Próxima Estación: El Paraíso

Autor: caro508
Género: + 18
Fecha Creación: 12/06/2011
Fecha Actualización: 12/06/2011
Finalizado: SI
Votos: 15
Comentarios: 72
Visitas: 163691
Capítulos: 93

Tras la violenta muerte de su marido, Bella trata de reconducir su vida junto a su hijo embarcandose rumbo a un paraje de ensueño, donde descubrirá no sólo el amor, sino su propia fuerza para hacer frente a las duras pruebas que tendrá que superar.


Hola aquí estoy con otra historia que no es mía, esta vez el turno le pertenece Sethaum,  yo solo la subo con su autorización, otro fic entre mis favoritas, espero les guste…

Los personajes pertenecen a Stephanie Meyer; los que no pertenecen a la saga son de cosecha propia de la autora.


+ Añadir a Favoritos
Leer Comentarios
 


Capítulo 16: La Vista

Día 34 de estancia en Las Maldivas. Un día tranquilo. Joel había salido de pesca con Edward. Rose y Alice desayunaban conmigo en el hotel. Esa noche, había fiesta hawaiana, por lo que la vestimenta giraba en torno al tema, Y por lo que nos dijo Jasper, era habitual que el hotel de vez en cuando organizase fiestas cuyo motivo fuese un país, y esta noche, tocaba Hawai.

Alice ya se había preocupado de nuestra ropa, y estaba apurándonos para ir a tomar una clase intensa de baile. La verdad es que yo, para eso del baile era una negada, y no tenía pensamiento alguno de hacer el ridículo, pero no quería desilusionar a Alice, y no pasaría nada por ir a una tonta clase de baile, ya que no estaría obligada a mostrar "mis progresos", de modo que las seguí, y al llegar, nos dieron unos trajes autóctonos muy monos, lo malo vino cuando al vestirnos, miré la parte de arriba. Observé con horror que consistía en dos simples cocos.

-Ah no, no y no. No voy a ponerme eso- Negué varias veces.

-Vamos Bella, ¿qué problema hay? Se trata de divertirse, además, no enseñas nada tonta- Dijo Rose.

-Pues ¡te las pones tú!- le contesté malhumorada.

Alice reía sin parar sujetando la parte de arriba de su traje. Sin decir nada, comenzó a desnudarse y cuando se lo hubo puesto, Rose y yo la mirábamos divertidas. Mientras la decíamos lo bien que le quedaba, Rose cogió el suyo, y se lo puso.

-¿Qué a mí me queda bien?- Preguntó Alice ofendida -Entonces, a Rose le queda de fábula vamos- Respondió airada señalando a Rose. Y claro, la entendía. Rose conseguía eclipsar cualquier intento de figurar por nuestra parte, cuando de resaltar el cuerpo se trataba. Estaba espectacular, tenía un cuerpo precioso, y eso sirvió, para matar la tímida posibilidad que quedaba de que yo me vistiese como ellas.

Pero Alice no se rindió. Nadie era tan persistente como mi cuñada, y Rose puso su grano de arena.

-Bella, se trata de disfrutar. ¿Cuándo vas a volver a vestirte así? Estamos lejos de Kansas, en un Paraíso, hay una fiesta y hay que pasarlo bien. Así que, déjate de bobadas y ¡vive!- Lo dijo de una manera tan tajante, que sólo me quedó resignarme y aceptar.

Y ya tenía a Alice en mi cabaña dispuesta a transformarnos en auténticas hawaianas. La verdad es que no tardó mucho, ya que el maquillaje debía ser liviano, y nuestros cabellos permanecerían sueltos. Alisó el de Rose y el mío, nos encajó las tiaras de flores blancas a mi, amarillas a Rose, y finalmente terminó por acabar su peinado. Al ser corto, se limitó a Alisarlo suavemente, y ponerse su propia tiara, ésta, de flores rosas. Joel llevaba una típica hawaiana verde estampada con palmeras y unos bermudas marrones. Alice, le puso una guirnalda de flores colgada de su cuello.

Y ahí estábamos los cuatro, disfrazados para la ocasión, esperando a Jasper que vendría a recogernos para la fiesta. La sorpresa fue mayúscula, cuando vi aparecer a Edward tras el, con otro chico francamente guapo, alto y musculoso. Rose se tensó a mi lado, y murmurando bajito en mi oído, me preguntó quien era ese chico, a lo que negué. No tenía idea, pero enseguida saldríamos de dudas.

