Próxima Estación: El Paraíso

Autor: caro508
Género: + 18
Fecha Creación: 12/06/2011
Fecha Actualización: 12/06/2011
Finalizado: SI
Votos: 15
Comentarios: 72
Visitas: 163677
Capítulos: 93

Tras la violenta muerte de su marido, Bella trata de reconducir su vida junto a su hijo embarcandose rumbo a un paraje de ensueño, donde descubrirá no sólo el amor, sino su propia fuerza para hacer frente a las duras pruebas que tendrá que superar.


Hola aquí estoy con otra historia que no es mía, esta vez el turno le pertenece Sethaum,  yo solo la subo con su autorización, otro fic entre mis favoritas, espero les guste…

Los personajes pertenecen a Stephanie Meyer; los que no pertenecen a la saga son de cosecha propia de la autora.


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Capítulo 54: Estoy aquí

Bella tardó en reaccionar, pero enseguida se volvió para tomar su abrigo y su bolso, Edward también la acompañó.

El viaje de camino a su anterior hogar fue algo tenso. Black no quería informar de los últimos acontecimientos en el coche, pero si les informó de algunos puntos fuertes.

-Sra. Barnet…- Ella le miraba ansiosa después de saber que Mike había asesinado a Blake- No se preocupe- Cambió de parecer antes de soltar la bomba, tras la mirada que Edward le dirigió- En su casa hablaremos- Y se giró de nuevo en el asiento de copiloto sin volver a mirar a Bella.

En el otro coche, un serio Carlisle pensaba en la cara de su hijo al verle. No le notó tenso, eso le aliviaba en parte, pero sabía que tenían que hablar, aunque dejaría que Edward diese el paso cuando estuviese preparado. Apenas escuchaba a Abbot, quien a su lado, hablaba sin parar por teléfono.

-Si Brenda, todo. Necesito toda la información archivada y reciente de Paul Stevens. Absolutamente todo. En cuanto pueda, te mando el número de fax- Hablaba frenético.

Stevens… ese tipo ya había hecho de las suyas anteriormente, y ésta vez, no se escaparía. No en vano, a su "brillante" historial, ahora se le añadía ser cómplice de asesinato.

Llegaron a la antigua mansión Barnet, y Bella se tensó. Edward le acariciaba la espalda, tratando de relajarla. Sin más dilación subieron al dormitorio de matrimonio y Bella se paró en la entrada.

Todos los recuerdos la golpearon de frente…

Los chocolates los domingos por la mañana, las risas con Joel, las charlas antes de dormir y al despertar, las caricias, los besos, todo… Sus ojos se anegaron en lágrimas, no había vuelto a entrar desde el último día de vida de su esposo. Ella no pudo dormir ahí mientras permaneció en esa casa. Antes de Edward. Utilizaba la habitación de invitados, incapaz de conciliar el sueño entre esas cuatro paredes llenas de maravillosas vivencias que de un día para otro se convirtieron en recuerdos extremadamente dolorosos.

Estaba tal cual la dejó el día de autos. El mismo edredón, las mismas sábanas, los frascos de perfume intactos sobre la cómoda, las fotos… todas las fotos…

-Cariño…-Llamó Edward y ella giró lentamente la cabeza hasta enfrentarlo- ¿Estás bien?- Su preocupación era innegable, se veía en sus ojos, así como el dolor…

-Sí- Le regaló una pequeña, pero dulce sonrisa y el alma de Edward volvió a tomar el tamaño original.

Jacob llamó su atención, y Bella se acercó a él. Mientras eso ocurría, Edward no pudo más con su curiosidad, y contempló las fotos. Tenía verdadera ansiedad por ver a Christian, y no le defraudó lo que vio. No supo interpretar lo que sintió al ver a Bella brazada a su difunto marido. Quizá dolor, quizá pena, o quizá celos, en cualquier caso, estaba agradecido a ese hombre por haberla hecho feliz.

