Próxima Estación: El Paraíso

Autor: caro508
Género: + 18
Fecha Creación: 12/06/2011
Fecha Actualización: 12/06/2011
Finalizado: SI
Votos: 15
Comentarios: 72
Visitas: 163650
Capítulos: 93

Tras la violenta muerte de su marido, Bella trata de reconducir su vida junto a su hijo embarcandose rumbo a un paraje de ensueño, donde descubrirá no sólo el amor, sino su propia fuerza para hacer frente a las duras pruebas que tendrá que superar.


Hola aquí estoy con otra historia que no es mía, esta vez el turno le pertenece Sethaum,  yo solo la subo con su autorización, otro fic entre mis favoritas, espero les guste…

Los personajes pertenecen a Stephanie Meyer; los que no pertenecen a la saga son de cosecha propia de la autora.


+ Añadir a Favoritos
Leer Comentarios
 


Capítulo 28: Te Necesito

-¡Apártate de mí!- Gritó Edward mientras la empujaba hacia atrás sin ninguna delicadeza.

Lauren cayó al suelo, y se llevó las manos a la cara, en previsión de lo que se le avecinaba. Tenía el sabor de Edward en su boca, y aunque no fuese el mejor de los momentos, se relamió con gusto y esbozó una sonrisa que sus manos taparon. Edward se cubrió con el pantalón que Lauren le había bajado hasta las rodillas. Su enfado iba creciendo y se llevó los dedos al puente de su nariz, en un intento de calmarse. Imposible. Contó hasta diez sin mirar a la mujer que aún estaba en el suelo.

-Esto…- Edward se detuvo a coger aire.- Ha sido la gota que colma el vaso. ¿Lo sabes, verdad?- Le dijo entre dientes.

-Edward… yo…- Balbuceó Lauren mientras el le tiró encima su vestido.

-¡Tápate maldita sea!- ¿Pero, en qué demonios estabas pensando? Dios… ¿Qué demonios te estaba pasando por esa cabeza tuya para llegar a esto?- Ya estaba, Edward bufaba y no lo podía ni quería contener, Lauren había llegado al límite y lo había rebasado.

-Edward yo te quiero- Ella lo miró absolutamente rota.

-¿Y eso te da derecho a chupármela borracho? Llegas aquí, me la chupas dormido y borracho, y tu excusa es ¿que me quieres?- Edward la gritaba y ella agachaba la cabeza.

-¡Mírame maldita sea!- La ordenó el, y ella levantó un poco su cabeza.

El se levantó de la cama y visiblemente enfadado comenzó a dar vueltas alrededor de la habitación, pasándose repetidas veces la mano por su cabello hasta pararse delante de ella, que aún seguía en el suelo, encogida y cubierta con el vestido por encima.

-Escúchame Lauren, porque no te lo voy a volver a repetir. No te quiero. No te deseo- Cada vez que el la negaba, ella lo sentía como un latigazo y su cuerpo temblaba- Nunca ¿me oyes? Nunca he deseado tocarte, ni tener la necesidad de amarte. Y ahora dime, ¿Hay algo que no hayas entendido?- Continuó mordaz.

-No- Musitó ella bajando de nuevo la cabeza.

El se acercó más a ella inclinándose hasta estar a su altura.

-¿Podrías decirme entonces qué fue lo que No entendiste todos estos años?- Preguntó irónico.

-Yo…Yo no…- estaba asustada y se sentía incapaz de decir algo con coherencia. Tener a Edward absolutamente enfadado delante de ella, era intimidante.

-Tú. Tú ¡¿Qué? Demonios, ¡Contesta!- La casi inexistente paciencia de Edward acabó por diluirse en ese momento.

-No puedo ¿Entiendes? ¡No puedo aceptar que no me quieras a mí! No me lo merezco, ¡No me lo merezco!- Chilló por fin ella.

-Ohh vaya, la Srta. Lauren Mallory no puede aceptar que Edward Cullen NO ESTÉ ENAMORADO DE ELLA.- Gritó a su vez él y la dio la espalda soltando una sonora carcajada.

-¿Qué tiene esa zorra que no tenga yo?- Preguntó entre dientes visiblemente humillada

Edward se giró como un resorte, y destilando veneno por los ojos, los clavó en los de ella que ahora volvían a estar asustados ante su reacción.

