Edward POV

-¡Mami! – se sintió cuando se abrió la puerta.

Llego mamá con Nessie – Súbela aquí –dijo Bella palmeando a su lado en la cama.

-Hola estrellita – dijo besándola mientras Nessie se acurrucaba contra su cuerpo - ¿Ya conociste a tu hermanita? – le pregunto mientras la tenia abrazada con un brazo y Carlie sujeta con el otro.

-Si, es titita y hemosa – dijo y reímos. Golpearon la puerta y abrí, me sorprendí al ver a Rosalie con el pequeño osito en brazos y en bata.

-Venia a conocer a mi sobrina – dijo mientras entraba, mamá se acercó para tomar en brazos al pequeño osito. Rosalie fue al lado de Bella y tomo a nuestra pequeña en brazos. En la habitación había un sillón y me senté apoyando mi cabeza en el respaldo.

-Edward – estaba agotado y quería seguir durmiendo - ¡Edward! – exclamaron y me dieron un fuerte sacudón. Me desperté sobresaltado.

-Emmett se mas suave – sentí la voz de Bella que retaba a mi hermano.

-¿Pasa algo? – pregunte.

-Ve a dormir un rato – mire a Bella, se la veía radiante.

-A la noche – dije y ahora me miraba seria.

-Ahora – sentencio. Nessie aun estaba sentada junto a ella y solo estaba Emmett en la habitación con mamá -. Tienes que descansar, después seguro esta pequeñita nos lo hace difícil – sonreí.

-Yo me quedo con Bella haciéndole compañía y cuidando a Nessie – insistió mamá.

Lo pensé un segundo – De acuerdo – dije, realmente me hacía falta descansar.

-Emmett llévalo a casa – dijo Bella y la mire sorprendido -. No has dormido en toda la noche y apenas te mantienes en pie – sonreí.

-Puedo manejar sin problema – me puse de pie y me acerque a ella.

-Y yo necesito estar tranquila de que vas a llegar sano y salvo a casa – protesto -. No hagas que me preocupe, puedes quedarte dormido manejando y no quiero imaginarme te pase algo – bese su frente y luego le di un pequeño beso en sus labios.

-Como diga usted señora Cullen – conteste y sonrió.

-Vamos – Emmett me tomaba del brazo y me llevaba hacia la puerta -. Tengo que volver rápido porque en una hora le dan de alta Rosalie y la tengo que llevar a casa – asentí.

Subimos al auto de Emmett luego de que me despedí de mi padre y pase por mi oficina a verificar con Kachiri si había algo muy urgente. Me aseguro que se estaba encargando de todo y no había ningún problema por el momento, me felicito por el nacimiento y me aseguro que antes de salir pasaría a saludarla.

-Paremos en la florería – le pedí a Emmett apenas subimos al auto y me miro dudando -. Solo son unos minutos, pido que le manden algo a Bella y Carlie y también a Rosalie – me había olvidado por completo de ese detalle.

-Aprovecho y le mando otro ramo a mi osita – dijo Emmett y reí -. Te ves cansado hermano – Emmett golpeo con fuerza mi hombro y arranco.

-Estoy cansado – confirme.

Le mande a Rosalie un gran ramo de flores con un osito mediano de peluche en color celeste, el de Emmett fue un poco más grande que el mío. A mi Bella un gran ramo de rosas rojas y blancas, con una muñeca de trapo de esas todas bien blanditas con colores llamativos, también incluí una para Nessie porque no quería que se pusiera celosa. Emmett también envió uno para Bella con un globo redondo y brillante que decía "Bienvenido Bebe".

-39 días – dijo Emmett cuando íbamos ya camino a casa. Lo mire sin entender a que se refería.

-¿Qué? – le pregunte mirándolo y él sonreía como estúpido.

-39 días para mí y 40 días para ti… - sacudí mi cabeza desorientado – ya sabes… para que nos presten su "cosita" de nuevo… - dijo y me largue a reír.

-Me había olvidado de ese detalle – había decidido no pensar en sexo para poder sobrellevar nuestros días juntos sin eso.

-Si yo hace unos semanas que no lo hago y estoy que camino por las paredes no quiero saber tu estado – eso fue con tono de burla.

-Ahora que me dijiste esto no voy a pensar en otra cosa – dije en tono de reproche.

