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Edward POV

Nessie era oficialmente Renesmee Cullen Swan, mi corazón brincaba de felicidad cada vez que podía decir que era Nessie Cullen, era maravilloso. Era mi estrellita, mi hija y no había dudas de eso.

-¡Alice! – exclamo Bella atendiendo su celular. Estábamos ya en la cama acostados y Nessie durmiendo, me llamo la atención que llamara tan tarde. Sonó mi celular y era Emmett.

-¡Edward tienes que correr al hospital! – exclamo con ansiedad.

-¿Qué pasa hermanito? – pregunte extrañado.

-¡Ya! – Exclamo Bella - ¡Ahora! – siguió, se sentó en el borde de la cama con una gran sonrisa.

-¡Mi Rose está internada! – Exclamo y sonreí - ¡Mi pequeño bebé osito esta por nacer! – se lo escuchaba emocionado y feliz.

-¡Ahora! – exclame mientras me ponía de pie para empezar a cambiarme.

-¡Ya nos cambiamos y vamos! – le confirmaba Bella a Alice.

-Me tengo que ir, Rose me está llamando a los gritos – dijo riendo -. Tengo que ayudarla con la respiración aunque esta gritándome todo el tiempo que es mi culpa hacerla pasar por el dolor – se reía un monto.

-En unos minutos estamos por allá – confirme y corte. Bella también lo había cortado.

Rosalie POV

Falta tan poquito para que nazca mi pequeño bebé osito, esto era emocionante y lo quería con todas mis fuerzas, pero a la vez tenia tanto miedo, era todo muy nuevo y estaba algo asustada por el parto. Emmett me acompaño a mis clases pre parto sin protestar, aunque si lo hubiera hecho se abría ligado un gran reto y sé que no le gusta verme enojada.

Era viernes y estábamos a punto de acostarnos cuando sentí un fuerte dolor en mi cintura, tuve que contener el aire para aguantarlo, cuando se fue el dolor pude terminar de cambiarme, fui al baño y luego nos acostamos.

-Diez días – escuche murmurar a Emmett y abrí mis ojos, yo estaba más que lista para dormir. Bella tenía razón esta última etapa me sentía más que cansada y ella ha estado así desde que quedo embarazada prácticamente.

-¿Pasa algo? – pregunte acariciando su musculoso y fuerte brazo. Me dio esa sonrisa media pervertida y me estremecí entera.

-Diez días – repitió, parecía algo ansioso, preocupado y nervioso, pero tenía una sonrisa de felicidad.

-¿Diez días? – pregunte. No sabía a qué se refería.

-Para que conozca a mi pequeño baby osito – dijo sonriendo y se formaron esos hoyuelos tan hermosos que lo hacían parecer aun mas un pequeñito de cinco años.

-¿Puedes creerlo? Parece que recién ayer nos enteramos del embarazo – dije sonriendo y el asintió -. Debo ir al baño… de nuevo… - asintió nuevamente con una sonrisa como era habitual en él. Iba llegando a la puerta de baño cuando sentí el líquido caer y mojar mis piernas.

-Rose, osita te faltaba muy poquito – dijo Em burlándose y lo mire sorprendida e irritada por el comentario.

-¡Aaahhh! – grite cuando sentí el dolor intenso y me recline un poco.

-¡Oh Dios! – Exclamo Em y lo mire – Realmente pensé que era otra cosa… pero no puede… aun faltan diez días… - rodé mis ojos – era en diez días… - repitió algo nervioso.

-Pero es ahora – dije con la voz contenida - ¡Aaahhh! – respire profundo para aguantar el dolor, lo que menos podía pensar ahora era las respiraciones que me habían enseñado - ¡Maldición Emmett muévete! – exclame ya que se había quedado helado mirándome.

-¡Al hospital! – exclamo y comenzó a moverse de un lado para el otro sin hacer realmente nada.

-¡Cámbiate! – le grite, me miro un segundo y asintió – ¡Puedes tratar de ayudarme a llegar a la cama! – Dejo su pantalón puesto en una sola pierna y camino hasta mí tropezando - ¡Rápido! – me ayudo a llegar a la cama y me senté mientras empecé con las respiraciones. Em se termino de vestir.

-Vamos – dijo tomándome de un brazo.

