Bueno hoy por ser el estreno de AMANECER II les voy a dejar 7 capis y 5 de Juegos del destino............... Ya vi amanecer (aqui en Colombia el estreno fue a las 2 pm) Y ESTA GENIAL TANTO Q ME LA VOY A REPETIR

Bella POV

-Vamos a que te vean – dijo tomándome en brazos y sacándome de la oficina. Aferre fuerte su cuello mientras gemía cuando llegaba la puntada.

-Edward, tengo miedo – dije conteniendo las lagrimas.

-Shhh.… tranquila mi niña, vas a estar bien… ¡Zafrina! – exclamo y vi que se nos acerca -. Llama a mi padre, Bella se siente mal… tiene dolores…

-Dame un segundo… llévala a la consulta cuatro mientras lo llamo – dijo con rapidez. Cerré los ojos ante la nueva puntada.

-Tranquila, vas a estar bien – repitió mientras me apoyaba en la camilla. Me tomo la mano y se sentó a mi lado - ¿Todavía duele? – pregunto y asentí - ¿Mucho? - estaba serio y preocupado.

-Menos – conteste bajo -. Estoy cansada ¿Crees que este bien? – pregunte acariciando mi vientre.

-Seguro que si – dijo y en ese momento entro Carlisle.

-Vamos a empezar por sacarte sangre – dijo Carlisle apenas entro - ¿Son dolores como contracciones? – pregunto.

-Si, un poco menos fuerte – conteste.

-Edward necesito espacio – Zafrina se acercaba para sacarme sangre por lo que Edward se corrió a un costado.

-Te hare la ecografía ahora, es la mejor manera de saber cómo esta todo – asentí -. ¿Has tenido sangrado? – pregunto.

-No – conteste -. Hubiera venido enseguida – dije.

-¿Cuánto hace que sientes los dolores? – pregunto.

-Dos días – conteste y mire a Edward.

-Bella ¿Por qué no me dijiste? – ahora pregunto él.

-Se cómo se ponen – dije -. No creí que fuera algo de importancia – me justifique.

-No eres medico Bella, es nuestro bebé – reprocho y baje la mirada -. Lo siento mi niña – se acercó cuando Zafrina termino de sacar sangre. Acaricio mi rostro.

-Necesito que aflojes la ropa para empezar con la ecografía – dijo Carlisle y le hice caso -. Bien, vas a sentir frio – dijo esparciendo el gel en mi vientre -, miren acá vamos a verlo – dijo Carlisle señalando la pantalla.

-¿Ahora lo vemos? – pregunto Edward nervioso. Carlisle le sonrió con ternura y asintió.

-También vamos a escuchar su corazoncito – y Edward abrió grande los ojos - ¿Listos? – pregunto y asentimos. Los ojos de Edward comenzaron a llenarse de lagrimas a medida que Carlisle iba señalando en el monitor indicándonos donde estaba, las medidas y todo lo demás.

-Ahora escuchen – dijo Carlisle.

-¡Ese es su corazón! – Exclamo Edward asombrado - ¡Es fuerte! - las lágrimas comenzaron a caer, las mías fueron más evidentes, Edward estoy segura se estaba conteniendo un poco - ¿Está bien? ¿No es muy rápido? – sonreí, no puede evitar preocuparse de mas, pero no dije nada, todo esto era nuevo para él.

-Es perfecto – contesto Carlisle con una sonrisa dulce, mirando a Edward con ternura.

-¿Y todo está en su lugar verdad? – pregunto -. Sus piernitas, bracitos, manitos y demás – aclaro y Carlisle carcajeo.

-Todo en su lugar y como debe – confirmo.

-¿¡El tamaño!? - dijo como si se hubiera acordado de repente -. ¿Está creciendo bien? – Carlisle solo estaba disfrutando ver a Edward tan emocionado así que seguía riendo.

-Está bien hijo, está creciendo sin problemas, tiene las medidas que debe tener, incluso es un poquito más grande, lo cual es buena señal – Edward respiro aliviado.

-Eso es bueno ¿Verdad? – acaricie su rostro y me sonrió.

-Es muy bueno, señal de que es un bebé fuerte y sano – confirmo Carlisle.

-Está bien – susurro aliviado, se acercó hasta mi vientre y de manera suave beso mi barriguita, la cual apenas si se asomaba.

Luego de que termino con la ecografía nos entrego las imágenes que imprimió para que tuviéramos de recuerdo además de las que debía quedarse él y también nos grabo un CD.

-El bebé está bien –dijo Carlisle luego de evaluar todo lo que vio en la ecografía durante unos minutos en silencio -. Estoy seguro que esto es por el estrés del último tiempo, la placenta esta algo débil así que voy a necesitar que hagas reposo y…

-Pero viene el casamiento – proteste, no lo quería posponer.

