Bella POV
Después de ducharme, en la habitación de Alice, me encontré con un vestido azul con volados, la espalda bastante al aire, escote en v, no soy de usar vestidos, no es lo que más me gusta, hubiera sido mucho mejor tener mis jeans. Lo peor fue ver los zapatos tacos alto. Eso me intimido y seguro Alice se iba a enojar. El vestido estaba en su lugar, Alice me vio bajar y sonrió.
-¡Bella! Te deje unos hermosos zapatos – me reto Alice cuando vio mis zapatillas.
-Alice nunca en mi vida he usado zapatos tan altos – como diez centímetros de tacos que demostrarían lo torpe que puedo ser -, ni siquiera me puedo parar en esos zapatos.
-Pero Bella ese vestido… ¿y zapatillas? – dijo y sentí la risa de Esme.
-Puedo ponerme jeans – dije y su cara fue realmente terrorífica.
-Ni lo sueñes – reí -. ¡Por única vez te dejo ir así! – dijo y reí.
Alice también tenía un hermoso vestido y obvio iba de tacos altos, pero lo peor de todo fue ver a Rosalie bajar por las escaleras tan majestuosa, perfecta y más que hermosa. Acaba de sacarme todo el ánimo que me di cuando me mire al espejo y me encontré un poco bonita.
-Bueno – dijo Esme – están listas – tenia a Nessie en sus brazos. La van a malcriar, porque casi nunca la tengo tanto tiempo en brazos.
-Nessie te portas bien – dije besando su mejilla.
-No te preocupes, se puede portar mal que no me va a importar – dijo Esme y reí -. Mejor se van y que se diviertan.
-Gracias – Alice, Rosalie y yo al mismo tiempo.
Nos subimos al auto de Alice, al lado de este mi camioneta da pena. Alice iba adelante con Rosalie y yo en el asiento de atrás.
-¿A dónde vamos? – pregunte.
-Vamos primero a cenar algo y luego buscamos un pub o algo así bailamos un poco – dijo Alice. Resople, no soy amiga de las fiestas.
Llegamos a un restaurant italiano llamado Fairmont, todas comimos pasta. Alice y Rosalie me hicieron reír. Rosalie es toda una dama, pero que no se metan con su "osito" porque ella saca las garras.
-Estábamos en New York – contaba Alice -, salimos a bailar y nos estábamos divirtiendo muchísimo, la música, el lugar, el ambiento, todo era perfecto – siguió Alice – Rose fue al baño…
-Y mi osito se quedo solo – la corto Rose -, y que te puedo decir, no le digo osito porque si, él es tierno, cariñoso y bueno… potente y fuerte… y todo lo demás… - me sonroje y rieron -, y tiene esta costumbre de no ser malo ni desagradable con nadie y yo no tengo paciencia – aclaro Rosalie -, así que cuando volví, una rubia teñida se le estaba insinuando…
-Y Em le decía una y otra vez, que lo disculpara pero él estaba con alguien y que tenía novia, pero la chica no lo dejaba – cortó Alice -, seguía insistiendo más y más, él se disculpaba de nuevo…
-Y yo siempre le digo que hay veces que no se puede ser amable, sobre todo con esas chicas – protesto Rosalie -, así que al final me le fui encima – la mire sorprendida y rio -, a mi osito y marque mi territorio con un buen beso… esos besos en que parece que te lo comes, como para que todos tengan envidia…
-Finalmente la chica se fue indignada y mi Jas y yo terminamos muertos de vergüenza – corto una vez más Alice y reímos.
Luego de eso me llevaron a bailar, ya eran las dos de la mañana y estaba más que cansada. Además extraño a mi niña, espero que no se lo esté haciendo difícil a Esme y Carlisle.
-Bella ven a bailar – dijo Alice. Apenas se la escuchaba por la música fuerte -. Vamos – tiraba de mi mano.
-Alice quiero volver – proteste.
-Todavía es temprano – me deje llevar -. La vas a pasar muy bien, te lo prometo, todavía falta lo mejor – dijo y la mire sorprendida.
-¿Qué es lo mejor? – pregunte, pero me dejo mirándola como bailaba junto con Rosalie.
Por segunda vez estoy sentada viendo como Alice y Rosalie bailaban. Lo único que tengo ganas de hacer ahora es volver a casa y tirarme en mi cama, ya eran las tres de la mañana. Alice me miro seria, señal de que debía ir con ellas.
Me tomo de la cintura y me hizo girar, la otra mano fue a mi nuca y sus labios se estamparon en los míos, primero dando pequeños besos, luego tomo mi labio inferior con los suyos y lo tiro un poco, hasta ahora todo se sentía maravilloso.
