Un día más, un solo día más y podría tener a Edward entre mis brazos.
Dos semanas frenéticas entre el asunto de las acciones y la investigación policial. Jacob nos llamó dos veces para pasarnos la información de que disponía.
Habían investigado a la familia Denali, más concretamente a Brandon Denali y a su hija Tanya. Efectivamente, los escrúpulos eran algo de lo que carecían. Su anterior compañía dejó de dar beneficios cuando los ejecutivos decidieron vender sus acciones a la competencia, debido al carácter déspota y huraño de Brandon. La competencia se limitó a tomar partido en las decisiones de la ejecutiva, desplazando con ello a Brandon, obligándole a una salida digna.
Lo que ocultó a mi suegro Greg, era que su verdadera situación al frente de "su" compañía era la de un simple accionista ejecutivo, ya que le habían desposeído de la mayoría de sus acciones, forzándole a venderlas a precio irrisorio o una salida digna. Logró el compromiso de parte de la ejecutiva de ocultar su verdadera situación para llegar a un acuerdo beneficioso con la compañía de mi suegro. La junta aceptó el trato, la fusión era un negocio multimillonario.
Y vaya si fue beneficioso. Para ellos, claro. Por que para la petrolera no fue un buen negocio en absoluto. Ambos se incorporaron al cuerpo de accionariado, tomando y formando parte en las decisiones. La ceguera de mi suegro, propició que la realidad financiera de los Denali no se supiese. O cuando menos, él no la quisiese saber.
Por parte de Tanya, poco se pudo investigar, o aportar alguna luz. Se sabía la clase de mujer que era. Una "Loba Ambiciosa", así se la conocía en el círculo financiero, pero sin mucha inteligencia. Nadie le regalaba los oídos, y por lo general caía mal. Los últimos años, las negociaciones con los compradores de crudo habían caído. Ese dato ya lo manejábamos en la empresa. Los clientes estaban disminuyendo, sabíamos la razón, no querían tratos ni con ella ni con su padre. Pero tenían el 30% de las acciones, el suficiente capital para que nadie pudiese revocarles en sus puestos.
Se nos escapaba algo. Éramos conscientes. Jacob y Seth se desplazaron a la oficina de aduanas, dónde interrogaron a los agentes en busca de algún dato. Nada les pudieron decir. Sólo que cambiaron al agente habitual que hacía los pesajes de crudo ya que éste se despidió. Un tal Mike Newton.
Buscaron, preguntaron, pero era como si la Tierra se le hubiera tragado. La misma Tanya Denali dijo que desapareció sin más, y desde hacía unos meses trataban con otro agente.
Con la ayuda de Gemma York, la antigua asistente de Jason Blake, conseguimos los nombres de algunos de los compradores que abandonaron los tratos con la compañía. Hicimos volver a su asistente desde California, ella no puso reparos en ayudarnos. La última vez que nos vimos fue en los funerales, estaba claramente consternada y se ofreció para cualquier cosa.
Ella me acompaño a dos visitas que programamos. Una de ellas, era el cliente más importante que teníamos y rompió el trato de venta. Nos dio bastantes datos que nos alarmaron. El más importante, la razón para romper con nuestra compañía, era que recibían menos crudo del que compraban. Al ver nuestras caras consternadas, nos dijo que habían comprobado, como en cinco ocasiones, la cantidad de crudo había sido falseada en aduanas. Reclamaron, y por su puesto los Denali defendieron su inocencia. Denunciaron a la compañía, pero el tal Mike Newton presentaba los pesos oficiales y desestimaban la denuncia.
No me podía creer que todo eso se hiciese a espaldas de mi marido y de Blake. Jamás tuvimos constancia de dichas denuncias. O al menos, yo no las tuve.
La investigación se centró en la búsqueda de Mike Newton. Ya había un cabo del que tirar. Ahora, sólo había que encontrarlo.
