Próxima Estación: El Paraíso

Autor: caro508
Género: + 18
Fecha Creación: 12/06/2011
Fecha Actualización: 12/06/2011
Finalizado: SI
Votos: 15
Comentarios: 72
Visitas: 163605
Capítulos: 93

Tras la violenta muerte de su marido, Bella trata de reconducir su vida junto a su hijo embarcandose rumbo a un paraje de ensueño, donde descubrirá no sólo el amor, sino su propia fuerza para hacer frente a las duras pruebas que tendrá que superar.


Hola aquí estoy con otra historia que no es mía, esta vez el turno le pertenece Sethaum,  yo solo la subo con su autorización, otro fic entre mis favoritas, espero les guste…

Los personajes pertenecen a Stephanie Meyer; los que no pertenecen a la saga son de cosecha propia de la autora.


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Capítulo 21: No puedo más

Chicas capítulo con LEMMONS, si les incomoda esto entonces no leerlo….

 

Alice pasó por Joel temprano. Al principió le extrañó que ni su madre ni Edward fuesen con ellos, pero le convencieron con la excusa de hacer compras, y por su puesto, un regalo para él…

Bella, le despertó por la mañana, con un tierno beso en los labios y él no tardó mucho en responder. A lo que ella se separó divertida, susurrándole que tuviese paciencia. El, la miró extrañado mientras ella se dirigía a la cocina a preparar el desayuno. La ayudó, y entre beso y beso, prepararon una deliciosa ensalada de frutas, zumo y café para ellos, leche con cacao para Joel. Cuando éste bajó, Edward ya sabía que ellos no saldrían con los demás. No quiso preguntar, imaginaba de qué se trataba en cuanto Bella le preguntó seductoramente, si tendría el día ocupado.

Cuando se quedaron solos, ella se giró hacia el lentamente. En los ojos de ambos, ardía el deseo. Pasó a su lado, rozándolo intencionadamente y se dirigió al baño, abriendo el jacuzzi. El la observaba apoyado en el marco de la puerta, mirando embobado como se movía. Mientras el jacuzzi se llenaba, Bella tomó a Edward de las manos, y lo llevó junto a la pieza. Comenzó a desnudarlo lentamente, comenzando por sacarle la camisa, una vez está estuvo en el suelo, comenzó a acariciarle el pecho, sus hombros, sus brazos, su perfecta y musculosa espalda. Lo hizo tortuosamente lenta, provocando que Edward cerrase sus ojos, dejándose llevar por miles de sensaciones, todas ellas placenteras.

Continuó girándose, acariciándole los costados y parándose en su vientre. Bajó lentamente su bermuda, y él la ayudó a sacársela por los pies. Resbaló sus manos por las piernas, subiendo sus caricias hasta llegar a sus boxers. Giró hasta situarse detrás y lentamente bajó su prenda interior. Una vez desnudo, ella hizo algo que le dejó sin aliento.

Con uno de sus dedos, comenzó a delinear su cuerpo perfectamente sin apartar la mirada de él, que por momentos cerraba los ojos presos del placer. Delineó sus pechos, su columna vertebral, provocándole un escalofrío, cuando llegó a su trasero ella no pudo evitar darle un bocado, a lo que el respondió gimiendo divertido. Trazó su perfecto estómago, bajó por esa uve que la trastornaba, y acarició su vientre sin tocar su miembro, rodeándolo, dejando que su cálido aliento lo acariciase. El suspiró frustrado y Bella sonrió pícaramente antes de pararse frente a él, subir sus manos resbalándolas por su torso, hasta entrelazarlas en su nuca y atraerlo hacia ella, para estamparle un beso húmedo.

Sintió como se separaba de él y abrió los ojos para encontrarla mirándolo seductoramente. Se acercó a ella, y repitió el proceso de desnudarla. Dejó que su necesidad permaneciese controlada mientras sus manos viajaban minuciosamente por su piel. Cuando sacó el camisón de Bella por su cabeza, lo dejó caer por su espalda, frotándole ésta con la tela sensualmente. Sus ojos quedaron apresados a sus senos. Se obligó a mantener su boca alejada de ellos, pero no resistió acariciarlos de manera suave. Fueron caricias plagadas de deseo, pero no dejando entrever necesidad. Esto fue un verdadero ejercicio de autocontrol para él. Le costaba tener a su mujer desnuda ante él, y no perderse en su gloria.

Pasó sus manos tenuemente por sus caderas, quedándose prendidas en sus braguitas. Acarició la zona que rodeaba la goma de éstas, y lentamente se las bajó, acompañando de caricias el recorrido hasta los pies. Giró a la hermosa mujer, y deslizó su nariz desde la nuca hasta sus nalgas, dónde repitió juguetonamente el mordisco. Bella dio un respingo al sentir sus dientes clavarse dulcemente en su piel. Volvió a subir por su espalda con sus manos, llegando al cuello de ella y soltándole su sedoso pelo. Lo acomodó, lo aspiró, lo acarició y depositó un dulce beso en su sien. Cuando quedó frente a ella, su boca se posó en la de ella y la besó profundamente.

