Bella POV
"¡Ya es domingo!", pensé a penas me desperté. Y mi corazón comenzó a latir a mil por horas. Me duche, pase por la habitación de Nessie, aun dormía muy tranquila, fui a la cocina y comencé a desayunar. Cerca de las nueve de la mañana recibí el mensaje de texto.
"¿Estas despierta? ¿Diez de la mañana es muy temprano para ir?
Edward"
Mi corazón se aceleró, me dolía la cara de la sonrisa que tenia y los nervios en la boca de mi estomago apenas me dejaban respirar.
"Estoy despierta. Diez de la mañana es perfecto"
Busque el teléfono de la grúa, con los nervios quise sacar la llave del encendido y la forcé por lo que quedo enganchada y no salió. La grúa pasaría a las diez y media de la mañana. Me dirigí a la habitación de Nessie para levantarla, me detuve de repente y mire nuevamente el mensaje de Edward y recordé que nunca le di mi teléfono. "¿Cómo lo tiene?" pensé.
Entre al cuarto de Nessie, ella aun dormía y realmente parece un pequeño angelito. Durante este tiempo muy de apoco pude armar su cuarto para que fuera la de una bebe. Elegí colores pasteles, amarillos y verdes, quería que fueran todos cálidos. Además estaba decorada con animales. La cuna era blanca, tenía su ropero, cómoda y el cambiador en el mismo tono. Obviamente miles de peluches y muñecas.
Volví a la cocina ya que decidí prepararle su leche, mientras la tomaba seguro se despertaba bien. Mientras preparaba su mamadera fui pensando que llevaría al picnic, no me iba a complicar mucho. Le di la leche a mi niña y seguí acomodando el bolso.
No hace falta decir que apenas sentí los golpes en la puerta de mi casa mi corazón comenzó una carrera frenética.
-Pasa – Edward estaba en la puerta, con una sonrisa grande y totalmente hermoso -. Llame la grúa apenas recibí tu mensaje – sonreí -. Si quieres podemos ir ya, porque deben estar en camino.
-Se cambiar una rueda – sonrió exquisitamente.
-Seguro que si – esa sonrisa me hipnotiza, mordí mi labio -, pero de los nervios deje trabada la llave en el encendido, y eso no sabía si podías hacer algo.
-No llega tan lejos mi cocimiento de mecánica – reí un poco -. ¿Nessie esta despierta? – pregunto.
-Tomando su leche en la cuna – conteste.
-¿Puedo? – quería verla.
-Ven – dije y entramos en la habitación de mi niña. Miro todo el lugar y sonreía -. Mira quien vino – dije a Nessie mientras acaricie su mejilla. Estaría acariciándola todo el tiempo, amo lo suavecita que es su piel. Cuando lo vio soltó la mamadera en el acto.
-¡Papi! – exclamo, yo rodé mis ojos y el rio.
-Creo que no voy a poder sacarle esa maña todavía – ahora me preocupa de verdad.
-No me molesta – contesto. Nessie se había parado y se sostenía de la baranda de la cuna con una mano y con la otra lo tenía tomado de la mano a él.
-Va a ser mejor que vayamos, sino la grúa va a llegar antes que nosotros – asintió, salió de la habitación y rápido cambie a Nessie.
Subimos a su auto. Parece que le gusta estar con nosotras y se siente cómodo. No voy a negar que eso me fascine.
-¿Te gusta Forks? – pregunto mientras íbamos en el auto.
-Mucha lluvia –conteste – y frio, no es lo mío, pero tuve una oportunidad y la tome -. Había dado tantas vueltas por tantos lugares los primeros meses. Ni recuerdo cómo fue que vine a dar aquí, pero me dieron trabajo aun sabiendo que estaba embarazada y no lo iba a desperdiciar.
-¿Oportunidad? – pregunto. Estaba concentrado manejando.
-Conseguí trabajo estando embarazada, no lo conseguía en otro lugar, y me estaba quedando sin dinero, así que no lo podía desperdiciar – le conté.
-¿Hiciste amigo o amigas? – pregunto.
-La verdad, no – conteste -. Me dedique a trabajar y cuando no estaba trabajando me quedaba en la habitación del hotel que alquile las primeras semanas, después fui a la inmobiliario de tu madre y me consiguió la cabaña – ya estábamos llegando a mi camioneta, se la veía y la grúa estaba en el lugar.
Baje con mi niña en brazos y cuando me acerque lo vi. Lo conozco y sé que va a insistir lo más que pueda.
-¡Jacob! – Aun estaba sorprendida de verlo - ¿Qué haces acá? – espero que no me ande siguiendo también.
-Embry es el dueño de la grúa y es mi amigo, con el me estoy quedando – dijo -. ¿Puedo alzarla? – miro a Nessie.
