Bella POV
Fuimos al supermercado y comenzamos a buscar los víveres, Nessie llevaba una bolsa de caramelos que intentaba abrir. Mientras yo la retaba.
-Melo – protesto y tironeo la bolsa.
-Nessie no – la rete o eso trate -. Cuando lleguemos a casa – bese su nariz.
-Queo melo – insistió y sonreí.
-Tengo uno para ti – y ella tomo el caramelo. Edward estaba detrás de mí y había estirado su mano para entregarle el caramelo. Estaba bastante cerca y sentí escalofríos en todo mi cuerpo, el tenia una sonrisa torcida en sus hermosos y carnosos labios.
-Mami melo – dijo y la mire. Tome el caramelo y lo abrí para que lo comiera – Dile gracias a Edward – dije. Estábamos en plena enseñanza de palabras nuevas, aun no pronunciaba bien nada y era hermoso.
-Asias papi – sonrojo de nuevo, pero no la corregí.
-Gracias – dije mirándolo nuevamente completamente sonrojada -. De compras – asegure.
-Algo así – contesto -. Y tengo mucho más para darle - esa sonrisa torcida aflojo mis piernas y mi instinto fue morder mi labio inferior. El miro fijo mi boca -. Les acompaño - fue solo un susurro y trago con dificultad.
Respire profundo - No hay problema - dije dándome la vuelta y comencé a empujar el carrito.
-Es hermosa - dijo y lo mire -. Nessie - sonreí.
-Si - conteste mirándola y acariciando su mejilla -. Lo mejor que me ha pasado - asegure.
-¿Y el padre? - lo mire seria -. Perdón - dijo rápido -, no fue mi intención entrometerme.
-Solo un conocido – agregué más mercadería en el carro. Seguimos caminando en silencio, mientras agregue un poco mas de cosas al carro.
-Papi upa – pidió Nessie le tendió los brazos.
-Lo siento, en serio no sé porque hace eso - al principio fue adorable, pero ahora ya me preocupaba. Además no es su padre y aunque a él parece no molestarle, no es correcto.
-No hay problema – dijo alzándola -, seguro es porque no lo conoce – sonrió y yo resople.
-Tengo entendido que trabajas con los Newton - aseguro.
-Desde que llegue - confirme -. No he conocido mucha gente, pero los poco que conozco han sido muy buenos con nosotras.
-Melo - sonreí. El saco de su bolsillo otro caramelo, se lo abrió y se lo dio. Nessie toco su mejilla mientras el sonreía. Busque un par de cosas más y cuando me di vuelta lo vi jugando con Nessie. Ella acercaba su mano y el trataba de atrapar su manito con sus labios y cuando lo hacia, mi niña reía fuerte. Lo más tierno que he visto y a la vez lo más triste, porque no tiene un papá para que cuide de ella, la divierta y la tenga en brazos como él hace ahora. La tristeza me invadió.
-¿Estas bien? - seguro fue por mi cara y por mis ojos llorosos porque así los sentía.
-Ya termine - lo mire, él no había buscado nada -. ¿No encontraste lo que buscabas? – torció su sonrisa y me dejo sin aliento.
-Se puede decir que si, pero tengo que irme - eso fue repentino -. Un placer verlas - dijo entregándome a Nessie y se fue rápido.
Una vez estuvo todo en la camioneta, volvimos a casa, estábamos en medio de la ruta, aun no habíamos tomado el camino de tierra que lleva a la cabaña cuando sentí el pinchazo del neumático y me detuve. Y esto no podía ir peor, saque mi celular y está totalmente muerto y para completarlo había oscurecido ¡genial!
"Bien Bella, conserva la calma, solo toma a Nessie y llévala a casa, la camioneta es lo de menos", tenía que darme coraje, aunque estaba más que asustada.
Me saque la campera y envolví a mi pequeña en ella para que no pasara frio, no quería que se volviera a enfermar. Comencé a caminar con Nessie en brazos, ella se acurro en mí, y escondió su cara en mi cuello, creo que comenzó a quedarse dormida y era lo mejor, por lo menos así no me iba a ver lo aterrada que estoy. Abre caminado por quince minutos, un auto se acercaba y me asuste cuando sentí la frenada.
