Una semana cargada de caricias, miradas, besos, gestos, sonrisas, paseos…
Me sentía feliz, pero más aún, me sentía en paz.
Edward era un hombre maravilloso, se acoplaba a nosotros con una naturalidad pasmosa. Más de una vez, me encontré con Alice y Rose, hablando de ello. Una tarde, los hombres habían salido a pescar "pescados", Joel se había ido con ellos y nosotras nos quedamos en la terraza de nuestra cabaña, conversando tiradas en las hamacas, y degustando ricos cócteles que con el paso de los minutos, se iban tornando en explosivos. Sobre todo, cuando el turno de prepararlos, era el de Rose y claro, los efectos no se hicieron esperar. Nuestras lenguas se soltaron de igual manera que las aguas cuando abren las compuertas de una presa…
-Y dime Bells, ¿que tal el "pequeño Eddie"?- Preguntó divertida Rose
-Puess, teniendo en cuenta que sólo lo he "usado" una vez, no puedo decir mucho. Ahora bien, lo poco que puedo decir al respecto es… ¡GUUAAUUUU!- Bella estaba desatada.
Las tres estallaron en risas, pero de repente Alice paró extrañada.
-¿Sólo una vez? ¿Cómo es eso, cuñadita?- Preguntó incrédula.
-Digamos que después de ese polvo salvaje, hemos decidido hacer bien las cosas- respondió Bella.
-¿Y hacer bien las cosas, es no follar?- Dijo Rose sorprendida
-Bueno, no queremos apurarnos, o algo así- Se defendió Bella.
-A ver cuñadita, que yo me entere. ¿Tienes un monumento por novio, y no folláis?, perdóname cielo, pero es que me resulta algo patético- Dijo Alice con sorna
-Ya lo haremos, de momento nos va bien así. No hay prisa-Se defendió Bella de nuevo.
-Pues Emmet y yo no paramos, y para ser sincera, ahora mismo, odio que esté en otro sitio- Rose se enfurruño, lo que hizo que las otras dos rieran abiertamente.
-Sois como los conejos Rose- La picó Alice, que no fue la única.
-Sí, algo así he oído. Por lo visto, más de una noche, Edward ha tenido que irse a dormir a la casa de Jasper- Alice reía, pero Bella le cortó la risa -Claro, que más de una de esas noches, ha terminado durmiendo en la cabaña vacía. ¿Sabes por qué Alice?- Dijo divertida
-Edward es un maldito chismoso- Aseveró Alice ofendida mientras ellas reían.
-Si en vez de preocuparse por los demás, matase el tiempo en TU cama, le iría mejor- Rose apuntilló.
-A ver chicas, que no haya sexo, no quiere decir que no haya otras cosas, y os recuerdo, que mi hijo duerme encima de mi, y tan sólo nos separa una escalera- Les recordó Bella
-Calla, calla- Dijo Rose horrorizada - que aún recuerdo el homenaje que os disteis ayer en la playa- Y Bella, claro está, se puso roja al recordar los hechos…
Edward estaba bañándose. Todos habían ido a un Islote a pasar el día. Ella se metió en la playa, y el se acercó a ella por detrás. Cuando sintió sus brazos rodeándola, ella le brindó sus labios y el los tomó con ansia. Sin darse cuenta, Edward la había arrastrado al interior de la playa, de manera que el agua casi les llegase al pecho mientras profundizaba ese beso.
Ella giró e hizo aquello que siempre pasaba cuando él la besaba, abandonarse. Edward tenía sus manos en su trasero, apretándola contra el, y ella las tenía en su pelo, cuando notó la dureza de Edward jadeó en su boca, y el bajó ésta hasta su oído, susurrándole palabras sensuales a lo que ella respondió bajando su mano a su erección masturbándosela.
Notó todas sus venas, y a pesar de estar bajo el agua, conservaba una temperatura elevada, frotaba con verdadera fruición y el jadeaba mientras mordía el cuello y los hombros de Bella. Estaba apunto de llegar al orgasmo, cuando Joel se les acercó con Emmet. Éste, al ver la escena, se quedó pasmado mirando a Edward empujar absolutamente perdido en su placer. No fue capaz de decir nada, pero sí Joel…
-¡Mamá, tía Alice dice que la comida está listaaaa!- Les gritó sin que Emmet pudiese llegar a tiempo de taparle la boca.
La escena fue todo un poema. Edward y Bella se quedaron petrificados. Ella, aún sujetaba en su mano el pene de Edward, y de repente lo soltó como si quemase, volviéndose a su hijo y a Emmet.
-Ya vamos, si si, ¿verdad Edward?- Le miró nerviosa. Pero Ed seguía petrificado con una enorme erección flotando en el agua
-Bueno chicos, no tardéis- Dijo Emmet girándose de vuelta mientras aguantaba la risa- Esto… Edward, entenderé que tardes un poco más- Y ya no pudo evitar estallar en carcajadas mientras miraba la cara desencajada de su hermano. Bella agachó la cabeza, y se limitó a seguirles después de acariciar el brazo a Edward.
Lo que ocurrió después, era de prever. Los dos fueron el objetivo principal de sus risas, hasta el punto de que ambos se molestaron porque evidentemente, el temita iba para rato.
-Bella. ¿Bella? ¡Despierta!- La llamó Rose
-Perdonad, estaba en trance- Respondió sonrojada.
-Necesitáis sexo urgentemente- Le dijo Alice seriamente, asintiendo mientras la miraba.
-Y eso será mañana- Dijo Rose Tajante. Nosotros nos llevaremos a tu hijo, y Edward y tú, pasareis un día… Y una noche, solos… Jeje- Tenía esa mirada en sus ojos que decía que ya estaba decidido.
