Próxima Estación: El Paraíso

Autor: caro508
Género: + 18
Fecha Creación: 12/06/2011
Fecha Actualización: 12/06/2011
Finalizado: SI
Votos: 15
Comentarios: 72
Visitas: 163662
Capítulos: 93

Tras la violenta muerte de su marido, Bella trata de reconducir su vida junto a su hijo embarcandose rumbo a un paraje de ensueño, donde descubrirá no sólo el amor, sino su propia fuerza para hacer frente a las duras pruebas que tendrá que superar.


Hola aquí estoy con otra historia que no es mía, esta vez el turno le pertenece Sethaum,  yo solo la subo con su autorización, otro fic entre mis favoritas, espero les guste…

Los personajes pertenecen a Stephanie Meyer; los que no pertenecen a la saga son de cosecha propia de la autora.


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Capítulo 81: SÍ

Poco más de un mes después que Edward despertase, y que sus piernas tímidamente hiciesen su cotidiano trabajo, todos se habían marchado a sus casas, dispuestos a pasar la noche.

Bella estaba sentada en la cama supletoria, con la mirada perdida.

-Otro centavo por tus pensamientos- Miró aturdida hacia Edward. Este sonrió.

-¿Qué?…¡Ah!- Recordó con una sonrisa aquella primera vez que hablaron en el barco de camino a la Isla.

-¿Qué te tiene tan concentrada?- Se acercó a ella lentamente arrastrando los pies.

-Nada… Nada- Le sonrió abriendo sus brazos. Le estrechó la cintura y reposo la cabeza en su pecho.- Mmmm, la mejor música- Sonrió escuchando los latidos de su corazón.

Se quedaron así largo rato, disfrutando de la sensación de tenerse en los brazos del otro. Edward besó su cabeza.

-Tengo ganas de salir de aquí- Suspiró.

-Ya pronto cariño. Ya pronto- Besó su pecho.

-Echo de menos los paseos por la playa- Sonrió con la mente lejos -¿Recuerdas?- Bella levantó la cabeza.

-Lo recuerdo todo- Clavó sus ojos en él- Tú me salvaste- Sus ojos se aguaron.

-Nos salvamos mutuamente- Besó sus labios con un corto y casto beso.

-A veces…- Bajó sus ojos- A veces me da miedo pensar en qué habría pasado de no suceder así las cosas- Edward la miró confundido.

-¿A qué te refieres?- Acarició su mejilla.

Bella cerró los ojos. Iba a decir algo que llevaba muchos meses sopesando.

-Me aterra pensar en el hecho de no haberte conocido jamás- Se apretó a él. Edward suspiró.

-No pienses en lo que ha tenido que pasar para ello mi vida. La vida es así- La estrechó más fuerte contra su pecho.

-No me entiendes- Se separó lentamente de él, pero sin soltar su agarre- Edward, no es que no conciba vivir sin ti, es que no sé como he podido hacerlo- Edward la miró unos segundos en silencio.

-Bella, viviste con un hombre así muchos años- Bella asintió.

-Lo sé, claro que lo sé. He sido y soy una mujer muy afortunada. Pero sentir que estuve a esto - hizo el típico gesto con los dedos pulgar e índice- De perderte… No podría haber seguido adelante con mi vida- Edward se tensó.

-No digas eso Bella- La riñó- ¿Qué pasa con Joel?- Ella bajó la cabeza avergonzada.

-Sé que está Joel, y precisamente él fue quien hizo que no me hundiera. Pero esto que siento por ti, esto que me nace aquí- Se señaló el pecho- Es lo que me da la vida Edward- No soy una mala madre. Pero sí sé que si tú me faltas, yo no seré nada bueno para él. Morir en vida no es bueno para un niño, y eso, es lo que habría hecho si tú…- Los sollozos no la dejaron seguir. Edward volvió a apretarla contra su pecho.

-Pero estoy aquí. Estoy aquí. Y no pienso irme nunca Bella. Tú eres el motor de mi vida. No me planteo que faltes en ella, por que si lo haces, entonces no tendría que plantearme nada más- Cerró sus ojos con fuerza- Dios, no sabes cuanto, cuanto te quiero- El dolor se filtró por sus palabras.

-Sí. Sé- Me amas de una manera dolorosamente incierta- Edward asintió- Me amas con el pánico al día a día- Volvió a asentir- Me amas con el dolor de que este amor se duerma, se enfríe o se acabe- Edward se repitió- Me amas con la angustia de que algún día, me pase algo y me pierdas- Edward lloraba mientras asentía repetidas veces.

-¿Crees que esto sea amor verdadero?- Preguntó con una dulce sonrisa mezclada con el salado de sus lágrimas.