-Me tiene a mí- Dijo escupiendo y vocalizando tranquila y mordazmente. Sabedor del daño que esas palabras estaban haciendo a Lauren.

Ella encajó la puñalada directamente en el boquete de su ya destrozado pecho. Era un golpe bajo, no, bajísimo. Ni siquiera eso, letal. Se apretó así misma antes de volver a fabricar veneno…

-¿Y qué pensará cuando se entere de que tuve tu polla en mi boca?- Hablaba sonriendo victoriosamente. Y la reacción de él no se hizo esperar.

-¿De verdad te conformas con eso Lauren? ¿De verdad crees que chupársela a un tío durmiendo la resaca es algo memorable? Acaso… ¿Te conformas con tan poco?- La hundía más y más, pero ya era tarde para parar- ¿Tan poco vales como para sentirte orgullosa, de que la única manera de chupársela a un tío que te desprecia es que esté borracho?- Ahora era él quien sonreía con absoluto desprecio.

-Me das asco- Escupió las palabras y contempló como el último resquicio de Lauren se diluía- Quiero que te vistas y te largues de ésta casa. Quiero que me olvides y jamás te acerques a mí. Quiero que desaparezcas de una maldita vez de mi vida- Intentó parecer sereno. No quiso echarla el mismo a la fuerza. Consideró que ya era bastante.

-Edward por favor no… Yo te quiero… Mírame por Dios. Perdóname… Lo siento. No sabía que más hacer. Te quiero…- Lauren lloraba desconsoladamente a la vez que confesaba de nuevo todos sus sentimientos.

-Tú no me quieres Lauren. Tú estás enferma- Edward volvía a perder la paciencia y se negaba a repetir los mismos términos una y otra vez.

-Llámalo enfermedad, llámalo como quieras. Pero te quiero, esa es la única verdad- Insistió ella sollozando.

-Tú única verdad Lauren. Has tenido muchos años para intentar olvidarme. Has tenido muchas oportunidades de hacerlo. Y si has llegado hasta aquí, ha sido únicamente por obsesión. Estás enferma, lo vuelvo a repetir, y yo ya no puedo ni quiero ayudarte. Se acabó Lauren. Se acabó- Edward se dirigió a la puerta.

-No me eches de tu vida, por favor- Rogó ella mientras se vestía.

-Demasiado tarde- Respondió serio

-No, no no no por favor. Cambiaré te lo prometo. Por favor Edward, no me eches de tu vida- Imploró poniéndose de rodillas.

-Por Dios Lauren, ¡ten un poco de dignidad!- Chilló él mientras la levantaba del suelo

-Por favor Edward, no me eches…- Lauren se colgó del cuello de Edward mientras lloraba con desesperación…

-Escúchame Lauren- Ordenó Edward mientras la quitaba las manos de su cuello y la obligaba a mirarle.- Sal de ésta casa y vive tu vida de una maldita vez. Olvídame. Quiero a Bella, amo a Bella, y voy a intentar pasar el resto de mi vida con ella y con su hijo. Por tu bien haz lo que te digo. Y ahora, sal de aquí- Edward se apartó, dejándola la puerta libre.

Lauren le miraba con ojos suplicantes, incapaz de moverse. Sabiendo que en cuanto atravesase esa puerta, todo terminaría.

-Te quiero. Siento todo esto.- Susurró ella al pasar a su lado mientras salía de su casa, y de su vida. Se giró para hablarle por última vez. Edward permanecía impasible, sin mirarla en ningún momento. Otra punzada más en su destrozado pecho.- ¿Podrás perdonarme algún día?- Preguntó temerosa.

-Adiós Lauren- Sólo respondió eso antes de cerrar no sólo la puerta de su casa, sino el capítulo de Lauren.

Caminó sin saber en realidad dónde iba. Sus pies la arrastraron hasta un bar dónde intentó ahogar sus penas, arrojándolas a una piscina de alcohol. En vano. Se sentía miserable, vacía, rota, humillada y despreciada.

-Ohhh siii Edward, así cariño… dame más… dame másssss- Gemía como una loca

-Mmmmm Edward amor, eres magnífico. Sigue ahhhhhh sigueeeeee- Pedía frenética.