-Lo dejamos para más adelante – dijo Edward y negué con la cabeza.

-Vamos a esperar el análisis de sangre – dijo Carlisle -. Ahora Edward necesito salgas un poco porque voy a hacerle otro examen – Edward asintió. Carlisle me entrego una bata y me cambie. Me subí nuevamente a la camilla, me daba algo de vergüenza que mi suegro hiciera tacto, pero era necesario -. Puedo llamar a otro médico si te incomoda – dijo Carlisle mirándome serio.

-No, está bien – afirme.

-Bien, ya sabes cómo es, recoge las piernas y relájate – dijo mientras se colocaba los guantes para hacer el tacto.

Unos minutos después había terminado e hizo entrar de nueva a Edward. Carlisle siguió mirando los datos de la ecografía y ya llevamos media hora cuando entro Zafrina entregándole el resultado de los análisis de sangre, lo cual me sorprendió.

-Son las ventajas de tener una clínica y laboratorios propios – dijo y sonreí. Unos minutos después de que vio los resultados comenzó a hablar -. No es nada de qué preocuparse ni grave… estas anémica… creo que no has estado descansando ni alimentándote bien. Te voy a recetar calcio, hierro y necesito que te alimentes bien, no puedes saltear ninguna de las comidas y vas a hacer reposo a partir de hoy – sentencio.

-Pero tengo el casamiento y la nueva casa… - volví a protestar.

-Bella por favor – pidió Edward -. Eso ahora es lo de menos, tienes que cuidarte y cuidar nuestro bebé – resople.

-Mejor la llevas ahora a casa para que descanse – dijo Carlisle mirando a Edward y el asintió -. Nada de estrés ni alteraciones – dijo mirándome ahora -. Eso incluye el sexo.

-¡¿Qué?! – exclamamos con Edward a la vez y Carlisle largo una fuerte carcajada. Pero es que era mucho y falta demasiado para que nazca nuestro bebé.

-¡Niños solo son unos meses! – Edward y yo estábamos sonrojados -. Llévala – dijo palmeando el hombro de Edward y salió de la consulta.

-Bien mi Bella nos vamos – dijo. Yo estaba por bajarme de la camilla cuando él me tomo en brazos.

-Edward no exageres – dije en tono de protesta mientras trataba de bajarme.

-¿Acaso no escuchaste lo que dijo el médico? – pregunto serio.

-Si, pero no es mucho lo que tengo que caminar – seguí la protesta.

-Bella no me hagas enojar – me miro serio pero no pude evitar reír - ¿Se puede saber de qué te ríes? – ahora sonaba molesto.

-Me tratas como si tuviera cinco años – conteste y resoplo aun molesto.

-Ahora pareces de cinco – contesto secamente mientras seguía caminando.

-Déjame caminar, todos me están mirando – pedí, mi rubor subió a niveles inesperados.

-No me interesa que te miren, puede que tengan envidia porque no tienen quien los cuide de esta manera – seguía molesto.

-Papi por favor – bromee y me miro sorprendido -. Papi ya se caminar, aprendí cuando cumplí los once meses – batí mis pestañas cuando me miro y aunque quiso disimular alcance a ver su sonrisa.

-Bella mejor te cayas – dijo mientras me dejaba en el piso cuando llegamos a su auto -. Entra al auto – dijo abriendo la puerta.

-Si papá – dije obedeciendo la orden.

-Te llevo a casa y te acuestas apenas lleguemos no te quiero dando vueltas – dijo y me miro serio cuando iba a protestar.

-Está bien – acepte.

-Así me gusta, buena niña – me guiño un ojo y reí.

-¿Y la boda? ¿Y la casa? – suspiro.

-Sino quieres posponer la boda…

-Ni lo pienses – lo corte y sonrió satisfecho porque era seguro que él tampoco quería posponerla.

-Le pedimos a Alice que se haga cargo y mamá se dedica restaurar casas así que no tendrá problemas, solo le dirás que es lo que quieres y listo – dijo con una sonrisa ahora.

-Vamos a hablar con ellas cuando lleguemos – dije – pero no me importaría organizar la boda desde la cama.

-¿Qué parte de no estresarte no entendiste? – le saque la lengua y rio un poco.

-Está bien, nada de estrés... ¡Nos casemos en las vegas! – exclame y largo una carcajada.

-Es una muy buena opción – rodé mis ojos -. Solo un viaje y eres la señora Cullen – y eso me gusto -. Bella Cullen – repitió con adoración en su voz y sonó hermoso.

-Eso me gusta – dije.

Cuando llegamos a casa nuevamente me tomo en brazos, me subió hasta nuestra habitación y me obligo a acostarme. Me advirtió que no tenía permiso de levantarme más que para ir al baño o ducharme.

