Próxima Estación: El Paraíso

Autor: caro508
Género: + 18
Fecha Creación: 12/06/2011
Fecha Actualización: 12/06/2011
Finalizado: SI
Votos: 15
Comentarios: 72
Visitas: 163631
Capítulos: 93

Tras la violenta muerte de su marido, Bella trata de reconducir su vida junto a su hijo embarcandose rumbo a un paraje de ensueño, donde descubrirá no sólo el amor, sino su propia fuerza para hacer frente a las duras pruebas que tendrá que superar.


Hola aquí estoy con otra historia que no es mía, esta vez el turno le pertenece Sethaum,  yo solo la subo con su autorización, otro fic entre mis favoritas, espero les guste…

Los personajes pertenecen a Stephanie Meyer; los que no pertenecen a la saga son de cosecha propia de la autora.


+ Añadir a Favoritos
Leer Comentarios
 


Capítulo 4: Aterrizando en la realidad

Ahora si empieza la historia de verdad!!!

 

-Bella cariño, deja eso y ve a descansar. Rose y yo nos ocuparemos de recogerlo todo. Por favor cariño…-

-No Alice. Tengo que dejar el salón recogido. Mañana vienen los testaferros y quiero que esté todo listo-

-Bella, deberías hacer caso a Alice. Nosotras estamos aquí. Sube a descansar. Vamos-

Y no me quedó más remedio. Con Alice, aún podía lidiar, pero tratándose de Rose, esa era una tarea que se me antojaba imposible.

Descansar… En verdad lo necesitaba. Necesitaba descansar. Habían sido los dos días más largos y difíciles de mi vida. ¿Qué había pasado, en qué se había convertido mi vida? No tenía respuestas aún. Sólo sabía del dolor que a cada segundo que pasaba, amenazaba con arrastrarme a un pozo oscuro y profundo. Necesitaba a Chris, necesitaba a mi marido. Dios… ¿¡Dónde está mi marido! Llorar. Sólo me quedaba eso. Llorar. Horas, días… ¿Cuánto más?. Me horrorizaba pensar en un espacio de tiempo que fuese más allá del instante en que vivía.

Tuvo un bonito funeral. A pesar de que a Chris no le gustaban las grandes ceremonias, no pude oponerme a los deseos de su madre. La verdad es que tampoco me sentía muy capaz de oponerme a nada. Sencillamente dejé que ellas se ocupasen de todo. Yo, bastante tenía con mi dolor y mantener la máscara de normalidad frente a mi hijo. Ella, Jackie, estaba tan destrozada como yo. Alice fue la parte fuerte del clan Barnet. Se ocupó de avisar tanto a los amigos como a los compañeros de trabajo de mi marido, incluso a los del gimnasio al que acudía regularmente. De tratar con la funeraria los términos del entierro, la cantidad de flores y coronas, el color de las mismas… Todo.

La peor parte fue salir de la nube de ausencia en que me sumieron todos los relajantes que ingerí. La cruda realidad golpeó con fuerza cuando fui consciente de que Chris, realmente no iba a volver jamás.

Estaba en la cocina, preparándome un café antes de salir en dirección al cementerio. Los dos días anteriores apenas fui consciente de lo que pasaba a mí alrededor. Rose se había llevado a Joel, y Alice estaba demasiado ocupada con las cosas del funeral. Yo, me pasé la mayor parte del tiempo durmiendo, y al despertar me movía como una autómata. Mi cuerpo ejecutaba los movimientos y yo no era consciente de eso, hasta que después de preparar el café, llamé a Chris:

-Cariño, el café se enfría- Silencio… Comprensión… Dolor… Infinito dolor.

Una oleada de escozor me subió desde el vientre hasta el cuero cabelludo. Sentí mi espalda arquearse y doblarse hasta acabar arrodillada en el suelo. La taza que sostenía se hizo pedazos al chocar contra el suelo, manchando de café cuanto se hallaba alrededor. Apreté con fuerza mis brazos contra mi estómago, y noté como desde mis entrañas hasta mi boca, subía el sufrimiento más extremo en forma de aullido.