Se fijó en él con más detalle, la foto, estaba en el lado de Bella, en la mesita de noche. Lo supuso, porque en el opuesto, había un retrato de ella del mismo tamaño. Se podría decir, que Christian era un hombre guapo, un Alice en versión masculina. Cuerpo fuerte y terso, musculado pero no en exceso, no era tan alto como el, pero su altura era aceptable. Moreno, con unos felinos ojos azules, que sin embargo transmitían paz.

No se parecía a él en absoluto. Al menos, físicamente.

Bella le observaba mientras Jacob abría el maletín de su marido. No quiso decirle nada, optó por dejarle hacer. En realidad, tampoco le importaba que Edward mirase esas fotos, es más, en el fondo lo prefería. No había secretos entre ellos, con el tiempo fueron compartiendo información de sus vidas, y era bueno que Edward no mostrase reparos en contemplar con imágenes su pasado. Sí. Su pasado.

Tragó hondo ante esa realidad. Su corazón dolió al rememorar pasajes pasados, pero al levantar sus ojos y mirar a Edward, éste, dio un brinco. Era de él. De Edward, como en su día lo fue de Christian.

Jacob sacó a ambos del trance.

-Aquí está- Les mostró un Pen drive, y James miró a Bella.

-¿Hay algún ordenador o portátil por aquí?- Preguntó tranquilamente y ella asintió.

-Abajo, en el despacho de…- Se detuvo unos instantes- …Christian- Bajó la mirada y Edward la tomó de la mano apretándosela, infundiendo fuerzas.

Bajaron hasta el despacho, más recuerdos, pero ésta vez menos personales que los de su dormitorio. James tomó el dispositivo de la mano de Jacob, y encendió el ordenador. Insertó el dispositivo y… Voilá.

Ahí estaba todo. Los pesajes, las fechas, los pagos en "B" a Mike Newton, los registros, el transporte, los compradores… Todo.

-Esto no cambia el hecho de que la cárcel la tienen asegurada, bueno- Se corrigió James- Por lo menos Newton, ya que Denali tiene reservada una "suite"- Entrecomilló gestualmente con sorna- en el confortable corredor de la muerte- Bella abrió los ojos como platos y Jacob lanzó una dura mirada de reproche a Abbot.

-Gracias- Dijo sarcásticamente a éste, que comprendió demasiado tarde.

-¿De qué está hablando?- Señaló Bella a James mirando al Inspector.

-Sra. Barnet…- Edward abrazó por detrás a Bella, presintiendo lo que vendría- Tanya Denali mató a su marido- Se lo dijo todo lo suave que pudo.

Bella sintió que su cuerpo caía sin remisión. Sus piernas se convirtieron en una sustancia gelatinosa y sólo los brazos de Edward impidieron que acabase estrellada en el suelo.

-Lo sabía… lo sabía…- Musitó tristemente mientras sus ojos se aguaban- Le quería para ella, le quería para ella… Lo sabía- De repente abrió los ojos con terror súbito, desenfocados y se agarró tanto a Edward que éste tuvo que mitigar el jadeo de dolor- ¿Dónde está?- Siseó con odio. Nadie respondió.

-Cariño…- Edward trató de estrecharla entre sus brazos pero ella le apartó bruscamente. Eso le dolió.

-He dicho… que donde está- Repitió dirigiéndose a Jacob lentamente. Este miró a Edward y le hizo una seña con los ojos.

Edward se levantó y volvió a tomar el cuerpo de Bella entre sus brazos.

-¿No va a responderme, Agente Black?- Preguntó duramente, amenazadoramente.

-Hemos cursado la orden de detención. Es todo cuanto puedo decirle- Respondió éste afectado- Lo siento- Bella le miró sarcásticamente.

-¿Qué lo siente?- Sonrió con burla- ¡ ¿Qué lo siente?- Chilló y apretó los puños con violencia.

-Tranquilízate Bella- Le ordenó Edward al ver como su mujer temblaba incontrolablemente.

-¡No quiero tranquilizarme, maldita sea!- Volvió a chillar presa de los nervios- He convivido con la asesina de mi marido en una oficina durante… ¿Cuántos meses?- Ah, sí, veamos… ¿Seis… Siete? ¿Y me tengo que tranquilizar?- Bajó la intensidad de su voz, pero no el sarcasmo.

