Lo siento de Verdad Se Me paso el tiempo aqui quedan nuevos Capiis
Edward POV
Despertarme a la mañana siguiente sabiendo que era mía en todas las formas posibles, fue la gloria. Acá estaba envuelta en mis brazos, acomodada en mi pecho, durmiendo pacíficamente y dulcemente. Y finalmente hoy cuando llegáramos a casa nos reuniríamos con nuestra pequeña, mi Nessie. Me quede acostado, eran las ocho de la mañana y nuestro vuelo salía al mediodía, por lo que me quede acariciándola y admirándola. Adoraba, amaba y gozaba de esta mujer.
No la deje dormir mucho más porque debíamos volver a Forks, así que a las diez de la mañana salimos del hotel con todo mi equipaje y fuimos a tomar nuestro avión. Emmett y Rosalie vinieron a despedirse ya que ellos se quedaban una semana más. Llegamos a Port Angeles y buscamos sus maletas que ya estaban en el lugar.
Cuando llegamos a Forks pasamos directo para casa de mis padres a buscar a Nessie. Alice, Jasper y mamá estaban en casa y papá estaba trabajando.
-¡Mi niño! – exclamo mamá cuando me vio entrar.
-Mami… mami… - Bella se apuró a tomar en brazos a Nessie mientras mi mamá me abrazaba.
-¡Edward, hermanito! - exclamo Alice y vino corriendo a abrazarme cuando mamá me soltó -. Tenía tanto miedo de que no llegaran, te hubiera hecho sufrir si te ibas y no hablabas con Bella.
-Recuerdo una amenaza… - me hice el que pensaba y ella reí -, algo así como que me ibas a chupar la sangre como si fueras un vampiro – todos rieron.
-Jazz – dije y nos dimos unas palmadas.
-Y lo iba a hacer en serio – dijo riendo Jazz -, no te das una idea como estaba.
-¡Papi! - sentí y una sonrisa más que grande se formo en mis labios.
-Si amor, papi ya volvió – sentía decir a Bella.
-¡Papi, papi! – volvió a exclamar cuando me di vuelta y mire a mi niña que tendía los brazos hacia mí para que la alzara.
Me acerque deprisa hasta a ella, porque la había extrañado y quería tenerla ya en mis brazos, mi pequeña Nessie, tan parecida a mi Bella esos ojitos chocolate me mataba. Cuando la tuve en mis brazos le di millones de besitos en sus mejillas rosaditas y suaves. Luego empezamos con las cosquillas, y aunque protestaba le encantaban.
-¿Han almorzado algo? – la verdad que ninguno probo bocado, en realidad no la deje porque no hice otra cosa más que besarla durante todo el viaje. Mamá estaba seria, a ella no le gustaba que nos saltáramos las comidas.
-Yo estoy desfalleciendo de hambre – dijo Bella y reímos.
-Ven – mi mamá la tomo del brazo -. Edward – me miro seria -, no puedo creer que la estés descuidando de esta manera – me reto y agache mi cabeza -. Más vale las cuides bien, no quiero que a nieta y mi nuera les pase nada.
-Lo prometo, es la última vez que me descuido así – ahora sonrió.
-Quiero que me cuenten todo – dijo Alice sentándose a nuestro lado en la mesa -. ¿Cómo fue cuando se rencontraron? ¿Qué hicieron? No den muchos detalles o mejor si – dijo y reímos.
-¿Qué piensan hacer ahora? – pregunto Jasper y me sorprendió porque generalmente es mas de mantenerse al margen y no preguntar mucho.
-Ahora volver a la normalidad – dije y mire a Bella, estaba comiendo ya, pero sonrió -. Ya hablamos – seguí contestando a Alice -, le conté sobre Jesica, los arrestos y el alcohol. Creo que estamos bien.
-Creo no – dijo Bella -, estamos muy bien – aseguro y sonreí -. Ahora me toca tratar de recuperar mi trabajo y mi camioneta – suspiro, del trabajo tendríamos que hablar, no la quería cerca de Mike -, la casa la tengo y mi ropa también – me miro sonriendo -, así que después de eso no faltaría nada.