Así me halló Rose cuando llegó a recogerme. Arrodillada, con las manos apoyadas en el suelo. Abatida y manchada. No sentí cuando me cambió de ropa, de hecho, no sentí si quiera que me moviese, ni mucho menos sentí que me transportasen al cementerio. Fui consciente de ello, cuando de regreso al coche una vez terminada la ceremonia, la familia Denali se acercó a darme el pésame…

-Lo siento de veras Isabella. A pesar de su carácter difícil, Christian era como un hijo para mí- Dijo un pésimamente apesadumbrado Brandon Denali.

Me limité a asentir. No tenía ni las fuerzas, ni las ganas de decirle nada.

Claire Denali me dio dos besos en las mejillas y apretó mi brazo con pesar. Se lo agradecí con una tímida sonrisa. Cuando Rose comenzó a moverme para irnos, una asquerosa y nasal voz me llamó…

-Bella- … Tanya… ¿las zorras tienen permitida la entrada en los lugares sagrados? Pensé…

Me volví sin ganas, con el deseo de que viese en mi mirada que realmente no me interesaba aquello que me quisiese decir. Que no deseaba que sus palabras me provocasen la nausea. Pero ella, no pensaba lo mismo.

-Bella, no sabes cuanto lo siento. Sé que no me aprecias, pero si pudiese hacer algo por ti, lo que sea…-

Dios, debería estar castigado con dolor mentir tan cruelmente.

Fue como si de repente me hubiesen metido un chute de odio en vena. Sentí como por momentos el asco se adueñaba de todo mí ser. Clavé mis enrojecidos ojos en ella, y con toda la fría calma de la que fui capaz, le dediqué la peor de mis peticiones…

-¿Podrías morirte, Tanya?

Ella se tensó. Pero en respuesta me dedicó una asquerosa sonrisa. Se acercó a mí y depositó un sonoro beso en mi mejilla. A continuación emprendió la marcha hacia la salida del cementerio.

Rose tiró de mi. La oía blasfemar por lo bajo, pero no quise preguntarle. Sabía perfectamente lo que estaba diciendo. Lo sabía. Pero en ese momento, no quería más veneno. En realidad, no quería nada. Bueno si, desaparecer a un lugar dónde no hubiese ni recuerdos ni dolor. Lo más parecido era el cielo, pero por lo visto eso, tendría que esperar. Mi hijo me esperaba en lo más parecido a ese lugar de paz que creamos Chris y yo; nuestra casa, dónde me limité a dejar el tiempo pasar, reduciendo al límite mis prioridades, Joel y respirar.

-Mami. Mami, mira lo que he hecho en el cole- Joel se tiró encima de mi con un pequeño papel en sus manos.

-Qué bonito hijo- Intenté sonreírle de manera entusiasta, pero se quedó en el intento. -Ve a lavarte para la cena cariño, enseguida estará-

-Bella, ya han pasado dos semanas, ¿cuando vas a reaccionar?- Preguntó Alice contrariada

-Alice, ya ¿vale? Creo que lo estoy haciendo bien, teniendo en cuenta que acabo de quedarme viuda. Deja de recriminarme mi actitud a cada momento. Me recuperaré ¡Cuando sea que tenga que hacerlo!

-Oh, claro. Ud. Perdone. No sé como he osado recriminarle su actitud egoísta. Si total, ¡yo sólo he perdido a mi hermano, y tu hijo, ha perdido a su padre!

Me había excedido. Lo sabía, igual que sabía que Alice tenía razón. Mi hijo me necesitaba, pero por alguna extraña razón que no acertaba a descubrir, mi cuerpo me pedía desprenderme de todo el presente. Necesitaba huir de ese presente negro que minaba mis fuerzas a cada día que pasaba. Pero al mismo tiempo, mi deber como madre debía ser cumplido. Me encontraba en el agua en medio de dos islas. Una, la que me ofrecía paz, descanso, no dolor… La Otra, el presente, mi hijo, mi realidad…

-Lo siento Bella, créeme que lo siento. Pero esto no puede continuar así, tú, no puedes continuar así. Joel necesita a su madre. Ni Rose ni yo podemos asumir tu papel, y lo sabes. Él no dice nada, sabe que su mamá siente mucho dolor. Sabe que su papá está en el cielo y que por eso, su mamá está triste. Pero Bella, ya está .Se acabó. Toma las riendas de tu vida de una vez y lucha por vivir. Hazlo por Christian, hazlo por ti, por mi y por mi madre, hazlo por Joel, por quien quieras o lo que quieras, Pero hazlo, maldita sea…-

Sólo pude echarme a llorar, y derrumbarme sobre Alice. Sentí como mi pequeñín se abrazaba a mis piernas y me daba besitos en ellas. Me agaché para cogerlo en mis brazos y no paré de besarlo en su cabecita. Ya estaba. La decisión estaba tomada. Las palabras de Alice y los cariños de mi hijo habían logrado sacarme del trance en el que vivía estos días.