-Esto, es AMOR- Vocalizó mirándole a sus dos brillantes esmeraldas- Ese que describen los clásicos. El puro, el limpio. El que asusta, el que exige equilibrio. Ese al que la inmensa mayoría confunde por desconocimiento. Ese que… Todos soñamos con tener algún día, el perfecto, el esquivo. El que sólo dos almas gemelas pueden crear - Se sonrieron con franca verdad.

-Dios, ¿cómo he podido vivir sin ti?- No podía digerir al ser que tenía delante de él. Pero sabia, que estaría a sus pies el resto de sus días. Nadie más. Ninguna más. Pasara lo que pasara. Nadie podría superar a Bella Swan.

Bella dejó asomar una tímida sonrisa. Tomó a Edward de la mano y lo llevó hasta una de las sillas. Le hizo sentarse ya que le notó algo cansado. Y nerviosa se arrodilló ante él. Aspiró hondo y le miró fijamente. Una de sus manos, rebuscó algo en uno de los bolsillos de su pantalón.

-Edward Anthony Cullen- Edward la miró sorprendido por tanta seriedad - Las promesas se hicieron para romperlas, por eso, no voy a prometerte nada. Lo voy a tatuar en mi corazón para que tú lo leas a través de mis ojos. Mi vida es tuya …- Levantó una de sus rodillas - ¿Quieres casarte conmigo?- Luchó por que las lágrimas no entorpeciesen el momento. Pero caían libremente por sus mejillas.

Edward la besó con locura, con pasión, con amor, con necesidad pulsante. La miró fijamente a los ojos y después a su mano.

- Con mucho gusto seré el Señor Swan- Sonrió torcidamente- Ahora, ponme ese anillo- Bella rió mientras deslizaba el solitario en el dedo de Edward.

-Te queda perfecto- Dijo besando el anillo sobre su dedo.

-¿Cuándo lo haremos?- Preguntó embelesado.

-Cuando tú lo decidas. Cuando te sientas con fuerzas. No hay prisa- Le sonrió y le besó dulcemente.

-No veo el momento de ser legalmente tuyo- Bella volvió a besarlo y le levantó de la silla.

Le ayudó a tumbarse en la cama, y ella sacó su pijama. Se metió en el baño y después de asearse y cambiarse, se metió en la cama con él.

-¿En qué piensas?- Le acarició la cara. Ambos estaban de lado, encarando sus cuerpos, mirándose.

-En ti, en todo esto- Sonrió mostrando el anillo.

-¿Te parece una locura, verdad?- Frunció los labios. Edward la besó y rió en sus labios.

-Me parece increíble, perfecto. Aunque me hayas quitado la primicia- Hizo un dulce puchero.

-Te quería cazar… Ya sabes- Guiñó un ojo con picardía.

-¿Querías sacarme del mercado?- Arqueó una ceja seductoramente.

-Hay demasiada lagarta esperando por un trozo de carne de primera- Entrecerró sus ojos.

Edward rompió en carcajadas.

-¡Por dios, me estás llamando trozo de carne y me excita!- Dijo entre ahogadas risas.

-Tranquilo Sr. Maravilla. No es hora de mostrar la denominación de origen- Le amenazó con un dedo.

-Andaaaa- Ronroneó en su cuello.

-Para- Le apartó con las manos, pero Edward tenía más fuerza que ella en los brazos.

-¡Calla!- Mordió su cuello.

-Escúchame machoman- Edward levantó la cabeza incrédulo- No voy a quedarme a medias otra vez. Está claro- La determinación se mostró en su rostro.

-Jo- El puchero fue mortal - No seas así… anda- Rogó arrugando los labios. Bella bufó.

-No te va a servir de nada- Se tumbó boca arriba y cruzó los brazos sobre su pecho. Edward sonrió sibilinamente.

-¿No?- Se acercó a ella.

-No- No se inmutó.

-¿Estás segura?- Metió una de sus manos por debajo de la camiseta de Bella. Ella la golpeó.

-Quieto- Le amenazó entrecerrando los ojos. Edward la ignoró. Acarició uno de sus pezones.

-¿De verdad?- Sopló en su vientre. Bella se estremeció. Pero se mantuvo firme.

-No creo que tengas más ganas que yo- Tiró de su pelo hasta levantar su cabeza. Una de sus manos sacó la de Edward debajo de su camiseta- Pero en lo que a mí respecta, mi cuerpo no está para un calentón más- Edward iba a repicar- No si no me quemo del todo- Edward dejó sus labios abiertos. Mirándola incrédulo.

-¿Mi prometida no me deja meterla mano?- La miró alucinado.

-Tu prometida no quiere morir de una combustión espontánea- Le miró divertida.

-¿Y qué hago con esto?- Bajó las sábanas mostrándola los efectos de su cuerpo junto al suyo.

Bella no pudo evitar reírse con ganas.

-Bueno… Puedo llamar a Agnes- El rostro de horror de Edward fue digno de una foto.