Se miraron por unos instantes, completamente desnudos. Recorriendo su anatomía con sus miradas, recreándose, acariciándose con los ojos. Ella le tomó de la mano, y le hizo seguirla al jacuzzi. Se quedaron de rodillas, uno frente al otro, mirándose a los ojos, leyéndose mutuamente. El, cogió una esponja, y delicadamente se la pasó por sus hombros, tomó uno de sus brazos, y se lo lavó, ella le miraba maravillada, enamorada, repitió el proceso con su otro brazo y la pidió girarse para enjabonarle la espalda. Retiró su melena cubriendo toda la zona con la esponja, con movimientos tan dulces, que hacían que Bella se estremeciese, volvió a pedirle que se girase, y comenzó a lavarle los pechos, con exquisita dulzura, dejando que sus dedos descuidadamente acariciasen los pezones. Bella gimió, y tomó la esponja, haciendo que Edward usase sus manos sobre ellos.

Le dedicó su jodida sonrisa, y cumplió su deseo, deslizando sus manos enjabonadas siguiendo el trazado de sus pechos, maravillándose de la textura de sus cimas, apretando sus pezones entre sus dedos. Bajó por su estómago y sus caderas, tomándola de éstas y haciéndola levantarse. Volvió a enjabonarse las manos, y las posó en sus nalgas, frotándolas, apretándolas acariciando su separación con sus dedos, provocando gemidos en ella, giró y la separó las piernas, frotando su entrepierna, lavándosela con absoluta dedicación, por lo que ella tuvo que agarrarse a sus hombros temiendo perder el equilibrio. Conscientemente acariciaba su clítoris, aunque no profundizase en las caricias, bajó por cada una de sus piernas, deteniéndose en sus pies, masajeándolos dedicadamente mientras la hacía sentarse en el borde del jacuzzi. Hizo que se levantase de nuevo para lavarle su cabello, con una ternura increíble. Una vez que hubo terminado, la besó dulcemente.

Ella, tomó la esponja, y comenzó a lavarlo, deteniéndose en su perfecto torso. Estaba particularmente impresionada de esa parte del cuerpo de Edward, aunque no era la única…

Masajeó su espalda ya sin la esponja, trazando círculos y dibujando embobada surcos de espuma, deslizó sus manos hasta sus nalgas, rodeándolas y apretándolas, a él le gustó y mordió sus labios, Bella se inclinó para frotar sus piernas, sin prisa, disfrutando de la sensación que los músculos trabajados de él, hacían en sus manos. La verdad, es que admiraba el perfecto cuerpo esculpido de Edward, se perdía contemplándolo y el no podía evitar sentirse orgulloso. Cuando ella se giró de nuevo frente a él, con los ojos clavados en su miembro, no pudo evitar morder su labio, era grande, ya lo había visto y sentido antes, pero no lo había admirado en toda su extensión como ahora. A pesar de que el estaba excitado en ese momento, se podía decir que estaba maravillosamente dotado desde el punto de vista femenino.

Al igual que él, procedió a someterlo a una pequeña tortura cuando enjabonó su vientre evitando tocar su sexo, si enjabonó sus testículos dedicándoles una especial atención. Edward cerró los ojos y apretó los labios para no dejar escapar un jadeo, cuando notó la mano de ella deslizarse por sus testículos, y un dedo rozó su perineo directo a su entrada, lo masajeó introduciendo la punta de su dedo y el echó su cabeza atrás. Bella realmente jamás había hecho algo así, pero se sentía fuerte, poderosa, y cuando comprobó que no sólo le gustaba sino que le excitaba, tomó nota mental para siguientes ocasiones.

Sonreía con satisfacción cuando tomó su miembro y lo lavó masturbándolo ligeramente. Edward la miraba serio, absolutamente excitado. Tenía su miembro duro y listo, por lo que Bella procedió a lavarle el pelo, o no pararía…

El se sentó mientras ella enjabonaba su pelo y mientras iba rozando su estómago con la lengua. Se aclararon mutuamente con la ducha, y sin secarse, Edward cargó con ella hasta la cama.

Ambos quemaban, sus cuerpos empapados se restregaban, él sobre ella. Sus lenguas se desataron libremente, primero en su boca, embriagándose con la saliva del otro, sus manos recorrían ansiosas sus cuerpos.