-Podríamos ver si te conseguimos trabajo en el hospital – me miro con burla.
-Como neurocirujano – dijo burlándose y todos rieron.
-Bella, hay otros trabajos – dije con tono de reproche, después de todo podía estar en el área administrativa.
-Después lo hablamos – me dijo sonriendo y asentí. Apenas llegáramos a la cabaña lo íbamos a hablar.
-Ya vuelvo voy a llamar a Carlisle para avisarle que estas acá – dijo mamá y salió de la cocina.
Alice miro como mamá se iba – Y bien ¿Qué hicieron anoche? – pregunto sonriendo y con ansiedad. Jasper rodos los ojos y yo me pregunto porque mis hermanos están tan pendientes de mi vida sexual.
-Nos vamos – dije y Bella asintió.
-No, no, no – dijo Alice -. Yo hice lo posible para verlos juntos así que quiero saber – dijo.
-Después lo hablas con ella a solas, Alice eras mi hermanita no quiero ni pensar que puedes saber sobre mi – dije.
-Está bien – dijo y me sorprendió -. Bella mañana a la tarde vamos al centro comercial, papi cuida a Nessie y nosotras charlamos – sentencio. Y no había escapatoria, no con Alice así que Bella solo asintió.
Cargue las maletas en mi auto y también subimos las cosas de Nessie que estaban en casa de mis padres y nos fuimos luego de saludar a todos. Cuando llegamos a la cabaña comencé a bajar las maletas. Recién eran las ocho de la noche así que podíamos estar los tres juntos y solos. Nunca pensé que en tan solo un mes seria un hombre de familia. Una mujer y una hija que adoro.
-Esa maleta es tuya – dijo Bella cuando me vio entrar a su habitación con una de las dos maletas que eran efectivamente mías.
-Necesito tener algo de ropa acá – sentencie. Deje la maleta a los pies de la cama y me acerque a ella -. Pensaba quedarme esta noche, y es mejor tener algo para cambiarme así no tengo que levantarme más temprano de lo necesario – mordió su labio -, solo sino te molesta, no quiero invadir.
-Estoy tan molesta porque te quedes – dijo riendo -, no sabes, tengo ganas de llamar a la policía para que te saque de la casa – quiso darse vuelta para salir de la habitación pero la apreté contra mi cuerpo.
-Eres mala conmigo – dije y me miro por lo bajo -. Yo amándote como te amo y tú me quieres fuera – dije -. Tendría que dejarte sin besos – hizo un tentador puchero -, por mucho, mucho… - me acerque a su boca – mucho… - más cerca – mucho tiempo - comencé a besarla bastante fuerte y ya sentía algo de calor subir.
-¡Mami, mami! – nos separamos y sonreímos.
-¿Seguro estas preparado para esto? – pregunto -. Ven mi amor – dijo tomando a Nessie en brazos.
-Mientras estemos juntos puedo con todo – salimos de la habitación.
Nos instalamos en el living los tres sentados en el piso para poder jugar, mi niña saltaba de los brazos de uno a los del otro, luego le cantamos, la hicimos saltar, correr por todo la casa para atraparla e hicimos de cenar los tres, aunque Bella se enojaba porque yo dejaba que Nessie se ensuciara toda, pero es chiquita y tiene que disfrutar.
-Vas a ser de esos papás que la malcrían y le dan el gusto en todo – me acuso.
-Es mi única hija – me miro sorprendida -, cuando tengamos más veremos qué hacemos con esta pequeña malcriada – dije haciéndole cosquillas.
-¿Vamos a tener más hijos? – dijo sonriendo.
-Por supuesto – conteste -, por mí podemos tener una docena.
-¡Esas loco! No aguantaría tantos niños - reímos. Se sintió tan bien poder hablar como planeando un futuro juntos.
