-Edward, tenemos que hablar-
Cuando Jasper interrumpía así una de sus clases de buceo, es que de algo serio se trataba.
-Bien chicos, la clase ha terminado- Edward se despidió de sus alumnos y abandonó la piscina rumbo a los vestuarios dónde le esperaba Jasper.
Al llegar, vio a éste sentado en uno de los bancos, con la mirada perdida en una de las ventanas, y el rostro serio.
-Por tu cara ha debido ser muy serio- Dijo mientras tiraba de la cremallera de su traje de neopreno.
-Lauren- Respondió escuetamente y Edward suspiró hondo antes de encarar a su amigo.
-¿Qué ha pasado?- Preguntó aburrido.
-Voy a despedirla Edward- Jasper le miró fijamente esperando su reacción.
Edward se sentó frente a el y se llevó los dedos al puente de la nariz.
-¿Tan grave ha sido?- Preguntó sin levantar la cabeza
-Una niña se puso enferma. Sus padres llamaron al hotel y Lauren se presentó dos horas después… Borracha- Las últimas palabras las soltó verdaderamente enfadado.
-Dios- Juró Edward - ¿Pero qué demonios le pasa a esa mujer?- Preguntó incrédulo.
-Ha perdido el rumbo, está desquiciada Edward- Respondió Jasper
-¿Dónde está?- Su voz era un susurro.
-Está en su casa. La dejé ahí mientras salía a tomar el aire y pensar fríamente. Se durmió enseguida. Apestaba a alcohol- Hizo una mueca de asco.
Edward bajó la cabeza y hundió las manos en su pelo. Recordaba a la Lauren que una vez fue su amiga.
-¿Qué pasó con la niña?- Seguía con las manos entre su pelo.
-El padre llamó varias veces hasta que Lauren apareció. Ellos mismos se encargaron de bajarle la fiebre con baños fríos. Cuando vieron el estado en qué llegó, llamaron al hotel pidiendo hablar con el responsable. Fredy me llamó y me dirigí inmediatamente a hablar con ellos.- Jasper paró el relato para respirar hondo antes de continuar.
-Cuando llegué vi a Lauren dormida en el sofá. El padre echaba humo, y la madre la señalo con odio. Me dijeron que denunciarían al hotel por negligencia médica. Tuve que regalarles su estancia después de disculparme unas veinte veces. Al final, accedieron y saqué arrastras a Lauren.-Terminó y miró a Edward que negaba con la cabeza repetidas veces.
-Dame unos minutos y vamos juntos.- Se levanto y caminó hacia la ducha mientras Jasper se dirigía hacia el exterior donde le esperó.
Llegaron a su casa. No hablaron durante el trayecto. Llamaron a la puerta pero nadie les respondió, así que Edward cogió la llave que ella escondía y entraron en la casa.
La encontraron dormida en la cama, el olor les hizo poner una mueca de desagrado. Toda la estancia estaba desordenada, sucia. Ambos se miraron preguntándose que demonios había pasado para que su amiga llegase a este estado.
Jasper la tocó el brazo, no respondía y la agitó con un poco más de fuerza. Nada.
La cogió en brazos y la puso debajo de la ducha.
-¡Qué demonios!- Se despertó de golpe al sentir el agua fría sobre su cuerpo.
-Despéjate. Te esperamos fuera- Ordenó tajante Jasper y salió del baño.
Cuando salió, los dos estaban sentados en el sofá. Al verla, Jasper se levantó.
-Siéntate- Le ordenó señalando una silla y ella obedeció.
Observó a Edward, el no la miraba y eso la dolió. Volvió la cabeza a Jasper. Tenía miedo.
-Lauren, voy a ser breve. Estás despedida. No creo que sea necesario enumerarte los motivos- Jasper fue tajante.
Ella bajó la cabeza. No dijo nada. No sabía que decir, ni creía tener nada que sirviera.
-Mañana pásate por la oficina de contratación. Se te dará la indemnización por despido. No lo haremos improcedente, considera eso una última muestra de amistad.- Jasper esperó una respuesta de ella pacientemente.
-Veo, que habéis optado por quitarme de en medio.- Murmuró al fin.
-¿Quitarte de en medio? ¡Ja! Esta si que es buena.- Respondió sarcástico Edward.
-Nadie más que tú ha decidido que las cosas sean así. Nos vamos Lauren. Tienes una semana para desocupar la casa. Tiene que estar limpia para cuando llegue tu sustituto.- Paró unos instantes , tomó aire y la miró - Espero y deseo que te vaya bien- No se acercó a ella, no hubo besos ni abrazos de despedida.