Edward se separó ligeramente, y comenzó a lamer por el mentón de Bella, sorbiendo el agua de su cuerpo, succionando su carne allá dónde se le antojaba. Cuando llegó a sus pezones, llenó su boca de ellos, los succionó con necesidad, jugó con ellos entre sus dientes provocando que Bella se retorciese bajo el. Les daba lamidas húmedas, llenándolos de su humedad para luego sorber de ellos, notando como sus pezones se estiraban en su boca, bajó por su estómago, sin dejar de dedicar protagonismo a los pezones, ambos tomados entre los dedos de Edward, retorciéndolos, dejando a Bella jadeante en su camino hacia su entrepierna.

Cuando llegó a ella, no demoró al pasar su lengua en una lamida escalofriante. Bella lo agarró de su mojado pelo y jadeante apretó su cabeza contra ella. Edward se recreó en su sexo, no dejó milímetro por lamer, probar y besar, cuando llegó a su clítoris, Bella se arqueó pegando su sexo a la boca de Edward. Mordió suavemente esa parte, ella enloquecía y el llevó sus dedos para que ella los lamiese. Los chupó y succionó lascivamente, haciendo que el miembro de Edward se quejase. Retiró los dedos de su boca, y bajándolos entre sus senos, acarició su vientre para penetrar con ellos a Bella.

Uno, dos… Tres dedos bombeando dentro de ella, cambiando el ritmo, incrementando el placer al unir su lengua al acto. Bella comenzó a sentir espasmos, y Edward lo aprovechó para introducir su lengua retomando el lugar de sus dedos y penetrarla con ella. Su pulgar friccionaba su clítoris sin descanso, y sintió como Bella llegaba al orgasmo, y bebió de él, no dejando escapar ni una sola gota de ese afrodisíaco néctar.

Bella relajó sus piernas, aflojando la presión que ejercían en Edward y suspiró jadeante, tirando de el hasta su boca, que tomó de manera lujuriosa, saboreando su propia excitación, pero no entreteniéndose demasiado y girando para posarse sobre él.

Mientras descendía por su torso lamiéndolo jugosamente, podía sentir como su dura erección se clavaba contra su vientre y estómago. El emitía gruñidos, cada vez que ella se rozaba contra su miembro. Sus dientes y su lengua tomaron los pezones de Edward, mientras sus mordiscos y lamidas sacaban intensos gemidos, bajó serpenteando por su estómago y su vientre. Cuando llegó a su miembro, dejó que su aliento caliente lo envolviese, y Edward se arqueó buscando la proximidad de su boca.

Lo tomó en su mano, y comenzó a acariciarlo acercando su lengua a su glande, dando pasadas rápidas, lamiéndolo y empapándolo con su saliva. Comenzó a introducirlo en su boca lentamente, acomodándolo en ella. Edward permaneció dolorosamente inmóvil, luchando contra sus ganas de embestirla, mirando a esa mujer que lo estaba llevando al cielo. No logró introducirlo entero, y se ayudó con la mano para comenzar a masturbarlo.

Ella incrementaba el ritmo y el le tomó la cabeza para sujetarla, ésta vez si, terminó por penetrar su boca dejando su cabeza caer contra la cama. Ella apartó sus manos, y sacó su pene, deslizando sus labios por el y llegando a sus testículos, que mordisqueó y lamió a placer, introduciéndolos en su boca. Edward se volvía loco cuando la sintió bajar hasta su ano y notó su lengua lamiéndolo mientras masturbaba su miembro. Volvió a sentir un dedo de ella abriéndose camino lentamente y ya no pudo más.

Bella notó que llegaba al orgasmo, y sin sacar su dedo de él, introdujo su pene en su boca, moviéndose rápidamente. Edward explotó en su boca arqueando su cuerpo, absolutamente ido. Jamás había tenido un orgasmo tan bestial. Ninguna de las mujeres con las que estuvo consiguió elevarlo a tal altura. Tenía que ser Bella, su mujer…

Ella limpió con su lengua todo rastro y gateó hasta la boca de él. Se la comieron con el ansia de un hambriento, sin tregua, mordiendo y lamiendo como desesperados masturbándose sin control.

Tomó a Bella y la giró tumbándola en la cama, si más se posicionó sobre ella poniéndose un condón e introduciéndose en ella lentamente acompañándolo ambos con un sonoro jadeo, la tomó por las caderas y elevó sus piernas poniéndolas sobre sus hombros. Sin dilación empezó a estoquearla hasta el fondo, notando como llenaba su interior con su miembro. Las paredes de ella lo recibían, apretándolo, sacándole gruñidos placenteros. Edward apretó más hondo, aumentando la velocidad de sus embestidas, mordiendo sus piernas y llevando su pulgar al centro de ella.

-Más Edward…más fuerte… más rápido… más… más…más…- Gemía como loca.

-Dios Bella, me vuelves loco preciosa- La perspectiva de su mujer delante de él, era demasiado.