Esa misma mañana, había quedado con las chicas y Emmet para el almuerzo. Se nos unieron Ariana, Gemma y Jessica, la actual asistente de Ángela y Ben a la que Rose ascendió en su ausencia.
La comida transcurría con el tema de conversación de los clientes que rompieron su contrato con nosotros. Hablaba del tal Mike Newton, nadie lo conocía. Nadie lo había visto jamás por la compañía. Era frustrante. Todos hablábamos excepto Jessica, que se mantenía extrañamente callada,
-Estás muy callada Jess- Rose llevaba tiempo mirándola. Ella reaccionó dando un respingo en la silla.
-Yo conozco a ese Newton- Dijo dejando la copa en la mesa y mirándonos a todos que nos habíamos quedado mudos de repente.
-Habla por favor- La invité. Ella tomó aire y me miró.
-Hace unos dos meses, me encontraba en una discoteca. Salí a respirar aire puro, me encontraba mareada, y bueno, vi a ese Mike con Tanya- Paró y me miró.
-¿Les viste a los dos?- Pregunté ansiosa.
-Sí. Ellos estaban apoyados en un coche. Ella hablaba airada, moviendo mucho los brazos, y él la respondía con gritos-
-¿Pudiste oír lo que decían?- Preguntó Emmet.
-Sé, que está mal decir esto pero… Bueno, me acerqué. Parecían estar discutiendo, todos sabemos quien es Tanya Denali, y pensé que sería uno más de su lista a quien estaría despachando- Miró avergonzada y asentimos.
-El caso, es que me aproximé y me situé lo suficientemente cerca para oír lo que decían, y me quedé atónita- Paró para mirar a todos, y Rose la conminó a seguir ansiosamente.
-Ella le decía que se arrepentiría si abría su bocaza, que le iría mal, y entonces fue cuando él dijo…- Paró para tomar aire, los demás se removieron en sus sillas claramente ansiosos.
-Sigue- Ordenó Rose.
-Le dijo que si haría con él lo mismo que con los demás, a lo que ella respondió que ya sabía a que atenerse, entonces Mike sonrió sarcásticamente y le respondió: Cuidado Tanya, tienes mucho que perder si abro la boca".Ella le dijo:"ya sabes que no me temblará el pulso Newton. No me tembló hace seis meses".- Jessica retorcía sus manos visiblemente nerviosa.
Las caras de los demás eran un poema. Las de Ariana y Bella se transformaron en una mueca dolorosa. Ambas se miraron, la comprensión de esas palabras hacía estragos en ellas. Bella tembló, cerró los ojos y Alice le apretó fuertemente una de sus manos.
-¿Por qué no dijiste esto antes?- Emmet acusó visiblemente enfadado a lo que Jessica reaccionó bajando la cabeza antes de responder.
-Porque desconocía todo, porque ha sido hace unos minutos cuando he empezado a atar cabos. No sabía nada de ese tal Newton, no podría haberlo asociado de ningún modo a nuestra compañía.- Se defendió.
-Lo sé. Es cierto. Te pido disculpas- Emmet habló dulcemente y ella le sonrió tímidamente.
Rose se levantó de un salto, y mirando a Bella que seguía sostenida por Alice ,se acercó a ella lentamente agachándose y tomándole la cara poniéndosela frente a ella.
-Bella cariño, vamos a ver al Inspector Black- Bella comenzó a temblar, presa del dolor de sus recuerdos.- Tranquila cielo, todo va a salir bien. Te lo prometo.- Le dijo Rose besándole la mejilla.-Vamos- Tiró de ella poniéndola en pie.
Ariana también estaba desconcertada, perdida también en sus recuerdos, por lo que tuvo que ser Gemma quien tirase de ella.
-Ari, tenemos que irnos cielo- Y siguieron a todos que ya estaban de pie esperando para salir del restaurante.
