba saber que significaba ese para ella.
-Solo un conocido – seguimos en silencio y continuo metiendo cosas en el carro.
-Papi upa - me tendió los brazos y sonreí.
-Lo siento, en serio no sé porque hace eso - ahora parecía preocupada en vez de avergonzada.
-No hay problema - saque a la pequeña del carro y la cargue -, seguro es porque no lo conoce - resoplo. -Tengo entendido que trabajas con los Newton - espero que cambie su humor.
-Desde que llegue. No he conocido mucha gente, pero los poco que conozco han sido muy buenos con nosotras.
-Melo – saque otro caramelo de mi bolsillo y se lo di una vez retire la envoltura. Comenzamos a jugar, había acariciado mi mejilla y atrape su manito con mis labios como si mordiera, ella rio fuerte y la saco, luego la acercaba para que lo volviera a hacer y simulaba no atraparla y luego lo hacía. Reía mucho por lo que se estaba divirtiendo. Estuvimos así unos minutos, cuando mire a Bella vi la tristeza en su rostro.
-¿Estas bien? - sus ojos estaban llorosos.
-Ya termine - esquivo la pregunta -. ¿No encontraste lo que buscabas? - sonreí.
-Se puede decir que si, pero tengo que irme - no quería tener que confesarle que solo la estaba siguiendo -. Un placer verlas – le entregue a la pequeña y me fui.
Estaba saliendo cuando sonó mi celular y el nombre de mi hermanita estaba en la pantalla.
-Ya la viste - aseguro y sonreí -. Estamos yendo al restaurant, te esperamos para cenar - dijo.
-Estoy cerca, nos encontramos ahí - confirme.
Llegue antes que ellos, pero igual entre y me senté en una mesa grande hasta que llegaron todos, incluso venían mis padres. Estábamos conversando y de pronto empecé a sentirme angustiado.
-Edward te siento ansioso - dijo Jasper en voz baja -, siento algo de angustia - lo mire. Alice me miraba también, ella está sentada entre Jasper y yo.
-¿Estas bien? - pregunto Alice.
-Algo anda mal - dije -. Tengo que irme, algo pasó.
No había pasado mucho tiempo desde que la deje en el supermercado y seguramente iba a su casa. Subí a mi auto y maneje en esa dirección. Me tensione cuando vi su camioneta a un costado del camino, me detuve y me acerque.
-Bella – me asome pero ellas no estaban. Vi la rueda pinchada, no era tan grave, pero también quería decir que se fue caminado a esta hora y solas. Tenía la corazonada que debía irse a su casa y no volver al pueblo, así que maneje en esa dirección bastante fuerte. Cuando la vi tuve que apretar con fuerza los frenos.
-¡Bella! ¿Están bien? - dije mientras bajaba del auto, me acerque y tome su rostro entre mis manos -. Estas helada. Entra al auto - la empuje hasta que subió y encendí la calefacción en cuanto subí -. Bella háblame - su mirada estaba perdida.
-Estoy bien - suspire aliviado -. Solo un poco asustada, nunca nos había pasado esto.
-¿Te llevo a tu casa? – me miro.
-¿Podemos volver a la camioneta? Tengo darle su leche y deje los víveres que compre en la camioneta – asentí y di la vuelta para volver.
Llegamos a la camioneta y pase las cosas a mi auto. Nos dirigimos a su casa. Mire de reojo a la pequeña y estaba dormida.
-Esta muy dormida – reacomodo a la pequeña.
-Es tarde ya – respondió -. ¿Tu familia vive cerca? – sabía que iba a preguntar algo así.
-Algo así - otra respuesta vaga -. Estas mejor - y eso realmente me alivio.
Entramos en la casa, yo venía con las bolsas de las compras en mi mano y ella con Nessie, fue a una habitación y yo entre a la cocina.
-Tendría que agradecerte de alguna manera - ahora sonreía, se había pasado el susto -. Los domingos llevo a Nessie a un claro que esta cerca - dijo.
-Si, lo sé - me fui de boca y a ella le sorprendió mi respuesta.
-¿Cómo los sabes? – no tenia excusa para justificarme -. No vives cerca de aquí - negué con la cabeza -. El encuentro en el supermercado no fue casualidad – seguí en silencio - ¿Como sabias que estaba ahí y como me encontraste ahora? – pregunto exigente.
-Solo fue casualidad - se noto que estaba mintiendo.
Pareció aceptar esa respuesta - A menos que me estuvieras siguiendo - ella quiso bromear y yo me sentí mal porque me había descubierto -. ¡Me estabas siguiendo! – exclamo y sonó molesta.
-No pienses mal, solo que desde que las vi la primera vez no he podido dejar de pensar en ustedes y siento esta necesidad de cuidarlas - estuvimos en silencio mucho tiempo y estaba pensativa - Bella - no respondió ni me miro -. Bella háblame no te quedes callada, dime qué piensas - mientras no piense mal y me aleje.
-¿Hace mucho me seguías? - pregunto.
-Desde que nos presento mi papá en el hospital – esquive su mirada.
-Todas las veces que lo sentí - fue apenas un susurro.
-Entiendo si quieres que me aleje - me levante, debía dejarla sola.
-La llevo a la hora del almuerzo - me detuve antes de abrir la puerta -, hacemos un picnic, jugamos y juntamos flores - la mire -. No sé si es lo más divertido para ti, pero podrías acompañarnos y almorzar con nosotras - y en este momento no puede pensar en algo mejor que pasar mi tiempo con ellas.
-Me encantaría - los dos estábamos sonriendo -. Puedo venir más temprano si quieres que vayamos a cambiar la rueda de repuesto en tu camioneta.
-Te lo agradecería - contesto.
-Debo irme - no me podía quedar pero me hubiera encantado, aunque ella no lo ofreció -, cierra con llave, mañana nos vemos – asintió y volví a mi auto.
Volví directo a casa, mamá estaba esperándome en el living, no parecía preocupada pero estaba seria.
-¿Pasa algo? – pregunte mientras me sentaba a su lado.
-¿Les paso algo? – parecía preocupada.
-No, solo pincho un neumático y estaba lejos de su casa – sonrió aliviada -. Así que las lleve y mañana las busco porque su camioneta quedo en el lugar.
-¿Cómo supiste que les paso? - estaba realmente interesada, lo peor es que no tengo idea, solo sentí que algo pasaba.
-No lo sé, solo sentía... que algo no estaba bien – realmente estoy perdido por ellas -. No sé que me está pasando mamá, nunca me he sentido así – seguí y ella solo me escuchaba -. Desde que papá las presento no hago más que seguirla y esconderme para ver todo lo que hacen.
-Solo disfrútalo si te hace sentir bien y no lo pienses mucho – acaricio mi rostro.
-Me voy a acostar, me invito a almorzar mañana con ellas – sonrió.
-Ponte más guapo y lleva algo rico para el postre – dije y rodé mis ojos.
-Buenas noches mamá - bese su frente y fui a mi habitación.
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