-Yo ya los estoy tachando en un almanaque que tengo en mi lado del ropero – eso lo creí totalmente, Emmett era capaz de hacer eso -. Tendrías que hacer lo mismo – su ansiedad no era fingida, era muy real.

No hice ni el intento de cambiarme, solo me acosté en nuestra cama y apenas apoye mi cabeza en la almohada me dormir profundamente. No sé cuánto tiempo estuve dormido, solo sé que me despertó el timbre insistente en de la casa. Me levante con toda la pereza encima, no parecía haber sido suficiente el descanso, solo parecía que había dormido unos minutos, pero el timbre volvió a sonar y baje a los tropezones.

-¡Charlie! ¡Renée! – exclame cuando abrí la puerta.

-Edward te ves cansado – dijo Renée mientras me abrazaba y correspondí el abrazo.

-Pasen – dije mientras les daba paso -. Charlie ¿Cómo estás? – me dio un apretón de manos fuerte.

-Edward – me sonrió bastante -. No sabias si ir al hospital así que decidimos pasar por acá primero – dijo Charlie mientras entraba.

-Menos mal llegaron porque seguro iba a seguir durmiendo – dije sonriendo.

-¿Muy larga la noche? – pregunto Renée.

-Demasiado – conteste -, pero todo está bien y Carlie es hermosa. Si me dan unos minutos me ducho rápido y nos vamos al hospital – los dos asintieron -. Renée sabes donde está la cocina, están en su casa. Sírvanse algo sin problemas – subí rápido a la habitación.

Me di una ducha rápida, me vestido informal y cómodo. Pedimos un taxi ya que mi auto había quedado en el hospital, pasamos primero por la florería nuevamente ya que Renée y Charlie querían llevarle algo a Bella. De la florería fuimos caminando hasta el hospital mientras les contaba como había sido todo, con las complicaciones y demás. Cuando entramos en la habitación había un montón de flores, muñecos de peluche y muchos globos.

-¡Mamá! ¡Charlie! – exclamo Bella sorprendida cuando los vio entrar. Los dos se acercaron a abrazarla a ella, a Nessie y luego a conocer a Carlie.

-Edward – me llamo mamá y mientras se acercaba -. Ya que llegaste yo aprovecho para irme, cualquier cosa que necesites me llamas – ahora la notaba cansada a ella.

-Te ves cansada, lamento haberte dejado toda la tarde sola – dije mientras la abrazaba y besa su mejilla.

-No hay problema mi niño – sonrió -. Para eso estamos las madres – acaricio mi rostro. Luego se despidió de todos y se fue. Bella me hizo seña para que me acercara.

Bese sus labios suavemente - ¿Descansaste? – pregunto mientras tomaba mi mano y la apretaba un poco.

-Mucho – asegure -. ¿Cómo se portaron las pequeñas? – Charlie tenía en brazos a Carlie y Renée a Nessie.

-Creo que Nessie está cansada y ya amamante a Carlie dos veces – no me resistí y volví a besarla, era tan bueno poder sentir sus labios y aliento caliente. Suspiro profundo cuando nos separamos -. Me encantaron las flores – dijo luego de que estuvimos unos momentos mirándonos a los ojos sin decir nada -, Nessie amo la muñeca y Carlie también – de nuevo me acerque y la bese.

-¿Carlie también? – pregunte riendo y asintió - ¿Y qué te dijo de la muñeca? – pregunte en tono de burla.

-Que es el regalo más lindo porque es de su papi – reímos los dos. Era tan bueno escucharla reír y que pudiéramos hablar.

-Esa niña es prodigio – asintió.

-Pero hay algo que me gusto mas – me quede mirándola -. "Para mis pequeñas mujercitas. Bella eres la persona más fuerte y admirable que he conocido, acompañada del alma más pura y dulce, con un espíritu inquebrantable y capaz de superar todo. Te amo, eres mi vida, eres mi amor y mi apoyo. No puedo más que agradecerte por los milagros que ha traído a mi vida desde que te conocí. Todo mi amor y devoción es para ti y nuestras niñas. Con todo mi amor, Edward" – leyó la tarjeta que había enviado con las flores, cuando me miro tenía los ojos brillantes por las lagrimas que se querían asomar.