Ambos se dirigieron a la puerta, Lauren les siguió mirando hasta que Edward se giró y la dedicó una mirada de lastima antes de cerrar la puerta.
Eso la mató. Se levantó y arrastró dolorosamente los pies hasta la barra de la cocina, dónde descansaba una botella de vodka que abrió y vació directamente en su garganta.
Inconsciente, cayó sobre el suelo de la cocina. Retorció su cuerpo hasta quedar encogida en postura fetal, dejó que su cabello ejerciese de almohada sobre el sucio suelo y se abandonó a la inconsciencia de un mundo mejor.
Retomaron el camino de vuelta otra vez en silencio. No había sido agradable terminar así con una chica que durante mucho tiempo fue su amiga. Pero no se sentían responsables de su deterioro. Lauren pudo optar por otro camino que no fuese el de la debilidad. No soportó esa prueba, y no podía culpar al resto del mundo por eso.
-Creo que deberíamos llamar a sus padres- Convino Edward.
-Sí. Sinceramente, no la creo capaz de salir sola de esto, y nosotros no podemos hacer nada más- Edward asintió.
-No valgo tanto- Dijo de pronto apretando los dientes. Y Jasper le miró confundido, hasta que comprendió por dónde iba su amigo.
-Edward, espero que eso no sea una disculpa- Preguntó contrariado Jasper.
-No. No lo es. Es sólo que no entiendo que ha podido llevar a una mujer como Lauren a algo así. Por dios, nadie vale tanto como para arruinar la vida de otra persona- Maldijo Edward.
-Ella no es tan fuerte después de todo. Escogió el camino fácil para eludir la realidad. No luchó por cambiar las cosas y se conformó con lo que le tocaba.- Jasper estaba triste. El número de jefe irritado acabó cuando cerraron la puerta de la casa de Lauren.
-Creo que lo mejor para ella, sería marcharse de aquí- Concluyó Edward.
-Hablaré con su padre si no te importa. Creo que debe tomar cartas en el asunto, saber como están las cosas.- Dijo Jasper pensando en como decirle a sus padres por lo que estaba pasando su hija.
- Frank siempre ha sido un buen tipo. Cuidará de su hija mejor que nadie- Gracias Jasper. Edward le agarró el hombro a su amigo en señal de agradecimiento.
-¿Qué sabes de Alice?- Edward cambió de tema.
-Ella está bien.- Una tímida sonrisa adornó su cara y su amigo sonrió feliz.- Creo que me echa tanto de menos como yo a ella- Dijo arqueando una ceja.
-¿Lo dudas?- Preguntó Edward riendo.
-Que va. Es sólo que a veces me parece mentira pensar en esa mujer y sentir que es mía.- Jasper se dejó llevar por recuerdos con su chica mientras hablaba.
-Sé lo que sientes- Confesó Edward.
Los dos se miraron unos instantes antes de romper en carcajadas. Se dieron unos puñetazos cómplices y caminaron hasta el bar del restaurante, donde unas cervezas frías les esperaban.
-¿Cuánto crees que tardaremos en dejar todo listo?- Edward preguntó ansioso.
-Estamos ansiosos- Jasper respondía divertido.
-No veo la hora de besarla amigo. Necesito tenerla entre mis brazos casi tanto como respirar- Reconoció Edward.
-Alice me contó que empezarían hoy con las rondas de accionistas.- Contó Jasper.
-Sí. Bella me dijo que tenía muchas esperanzas con los socios más antiguos. Cuanto me gustaría estar ahí con ella. Le debe estar costando mucho reencontrarse con su pasado- Contrajo el rostro al pensar en ella.
-Es fuerte, y tiene a los demás con ella. - Le aseguró Jasper.- ¿Has hablado con Emmet?-
-Aja. Está estudiando los términos legales de la compra de las acciones de ese tal Stevens. No se fía. Es conocido en el mundillo de la bolsa no precisamente por sus escrúpulos a la hora de adquirir las participaciones de las compañías y Em le vigila en corto- Habló Edward mientras bebía de su cerveza.
Jasper suspiró sonoramente mientras bebía de la suya. No había nada que desease más en ese momento, que Alice siguiese ahí con él. Se aproximaba el día en que tendrían que decidir. Jasper lo tenía muy claro, tan sólo restaba impaciente los días que quedaban para volver a ver a su chica.
-¿Qué estarán haciendo en éste momento?- Preguntó Jasper
-Bueno- Sonrió Edward- Siempre podemos averiguarlo.- Dijo agitando el móvil ante él
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