-¡No me he cambiado! – Exclame haciendo que me soltara - Tráeme el conjunto que deje ahí, ese pantalón y con la camisa rosa - pedí y… - ¡Aaahhh, maldición Emmett no vuelves a tocarme en tu vida! – exclame y el muy estúpido se largo a reír - ¡deja de reírte! – lo rete.

-Vamos – insistió. Por lo menos mi pijama era decente así que no proteste cuando me hizo bajar sin haberme cambiado - ¡Mis padres! – exclamo una vez estábamos en el auto.

-¡Aaahhh date prisa! – largue como pude en medio de las respiraciones para contener el dolor. "Nunca más vuelve a ponerme una mano encima", pensaba una y otra vez.

Emmett volvió unos minutos después y se subió al auto rápidamente. Llegamos al hospital me acercaron una silla de ruedas y luego me llevaron a una de las consultas de emergencia.

-¡Carlisle! ¿¡Donde esta Carlisle!? – no iba a dejar que nadie más me tocara.

-Ya viene osita salía detrás de nosotros – dijo Emmett alcanzándome una poco de hielo.

-¡Para que mierda me das esto! – Emmett se quedo mirándome sorprendido - ¡Aaahhh! – otra maldita contracción.

-Vamos a revisarla – mire al médico que estaba frente a mí y cerré las piernas -. Señora necesitamos verificar que tan dilatada esta.

-¡Tengo medico! ¡No se atreva a ponerme una mano encima! – exclame y luego mire a Emmett.

-Pero señora…

-¡UNA MIERDA! ¡AAAHH! – Nunca me dijeron que me iba a doler tanto - ¡CUANDO ME PONEN LA MIERDA DE REMEDIO! ¡EMMETT CULLEN ESTO ES CULPA TUYA! – y algunas lagrimas se escaparon.

-¡Osita! – dijo tome su mano con fuerza y la apreté, creo que algo le hice por su cara pero pronto se recompuso – Osita, mi amor, sino dejas que te revisen no pueden saber si pueden ponerte el medicamento sino lo hacen – asentí -. Nunca en mi vida pensé que iba a decir algo así… - dijo y lo mire perdida con cara de dolor -, pero vas a tener que abrirle las piernas a otro hombre…

-¡IDIOTA COMO BROMEAS AHORA! – le grite, pero a quien se le ocurre.

-Perdón… perdón… - dijo rápido ocultando una sonrisa - deja que te revise, osita, así pueden ponerte algo para el dolor – su tono de voz fue dulce.

-De acuerdo – dije – Em, osito me duele… – dije como en un lamento y sollozando, el beso mis labios, mi instinto me llevo a tomarlo de la nuca para profundizar el beso, pero me vino otra contracción - ¡Que revise de una vez! – dije abriendo nuevamente las piernas.

-¡Ya estoy aquí! – Gracias a dios Carlisle llego en ese momento, se termino de colocar la bata y se puso los guantes -. Rose lo siento pero estas coronando ya no hay tiempo para la epidural pasamos directo a la sala de parto – dijo e inmediatamente dio las indicaciones a las enfermeras mientras yo trataba de salir del shock. "Voy a tener que aguantar el dolor", pensé alarmada.

-¡Pero Carlisle me duele! – exclame.

-Lo siento Rose – dijo y comenzaron a empujar la camilla para llevarme a la sala de parto.

-¡Maldito seas Emmett, por estar jugando llegamos tarde! – exclame. Por lo menos ahora estaba serio.

Emmett desapareció de mi lado, yo no daba más del dolor y él desaparece, no podía dejarme sola ahora y no lo iba a dejar hacerlo.

-¡EMMETT CULLEN MUEVE TU CULO Y VEN AQUÍ! - grite con todas mis fuerzas cuando pasaron creo que 15 minutos y no aparecía - ¡EMMETT! – Volví a gritar, como se atrevía a dejarme sola en este momento - ¡MALDICION EMMETT! – Habían pasado varios minutos más y no volvía - ¿¡DONDE MIERDA ESTABAS!? – aparecía con su enorme sonrisa, esa que hace cuando ha hecho una travesura.

-Rosalie trata de calmarte un poco sino te será más difícil y doloroso - dijo Carlisle. "Como se nota es hombre y no tiene una puta idea de cómo duele", pensé.