-Hoy me quedo hasta que venga mamá y veamos cómo hacemos para cuidarte – rodé mis ojos -. Como última opción contratamos una enfermera o alguien que te ayude.

-O simplemente me quedo en casa aburriéndome, después de todo que baje las escaleras de vez en cuando solo para ir a la cocina no me va a hacer tanto daño – dije y se acomodó a mi lado.

-Hablamos con mi padre y vemos que nos dice – me acomode en su pecho y me abrazo.

-Hay algo que no hablamos – dije.

-¿Qué será? – pregunto. Sentía el latido de su corazón acompasado y tranquilo.

-Lo que viene después del casamiento – dije separándome y mirándolo con una gran sonrisa.

-Nos vamos a vivir juntos para siempre – dijo como si fuera lógico.

-No eso – dije -. Cuando te casas hay un pequeño viaje – moví mi cejas varias veces y el largo una carcajada.

-¿Luna de miel? – pregunto y asentí -. Bella ni siquiera nos permiten hacer el amor, para que nos vamos a tomar la luna de miel ahora – tenía razón -. Sé que podemos hacer otras cosas, pero generalmente la luna de miel es para disfrutar de esa manera o al menos es lo que yo espero.

-Tienes razón – dije acomodándome de nuevo en su pecho -. Tendremos que esperar – me encogí de hombros resignada.

-¿Qué hacemos ahora? – pregunto -. ¿Quieres dormir o vemos una película? – pregunto.

-O puedes tocar el piano para mí – propuse.

-¿Te gustaría? – lo mire sonriendo y asentí. Se levanto de la cama y me llevo hasta el piano sentándome a su lado – ¿Alguna petición en especial? – pregunto y negué. Comenzó a tocar "claro de luna".

Estuvo durante una hora tocando para mí y luego de eso me bajo en brazos para preparar el almuerzo, el cual lo realizo siguiendo mis estrictas instrucciones, solo me dejo probar la salsa para controlar el sabor.

-Soy bueno, no hay ninguna duda – dijo mientras llevaba otro bocado a su boca -. Tendría que dedicarme a cocinar – sonreí.

-Solo son unos fideos con salsa – dije y sonrió.

-¿Después de comer que hacemos? – pregunto -. Tanto tiempo libre y no podemos disfrutar como tengo ganas – dijo.

-¿Y qué tenias ganas de hacer? – pregunte con toda ingenuidad.

-Perderme dentro de ti una y otra vez – dijo y me sonroje furiosamente mientras él se reía con ganas.

-Eres muy malo – dije mostrando mi mejor puchero y poniendo ojitos tristes.

-Perdón – dijo acercándose y comenzó a besarme, nos separo un par de minutos después y volvimos a comer -. Esto va a ser muy duro – dijo y lo mire sorprendida -. La abstinencia, me había acostumbrado a hacerlo cuando teníamos ganas.

-Los dos vamos a estar iguales – dije y reímos.

Luego de comer volvimos a la habitación, vimos la película Crepúsculo bajo sus protestas porque dice que es película para chicas, obvie el comentario. Y luego dormí durante varias horas. Cuando desperté no estaba en la habitación así que baje a buscarlo y estaba con Emmett y Jasper en el living jugando en la play, estaban peleando cual niños, como era habitual.

-¡Mami, mami! – Nessie vino corriendo hasta mi lo que hizo que todos se giraran y me miraran con seriedad. "Reto general", pensé.

-¡Bella tendrías que estar en la cama! – Edward me miraba serio y rodé mis ojos.

-Solo es un minuto – dije -. No es para tanto – proteste. Esto definitivamente me iba a molestar.

-Ya déjala tranquila – me defendió Rosalie -. Por bajar un par de escaleras no le va a pasar nada.

-Ninguna es médico y le dijeron reposo, eso significa que tiene que estar en la cama – nos reto Edward. Se puso de pie y venia hacia a mí.

-Aguarda, solo un segundo – dije mientras me tomaba en brazos -. Por lo menos déjame que quede sentada acá así no me aburro – proteste.

-No más de media hora – dijo y me puso de muy mal humor. Me dejo en uno de los sillones cerca de él.

Alice se acercó - ¿Qué va a pasar con la boda? – pregunto Alice.

-Alice la vas a organizar tu, Bella no puede – dijo Edward en tono cortante.

-Puedo hablar, eso no me lo prohibieron – dije molesta, se está pasando, ahora ni siquiera me deja hablar.

-No le hagas caso – dijo Alice mirándome -. Entonces tengo quince días para organizarla - asentí -. Bien, tú te quedas tranquila yo me encargo de todo y te voy mostrando – asentí.