Al llegar a la comisaría, tuvieron que esperar a ser recibidos, ya que Black estaba en una reunión. Una hora después, Jacob salió a recibirlos y les dio paso a su oficina. Bella y Ariana ocuparon las dos únicas sillas disponibles, quedándose los demás, de pie apretujados en el estrecho espacio.
Jessica repitió las mismas palabras que en el almuerzo. Seth tomó nota de todo, y salieron de ahí con la Búsqueda y Captura interna del tal Mike Newton, y con la imposición de no decir nada a nadie al respecto, con el objetivo de no alertar a los Denali.
Alice se llevó con ella a Bella. Esta última, desde que regresaron, se alojaba en la mansión de sus suegros. Los recuerdos de su casa eran demasiado vívidos y dolorosos. Lo intentó. Intentó respirar en esa casa, pero no podía. Joel no dijo nada, el estaba feliz con su tía y su abuela, sólo que echaba de menos Las Maldivas.
El asunto de Edward salió inevitablemente. Es muy difícil pretender que un niño de seis años guarde silencio. Así que, la segunda noche tras su regreso, Joel lo mencionó en la cena.
-Abuela, ¿sabes que mamá tiene novio?- Bella y Alice se tensaron, y Jackie casi se atraganta con los guisantes.
-Joel, no es el momento- Reprendió su madre.
-Creo que cualquiera lo es- Susurró Alice mirándola y apretando su mano en señal de apoyo.
-Y bien…- Jackie miró a Bella.
Bella respiró hondo. No estaba preparada, no aún. Era su suegra, la madre de su difunto esposo, su reciente difunto esposo. No sabía como lidiar con esto. Estaba realmente asustada.
-Lo conocí en Las Maldivas- Dijo en apenas un susurro.
-¿Es serio?- Preguntó en tono neutral.
-Bueno… Yo… Supongo que sí- No levantó su mirada.
-Bella- Llamó Jackie.- Mírame- Ordenó y Bella obedeció.
-¿Le quieres?- Preguntó.
-Sí.- Suspiró.
-¿Es un buen hombre?- Volvió a preguntar.
Bella asintió y sonrió tímidamente.
-Lo es madre. Es Noble, honrado, serio y quiere a Bella y a Joel- Alice habló con determinación, a lo que Jackie respondió dejando resbalar unas lágrimas. Bella se contrajo.
-Jackie, yo… Lo siento- Agachó la cabeza. Sabía que no era el momento.
-No hija, es sólo que… - Jackie se detuvo antes de continuar.- Tienes derecho a rehacer tu vida, sólo que es tan pronto…- Jackie no quería dañar a Bella, pero tampoco podía evitar sentirse contrariada.
-Lo sé, quizá no…- Jackie la interrumpió.
-Cariño, las cosas pasan cuando tienen que pasar. No te disculpes.- Se levantó dirigiéndoles una sonrisa a todos.- Creo que me voy a acostar, estoy cansada- Dio un beso a Joel, y apretó con cariño el brazo a su nuera y su hija antes de retirarse del comedor.
La mesa se quedó en silencio. Bella no apartó la vista del plato. Joel permanecía a la espera y Alice se reclinó en la silla.
-La he fallado. Soy un monstruo- Bella no pudo más y comenzó a llorar. Alice la abrazó y Joel se asustó cuando su madre comenzó a llorar.
-¿Es culpa mía, verdad mamá?- La cara de Joel era la de un niño que sabe que ha hecho mal.
Bella reaccionó soltándose del abrazo de Alice, y tomando a su hijo en brazos.
-No mi vida, no has hecho nada mal. Es culpa mía, no tuya. ¿De acuerdo?- Joel asintió y enterró su rostro en el cuello de su madre.
Bella se giró a Alice, le hizo un gesto con la cabeza cuando ésta iba a intervenir.
-Mañana Alice. Mañana- Esta asintió, y se limitó a mirar a su cuñada mientras salía de la habitación suspirando.
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