La vio. Lo supo en cuanto el ruido del coche les obligó a voltearse. Iba por ella, pero algo falló en el camino…
¡No! No No No No Noooooooooooooo
Sus ojos abiertos en cuanto la comprensión llegó a su cerebro. La gente gritando, zarandeándola ¿Estás bien? ¿Te encuentras bien? ¿Qué ha pasado? ¿Llamamos a alguien? Miles de preguntas en breves segundos llegaban a su cabeza, pero ella luchaba por zafarse de la multitud que la rodeaba.
-¡DEJENMEEE!- Chilló impotente- ¡EDWARD!- Chilló de nuevo presa del pánico- ¿DÓNDE ESTÁS CARIÑO?- Logró zafarse de los fuertes brazos que la envolvían y avanzó un par de metros para caer fulminada al asfalto.
Ahí, frente a ella, el cuerpo inerte de Edward yacía sin expresión alguna en su rostro. Sus ojos cerrados, su cuerpo maltrecho, en una postura antinatural, su brazo derecho extendido y su mano abierta.
-DIOS MIO NOOOOOOOOOOOOOOOO NOOOOOOOO POR DIOSSSS NOOOOOOOOO- Gateó hasta él, tomó su mano y la besó repetidas veces- Edward amor- Acarició su rostro acercando sus labios a los suyos- Edward por favor… Háblame cariño… Por favor- Pedía desesperada mientras su mano iba frenética a su pecho. El terror se instaló en su rostro- NOOOOOOOOOOO- Chilló desesperada.
-Señora… Señora. Apártese, soy médico- Notó como alguien la empujaba y se arrodilló al otro costado sujetando la mano de Edward.
El hombre puso su oído en el pecho e hizo una mueca.- Apártese- Pidió de nuevo mientras con rapidez, se despojaba de su chaqueta- ¡Qué alguien llame a una ambulancia!- Chilló a la multitud.
Se aproximó de nuevo a él, se arremangó, le levantó el mentón y apoyó la cabeza sobre su pecho. Esperó diez segundos en esa posición, sopesando con la vista el oído y con su cara, si Edward respiraba. Cuando comprobó que no, se colocó a 90º sobre el cuerpo de Edward, rompió su camisa y sobrepuso las manos en su pecho, entre los pezones.
Uno, dos, tres, cuatro… Así hasta treinta compresiones. Acto seguido, levantó su mentón y le insufló dos veces. Repitió la operación varias veces. Comenzó a sudar por el esfuerzo.
-¿Dónde está esa maldita ambulancia?- Bramó
-Por favor, por favor… Sálvelo por favor…- Bella imploraba arrodillada, sin soltar la mano de Edward- Por favor…por favor… Tiene que salvarlo por favor. Necesito que viva- Su voz se rompió…
El médico, respiró hondo y cerró su puño, elevándolo al aire y descargándolo con todas sus fuerzas sobre el pecho de Edward.
-¡Vive Maldita sea! ¡Vive!- estrelló su puño una y otra vez. El cuerpo de Edward se agitaba debido a los golpes, pero nada hacía reaccionar a su parado corazón.
Oyeron a la ambulancia de lejos.
-Gracias a Dios- Suspiró el médico apartándose de Edward cuando la ambulancia estacionó.
De ella, bajaron a toda prisa un médico, una enfermera y un ayudante. Se posicionaron ante ellos y el médico habló.
-Parada cardio-respiratoria por traumatismo. Reanimación inefectiva durante diez minutos- Terminó de relatar apenas sin aire en sus pulmones debido al esfuerzo.
El médico de la ambulancia sacó el desfibrilador. La enfermera colocó un parche en el costado derecho, bajo el pecho y el otro en la parte superior del pecho izquierdo, sobre el pezón. Cargaron la máquina y aplicaron la descarga.
Nada.
-RCP- Ordenó la enfermera, y el médico volvió al masaje cardiaco, treinta compresiones y dos insuflaciones.
Nada.