-Perdón osita, pero tenía que avisar que ya estábamos en el hospital – "Claro yo puedo estar sufriendo pero él se va a hablar por celular", pensé.

-¡AAHHHH! - una nueva contracción y esta vez fue más fuerte - ¡QUIERO QUE LO SAQUEN! - ya no aguantaba esto - ¡CARLISLE QUE SALGA YA! - le pedí y la mirada de Carlisle fue severa como tratando de retarme. "Una mierda, no me importa que me escuchara todo Forks, el dolor era demasiado grande", pensé.

-Rosalie este niño está ansioso por salir ya veo la cabeza - Emmett se acercó a Carlisle y miro.

-¿Esa es su cabeza? – vi que Em tragaba con dificultad y su cara se puso pálida.

-¡Oh No! - exclame irritada -. ¡Carlisle dime que me está haciendo un chiste! - Exclame irritada, mientras Carlisle dio una carcajada - ¡Aaahhh! – grite con la nueva contracción y puje con todas mis fuerzas.

-Muy bien Rosalie, ahora relaja, ya la cabeza esta fuera - dijo Carlisle alentándome -. Zafrina llama alguien para que atienda al oso derribado - se burlo mirando a Emmett derrumbado en el piso.

 "Cuarentena una mierda, va a estar 100 años sin tocarme", pensé. Zafrina tomo el intercomunicador y llamo -. ¡Rose puja con fuerza! – exclamo Carlisle y le hice caso.

-¡Aaahhh! - grite mientras pujaba. Entro otro médico para atender a mi marido -. Por favor Carlisle dime que ya termina - rogué.

-Una vez y seguro es la última – aseguro y vi que Emmett se despabilaba sacudiendo su cabeza -. ¡Ahora Rose puja! - y le hice caso.

Tome fuerte la mano de Emmett y la apreté - ¡Aaahhh! - y me relaje unos segundos después.

-¡Perfecto! - sentí que decía Carlisle -. Emmett ven a cortar el cordón - y se sintió el llanto. Em se acercó rápido.

-Rose osita - su voz temblaba por la emoción -, tenemos un perfecto osito bebe.

-Emmett junior - dijo Carlisle y sonreí -. Acércaselo a la mamá - Em lo tomo en brazos y me lo entrego unos segundos después, se veía radiante e hipnotizado con nuestro pequeño en brazos.

 Emmett POV

Definitivamente esto era lo más grandioso que me había pasado en la vida, quitando el bochornoso momento cuando me desmaye, todo había sido maravilloso. De acuerdo también teníamos que quitar los gritos de mi Rose. ¡Que pulmones! Era increíble que tuviera tanta energía sintiendo tanto dolor.

-¡ES LO MAS DESLUMBRANTE QUE VI EN MI VIDA! – grite cuando salí de la sala de parto y me encontré con toda la familia. Estaba tan feliz, tan jodidamente feliz.

-¡Hermano que alegría! – Edward fue el primero en abrazarme y lo apreté con fuerza - ¡Oso ten más cuidado! – exclamo sobándose luego los brazos.

-¡Lo siento! – esta sonrisa no se iba a borrar nunca en mi vida. Emmett junior estaba ya estaba con nosotros con sus manitas chiquitas, su ojitos brillantes, su carita arrugadita y tan chiquito y parecido a mí, porque era un mini yo.

-¡Te felicito Em! – Dijo Bella y ella la abrace más despacio - ¿Cómo está Rosalie? ¿La pasó muy mal o fue rápido? – rodo mis ojos.

-Gracias Bella… Uff… se grito todo… me insulto de arriba abajo, pero esta perfecta – dije y todos rieron.

-¡EMMETT! – la pequeña duende venia corriendo y aplaudiendo a medida que se acercaba - ¡Hermano no lo puedo creer el pequeño osito ya llego! – exclamo mientras me abrazaba.

-¡Siiii! – Exclame - ¡Y es perfecto! – dije emocionado.

-¡Te felicito cuñado! – exclamo Jasper y me dio un abrazo. Mire detrás de Edward y estaba mamá sentada en una silla llorando.

-Mamá – la llame y me miro emocionada.