-¿Embry? – mire al chico que estaba apoyado en la grúa. Sé que está mal que lo ignore así, pero no pedí que estuviera acá.
-Bells vamos –Jacob me tomo del brazo cuando lo esquive y odio que haga eso, tiene esa costumbre de como querer obligarme a hacer lo que él quiere, así era antes, me arrastraba hacia donde él me quería llevar, pero ahora la cosa es distinta.
- Suéltala – dijo Edward mirándolo y estaba enojado.
-Jacob suéltame – exigí y el miraba a Edward bastante enojado.
-No te lo vuelvo a repetir – lo amenazo Edward.
-¡Jacob, si quieres hablar esta no es la manera en que lo vas a conseguir! – me miro y luego me soltó.
-Lo siento – dijo mientras me soltaba. Estaba molesta así que no lo iba a dejar que tocara a mi niña.
-Edward la sostienes – dije y me acerque a Edward -. Ve con Edward – mire a Nessie.
-¡Papi! – exclamo Nessie.
-Ven pequeña – dijo Edward y la alzo. Nessie lo festejaba y él le dio algunos besitos en la mejilla y vi la cara sorprendida de Jacob cuando me di vuelta
-Embry – nos acercamos -. Tiene trabada la llave – le informe.
-Veamos – fuimos hasta la cabina de la camioneta para que el viera. Rodé mis ojos cuando vi que Jacob se acercó. Jacob tiene un taller de mecánica, sé que él podría arreglarlo, pero no le iba a pedir ayuda. Estuvieron varios minutos ahí mirando y tratando de sacar la llave.
-Va ser mejor llevarlo al taller – dijo Jacob.
-Lo llevamos y mañana puedes llamar al mediodía para ver que esté listo – dijo Embry. "Al mediodía", proteste mentalmente. No puedo estar sin movilidad tanto tiempo.
-¿Al mediodía? No se puede solucionar ahora, lo necesito para mañana – pedí.
-Si quieres te paso a buscar a la mañana y las llevo – Edward se había acercado y lo mire -. No seria molestia – insistió.
-O te puedes quedar con… tu niña en la Push y mañana te llevo – mire seria a Jacob. No puede pensar que en verdad esa es una posibilidad.
-Edward puede llevarme – Jacob se enojo lo vi en su cara cuando nos miro serio -. Mañana te llamo – le dije a Embry.
Se llevaron la camioneta y luego nos subimos al auto de Edward. No pude evitar pensar en que por más que no sea caro el arreglo es algo que no tengo presupuestado y el dinero no es precisamente algo que me sobra.
-¿Pasa algo? – mire a Edward y estaba serio.
-No, solo es por el tema del gasto, pero mejor nos apuramos en este horario es el más lindo para estar ahí -. El prado al mediodía es hermoso. Ahí le enseño a mi niña a hacer pulseras, coronas y collares con flores, a ella le encantan.
-¿Jacob era tu amigo? – me entristeció, éramos los mejores amigos hasta que todo paso.
-Lo éramos. Era mi mejor amigo en… - iba a decir casa, pero hace mucho aquel no era mi lugar - de donde vengo.
-¿Qué paso? – mire a mi niña.
-Cuando le conté que estaba embarazada, me dijo que era una cualquiera, que eso me lo merecía por andar con cualquiera.
Le pedí que me dejara quedarme con él ese día en su casa porque mis padres ya me habían echado, pero me dijo que no, que no quería verme nunca más, que lo había desilusionado y no me quería cerca.
Y cerró la puerta de un porrazo en mi cara – era un recuerdo muy amargo, la forma en que me miro, enojado con repulsión.
-¿Y ahora que quiere? – Edward parecía enojado.
-Vino a disculparse, me estuvo buscando todo este tiempo según dijo. Mañana no es necesario que me busques – solo lo había dicho porque no quería que piense que no me puedo manejar sola -, puedo arreglármelas de otra manera, solo lo acepte porque estaba Jacob, no quería que pensara que solo puedo contar con él.
-No tengo problema en hacerlo. A menos que no quieras que él te vea conmigo – lo mire sorprendida y él apretaba su mandíbula. No me importa que piense Jacob ni con quien me vea. Acaso Edward pensaba que me importaba.
-Nunca fue más que amistad – ahora sonrió. No quería que pensara que había algo más -. Entro a las nueve. Me levanto a las siete, solo me mandas un mensaje, cuando vengas – dije.
-Sé que entras a las nueve – rodé mis ojos, debí imaginarme eso.
-¿Cómo tenias mi numero? – recordé que me había mandado mensaje y nunca le di mi numero.
-La historia clínica de Nessie – eso me gusto.
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