-Eso sí, espero que lo aprovechéis bien. Si no, no haremos más de niñeras- Dejó caer Alice
-Chicas, no sé sí…- Bella dudó.
-Nada. Ya está todo pensado. Mañana os lo montaréis en plan conejos, necesitáis poneros al día. ¡Y lo más importante! Dejaréis de dar espectáculos- Rose y Alice estallaron en carcajadas, y Bella no tuvo más remedio que imitarlas.
En realidad, tenían razón. Edward y ella se acariciaban constantemente, íntimamente la mayoría de las veces, pero necesitaban unirse completamente.
El resto de la tarde siguió con las tres chicas planeando el día sexual de Bella. Rosé le habló de algunas posiciones que volvían loco a Emmet. Y aunque Bella no fuese precisamente nueva, había que reconocer, que desconocía bastante en cuestión de juegos sexuales. Alice también colaboró, después de un momento de indecisión al recordar a su hermano, pero se repuso por el bien de Bella. Quería que su cuñada fuese feliz, y haría todo cuanto estuviese en su mano. Así que, desveló algunos de los juegos sexuales que hacía con Jasper, provocando que Bella a veces se escandalizase. No por la intensidad de los juegos, sino porque no se imaginaba a "su" tierna Alice de esa guisa.
La regalaron un conjunto sensual, a lo que ella inicialmente se opuso. Pero acabó aceptándolo, convencida de lo que ellas le decían, tenía que seducir a Edward, y ella tenía que hacerse desear. Aunque por su cabeza, no pasaba vestirse precisamente…
Llegó el Crepúsculo, y con el los chicos. Las encontraron demasiado eufóricas con la bebida, por lo que sin dudarlo, cargaron con ellas y las metieron en el jacuzzi de la pasarela. Por más que pataleasen, al final, todas acabaron dentro de él de cabeza, y Joel disfrutó como un enano viendo como las chicas se enfadaban y salían empapadas detrás de los chicos. Fue divertido, el crío se quedaba sin aire por la risa, y todos se quedaban embobados mirándole, hasta que Edward lo cargó y lo tiró al jacuzzi. Bella se paró, preocupada por la reacción de Joel, pero se dobló de la risa, cuando éste vació el cargamento de agua que llevaba en la boca, en la cara de Edward.
Al final, todos acabaron en el jacuzzi, empapados, agotados y divertidos, hasta que lo abandonaron para arreglarse. Esa noche cenarían todos juntos, como ya era habitual. Genialmente habitual.
La cena transcurrió con miradas y risitas cómplices entre las chicas. Los chicos las miraban extrañados, y cruzaban miradas de perplejidad entre ellos. Por más que preguntaban el porqué de esas risas, ellas alegaban que no sabían de qué estaban hablando.
Lauren apareció, justo cuando Edward abrazaba a Bella, y le mordía en el lóbulo de la oreja, torturándola para que le dijese de qué reían. Se quedó paralizada observando la escena, y sintió que una oleada de odio e ira la invadía por momentos.
Jasper carraspeó cuando la vio y Edward se incorporó en cuanto sintió a Bella tensarse.
Miró a Lauren, ella no quitaba la vista de Bella, y no le gustaba la manera en que la miraba. Se acercó a ellos. Emmet no sabía que pasaba, no entendía porque de repente, el silencio gobernaba la mesa. Hasta que Lauren habló.
-Pero miren a quien tenemos aquí- Iba bastante bebida
-Lauren por favor- Dijo Edward
-¿Por favor?- Preguntó sarcástica
-Será mejor que te acompañe a casa- Dijo Jasper levantándose
-Yo no voy a ningún lado, ¡y menos con traidores!- escupió ella - Así que, la mosquita muerta esta, es esa mujer. Vaya querida, la verdad es que dabas el pego de viuda triste y sola, menuda zorra estás hecha- Añadió con sarcasmo.
-¡No te permito que la insultes!- Se levantó airado Edward
-Déjalo Edward, ella no está bien- Le dijo Bella cogiéndolo del brazo.
-¡Cállate puta!- La respondió Lauren completamente fuera de sí
Joel se bajó de su silla, y sin mediar palabra la soltó una patada en la espinilla, a lo que ella respondió cogiendo al niño de un brazo, y tirándolo al suelo.
Bella se levantó hacia ella dispuesta a golpearla junto con Rose, y fueron los chicos quienes tuvieron que sujetarlas mientras Alice cogía a Joel que lloraba impresionado por la escena. Cuando las hubieron calmado, Jasper sacó a Lauren del restaurante y uno de sus empleados se hizo cargo de ella.
-Lo siento cariño- Dijo Edward dolido
-No pasa nada amor- Le susurró ella acariciándolo la mejilla- Está dolida. Es comprensible, aunque haga daño…- Dicho esto, Edward la besó dulcemente, y cargó con Joel en brazos hasta la cabaña. Esperó hasta que se durmiese, ya que el niño seguía consternado. Cuando Joel cerró los ojos, comprobó que Bella se había quedado dormida al lado de su hijo. Les cubrió con la sábana, y bajó a la cama de Bella a dormir.
Pensó en Lauren. Le dolía de verdad ver el dolor en los ojos de su amiga, pero le molestaba el hecho de que ella se hubiese empecinado en conquistarlo. Hablaría con ella seriamente, o aceptaba los hechos, o con todo el dolor de su corazón, su amistad terminaría sin remedio.
Y bueno en este capitulo, que divertido ver a las 3 chicas pasaditas de copas jeje y más hablando de temas picantes.
Ahora viene el problema de Lauren, como dice Edward hablará con ella, pero ella cooperará o se las pondrá difícil, esperen los próximos capítulos y los descubrirán…. Saludos
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