-Es lo que siento – una pequeña lágrima se le escapo y la seque con mis dedos para luego acariciar su mejilla.

-Te amo – fue su respuesta y me tomo de la nuca para acercarme y besarnos de nuevo.

Al día siguiente le dieron el alta, Bella debía seguir con los controles todas las semanas por un seis mínimo y nuestra pequeña también, pero ella el primer mes todas las semanas y luego si todo estaba bien una vez al mes durante el primer año. Las corridas, desveladas y el cansancio comenzó desde el primer día que llegamos a casa, solo quince días después logramos normalizar el horario para que Carlie durmiera durante la noche y completa.

-Ven mi estrellita – baje a Nessie del auto, era el mediodía y la traía del jardín. Apenas abrí la puerta se removió de mis brazos y salió corriendo para la cocina.

-¡Mami, mami! – exclamo mientras entraba, iba detrás de ella sonriendo. Me sorprendió cuando se quedo parada en la puerta se dio vuelta y me miro -. No ta – dijo y más me sorprendí.

-Debe estar arriba con Carlie – dije y sonrió. Ahora fue para las escaleras – Nessie – le llame y me miro antes de subir -. Que te hemos dicho con mamá de las escaleras, tiene que ser despacito, no corras te puedes caer - asintió.

-Upa – dijo estirando los brazos hacia mí. Me acerque rápido y alce subiéndola primero por arriba de mi cabeza lo que la hizo reír mucho -. ¡Arriba! – exclamo cuando la baje, así que la volví a elevar.

-Vamos a buscar a mami y Carlie.

Entre a la habitación de Carlie y me asome a la cuna, mi pequeña dormía tranquila con el chupete en la boca y la muñeca de trapo que le había regalado a un costado, pero Bella no estaba ahí.

-Shhh.… - Nessie llevo su dedito a su boca para indicarme que no hiciera ruido – Potita noni – dijo despacito.

-Busquemos a mami – dije en el mismo tono.

Bella estaba durmiendo en nuestra cama, boca abajo abrazada a mi almohada. Se notaba que el sueño era profundo porque no sintió cuando Nessie se acercó y le dio un beso en la mejilla una vez la había dejado sobre la cama.

-Nessie lleva la mochila a tu habitación – la baje de la cama -. Espérame ahí hasta que despierte a mami – salió para ir a su recamara.

-Bella – me senté a su lado mientras le hablaba despacio en su oído -, amor… - bese su mejilla, se removió y dio vuelta su cara para el otro lado – Bella durmiente, despierta pequeña – bese el lóbulo de su oreja.

-Edward… - fue apenas un suspiro.

-Si pequeña, despierta – insistí y giro un poco su cara justo cuando iba a besar su mejilla por lo que mis labios dieron con los suyos y comenzamos a besarnos. Tomo mi nuca con fuerza para evitar que me alejara mientras comenzó a profundizar el beso metiendo su lengua en mi boca y sentía su respiración agitada. Fue un reflejo o más bien el deseo el que llevo a mi mano a apretar con fuerza una de sus nalgas y pellizcarla por encima de la ropa lo que hizo que gimiera contra mi boca. Torció un poco el cuerpo, seguíamos besándonos y subí mi mano hasta uno de sus pechos masajeándolo con fuerza. Un fuerte gemido salió por sus labios cuando nos separamos, se sentó rápido en la cama y se aferro de mi cuello con fuerza besándome con más fuerza.

Se removió rápido y en cuento menos lo preví estaba a horcajadas sobre mi presionando nuestros sexos con fuerza. El "clic" fue fuerte en mi mente. Me puse de pie y me separándome de ella.

-Aun… no... – dije respirando agitado.

-Lo… se… - su pecho bajaba y subía con fuerza. Los dos reímos y nos miramos durante un par de segundos. Me abalance sobre ella con rapidez volviendo a besarla y tomándola de las nalgas para subirla a mi falda. Abrió las piernas en el instante enroscándolas en mi cintura y dimos contra la pared. Comenzamos a refregar nuestros sexos con ansiedad, deseo y rapidez.

-Bella… Nessie… - fue lo único dije porque devoré sus labios de nuevo.

-¿Dónde? – pregunto y volví a atacar sus labios mordiéndolos.