-Ohh más… más rápido- Rogó.

Edward incrementó aún más la velocidad, estaba completamente descontrolado mirando a Bella, su preciosa cara contraída en muecas de placer, de absoluto y puro placer.

Llegaron juntos a las puertas del cielo, tomados de las manos, gritando sus nombres fuertemente. La intensidad de su orgasmo fue brutal y quedaron tendidos en la cama para recuperar el pulso y sus respiraciones.

No acabó el día ahí. No hubo zona de la cabaña que no descubriesen sus cuerpos desnudos. Ni se vistieron ni salieron para nada. Estaban demasiado ocupados en dar a sus cuerpos, el amor y la atención que precisaban…

 

Woooah que capitulo más emocionante, ahora si que liberaron “tensión”, que les pareció, estoy sin palabras por así decirlo.

Comenten el capitulo y si les gusta la historia de un votito. Saludos  

 

Capítulo 20: Comenzando? Capítulo 22: Interrogatorio

 


Capítulos

Capitulo 1: Introducción Parte 1 Capitulo 2: Introducción Parte 2 Capitulo 3: Introducción Parte 3 Capitulo 4: Aterrizando en la realidad Capitulo 5: Acostumbrándome al vacío Capitulo 6: Ya lo he visto.... He visto el mar Capitulo 7: Buceando en tus aguas Capitulo 8: Estupendo, está pillado Capitulo 9: Me lías, me lío? ¿Nos liamos? Capitulo 10: ¿Porqué no me siento culpable? Capitulo 11: ¿Es ella? Sí. Es ella Capitulo 12: Lo que me haces sentir Capitulo 13: Lo Siento Capitulo 14: Un "helado" interesante Capitulo 15: Un Imposible Capitulo 16: La Vista Capitulo 17: Agridulce Capitulo 18: Aclarando puntos Capitulo 19: Y ahora, ¿qué? Capitulo 20: Comenzando? Capitulo 21: No puedo más Capitulo 22: Interrogatorio Capitulo 23: Afianzando Capitulo 24: Ley de Murphy Capitulo 25: Maldita Zorra Capitulo 26: Despedidas Temporales Capitulo 27: De Nuevo Por Aquí Capitulo 28: Te Necesito Capitulo 29: La Perra y su Amo Capitulo 30: A esto se le llama caer bajo Capitulo 31: Haciendo Conjeturas Capitulo 32: 24 Horas Capitulo 33: Por fin estás aquí Capitulo 34: La Charla Capitulo 35: Escondido Capitulo 36: Hiel Capitulo 37: Rabia Capitulo 38: Primer Contacto Capitulo 39: Instrucciones Capitulo 40: Compromisos Ineludibles Capitulo 41: Reencuentros y Primeras Citas Capitulo 42: Coto Privado Capitulo 43: Cena de Navidad Capitulo 44: Cuentas Pendientes I Capitulo 45: Cuentas Pendientes II Capitulo 46: Comida infructuosa Capitulo 47: Chocolate Calientito Capitulo 48: Verdades como puños Capitulo 49: Actos y Consecuencias Capitulo 50: Confesiones a la luz de las velas Capitulo 51: Nada Capitulo 52: Canta para mí I Capitulo 53: Canta para mí II Capitulo 54: Estoy aquí Capitulo 55: ¿Maravilla? Capitulo 56: Amargo desayuno Capitulo 57: Haciendo balance Capitulo 58: Fiesta Capitulo 59: Año Nuevo, Vida... Capitulo 60: Otra vez no Capitulo 61: No puedes irte... Capitulo 62: El presente Capitulo 63: Deja vú Capitulo 64: Des... Esperanza Capitulo 65: Desesperación Capitulo 66: Día Uno oscuridad Capitulo 67: Recogiendo Tempestades Capitulo 68: Día dos, tormenta Capitulo 69: Bombones Capitulo 70: Asimilando Capitulo 71: Día 15, como en casa Capitulo 72: Día 30, carta al cielo. Capitulo 73: Siguiendo la pista Capitulo 74: Desnudando el alma. Capitulo 75: Día 57, señales Capitulo 76: Día 63, Luz Capitulo 77: ¿Qué hay de nuevo? Capitulo 78: Cuéntame Capitulo 79: Normalidad Aparente Capitulo 80: Face to Face Capitulo 81: SÍ Capitulo 82: Previa Capitulo 83: Para siempre Capitulo 84: Consumando Capitulo 85: Step by Step Capitulo 86: Separando Destinos Capitulo 87: Cosechando Capitulo 88: Sentencia Capitulo 89: Buenas Nuevas Capitulo 90: !Hola! Capitulo 91: Cerrando Ciclo Capitulo 92: Y Comieron Perdices Capitulo 93: Epilogo

 


 
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