-Nadie lo sabía Bella- Intervino James y Bella giró hacia él como un resorte.

-Todos sabíamos quien era esa perra- Siseó con asco- Todos en esta maldita ciudad sabían la clase de alimaña que era- Miró con ojos acusadores a Jacob- ¿No se les ocurrió la idea del maletín hasta hoy?- Su saña escoció.

-Sra. Barnet- Comenzó Jacob- Entiendo su dolor, entiendo su rabia y frustración. Pero déjeme decirla que hemos hecho todo cuanto hemos podido- Se excusó Jacob.

-¿Todo?- Explotó Bella- ¡Pararon la maldita investigación por seis meses!- Le escupió.

-Le recuerdo, que no fue hasta la aparición de su supuesto prometido que no tuvimos un cabo del que tirar- Jacob también respondió con dureza, afectado por el ataque de Bella.

Bella humilló la cabeza. Consciente de su derrota y su vergüenza. Sintió plomo en sus piernas y Edward la llevó hasta el sofá.

-No pasa nada- Jacob intentó restar tensión al ambiente

-Has reaccionado al dolor cielo- Carlisle se sentó a su lado y tomó una de sus manos con cariño. Padre e hijo se miraron y Edward asintió- Han sido muchos meses, mucha presión y dolor. Muchos recuerdos y además, saber que esa víbora sigue por ahí… Créeme Bella, tu reacción es perfectamente entendible- Todos los hombres de la habitación asintieron ante esas palabras.

Pero Bella no estaba dolida sólo por eso. En su fuero interno la culpa hacía de las suyas. Esos malditos seis meses de inactividad de los que acusó a Jacob, transcurrieron con ella en una Isla, apartada de todo, en su maravillosa burbuja, abandonada al placer, a los brazos de otro hombre al que no sólo entregó su cuerpo, sino su alma, su corazón y su vida.

Se olvidó de aquello que la empujó a huir, y no sólo eso, se permitió el lujo de pasear su felicidad ante los ojos de su suegra.

-Lo siento Chris, te he fallado- Musitó en un hijo de voz, abatida. Se levantó lentamente y tras parar ante Jacob y pedirle perdón con los ojos, subió las escaleras y se dirigió a su dormitorio. Se tumbó en la cama y comenzó a llorar.

-Trata de entenderla y no la dejes sola. De repente, todos sus fantasmas han vuelto. Dale tiempo- Carlisle hablaba a un hundido Edward, quien contempló a la mujer de su vida subir rota al encuentro de sus recuerdos.

-Lo sé- respondió quedamente a su padre. Pero no sabía realmente que tenía que hacer en ese momento. Se sentía herido. Consciente de las circunstancias pero herido. Las palabras de Bella taladraron en su mente, abriendo un frío vacío.

-Edward- Jacob le sacó de sus pensamientos- Voy a ponerle protección. Hay algo que tienes que saber- Edward le miró fijamente sorprendido.

-Adelante- Le invitó a seguir.

-Mike nos advirtió. Tanya tiene entre ceja y ceja a Bella. Irá por ella- Edward se contrajo y su padre apretó su brazo- No la dejes sola en ningún momento Edward- El asintió confundido y asustado.

-¿Va a intentar matarla?- Pronunció con pánico.

-Eso creemos- Y James asintió.

Subió lentamente las escaleras, después de despedir al resto de los hombres. No sabía que iba a encontrarse, y tocó suavemente la puerta. Bella no respondió. Entró despacio y la encontró tumbada en la cama, con una foto de Joel entre sus brazos. Llorando silenciosamente. Edward se contrajo pero caminó con decisión hasta la cama. La tomó entre sus brazos y la recostó sobre su pecho.

Se sentía cohibido en esa habitación. En ese santuario de recuerdos. La apretó contra el y besó su cabeza varias veces.

-Estoy aquí cariño… Contigo- Bella se aferró a él y lloró con más intensidad.