-En su cuarto – dije rápido -… sola… - ataco mi boca apretándome contra su cuerpo y apreté mi erección contra sexo -… baja… - soltó mi cintura y mi cuello, despacio la baje y luego apoye mi frente en la suya.

-Hace calor – dijo y reímos.

-Demasiado - agregué -. Mira como me dejaste – los dos miramos mi entrepierna y el bulto era más que grande, mi pene se sentía duro e hinchado bajo la ropa y clamaba atención urgente.

-Necesita atención – dijo acariciándolo por encima de la ropa, de manera automática cerré los ojos ante su tacto.

-Nessie – murmure.

-Lo sé – me soltó y nos separamos.

Bella salió de la habitación y me interne en la ducha, mi erección aun estaba palpitante y pidiendo ser liberada por lo que tome mi miembro con una mano y comencé a masajearlo. Necesitaba algo, un incentivo para llegar rápido al final, así que solo deje que mi mente vagara en las imágenes de Bella desnuda y mi cuerpo unido al de ella, recordando sus gemidos… arriba y abajo con una mano y la otra acariciando mi punta… el susurro de mi nombre en sus labios… presione un poco la punta sintiendo un poco de mi liquido brotar… sus labios vaginales rosados y sus paredes húmedas envolviéndome y apretándome… con más fuerza arriba y abajo, el movimiento era frenético… sus pezones duros y erectos en mi boca llenándolos de saliva… faltaba tan poco… su lengua recorriendo mi cuello y luego dibujando mi clavícula… ¡oh Bella!... mis manos apretando sus nalgas… ¡mi pequeña tan caliente!... sus manos arañando mi espalda… ¡Bella!... sus caderas moviéndose al compas de las mías…

Masajeaba mi miembro aun mas hinchado… las contracciones de sus paredes mojadas… ¡Bendita Bella mojada!… su orgasmo succionando mi pene más a su interior y llevándome a la gloria… sentí mi miembro respingar y luego la erupción dejando salir mi semen con fuerza atronadora… liberación… ansiada liberación…

Termine de ducharme y me cambie, me quede sentado sobre la cama durante varios minutos, durante este tiempo que Bella estuvo embarazada la masturbación se había vuelto mi única forma de liberación, incluso varias veces ella estuvo conmigo mientras lo hacía o incluso era su mano la que hacia el trabajo y la verdad estaba arto. Ahora solo pensaba en que estos días pasaran rápido para volver a sentirla, aunque sabía que debíamos ser cuidadosos y hacerlo despacio cuando volviéramos a estar juntos.

-¿Te sirvo? – pregunto cuando me vio entrar en la cocina y asentí. No pensé que me había llevado tanto tiempo.

-Mañana Carlie tiene control – dijo cuando dejaba el plato frente a mí.

-¿A qué hora era? – mi miro sonriendo mientras se sentó.

-A las once – Bella necesitaba movilidad, pero una buena movilidad no podía andar con las dos niñas en esa camioneta, no era prudente y no era seguro. Mi volvo tampoco estaba hecho para uso familiar, por lo que necesitábamos un auto más adecuado… sin tener que perder mi volvo… por supuesto.

-Hagamos una cosa, mañana les busco para ir al control luego buscamos a Nessie cuando salga del jardín, vamos a comer a algún lado y de ahí vamos a buscar un nuevo auto… algo familiar – propuse.

Lo pensó un momento – Creo que está bien – es difícil creer que acepta con tanta libertad que le compre un auto nuevo -, necesitamos algo para salir con las niñas – sonreí complacido.

Al otro día según lo acordamos las busque a Bella y Carlie para llevarlas a control, mi pequeña crecía fuerte y sana, además de cada día ser más hermosa cada día. Tenía los mismos color de ojos marrones chocolate que Nessie y Bella y el color de su pelo era exactamente como el mío. Fuimos a comer en familia, los cuatro solos a Port Ángels y luego fuimos a la concesionaria.

Elegimos un VOLVO XC70 2.4 D4 AWD Summum de 5 Puertas color blanco, tenia espacio suficiente para los cuatro, me lo entregarían en una semana junto con los papeles, por un cargo extra nos incluían 2 sillas para niños, por lo que este auto era justo lo que necesitábamos, también hice incluir el cierre electrónico de seguridad para niños y calefacción en los asientos delanteros y trasero.