-Bella – nos miramos y sus ojos verdes ardían -, si en dos segundo no estás enrollada en mi cuello no te beso nunca más en mi vida – dijo y mis brazos fueron a su cuello mientras mis manos fueron a su cabello. Apenas pude ver su sonrisa torcida porque me volvió a besar. Su lengua en mi boca, una mano en mi nuca y la otra en mi cintura. Fundida con su cuerpo y el calor exquisito que me envolvía – Bella – dijo cuando me soltó.
-Edward – intente besarlo y se alejó un poco. Lo mire seria y su sonrisa torcida se hizo presente de nuevo.
-Eres lo más hermoso que he visto en mi vida – sonreí y mordí mi labio -. Este vestido es un sueño.
-Gracias – dije y con algo de desesperación, me pare en puntas de pie y comencé el beso. Esta vez mi lengua fue a su boca tratando de llevarla lo más adentro de posible. Me abrazo más fuerte aun.
"Aire… necesito aire… tengo que respirar", pensé. Nos separó, como si hubiera leído lo que estaba pensando. Acariciaba mi rostro y luego apoyo su frente en la mía.
-Tenemos que respirar – dijo sonriendo y reí un poco.
-Es difícil, me encanta besarte – dije y me dio un pequeño beso.
Estuvimos como diez minutos solos, mirándonos, acariciándonos, mirándonos a los ojos y besándonos muchísimo… hasta que llego el tsunami Alice y nos arrastro hasta la pista y nos obligo a bailar, pero ahora era música lenta. Así que me aferro bien a su cuerpo, acariciaba mi espalda y volvimos a besarnos, y se hicieron las cinco de la mañana no sé en qué momento, porque después de besarlo tanto había perdido la conciencia de lo que pasaba a mi alrededor.
-Bella vuelve conmigo – decía Alice y tiraba de mi mano mientras Edward aferraba con fuerza mi cintura y yo me reía.
-Alice – sonaba a amenaza -, suéltala – demando -. Se va conmigo.
-Era noche de chicas – protesto Alice.
-Mientras ustedes pelean nosotros nos vamos – dijo Rosalie.
-Hermanita – Emmett se acercó a abrazarme -. Te vienes con nosotros y los dejamos peleando solos – me dijo en secreto y reí.
-Ganas no me faltan – le conteste bajito.
-Alice, amor yo me voy contigo – dijo Jasper.
-Edward Cullen me las pagas – dijo Alice apuntando con un dedo a su hermano.
-Alice, vamos a la misma casa – y de nuevo esa sonrisa torcida -, pero en autos separados.
Luego de despedirnos de todos me subí al auto de Edward, tomo mi mano mientras manejaba, ahora teníamos una hora de viaje de vuelta a Forks.
-¿A qué hora volviste? – pregunte y me miro por un segundo -. Alice me conto que viajaste a Seattle.
-Llegue como a las once de la noche, los chicos me buscaron y fuimos a casa para que dejara mis cosas y luego salimos – relato.
-¿Y no estás cansado? – pregunte y sonrió.
-Mucho – confirmo -, pero quería verte y esta era la oportunidad. Tenía que venir.
-Me alegro lo hayas hecho, te extrañe – calor en mi cara sinónimo de mejillas coloradas.
-Vi a Nessie, creo que agoto a mis padres – dijo riendo -. Cuando lleguemos a mi casa vas a ver lo que mi mamá armo para ella.
Nos quedamos en silencio, realmente estaba cansada, hacía mucho tiempo que no salía y trasnochaba de esta manera. Se me empezaron a cerrar los ojos y Edward parecía más que concentrado en el camino.
-¿Por qué no duermes un rato? – dijo cuando me miro de reojo y vio que mis ojos se cerraba -. Te despierto cuando lleguemos.
-Te vas a aburrir – proteste -, mejor te distraigo hablando.
-Bella te estás durmiendo – dijo en tono de burla -. Duerme no te hagas problema puedo manejar en silencio.
No tuvo que insistir mucho mas, apenas me acomode en mi asiento y apoye mi cabeza me quede profundamente dormida. Solo sentí que me tomaban en brazos.
-Bella… agárrate de mi cuello – sentía la voz de Edward lejana, pero lo hice.
Me desperté sobresaltada y me senté en la cama, está definitivamente no es mi habitación ni mi casa. Escuche la ducha y en realidad no habían que ser adivino para saber que estaba en la habitación de Edward.
-¿Y ahora qué? – pensé en voz alta.
Solo me quede esperando, después de todo, para buscar a Nessie tenía que esperarlo para que me dijera dónde estaba para poder volver a casa, ya eran las siete de la mañana.
Luego de varios minutos que estuve esperando salió del baño solo con un toallón envuelto en su cintura, su torso exquisito desnudo y perfectamente delineado, me quede sin palabras, él solo sonrió y no dijo nada. Se acercó lentamente y se sentó a mi lado en la cama, me tomo de la nuca, me acerco a él y comenzó a besarme con su respiración totalmente agitada.
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