-¡Chicas, estáis fabulosas!- Gritó Jasper enérgico.

-Gracias cariño- Le respondió Alice mientras se adelantaba para darle un pequeño beso.

Edward me miraba fijamente, en realidad, miraba mi cuerpo. No pareció darse cuenta de mi incomodidad cuando detuvo la vista en "mis cocos", parecía embobado, y sólo giró la cabeza cuando alguien carraspeó. Era el chico moreno que venía con él. Nos miraba entre divertido y nervioso.

-¡Oh!, perdonad- Dijo Edward -Chicas, éste es mi hermano Emmet. Em; ellas son: Alice, Rosalie y Bella. Y este hombrecito de aquí- dijo acariciando la cabeza de mi hijo- Es Joel-

-Encantado de conoceros chicas y chico- Dijo Em saludándonos a cada una de nosotras y extendiendo su mano hacia mi hijo, y éste la tomó gustoso.

-Rose- Dijo ésta rápidamente cuando le tocó el turno de saludo. Y sonriéndole tímidamente, le estampó dos besos en la mejilla

-Rose- Dijo Emmet asintiendo gustoso y devolviéndole la sonrisa.

-Bueno chicos, ¿nos vamos a la fiesta?- Preguntó Jasper tomando a Alice de la cintura.

Asentimos todos, y comenzamos a caminar. Alice y Jasper iban abriendo paso a los demás, abrazados y hablando entre ellos. Rose y Emmet, iban detrás de ellos hablando también, se les notaba emocionados el uno con el otro. Edward, se limitó a sonreírme y a seguirles. Cogí la mano de mi hijo, y comencé a caminar, no sin sentir una punzada de celos. Sí, me había mirado, pero no había dicho nada. Un qué bonita estás habría bastado. ¡Estúpido! pensé, y me sumí en un estado abatido.

Pero ¿qué esperabas? Tonta, tonta, tonta. Probablemente cuando lleguemos a la cena su novia, chica o lo que sea estará ahí esperándolo y tú aquí lamentándote por un tipo que ni siquiera ha tenido el buen gusto de decirte algo cortés. ¡Ni siquiera bonito caray! sólo algo cortés. Lo que pasa es que ni eres bonita ni lo estás, y si se ha quedado fijamente mirando "tus cocos" es porque ya los ha visto y simplemente le resultas ridícula.

Seguía con mis charlas mentales, cuando sentí la mano de Alice agitarse delante de mi cara.

-Bella, ¿estás bien?- Preguntó preocupada

-Sí… Sí Alice. Le respondí mientras aterrizaba en el mundo real.

-Parecías lejos, y además cabreada. De verdad, ¿Va todo bien?- Seguía preocupada.

-No pasa nada Alice, estaba pensando. Tranquila- Le sonreí.

-Bien, entonces entremos, los demás ya están sentados- Dijo tomándome de la mano.

Al entrar al restaurante, la música hawaiana envolvía el ambiente. Las mesas estaban decoradas con centros florales, y a ambos lados del comedor, había mesas rebosantes de frutas y comida típica hawaiana, en otro lateral, había una gran barra donde se servían los típicos cócteles hawaianos.

Observé, como Jasper colocó una bandeja de comida, fruta y bebida para Alice y él, pero el dolor fue muy intenso cuando al instante, aparecieron Rose y Emmet haciendo lo propio con otra bandeja para ambos. Edward no estaba por ningún lado, y me sentí ridícula, sola en ese mar de gente. Jasper me miró con lastima, y se levantó dirigiéndose a mi.

-Bella, ¿qué os traigo a Joel y a ti?- Me preguntó simulando normalidad.

-Nada Jasper, ya me encargo yo- Le respondí muy molesta y tratando por todos los medios de no llorar.

Le pedí a Joel que esperase en la mesa, y me dirigí a recoger una bandeja cuando una voz dulce habló detras de mí.

-Lo siento, había cola- Susurró

Al volverme, estaba Edward sujetando una bandeja más grande que las otras, llena de comida y bebida.

-No sabía que coger, así que me limité a seguir el consejo de los camareros- Me dijo sonriendo tímidamente.

Quise gritar, quise llorar ahí mismo, quise besarlo, pedirle perdón por ser tan estúpida. Pero me limite a sonreírle con verdadera gratitud.

-Gracias- Dije mirándole con adoración a los ojos.