Además venia equipada con airbags, equipo de audio con radio AM/FM, reproductor de CD, control remoto de audio en el volante, televisión digital, luces antiniebla delanteras, limpiaparabrisas delantero con sensor de lluvia y demás. Este era más que todo para Bella y para cuando saliéramos en familia, porque para el resto de mis cosas seguiría usando mi volvo.

Eran las once de la noche estábamos con Bella en el living ella amamantando a Carlie, su ultimo alimento hasta el otro día a las seis de la mañana, Nessie durmiendo desde hace una hora como era habitual y yo miraba la televisión. Hoy había sido un día tranquilo dentro de todo, aunque cuando llegue a casa Nessie me tuvo jugando todo el tiempo y más cuando Bella estaba con Carlie.

-Emmett ¿Cómo estás? – conteste luego de que sonara mi celular.

-¿Estas listo para esta noche? – pregunto mientras reía. Intente recordar que había de importante o si bien había algo para lo que tuviera que estar listo, pero no vino ningún pendiente a mi mente.

-¿Listo para qué? – pregunte intrigado.

-¿En verdad no lo sabes? – pregunto y se noto el asombro en su voz.

-No Emmett no lo sé – conteste rodando mis ojos. Para que mierda llamaba a esta hora.

-¿Te doy una pista? – ahora sonaba burlón y reía con ganas. Bella me miraba sonriendo, la vi terminar con la pequeña. Vi su seno antes de que cerrara su ropa y no pude evitar anhelar tenerlo en mi boca. Era raro porque ahora le pertenecían más a mi pequeña que a mí.

-Emmett deja de molestar ¿no tendrías que estar durmiendo ya? Los niños a las diez de la noche ya deben estar en cama, mi Nessie ya lo está… se un niño obediente y ve a dormir – escuche a Bella reír con ganas y le guiñe un ojo. Emmett también largo la carcajada del otro lado.

-Aunque no quieras lo mismo te lo recuerdo, porque supongo que al contrario que yo que soy precavido y fui tachando los días en mi calendario sé que tu no lo has hecho y seguramente no tienes idea que hoy se cumplen los cuarenta días – "clic", fue el sonido en mi cabeza y mi miembro respingo ansioso en mi pantalón. Me puse de pie, le sonreí a Bella y fui para la cocina.

-¡No jodas! – fue mi contestación.

-Tu ve a joder a tu esposa, hoy ya puedes – dijo riendo.

-¿Seguro? – pregunte dando gracias al cielo que mi hermano llevo la cuenta… y que me llamo para avisarme.

-Ustedes lo cumplían un día después que nosotros y ayer Rose y yo tuvimos una sesión de sex…

-¡No sigas! ¡No es necesario que digas más! – exclame.

-De acuerdo, de acuerdo – protesto -. Ahora te dejo tú tienes trabajo y yo también – reímos y cortamos.

Cuando volví al living Bella ya no estaba ahí, seguro se había ido a acostar a Carlie a su habitación por lo que deje el living acomodado, apague las luces y subí las escaleras.

Como siempre revise primero el cuarto de Nessie quien dormía profundamente, pase por el de Carlie y Bella la estaba acostando en la cuna, me sonrió cuando me vio y me fui a nuestra habitación.

Estaba en la cama sentado con el televisor encendido cuando entro Bella solo le sonreí y ella fue directo al baño. Para mi gusto, mi mente revolucionada y mi cuerpo expectante estaban demorando más de lo habitual por lo que fui a buscarla. Entre sin pedir permiso ni golpear cosa que la sobresalto pero luego sonrió.

-¿Pasa algo? – pregunto y siguió con la rutina habitual.

-Solo que demorabas y quiero dormir abrazados – conteste mientras me acomoda detrás de ella. A cada costado de ella una de mis manos apoyadas en el mármol del lavabo. Me miro atreves del espejo sonriendo. Bese su hombro derecho suavemente.

-Estoy demorando lo habitual, más bien creo que pareces algo ansioso – levanto una ceja cuando la mire por el espejo nuevamente. Me había quedado rozando mi nariz con su hombro para absorber su perfume.

-Vamos a la cama Bella – dije con tono de suplica mientras corrí su pelo pasando por su hombro izquierdo para adelante. Comencé a besar su nuca.