-Vale, dijiste las palabras mágicas- Hizo un mohín mientras se tumbó de nuevo, sin tocar a Bella y con su erección en odioso reposo mientras las carcajadas de Bella movían la cama. Una sola imagen de esa enfermera con un increíble parecido a Schwarzenegger, bastó para bajarle la libido a los pies.

-Venga cariño, no está tan mal. Es muy cariñosa contigo- Le dio un codazo cómplice.

-¿Te crees muy graciosa Swan?- La miro molesto.

-En absoluto- Controló otra carcajada- Entiéndelo Edward. No tenía bromuro a mano- Edward la sacó la lengua, y ella le abrazó.

-Me frustro- Hizo otro tierno puchero.

-Pronto cariño. Yo también estoy así- Prometió ella dándole tiernos besos.

-¿Dormimos?- preguntó.

-Será mejor no tentar al diablo- Le señaló su entrepierna. Edward suspiró…

 

Capítulo 80: Face to Face Capítulo 82: Previa

 


Capítulos

Capitulo 1: Introducción Parte 1 Capitulo 2: Introducción Parte 2 Capitulo 3: Introducción Parte 3 Capitulo 4: Aterrizando en la realidad Capitulo 5: Acostumbrándome al vacío Capitulo 6: Ya lo he visto.... He visto el mar Capitulo 7: Buceando en tus aguas Capitulo 8: Estupendo, está pillado Capitulo 9: Me lías, me lío? ¿Nos liamos? Capitulo 10: ¿Porqué no me siento culpable? Capitulo 11: ¿Es ella? Sí. Es ella Capitulo 12: Lo que me haces sentir Capitulo 13: Lo Siento Capitulo 14: Un "helado" interesante Capitulo 15: Un Imposible Capitulo 16: La Vista Capitulo 17: Agridulce Capitulo 18: Aclarando puntos Capitulo 19: Y ahora, ¿qué? Capitulo 20: Comenzando? Capitulo 21: No puedo más Capitulo 22: Interrogatorio Capitulo 23: Afianzando Capitulo 24: Ley de Murphy Capitulo 25: Maldita Zorra Capitulo 26: Despedidas Temporales Capitulo 27: De Nuevo Por Aquí Capitulo 28: Te Necesito Capitulo 29: La Perra y su Amo Capitulo 30: A esto se le llama caer bajo Capitulo 31: Haciendo Conjeturas Capitulo 32: 24 Horas Capitulo 33: Por fin estás aquí Capitulo 34: La Charla Capitulo 35: Escondido Capitulo 36: Hiel Capitulo 37: Rabia Capitulo 38: Primer Contacto Capitulo 39: Instrucciones Capitulo 40: Compromisos Ineludibles Capitulo 41: Reencuentros y Primeras Citas Capitulo 42: Coto Privado Capitulo 43: Cena de Navidad Capitulo 44: Cuentas Pendientes I Capitulo 45: Cuentas Pendientes II Capitulo 46: Comida infructuosa Capitulo 47: Chocolate Calientito Capitulo 48: Verdades como puños Capitulo 49: Actos y Consecuencias Capitulo 50: Confesiones a la luz de las velas Capitulo 51: Nada Capitulo 52: Canta para mí I Capitulo 53: Canta para mí II Capitulo 54: Estoy aquí Capitulo 55: ¿Maravilla? Capitulo 56: Amargo desayuno Capitulo 57: Haciendo balance Capitulo 58: Fiesta Capitulo 59: Año Nuevo, Vida... Capitulo 60: Otra vez no Capitulo 61: No puedes irte... Capitulo 62: El presente Capitulo 63: Deja vú Capitulo 64: Des... Esperanza Capitulo 65: Desesperación Capitulo 66: Día Uno oscuridad Capitulo 67: Recogiendo Tempestades Capitulo 68: Día dos, tormenta Capitulo 69: Bombones Capitulo 70: Asimilando Capitulo 71: Día 15, como en casa Capitulo 72: Día 30, carta al cielo. Capitulo 73: Siguiendo la pista Capitulo 74: Desnudando el alma. Capitulo 75: Día 57, señales Capitulo 76: Día 63, Luz Capitulo 77: ¿Qué hay de nuevo? Capitulo 78: Cuéntame Capitulo 79: Normalidad Aparente Capitulo 80: Face to Face Capitulo 81: SÍ Capitulo 82: Previa Capitulo 83: Para siempre Capitulo 84: Consumando Capitulo 85: Step by Step Capitulo 86: Separando Destinos Capitulo 87: Cosechando Capitulo 88: Sentencia Capitulo 89: Buenas Nuevas Capitulo 90: !Hola! Capitulo 91: Cerrando Ciclo Capitulo 92: Y Comieron Perdices Capitulo 93: Epilogo

 


 
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