El me guiñó uno de ellos, y me dijo que lo siguiera a la mesa.

Se sentó entre mi hijo y yo, y comenzamos a repartirnos la comida en los platos. Miré a Jasper que me observaba alegre, y Alice a su lado hacía lo mismo. No entendí esa mirada, pero se la devolví y me dispuse a probar el primer trozo de fruta cuando Edward se acercó más a mí, y pegando su boca en mi oreja, me susurró bajito:

-Estás preciosa Bella- Al hablar, su aliento caliente llegó a mi cuello, y me derretí con la sensación del roce de sus labios en mi oreja y su aliento haciendo cosquillas en mi cuello.

Me costó un ejercicio inmenso de voluntad despegar mi oreja de sus labios, y me volví para responderle suavemente.

-La verdad, es que tú tampoco estás nada mal- Claro, que nada más terminar de decirlo, mis mejillas comenzaron a arder. Menos mal, que el bronceado lo disimulaba un poco. Pero el hizo eso que me mataba literalmente. Dedicarme su jodida sonrisa y noquearme.

-Mama, deberías probar este pescado, está muy rico- Dijo mi hijo sacándome del trance. A regañadientes solté la mirada de Edward y me volví a mi hijo.

-¿Cual cielo?- le pregunté inclinándome hacia el, quedando peligrosamente pegada a Edward. El pasó una de sus manos por detrás de mi espalda, y la posó suavemente dónde acaba ésta. Me tensé justo cuando mi hijo me estaba dando a probar un poco de su pescado. Movía su mano lentamente, acariciándome, provocando que casi me atragantase. Me enderecé de nuevo en mi silla, y después de tragar, le respondí a mi hijo.

-Tienes razón, está realmente rico cariño- Le sonreí y traté de retomar la compostura, cuando sentí de nuevo la mano de Edward acariciarme. Me volví a mirarlo, y el se limitó a sonreírme dulcemente.

La cena transcurrió entre conversaciones animadas, la mayoría de la charla, la sostuvo Emmet, contándonos como se había dejado caer por aquí. Nos contó, que Edward lo había invitado varias veces, y que al final se había tomado unos días de vacaciones para venir a verlo. Rose le escuchaba expectante, se la notaba atraía hacia el, y se quedaba embobada mirándolo.

Edward de vez en cuando, dejaba su mano en mi cintura, yo no decía nada, me gustaba que lo hiciera y el se limitaba a acariciarme incluso cuando hablaba. Al terminar de cenar, despejaron las mesas para iniciar el baile. Un grupo de danza autóctono se estaba posicionando en el centro del salón. Todos nos apartamos hacia donde habían colocado las sillas. Edward me llevó hasta una junto con mi hijo, todos nos sentamos juntos y de repente empezó a sonar la música.

Era espectacular verles, los hombres hacían acrobacias, y las mujeres movían las caderas a un ritmo frenético, embobando a todos los hombres de la sala. Recordé la clase que dimos por la mañana, y tocando a Alice en un brazo, me incliné hacia ella para susurrarle.

-¿Y tú quieres que yo haga eso?- Le pregunté incrédula

-Jaja, no Bella, se trata sólo de menear las caderas con cierto ritmo.- Respondió divertida

-¿Qué es eso de menear las caderas?- Me preguntó Edward demasiado cerca.

-Nada- respondí súbitamente colorada

-Es que hemos tomado una clase, y vamos a bailar después- Le dijo Alice cómplicemente

-No pienso bailar, ya bastante es que haya cedido en ponerme este ridículo disfraz, como para que lo remate haciendo un simulacro de baile- Respondí airada

-Pero lo harás bien, además, la pista estará llena, no es una exhibición cuñadita- Seguía insistiendo Alice.

-Dije que no- Corté tajante

-Pues es una pena- dijo Edward. Y bajando más el tono de su voz hasta casi convertirlo en un susurro siguió -Mueves bastante bien las caderas- Y ahí estaba, otra vez esa jodida sonrisa directa a mis defensas.

Yo estaba molesta con Alice, pero fue decir Edward esas palabras, y derretirme. Es más, me mojé. No pude evitar excitarme ante las palabras y el tono de Edward. ¿Qué pasaba aquí? ¿Por qué Edward de repente me prestaba toda la atención que no me había dado los días atrás? Me lo preguntaba, pero en ese momento lo único que deseaba es que el salón, junto con toda la gente, desapareciese y nos dejase solos a los dos…

 

Wii que les pareció a las chicas con trajes hawaianos, al fin apareció Emmett para las que se preguntaban y que papel cumple en el fic, pues vieron que es el hermano de Edward y ya Rose le empezó a poner los ojos de encima, por lo que Bella tiene una contrincante menos que pelear por Edward, jeje, espero les hayan gustado el capítulo, dejen sus comentarios y votitos…. Saludos.