-¡O mi pequeño revoltoso de cinco años eternos ya tiene un bebe! – exclamo y se acercó a abrazarme. "Y que mierda, hoy tuve mi primer osito", pensé. Deje salir las lágrimas de la emoción, las cuales mamá se encargo de secar un poco cuando nos separamos un par de minutos después.

-Emmett – sentí a papá llamarme -. Ya pueden pasar a ver a Rosalie – asentí y sonreí -. A Emmett junior lo traemos en unos minutos – asentí nuevamente.

Cuando entramos Rosalie estaba radiante y me miraba sonriendo, aparentemente el enojo se la había pasado. De uno se acercaron a saludarla, felicitarla y abrazarla. Ahora todos estábamos ansiosos esperando trajeran a mi pequeño osito.

-¿Y cómo se porto la mamá primeriza? – pregunto Alice sonriendo. Rosalie esquivo su mirada, me parece estaba algo apenada.

-Solo puedo decir que tiene uno pulmones extraordinarios – dije riendo y me fulmino con la mirada. Me encogí de hombros.

-¿Qué hizo, te grito y te culpo por todo? – pregunto Bella riendo.

-Uff… me culpo por todo… y lo siento osita pero esto se hace de a dos – dije y mi Rose rodo sus ojos.

-¿Y porque no les cuentas lo que hiciste tu? – dijo levantando una ceja y cruzando sus brazos.

-Rose, por favor – pedí serio.

-¿Emmett que hiciste? – pregunto Edward demasiado interesado, mientras reacomodaba a Nessie en sus brazos, estaba muy dormida.

-¿No me digas que hiciste pasar vergüenza a la pobre Rosalie? – dijo Jasper riendo.

-Vamos, cuéntales, el señor tan machote – dijo y todos me miraron esperando que dijera algo y me negaba a hacerlo.

-Cuéntanos hijo – dijo mamá sonriendo. Solo espero que papá no se lo vaya a contar.

-Yo no hice nada – Rose me miro riendo – pero ella amenazo con no dejarme tocarla nunca más – dije en tono acusador y todos rieron.

-¿Te dolió mucho? – Alice miraba a Rose y ella asintió.

-Llegamos muy sobre la hora y no pudieron ponerme nada – dijo -. Calculo Bella que vas a aprender de nosotros y venir más rápido para que tengan tiempo de ponerte la inyección – todos miramos a Bella y Edward sonrió.

-No, no quiero que me den nada – y la miramos sorprendidos.

-¡Estas loca! ¡Con lo que duele! – exclamo Rose y la entendida, yo la había visto sufrir y mis tímpanos sufrieron con ella al igual que mi mano.

-Con Nessie no lo hicieron y la verdad lo soporte bastante bien – dijo encogiéndose de hombros y Edward beso su frente.

-¿Y entonces que es lo que hiciste en la sala de partos? - pregunto Edward mirándome con una sonrisa picara y supe que no me iba dejar tranquilo, pero gracias a dios en ese momento entro Zafrina con nuestro osito.

Miles de felicitaciones de nuevo, tomo a mi pequeño en brazos y luego de unos minutos se lo entregue a Rose quien estuvo perdida mirando al pequeño. Unos minutos después lo paso a los brazos de mamá y empezó a pasar al resto de los brazos de la familia, mientras Zafrina le daba a indicaciones a Rose de cuando lo tenía que amamantar, como debía hacerlo y demás.

-Emmett – me llamo Zafrina yo estaba ahora con Edward quien tenía a mi pequeño en brazos y Jasper había cargado a Nessie. La mire sonriendo.

-Dime Zafrina – dije y sonrió.

-¿Tu como estas? – Me puse nervioso, antes había podido desviar la conversación - ¿Te duele algo? fue una caída fuerte – dijo riendo. Mire a Rose y tenía cara de satisfacción.

-¿Qué caída? – pregunto mamá con cara de preocupación.

-Mi muchacho se desplomo desmayado cuando se asomo para ver cómo salía el pequeño - dijo papá palmeando mi hombro y todos se largaron a reír.

Y bueno, era inevitable en algún momento se iban a enterar así que solo me uní a las risas y burlas. Era uno de los días más felices de mi vida.

Edward POV

Papá nos pidió que dejáramos descansar a Rosalie para que pudiera atender tranquila a mi sobrino después, así que después de felicitarlos una vez más los dejamos solos para que pudieran estar tranquilos. Subí a mis dos niñas al auto para volver a casa ya eran cerca de las dos de la mañana y Bella necesitaba descansar.