-¿Te gusta así putita?- jadeó el

-Mmmmm Edward, me encanta cuando me hablas así… ahhhhh siiiii siiiii-

-Vaya, a la putita le pone Edward- Rió mientras la embestía sin control

-Ohhh Edward, me voy a correr cariño… ahhh me voy a correeeeerrr siiiiiii- Lauren se arqueó mientras el orgasmo la llenaba el cuerpo de placer, transportándola a otra dimensión y notaba como su amante hacía lo mismo y después de las ultimas embestidas se dejaba caer sobre ella.

-Ha estado genial. Eres maravilloso Edward- Se giró a besarlo pero no encontró labios que besar.

-Albert, me llamo ALBERT zorra. Estás enferma. No me extraña que ese tal Edward al que has desgastado el nombre te haya mandado al diablo. Porque ¿te ha mandado al diablo, verdad?- Se reía, se reía de ella mientras se vestía rápidamente deseando salir de esa casa y dejar a esa tipeja que apestaba a alcohol.

-Por cierto, has sido el peor polvo de mi vida- Escupió antes de irse.

Lauren miró al techo. No lloró. Ya no había más agua que derramar en su depósito. Había caído más bajo aún que el infierno. Simplemente se giró y se abandonó al sueño, deseando no despertar jamás.

Mientras eso pasaba, una conversación telefónica estaba dando lugar.

-¿Amor?- Llamó él.

-¡Cariño! Chilló ella.

-Dios mi vida. Te quiero- Suspiró él.

-Yo también Edward. Cariño, ¿pasa algo?- Preguntó extrañada Bella.

-Tengo que contarte algo que ha pasado ésta madrugada- Susurró Edward.

-Amor, me estás asustando- Bella no podía evitar sentir un escalofrío recorrer su espalda.

-Es Lauren. Ella… ella… bueno…- No sabía como empezar, como dar con las palabras adecuadas.

-Suéltalo ya Edward. ¿Qué ha hecho esta vez?- Bella sabía que lo que iba a oír no la iba a gustar. Respiró hondo y se mantuvo a la espera.

-Jasper y yo nos pasamos con la bebida, se notaba mucho vuestra ausencia y bueno, ya sabes…- Sonrió tímidamente esperando que ella comprendiese el motivo. Pero no escuchó nada más que la respiración agitada de Bella al otro lado.

-¿Qué has hecho Edward?- preguntó Bella al borde de las lágrimas.

-Nooo cariño, ¡por Dios! No es lo que piensas. Cálmate mi vida ¿sí?- Pidió desesperado cuando comprendió el camino que tomaban los pensamientos de su novia.

-Sigue- Respondió ella algo más calmada

-Me acosté borracho cariño. En realidad los dos lo estábamos. No me siento orgulloso pero, uff… No sé cielo. No sabía como afrontar la primera noche sin ti. -Respiró profundamente antes de continuar.

-No cerré bien la puerta, la verdad es que ni siquiera sé como llegué a mi casa y a mi cama- Contaba Edward.

-Ed, ve al grano por favor- Rogó una impaciente Bella.

-Bella… Esta mañana, me desperté con Lauren haciéndome una mamada- Soltó de golpe aguantando la respiración a la espera…

Silencio…

-¿Amor?- Preguntó el angustiado

Silenció acompañado de respiraciones cortas.

-¿Qué hiciste?- Preguntó por fin.

-Echarla- Respondió escuetamente.

-¿De tu casa?- Bella se notaba dolida.

-De mi vida- Sentenció él.

-Cuando vuelva quiero unos minutos con ella.- Edward iba a hablar pero ella le cortó- Edward, voy a tener esos minutos con ella. ¿Está claro?- Preguntó seriamente ella.

-Meridiano amor. Pero no creo que ya sea necesario. Yo ya le dije que las co…- Bella le interrumpió.

-Edward, si crees que esa perra se va a meter en la cama de mi novio a chupársela e irse de rositas, es que me conoces muy poco.- Bella bufaba y el se rió sin hacer ruido. Le encantaba que ella marcase su territorio. Le encantaba…

-Está bien cariño. Pero recuerda que tenemos algo pendiente- Dijo el aliviado a la par que divertido.

-¿El qué?- Preguntó ella confundida, y el no pudo evitar tener la imagen de ella arqueando sus preciosas cejas.