Luego de cenar Bella baño a Nessie mientras yo limpiaba la cocina. Me aviso que el baño estaba libre, ya que solo había uno en la cabaña. Me duche y me acosté, estos días hubo tantas emociones, tantos cambios y estaba cansado. Estaba jugueteando con mi celular esperándola hasta que finalmente vino y se acostó a mi lado. Los dos de costado, enfrentados, mirándonos a los ojos mientras acariciaba su rostro.
-Tendríamos que ir algún día a casa de mis padres – dijo -. Me gustaría que trataran de conocerse con Charlie – parecía dudosa.
-Si es lo que quieres lo hacemos – dije -, todo lo quieras amor, te lo doy – sonrió.
-Solo necesita tiempo – dijo -, el tenia la loca idea de que yo estuviera con Jacob – y la sola mención de ese, me altera.
-Bella no lo nombres – dije algo molesto -, menos cuando estamos en nuestra cama – mordió su labio.
-Ya no está acá – dijo y ahora ella acaricio mi rostro -, no estés celoso, nada va a pasar – igual no pude sonreír porque ahora vino a mi mente Mike Newton.
-Bella con respecto al trabajo….
-Voy a ir a hablar mañana con la señora Newton – dijo.
-No quiero que trabajes ahí – dije con firmeza -. Déjame ver mañana con recursos humanos que hay en el hospital y te consigo algo allá – de paso la tendría cerca mío para vigilar que nadie se le acercara.
-No Edward – ella también estaba firme -, puedo volver a trabajar en la tienda, seguro aun no han conseguido a nadie.
-Bella es definitivo – sentencie -, no vas a trabajar ahí.
Se sentó en la cama – No vas a decirme que hacer – contesto enojada. Era evidente que se acercaba nuestra primer pelea, pero no iba a pasar ella no iba a trabajar cerca de Mike y con la posibilidad de encontrarse con Jesica. Además el estúpido de Mike también estaba interesado en mi Bella.
-Bella no quiero discutir – dijo y ella resoplo.
-Necesito el trabajo – dijo, no era tan así porque ahora me tenían a mí.
-Busca en otro lado – retruque.
-Edward el pueblo tampoco es tan grande para tener tantos trabajos disponibles – contesto y tenía razón.
-Entonces ven al hospital conmigo – insistí.
-Ustedes son capaces de inventar un trabajo nuevo solo para que yo esté ahí, y no es así - protesto y la verdad tenía razón, porque ya estaba pensando que si no había nada disponible la haría ir aunque más no sea para estar sentada a mi lado.
-No tendría nada de malo – dije y rodo sus ojos -. Después de todo eres mi mujer y no te quiero cerca de "ese" que encima te invito a salir – me senté también.
-Edward, por favor, realmente quiero trabajar, no quiero estar metida todo el día en la casa – pidió.
-No, Bella, ahí no – repetí -. Si no quieres en el hospital vemos en otro lado – ahora ya me estaba enojando.
-Edward – rogo con una voz de niña que me enterneció – por favor – repitió el ruego -.
-Bella – negué con la cabeza.
-Por favor, por favor, no te enojes – rogo más y junto sus manos como si rezara.
-No y es final – dije.
-Edward – batió leventemente sus pestañas y me dejo sin aliento -, por favor, por favor – y esos ojitos brillosos, mas sus mano juntadas y sus ruegos estaban haciendo que ganara.
-Yo… - me quede callado porque no se me ocurría que decir luego de ver sus ojo tiernos - Está bien – cedí finalmente -, pero cualquier cosa que pase con "ese" me avisas – asintió - Y Bella – me miro seria -, no te acostumbres a rogar así, no te va a volver a funcionar – dije.
-No me desafíes – dijo sonriendo.
-Ven aquí, quiero hacerte el amor - sonrió y acerco a besarme.
Todo siguió con nuestros cuerpos enredados, sudorosos, gemidos, besos, caricias y susurros diciéndonos cuanto nos amábamos y disfrutábamos el uno del otro.
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