El dolor me mataba, pero sólo por las noches. Había llegado a dominarlo extraordinariamente, pero al llegar la noche, simplemente se vertía por cada poro de mi cuerpo. En ese momento era cuando liberaba la carga que había soportado durante el día. Volví a mi puesto, me ocupé de todo el papeleo que Christian manejaba antes de morir. Centré mi vida en el trabajo y en mi hijo. Les convertí en mis dos clavos ardiendo, y dejé las noches para Chris y para mí. Para él y su recuerdo. Para mi y mi dolor.

Jamás comenté con Rose o Alice lo que ocurría por las noches. Ellas habían bajado un poco el listón en cuanto a su preocupación por mi bienestar, lo que no quería decir, que no volviesen de vez en cuando a las andadas. No faltaron ofrecimientos para ir de compras, comidas de chicas, alguna salida nocturna, spa… Pero nunca las acompañaba. Aunque sabía, que no tardarían mucho en obligarme a hacerlo.

Seis meses pasaron desde la muerte de Chris, y mi vida seguía el rumbo que yo había trazado. Joel, el trabajo y nula vida social.

Una tarde, Alice entró a mi oficina, y me cogió por el brazo y me sacó a rastras de ahí. Por el camino, llamó a Rose pidiéndole recoger mi bolso y que les acompañase.

Bajamos del coche justo en frente de un salón de belleza. Jackie ya estaba allí.

-Ah, no Alice, ¡No!- Chillé zafándome de su agarre.

-Vamos cuñadita, necesitas un repaso completo. Perdóname pero, hace mucho que no te miras al espejo ¿verdad?- Alice arqueó una ceja.

No pude evitarlo, mis ojos se llenaron de lágrimas. ¿Para qué iba a arreglarme? O mejor dicho, ¿ Para quién? . Alice enseguida comprendió, y vi la angustia en su rostro.

-Perdona cariño, yo sólo quería animarte, ni aunque sólo fuese un poquito. Te estás consumiendo Bella. Christian no permitiría eso, yo lo sé. Y no puedo estar quieta viendo como te consumes. Eres preciosa, tienes una vida por delante Bella. No pares el reloj, no detengas el tiempo, tu tiempo. Sigue viviendo. Joel no parará, el mundo no parará, no lo hagas tú, no permitas que los trenes pasen y tú ni siquiera te des cuenta. No te arregles para nadie, arréglate para la vida, tu vida. Pinta una sonrisa con color para que al menos, tu hijo la vea. ¿No te has dado cuenta que tu sonrisa no tiene color Bella?, ¿no te has dado cuenta de lo que Joel ha cambiado? Dime, ¿cuántas travesuras le has visto hacer últimamente? ¿No lo ves? Joel te echa de menos, no es él, se ha adaptado a tu dolor, no sólo lo siente, lo vive Bella, y no es justo. El ha perdido a su padre, no es justo que se haya quedado con el fantasma de su madre. Y lo más triste de todo, es que el se está volviendo gris Bella. Siente que tiene que ser gris por que su madre no puede reír ni ser feliz- Tras decirle eso, Bella terminó por quebrarse del todo y Alice la abrazó.

Alice era contundente, tenía que serlo y yo sólo me limité a asentir.

Tres horas después, llegué a casa con media tienda de ropa, unas cuantas cajas con zapatos, ropa interior, perfume y el cuerpo renovado… Al final, Alice lo consigue. No se por qué me empeño en luchar, siempre lo consigue. Cené con Joel su pasta favorita, jugamos, leímos, vimos sus pelis preferidas, nos lavamos los dientes juntos y al mirarme en el espejo mientras cepillaba mi melena me detuve en observar mi cara. Estaba cambiada claro, una hora de tortura en el salón de belleza tenía que servir de algo, pero no era el aspecto lo que me importaba, era lo que reflejaba. Vacío…

-Joel… ¿Sabes dónde están Las Maldivas?-

 