-Esme – la llame y se acercó. Nessie vino hasta mí y la senté en mi falta -. Tampoco voy a poder ayudarte con la casa – dije con tristeza.

-No te preocupes – dijo -, amo hacer restauraciones así que tendré todo bajo control – asentí. Esto era molesto, no iba a poder hacer nada y todos iban a hacer todo por mí. Mi humor empeoro.

-¿Mami fema? – pregunto Nessie tocando mi rostro.

-Solo un poquito – conteste y bese su mejilla - ¿Te divertiste hoy? – pregunte.

-Si – hizo el gesto con la cabeza también.

-¿Qué hicieron? – acaricie su mejilla.

-Jugué, subí maca y buje – contesto. Ahora que iba a tener mucho tiempo libre voy a tener que trabajar en su vocabulario.

-¿Ya comiste? – pregunte y negó con la cabeza. Eran las nueve de la noche así que me dispuse a hacer la comida -. ¿Me ayudas a prepararte la comida? – asintió. Estaba por ponerme de pie cuando escuche la advertencia.

-Bella – mire a Edward con furia.

-Yo me encargo de prepararle la comida a Nessie - dijo Alice -. Vamos Nessie – dijo Alice tomándola de mi falda y se fue a la cocina seguida de Esme y Rosalie. Las tres iban con la cabeza agacha y estoy segura que conteniendo una risa por mi cara de enojo. "Por lo menos a alguien le resulta divertido esto", pensé.

Seguí mirando a Edward enojada quien solo me ignoraba porque sé que sentía mi mirada sobre él. Si hasta Emmett y Jasper lo notaban y me miraban de vez en cuando.

-Estoy cansada – dije en tono seco, me puse de pie y Edward me miro seriamente -. Calculo que me vas a llevar – abrí los brazos y me quede esperando que viniera a levantarme en brazos una vez más.

-Ya vuelvo – dijo mirando a los chicos.

-Si sales vivo – susurro Emmett y clave mi mirada en el con furia -. Mejor sigo jugando – dijo y miro la pantalla. Edward comenzó a subir las escaleras conmigo en brazos.

-Edward – lo llamo Jasper.

-¿Qué? – pregunto.

-Mucha suerte – abrí mi boca para retarlos…

-No – dijo Edward callándome mientras se sentían las risas de Jasper y Emmett.

Apenas llegamos a la habitación me removí rápido de sus brazos por lo que me dejo bajarme en la puerta, busque mi ropa y entre al baño a ducharme. Salí como a la media hora y estaba recostado en la cama mirando la televisión.

-Te voy a traer la cena – dijo y solo asentí -. Bella – me llamo y lo ignore -. Bella no seas así – dijo en tono de reproche y sentía como el calor subía por mi cuerpo, un calor no del bueno.

-¡Que no sea así, prácticamente no me dejas moverme! – Exclame - ¡Por cinco minutos que este parada sobre mis propios pies no me va a pasar nada! – seguí.

-Bella lo siento – dijo acercándose -. Es que estoy preocupado, soy papá primerizo – dijo y lo mire aun seria -. Estoy con Nessie ella es mi niña, pero es la primera vez que paso por el embarazo y no sé bien que hacer – suavice mi mirada, después de todo tiene razón. - No quiero que les pase nada, estoy con algo de miedo – dijo y lo abrace -. Solo quiero cuidarte para que estén bien – siguió.

-Necesito te relajes un poco, voy a estar seis meses mínimo metida en la casa todo el día - dije -, me voy a cuidar mucho, pero también necesito moverme un poco – nos separamos y nos miramos con una sonrisa ahora.

-Está bien – dijo -, voy a tratar de no ser tan exagerado – me dio un pequeño beso - ¿Te traigo la cena? – pregunto con su hermosa sonrisa torcida.

-¿Cenas conmigo? – sonreí.

-Por supuesto y traigo a Nessie así cenamos juntos – asentí.

Luego de cenar se encargo de Nessie, Alice pasó antes de irse para avisarme que vendría al otro día con algunas ideas para empezar a organizar todo junto con Rosalie. Esme también paso y al igual que las chicas mañana traería sus ideas para la casa. Luego de que todos se fueron Edward se acomodó a mi lado en la cama y nos abrazamos.

-En quince días serás mi esposa – dijo sonriendo.

-Y mañana empieza todo – confirme.

-Entonces ahora duerme mi Bella, mi niña hermosa – dijo de manera dulce -, quiero que descanses y te cuides porque se viene lo mejor – nos besamos y nos volvimos a acomodar.

Una vez más me dormí abrazada a Edward, mi futuro esposo. La alegría era enorme, mas no podía pedir en esta vida. Todo a partir de ahora iba a ser mejor para los cuatro. Tantos cambios en tan poco tiempo, pero han sido los cambios más maravillosos de mi vida.