-¿Estas bien? – pregunto Bella tocando mi rostro suavemente y sonreí.

-Solo estaba pensando en lo feliz que se veía Emmett y como a pesar de todo no pierde esos rasgos de niño – dije y la escuche reír.

-Va a ser un niño eterno, eso no va a cambiar – dijo y estaba totalmente de acuerdo -. Mmm… - la mire de reojo removerse incomoda.

-¿Qué pasa? – Pregunte – Mi porotita está inquieta – asegure ya que la vi sobarse un poco su barriguita.

-Si, se está reacomodando… Mmm… Carlie despacio… - sonríe. Me encanta como le hablaba al bebé – Pequeña tranquila ya llegamos a casa… mamá va a estar más cómoda para que te acomodes… eso pequeña… tranquila… – siguió hablando a su barriga.

-¿A Nessie también le hablabas así? – pregunte, me parecía algo tan dulce que hiciera eso. A Rosalie nunca la vi hacerlo, aunque a lo mejor lo hacía cuando no estábamos todos.

-Todo el tiempo – contesto -. Dicen que escuchan y es bueno para que reconozca mi voz – acaricie un poco su mejilla.

-También te reconoce por el latido del corazón – asegure -, por lo menos es lo que leí – se quejo de nuevo.

-¡Esta muy inquieta! – Exclamo – Mmm… necesito acostarme un poco creo que también es el cansancio... Carlie pequeña…. – por suerte no faltaba mucho.

-Tira el asiento un poco para atrás – dije.

-No hace falta ya estamos llegando y cuando me baje se va a terminar de acomodar – pero se la sentía realmente incomoda.

Cuando llegamos a casa la ayude a bajar del auto y luego saque a Nessie del asiento trasero mientras observaba a Bella que se había quedado parada en el lugar y se notaba el movimiento en su barriguita. Nessie seguía profundamente dormida y me hizo reír un poco ya que no se había despertado para nada, ni siquiera con los gritos de Emmett. Hice que se apoyara en mí mientras subía las escaleras y entramos en la casa.

-Es mejor que te acuestes rápido yo me encargo de Nessie – dije mientras me aseguraba de que la puerta estuviera bien cerrada.

-Voy a tomar un vaso de jugo – dijo y asentí.

Me dirigí a la escalera para ir a acostar mi pequeña logre cambiarla mientras seguía durmiendo y la acomode en su cama, la verdad aun no era muy rápido para cambiar a nuestra pequeña, definitivamente me faltaba practica. Me quede observándola unos minutos, sonreía en sueños, seguramente era un muy buen sueño por lo que no pude evitar reír bajito, su carita ere dulce y parecía muy feliz cosa que me complacía porque era lo que más deseaba, que fueran felices. Había tardado bastante con Nessie por lo que me llamo la atención que Bella no estuviera en nuestra habitación cuando entre, por lo que baje a buscarla.

-Carlie por favor pequeña… - sentí que decía cuando me acercaba a la cocina – Mmm… - mas quejidos y ya me estaba preocupando.

-¿Bella? – me miro con una sonrisa muy fingida porque de verdad estaba incomoda y sé que no quiere preocuparme.

-Estoy bien – dijo apenas me miro -, solo se está moviendo mucho… solo es eso… - aseguro.

-Podemos ir al hospital y te revisen – negaba con la cabeza -, solo por si acaso – dije y volvió a negar.

-Ve subiendo ya voy cuando termine con el jugo – dijo levantando el vaso y la mire con duda y se acercó para darme un pequeño beso -. Estamos bien – cuando se apoyó en mi pude sentir el movimiento de su barriga y reí -. Ves… - miramos su barriguita -… solo está inquieta – le di otro pequeño beso – De acuerdo – sonrió y la deje terminar con su jugo.

Iba subiendo las escaleras… -¡EDWARD! – la escuche gritar desde la cocina, me di vuelta y volví sobre mis pasos, cuando entre la mire y estaba con las piernas abiertas y miraba el piso. Tenía puesto un vestido corto y sandalias – Creo… - dijo y mire el piso donde ella aparentemente miraba y vi el charco en sus pies.