Hola nuevo capitulo!!! Ahora si viene lo emocionante, irá Bella a las maldivas descúbralo en los próximos capítulos!!! No se olviden de sus comentarios y votitos que serán bien recibidos, y espero les gusten la historia. Saludos

Capítulo 3: Introducción Parte 3 Capítulo 5: Acostumbrándome al vacío

 


Capítulos

Capitulo 1: Introducción Parte 1 Capitulo 2: Introducción Parte 2 Capitulo 3: Introducción Parte 3 Capitulo 4: Aterrizando en la realidad Capitulo 5: Acostumbrándome al vacío Capitulo 6: Ya lo he visto.... He visto el mar Capitulo 7: Buceando en tus aguas Capitulo 8: Estupendo, está pillado Capitulo 9: Me lías, me lío? ¿Nos liamos? Capitulo 10: ¿Porqué no me siento culpable? Capitulo 11: ¿Es ella? Sí. Es ella Capitulo 12: Lo que me haces sentir Capitulo 13: Lo Siento Capitulo 14: Un "helado" interesante Capitulo 15: Un Imposible Capitulo 16: La Vista Capitulo 17: Agridulce Capitulo 18: Aclarando puntos Capitulo 19: Y ahora, ¿qué? Capitulo 20: Comenzando? Capitulo 21: No puedo más Capitulo 22: Interrogatorio Capitulo 23: Afianzando Capitulo 24: Ley de Murphy Capitulo 25: Maldita Zorra Capitulo 26: Despedidas Temporales Capitulo 27: De Nuevo Por Aquí Capitulo 28: Te Necesito Capitulo 29: La Perra y su Amo Capitulo 30: A esto se le llama caer bajo Capitulo 31: Haciendo Conjeturas Capitulo 32: 24 Horas Capitulo 33: Por fin estás aquí Capitulo 34: La Charla Capitulo 35: Escondido Capitulo 36: Hiel Capitulo 37: Rabia Capitulo 38: Primer Contacto Capitulo 39: Instrucciones Capitulo 40: Compromisos Ineludibles Capitulo 41: Reencuentros y Primeras Citas Capitulo 42: Coto Privado Capitulo 43: Cena de Navidad Capitulo 44: Cuentas Pendientes I Capitulo 45: Cuentas Pendientes II Capitulo 46: Comida infructuosa Capitulo 47: Chocolate Calientito Capitulo 48: Verdades como puños Capitulo 49: Actos y Consecuencias Capitulo 50: Confesiones a la luz de las velas Capitulo 51: Nada Capitulo 52: Canta para mí I Capitulo 53: Canta para mí II Capitulo 54: Estoy aquí Capitulo 55: ¿Maravilla? Capitulo 56: Amargo desayuno Capitulo 57: Haciendo balance Capitulo 58: Fiesta Capitulo 59: Año Nuevo, Vida... Capitulo 60: Otra vez no Capitulo 61: No puedes irte... Capitulo 62: El presente Capitulo 63: Deja vú Capitulo 64: Des... Esperanza Capitulo 65: Desesperación Capitulo 66: Día Uno oscuridad Capitulo 67: Recogiendo Tempestades Capitulo 68: Día dos, tormenta Capitulo 69: Bombones Capitulo 70: Asimilando Capitulo 71: Día 15, como en casa Capitulo 72: Día 30, carta al cielo. Capitulo 73: Siguiendo la pista Capitulo 74: Desnudando el alma. Capitulo 75: Día 57, señales Capitulo 76: Día 63, Luz Capitulo 77: ¿Qué hay de nuevo? Capitulo 78: Cuéntame Capitulo 79: Normalidad Aparente Capitulo 80: Face to Face Capitulo 81: SÍ Capitulo 82: Previa Capitulo 83: Para siempre Capitulo 84: Consumando Capitulo 85: Step by Step Capitulo 86: Separando Destinos Capitulo 87: Cosechando Capitulo 88: Sentencia Capitulo 89: Buenas Nuevas Capitulo 90: !Hola! Capitulo 91: Cerrando Ciclo Capitulo 92: Y Comieron Perdices Capitulo 93: Epilogo

 


 
14443834 visitas C C L - Web no oficial de la saga Crepúsculo. Esta obra está bajo licencia de Creative Commons -
 10760 usuarios