-Te quiero Edward- Susurró en su pecho, y él… Suspiró aliviado… Tremendamente aliviado.

 

 

Capítulo 53: Canta para mí II Capítulo 55: ¿Maravilla?

 


Capítulos

Capitulo 1: Introducción Parte 1 Capitulo 2: Introducción Parte 2 Capitulo 3: Introducción Parte 3 Capitulo 4: Aterrizando en la realidad Capitulo 5: Acostumbrándome al vacío Capitulo 6: Ya lo he visto.... He visto el mar Capitulo 7: Buceando en tus aguas Capitulo 8: Estupendo, está pillado Capitulo 9: Me lías, me lío? ¿Nos liamos? Capitulo 10: ¿Porqué no me siento culpable? Capitulo 11: ¿Es ella? Sí. Es ella Capitulo 12: Lo que me haces sentir Capitulo 13: Lo Siento Capitulo 14: Un "helado" interesante Capitulo 15: Un Imposible Capitulo 16: La Vista Capitulo 17: Agridulce Capitulo 18: Aclarando puntos Capitulo 19: Y ahora, ¿qué? Capitulo 20: Comenzando? Capitulo 21: No puedo más Capitulo 22: Interrogatorio Capitulo 23: Afianzando Capitulo 24: Ley de Murphy Capitulo 25: Maldita Zorra Capitulo 26: Despedidas Temporales Capitulo 27: De Nuevo Por Aquí Capitulo 28: Te Necesito Capitulo 29: La Perra y su Amo Capitulo 30: A esto se le llama caer bajo Capitulo 31: Haciendo Conjeturas Capitulo 32: 24 Horas Capitulo 33: Por fin estás aquí Capitulo 34: La Charla Capitulo 35: Escondido Capitulo 36: Hiel Capitulo 37: Rabia Capitulo 38: Primer Contacto Capitulo 39: Instrucciones Capitulo 40: Compromisos Ineludibles Capitulo 41: Reencuentros y Primeras Citas Capitulo 42: Coto Privado Capitulo 43: Cena de Navidad Capitulo 44: Cuentas Pendientes I Capitulo 45: Cuentas Pendientes II Capitulo 46: Comida infructuosa Capitulo 47: Chocolate Calientito Capitulo 48: Verdades como puños Capitulo 49: Actos y Consecuencias Capitulo 50: Confesiones a la luz de las velas Capitulo 51: Nada Capitulo 52: Canta para mí I Capitulo 53: Canta para mí II Capitulo 54: Estoy aquí Capitulo 55: ¿Maravilla? Capitulo 56: Amargo desayuno Capitulo 57: Haciendo balance Capitulo 58: Fiesta Capitulo 59: Año Nuevo, Vida... Capitulo 60: Otra vez no Capitulo 61: No puedes irte... Capitulo 62: El presente Capitulo 63: Deja vú Capitulo 64: Des... Esperanza Capitulo 65: Desesperación Capitulo 66: Día Uno oscuridad Capitulo 67: Recogiendo Tempestades Capitulo 68: Día dos, tormenta Capitulo 69: Bombones Capitulo 70: Asimilando Capitulo 71: Día 15, como en casa Capitulo 72: Día 30, carta al cielo. Capitulo 73: Siguiendo la pista Capitulo 74: Desnudando el alma. Capitulo 75: Día 57, señales Capitulo 76: Día 63, Luz Capitulo 77: ¿Qué hay de nuevo? Capitulo 78: Cuéntame Capitulo 79: Normalidad Aparente Capitulo 80: Face to Face Capitulo 81: SÍ Capitulo 82: Previa Capitulo 83: Para siempre Capitulo 84: Consumando Capitulo 85: Step by Step Capitulo 86: Separando Destinos Capitulo 87: Cosechando Capitulo 88: Sentencia Capitulo 89: Buenas Nuevas Capitulo 90: !Hola! Capitulo 91: Cerrando Ciclo Capitulo 92: Y Comieron Perdices Capitulo 93: Epilogo

 


 
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