-Nos lo llevamos al hospital- Se acercó otro de los ayudantes y cargaron a Edward sobre una camilla, lo introdujeron en la ambulancia y cerraron rápidamente las puertas.
-Quiero ir con él- Bella abrió la puerta.
-No puede Señora- Contestó el ayudante apurado.
-Necesito ir con él ¿NO LO ENTIENDEN?- La enfermera la apartó bruscamente de la ambulancia camino del interior de ésta.
- Diríjase al Truman Medical, ahí lo llevamos- Y se metió en la ambulancia, dejando a Bella perdida.
Buscó entre la multitud, buscó ayuda silenciosa, las lágrimas caían por su rostro roto.
-Por favor- Gimió a la nada
Unos brazos amables la rescataron. Giró su rostro y vio una dulce sonrisa.
-Vamos querida, nosotros te llevaremos- Miró a la mujer y al hombre que la llevaban, era el médico que atendió a Edward.
Se introdujo en un coche después de caminar unos cuantos metros, y cerró sus ojos a la realidad.
La ambulancia, atravesaba a toda velocidad las avenidas con la fúnebre carga dentro.
-¡Carga!- Ordenó la voz
El cuerpo de Edward sufrió otra sacudida.
-¡Tiene pulso!- Gritó la enfermera.
-Laringoscopio- Pidió el médico. Abrió la boca de Edward y observó la garganta a través de la pequeña luz que emitía el aparato.
La enfermera le pasó el Tubo Endotraqueal ya lubricado, y el médico lo introdujo en la garganta de Edward. Una vez hecho, inyectó aire a través de uno de los tubos mediante una jeringuilla, lo que ocasionó, que el globo interno del tubo se hinchase, abriendo a su paso las vías respiratorias. Introdujo la Cánula de Guedel, y lo fijaron con esparadrapo.
Edward estaba intubado.
Llegaron a urgencias y lo metieron rápidamente, lo monitorizaron y cogieron vías y gasometría. La enfermera de la ambulancia pasó a relatar el informe mientras el equipo de urgencias tomaba la camilla de Edward rumbo al box.
-Varón de 28 años con traumatismo craneoencefálico, contusiones en extremidades con posibles fracturas óseas. A la llegada a la escena del accidente, se le aplica protocolo de reanimación tras masaje durante diez minutos.
Desfribrilación no efectiva, con lo cual, su traslado a la ambulancia médica es inmediato. Se aplica nuevamente masaje cardíaco. Se toman vías en ambos brazos y se inyectan atropina, bicarbonato y demás.
No hay señal de pulso aparente. Se le aplica una segunda descarga sin éxito. Repetimos masaje cardíaco hasta que recupera el pulso. Se le estabiliza mediante sueroterapia urgente y es inmovilizado. A la llegada al hospital, inconsciente y en bradicardia.
El jefe de urgencias asintió y se dispuso a dar ordenes
-Quiero un electrocardiograma y que sea ¡Ya! Glucemia, gasometría arterial urgente. Hematimetría, recuento leucocitario, bioquímica sanguínea con urea, creatinina, sodio, potasio y demás. Todo. Radiografía de tórax, TAC craneal y torácico-abdominal, ecografía abdominal y cardíaca y veré si es necesario una punción lumbar. Sondaje vesical, medición de diuresis y sondaje nasogástrico. Lo quiero monitorizado- Dejó una carpeta sobre el cuerpo de Edward y salió del box.
El coche que llevaba a Bella, frenó en seco frente a la entrada de urgencias. Salió disparada al interior.
-Por favor- Llamó a uno de los residentes- El hombre que acaban de traer… -Respiró hondo y muerta de miedo.
-¿Qué hombre, señorita?- Preguntó con evidente prisa el residente.
-E… Edward- Se aclaró la garganta- Edward Cullen- Dijo con voz más firme.
-Lo siento señorita, pero no sé de quien me habla- Respondió con pesar antes de echar a correr por el pasillo. Dejando a Bella al borde del colapso, mientras su móvil sonaba dentro del bolso…
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