-Hay algo especial que hacer en la cama – su tono fue insinuante y seductor. Para mi miembro eso fue suficiente por lo que pegue mi erección a su trasero para darle una idea de lo que le esperaba en la cama - ¡Oh!... ya veo… - levante mis cejas varias veces y dio una pequeña carcajada.

-Voy a ser suave… - bese su hombro de nuevo -… muy suave… - ahora bese su nuca y reclino su cabeza un poco para adelante. Seguí besando allí mientras la tomaba de las caderas y la pegaba más a mi cuerpo. Ver a Bella de nuevo con un diminuto short y una musculosa ajustada a su cuerpo era una delicia.

-Edward… - gimió y llevo sus manos a mi trasero apretándolo con fuerza.

-¡Bella! – exclame y ataque su nuca dando besos húmedos y desesperados. Los rastros de saliva iban quedando en el lugar. En un solo movimiento la tome en brazos y la lleve a la cama.

Todo iba a ser muy suave, por un lado porque hacía mucho tiempo no estábamos juntos y por otro lado porque su parto había sido difícil y según lo que me indicaron podía sentir algo de dolor o sentirse incomoda y quería que lo disfrutara. Comencé a desnudarla lentamente primero sacando la musculosa luego me concentre en sus labios besándola con mucho intercambio de saliva mientras con una de mis manos sostenía el peso de mi cuerpo y con la otra comencé a acariciar suavemente sus senos. Saque el short junto con sus bragas y termine de desnudarme. Seguí besando todo su cuerpo empezando por detrás de su oreja bajando por su cuello mientras absorbía su aroma, luego seguí dibujando su clavícula con mi lengua y seguí bajando hasta llegar a la separación de sus senos, para luego dedicarme a cada uno durante varios minutos. Seguí mi camino bajando por su vientre hasta llegar a su bajo vientre mientras seguí acariciándola y termine el recorrido entre sus piernas donde me instale durante muchos minutos, besando primero suavemente los labios de su vagina y acariciándolos suavemente, los abrí una vez saciada mis ganas de esa parte y busque su clítoris para empezar a masajearlo primero con mi dedo pulgar y luego lamerlos hasta que estuvo hinchado. Suavemente adentro uno de mis dedos en su cavidad y comencé a moverlo mientras mi Bella se retorcía y gemía mi nombre fuerte. Busque sus labios de nuevo y comencé a besarla con desesperación mientras seguía con mi dedo dentro de ella, lo retire suavemente.

-Bella, te extrañe tanto amor… aaahhh – gemí cuando con la punta de mi pene toque su centro y luego empujando suavemente me adentre en ella.

-Edward… - gimió con la voz entrecortada y ronca. Su pecho subía y baja de manera acelerada -. Aaahhh… te amooo…. – nos besamos de nuevo mientras entraba y salía de su interior.

Lo hice suavemente porque los dos extrañábamos este contacto, quería hacerla sentir cuanto la seguía amando y cuanto la había extrañado. Acaricie y bese todo su cuerpo, la disfrute y gozamos los dos por igual. El final llego con su cuerpo arqueándose por el orgasmo que la golpeo con fuerza al igual que a mí. Quede acostado sobre ella durante varios minutos mientras sus manos jugaban con mi pelo, con mi cara escondida en su cuello disfrutando de su aroma acariciaba todo el costado de su cuerpo.

-¿Estás bien? – pregunte mientras me acomodaba sobre mi espalda a su lado.

-Muy bien – contesto -, se hizo larga la espera – nos reímos.

-Demasiado larga – confirme -. ¿Te sentiste bien? ¿No te hice mal? – esperaba no haberla lastimado, aunque no lo creía.

-Tienes que relajarte, no me hiciste nada todo fue muy bueno, si algo me hubiera pasado te lo decía en el momento – protesto con dulzura.

-De acuerdo – conteste riendo -. Perdón, prometo relajarme - nos quedamos en silencio mientras yo acariciaba su espalda y ella acariciaba mi pecho.

Por la madrugada nos despertamos y una vez más hicimos el amor suavemente, repitiéndonos cuanto nos amábamos, acariciándonos y besándonos mucho. Nos quedamos dormidos nuevamente y aun desnudos.