-El asunto de la marca- Susurró sensualmente.

-Ummm, déjame pensar como lo haré- Dijo ella divertida mientras se abandonaban a una conversación más profunda…

 

Capítulo 27: De Nuevo Por Aquí Capítulo 29: La Perra y su Amo

 


Capítulos

Capitulo 1: Introducción Parte 1 Capitulo 2: Introducción Parte 2 Capitulo 3: Introducción Parte 3 Capitulo 4: Aterrizando en la realidad Capitulo 5: Acostumbrándome al vacío Capitulo 6: Ya lo he visto.... He visto el mar Capitulo 7: Buceando en tus aguas Capitulo 8: Estupendo, está pillado Capitulo 9: Me lías, me lío? ¿Nos liamos? Capitulo 10: ¿Porqué no me siento culpable? Capitulo 11: ¿Es ella? Sí. Es ella Capitulo 12: Lo que me haces sentir Capitulo 13: Lo Siento Capitulo 14: Un "helado" interesante Capitulo 15: Un Imposible Capitulo 16: La Vista Capitulo 17: Agridulce Capitulo 18: Aclarando puntos Capitulo 19: Y ahora, ¿qué? Capitulo 20: Comenzando? Capitulo 21: No puedo más Capitulo 22: Interrogatorio Capitulo 23: Afianzando Capitulo 24: Ley de Murphy Capitulo 25: Maldita Zorra Capitulo 26: Despedidas Temporales Capitulo 27: De Nuevo Por Aquí Capitulo 28: Te Necesito Capitulo 29: La Perra y su Amo Capitulo 30: A esto se le llama caer bajo Capitulo 31: Haciendo Conjeturas Capitulo 32: 24 Horas Capitulo 33: Por fin estás aquí Capitulo 34: La Charla Capitulo 35: Escondido Capitulo 36: Hiel Capitulo 37: Rabia Capitulo 38: Primer Contacto Capitulo 39: Instrucciones Capitulo 40: Compromisos Ineludibles Capitulo 41: Reencuentros y Primeras Citas Capitulo 42: Coto Privado Capitulo 43: Cena de Navidad Capitulo 44: Cuentas Pendientes I Capitulo 45: Cuentas Pendientes II Capitulo 46: Comida infructuosa Capitulo 47: Chocolate Calientito Capitulo 48: Verdades como puños Capitulo 49: Actos y Consecuencias Capitulo 50: Confesiones a la luz de las velas Capitulo 51: Nada Capitulo 52: Canta para mí I Capitulo 53: Canta para mí II Capitulo 54: Estoy aquí Capitulo 55: ¿Maravilla? Capitulo 56: Amargo desayuno Capitulo 57: Haciendo balance Capitulo 58: Fiesta Capitulo 59: Año Nuevo, Vida... Capitulo 60: Otra vez no Capitulo 61: No puedes irte... Capitulo 62: El presente Capitulo 63: Deja vú Capitulo 64: Des... Esperanza Capitulo 65: Desesperación Capitulo 66: Día Uno oscuridad Capitulo 67: Recogiendo Tempestades Capitulo 68: Día dos, tormenta Capitulo 69: Bombones Capitulo 70: Asimilando Capitulo 71: Día 15, como en casa Capitulo 72: Día 30, carta al cielo. Capitulo 73: Siguiendo la pista Capitulo 74: Desnudando el alma. Capitulo 75: Día 57, señales Capitulo 76: Día 63, Luz Capitulo 77: ¿Qué hay de nuevo? Capitulo 78: Cuéntame Capitulo 79: Normalidad Aparente Capitulo 80: Face to Face Capitulo 81: SÍ Capitulo 82: Previa Capitulo 83: Para siempre Capitulo 84: Consumando Capitulo 85: Step by Step Capitulo 86: Separando Destinos Capitulo 87: Cosechando Capitulo 88: Sentencia Capitulo 89: Buenas Nuevas Capitulo 90: !Hola! Capitulo 91: Cerrando Ciclo Capitulo 92: Y Comieron Perdices Capitulo 93: Epilogo

 


 
14443954 visitas C C L - Web no oficial de la saga Crepúsculo. Esta obra está bajo licencia de Creative Commons -
 10761 usuarios