 

Capítulo 15: Un Imposible Capítulo 17: Agridulce

 


Capítulos

Capitulo 1: Introducción Parte 1 Capitulo 2: Introducción Parte 2 Capitulo 3: Introducción Parte 3 Capitulo 4: Aterrizando en la realidad Capitulo 5: Acostumbrándome al vacío Capitulo 6: Ya lo he visto.... He visto el mar Capitulo 7: Buceando en tus aguas Capitulo 8: Estupendo, está pillado Capitulo 9: Me lías, me lío? ¿Nos liamos? Capitulo 10: ¿Porqué no me siento culpable? Capitulo 11: ¿Es ella? Sí. Es ella Capitulo 12: Lo que me haces sentir Capitulo 13: Lo Siento Capitulo 14: Un "helado" interesante Capitulo 15: Un Imposible Capitulo 16: La Vista Capitulo 17: Agridulce Capitulo 18: Aclarando puntos Capitulo 19: Y ahora, ¿qué? Capitulo 20: Comenzando? Capitulo 21: No puedo más Capitulo 22: Interrogatorio Capitulo 23: Afianzando Capitulo 24: Ley de Murphy Capitulo 25: Maldita Zorra Capitulo 26: Despedidas Temporales Capitulo 27: De Nuevo Por Aquí Capitulo 28: Te Necesito Capitulo 29: La Perra y su Amo Capitulo 30: A esto se le llama caer bajo Capitulo 31: Haciendo Conjeturas Capitulo 32: 24 Horas Capitulo 33: Por fin estás aquí Capitulo 34: La Charla Capitulo 35: Escondido Capitulo 36: Hiel Capitulo 37: Rabia Capitulo 38: Primer Contacto Capitulo 39: Instrucciones Capitulo 40: Compromisos Ineludibles Capitulo 41: Reencuentros y Primeras Citas Capitulo 42: Coto Privado Capitulo 43: Cena de Navidad Capitulo 44: Cuentas Pendientes I Capitulo 45: Cuentas Pendientes II Capitulo 46: Comida infructuosa Capitulo 47: Chocolate Calientito Capitulo 48: Verdades como puños Capitulo 49: Actos y Consecuencias Capitulo 50: Confesiones a la luz de las velas Capitulo 51: Nada Capitulo 52: Canta para mí I Capitulo 53: Canta para mí II Capitulo 54: Estoy aquí Capitulo 55: ¿Maravilla? Capitulo 56: Amargo desayuno Capitulo 57: Haciendo balance Capitulo 58: Fiesta Capitulo 59: Año Nuevo, Vida... Capitulo 60: Otra vez no Capitulo 61: No puedes irte... Capitulo 62: El presente Capitulo 63: Deja vú Capitulo 64: Des... Esperanza Capitulo 65: Desesperación Capitulo 66: Día Uno oscuridad Capitulo 67: Recogiendo Tempestades Capitulo 68: Día dos, tormenta Capitulo 69: Bombones Capitulo 70: Asimilando Capitulo 71: Día 15, como en casa Capitulo 72: Día 30, carta al cielo. Capitulo 73: Siguiendo la pista Capitulo 74: Desnudando el alma. Capitulo 75: Día 57, señales Capitulo 76: Día 63, Luz Capitulo 77: ¿Qué hay de nuevo? Capitulo 78: Cuéntame Capitulo 79: Normalidad Aparente Capitulo 80: Face to Face Capitulo 81: SÍ Capitulo 82: Previa Capitulo 83: Para siempre Capitulo 84: Consumando Capitulo 85: Step by Step Capitulo 86: Separando Destinos Capitulo 87: Cosechando Capitulo 88: Sentencia Capitulo 89: Buenas Nuevas Capitulo 90: !Hola! Capitulo 91: Cerrando Ciclo Capitulo 92: Y Comieron Perdices Capitulo 93: Epilogo

 


 
14444252 visitas C C L - Web no oficial de la saga Crepúsculo. Esta obra está bajo licencia de Creative Commons -
 10761 usuarios