-¡Bella! ¿Están bien? - Edward bajaba del auto. Se acercó y toco mi cara -. Estás helada - dijo. Arrugo su entrecejo -. Entra al auto - y me empujo para que lo hiciera. Cuando subimos prendió la calefacción -. Bella háblame - insistió y parecía angustiado.
-Estoy bien – dije finalmente -. Solo un poco asustada, nunca nos había pasado esto.
-¿Te llevo a tu casa? – pregunto y aun parecía preocupado.
-¿Podemos volver a la camioneta? - pregunte -. Tengo darle su leche y deje los víveres que compre en la camioneta - el asintió y arranco.
Manejo en silencio hasta la camioneta y luego subió mis cosas. Llegamos más que rápido.
-Esta muy dormida – aseguro mientras reacomode a Nessie en mi falda.
-Es tarde ya - conteste -. ¿Tu familia vive cerca? - pregunte.
-Algo así - contesto y sus respuestas siempre son vagas -. Estas mejor – afirmo y debo admitir que desde que lo vi me sentí totalmente segura.
Llegamos a casa y mientras lleve a Nessie a su habitación, él bajo los víveres y los llevo hasta la cocina.
-Tendría que agradecerte de alguna manera - dije y me miro sonriendo -. Los domingos llevo a Nessie a un claro que esta cerca - dije.
-Si, lo sé - dijo sonriendo y yo lo mire sorprendida.
-¿Cómo los sabes? – pregunte, se puso serio y resoplo -. No vives cerca de aquí - afirme y el negó con la cabeza -. El encuentro en el supermercado no fue casualidad - asegure y no dijo nada – ¿Cómo sabias que estaba ahí y como me encontraste ahora? - insistí.
-Solo fue casualidad - dijo no muy convencido.
Decidí dejarlo pasar - A menos que me estuvieras siguiendo - intente bromear, pero él no sonrió, desvió su mirada y parecía culpable -. ¡Me estabas siguiendo! - exclame.
-No pienses mal - dije enseguida -, solo que desde que las vi la primera vez no he podido dejar de pensar en ustedes y siento esta necesidad de cuidarlas - y eso me dejo helada. Quedamos en silencio varios minutos.
Estaba totalmente sin palabras, no creo que sea del tipo de hombre que le gustan los niños, además es prácticamente un dios griego, y nadan en dinero y son conocidos, porque se iba a preocupar por nosotras de alguna manera en especial.
-Bella - lo escuche a lo lejos porque seguí siendo algo incomprensible lo que había dicho -Bella háblame no te quedes callada, dime que piensas – sonó a ruego.
-¿Hace mucho nos seguías? - pregunte.
-Desde que nos presento mi papá en el hospital – contesto sin mirarme.
-Todas las veces que lo sentí - dije en voz baja más para mí que para él.
-Entiendo si quieres que me aleje - dijo y lo vi mientras salió de la cocina.
Mi reacción fue lenta, pero es que estaba en shock y no era precisamente que no me gustara que me siguiera, sino era más bien porque sentía cierta satisfacción y regocijo interno. Me levante rápido, él estaba por salir de la casa.
-La llevo a la hora del almuerzo - se paró en seco antes de abrir la puerta -, hacemos un picnic, jugamos y juntamos flores - se dio vuelta y me miro -. No sé si es lo más divertido para ti, pero podrías acompañarnos y almorzar con nosotras.
Sonrió - Me encantaría - contesto y ahora sonreí yo -. Puedo venir más temprano si quieres que vayamos a cambiar la rueda de repuesto en tu camioneta.
-Te lo agradecería - conteste.
-Debo irme – parecía no querer hacerlo -, cierra con llave, mañana nos vemos - asentí. Lo mire por la ventana mientras se marchaba.
Literalmente corrí hasta mi habitación y me tire en la cama riendo y con una inmensa alegría. Hacia mucho que no me sentía así de feliz, y no es que con Nessie no lo sea, es distinto, porque es como que estoy completa, como que el completa todo.
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