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Bueno me despido, no se olviden de dejar su votito y comentario. Saludos….
Las puertas del ascensor de la planta ocho se abrieron, y los jadeos y respiraciones cortas no se hicieron esperar.
Tres hombres entraron como si de un desembarco celestial se tratase. No hubo mesa ocupada que no parase su actividad ante el paso de esos portentos.
Una lánguida figura serpenteó entre todas ellas parándose ante ellos arremolinando el aire a su alrededor.
-Buenos días caballeros- Mostró la glacial y perfecta sonrisa.- ¿Puedo ayudarles en algo?- Sus ojos abarcaban la línea frontal de lado a lado, optando por detenerse justo en el centro de ésta, dónde unos verdes ojos miraban con conocimiento lo que tenían delante.
-Uhmmm- Emmet se rascó la barbilla- Va a ser que no- Sonrió tan falsamente como ella.
-Sí, bueno. A ti te puede ayudar la lesbiana- Dijo con desdén clavando con descaro absoluto sus ojos en Edward.
-¿Celosa, eh?- No pudo evitar sonreír con sorna.
-Oh vamos, un poquito de seriedad. ¿Por favor?- Reclamó con tono insolente.
-Hablaba completamente en serio- Emmet arqueó una ceja y Jasper y Edward no pudieron evitar, esa vez no, reír a carcajadas.
-¿Y vosotros?- Preguntó lascivamente clavando su mirada en Edward. Detalle, que a Jasper no le pasó desapercibido.
-No, bueno. Si tan sólo se apartase, nos conformaríamos.- Replicó burlón.
-¡Oh!- Fingió sorpresa- Disculpad- Y se pegó a Edward disimuladamente.
-Rubia, el también tiene quien lo ayude- Intervino Emmet.
-Tanya Denali- Extendió su mano embobada e ignorando a Emmet completamente. Clavando sus azules y fríos ojos en las calidas esmeraldas.
-Lo sé- respondió sobrado Edward sin devolverla el saludo.
-¿Tu eres…?- Preguntó sin darse por aludida.
-Uhmmm, déjame pensar…-Edward cruzó los brazos en su pecho y adoptó una pose pensativa, mientras los otros dos se preparaban para la respuesta- ¡Ah, cariño!- La apartó sin miramientos en cuanto divisó a Bella salir de uno de los despachos.
-Mucho gusto- Saludó burlonamente Jasper al pasar a su lado. Tanya seguía con la mandíbula caída de la impresión, para tornarse felina justo al darse la vuelta y ver la escena que se desarrollaba ante sus ojos.
Edward tenía a Bella entre sus brazos y la besaba profundamente. Miles de sentimientos oscuros cruzaron por su mente en ese pequeño instante, pero sobre todos, destacaba el odio. Puro y duro.
-Vaya- Se acercaba serpenteando.- Veo que ya has superado el luto- Escupió con asquerosa altivez.
Edward se tensó al sentir rígida a Bella entre sus brazos. Y se giró para enfrentarla.
-No quieras saber cómo- Le mostró una sonrisa lasciva, y a Tanya le temblaron las piernas.
-Denali- Llamó Bella.- Me pregunto por qué siempre se te encuentra en cualquier parte que no sea tu despacho.- Acusó Bella.
-Menos humos Swan- Contestó furiosa.
-¿Humos, yo? Para nada mujer. Simplemente te recuerdo por qué ganas lo que ganas- Bella no se andaba por las ramas.
-Creo, que mis emolumentos no son precisamente cosa tuya.-Bramó la celosa rubia.
-Pues yo creo que sí. Fíjate, que de momento quien manda aquí soy YO- Sonrió con suficiencia.
-¿Me estás dando una orden?- Preguntó cada vez más cerca de ella.
-Tienes a dos clientes esperando en tu despacho. Deja de comportarte como la zorra que eres y mueve el culo a hacer tu trabajo- Siseó lo suficientemente alto para que la rubia bramase de nuevo.
-No presumas tanto, te recuerdo que estoy prometida. Yo al menos, puedo hablar de algo sobre seguro- Respondió con sarcasmo mientras adornaba su boca con una irónica sonrisa.
-Pues entonces, deberías recordárselo a tu prometido, y de paso.- Intervino Edward abrazando a Bella- que deje de molestar a las de los demás- Posó los labios en el cuello de Bella y lo besó dulcemente.
-¿Qué coño estás insinuando y quien coño te crees que eres para hablarme así?- Se volvió furiosa contra Edward.
-¿Insinuar?-Arqueó una ceja y negó con la cabeza- Sólo digo que Bella es mía. Díselo al mal nacido de tu prometido si no quiere que yo mismo se lo recuerde- Amenazó seriamente Edward.
-Qué harás para que se fije en otra…- Emmet intervino con sorna.
-O… Qué no hará- Apuntilló Edward
-¿Quieres que te lo demuestre? Se acercó intimidatoriamente- Podría hacer cosas que avergonzasen a ésta- Señaló despectivamente a Bella.
-No lo dudo, a cualquiera, Añadió riendo Edward- pero sinceramente, no creo tener estómago para eso- Hizo una mueca de desagrado.
-¡Srta. Denali!- Chilló Emmet.- Tenga Ud. en consideración, que acabamos de almorzar- Dijo fingiendo enojo y asco.
-Chicos, por aquí- Les dijo Bella tomando de la mano a Edward yendo en dirección al despacho, y dejando con dos palmes de narices a Tanya.
-¿Y Bien?- Preguntó Bella a Edward mientras le daba un beso y le indicaba su silla, acomodándose ella sobre sus piernas.
-Bueno cuñadita- Comenzó Emmet. Mi padre y James ya están informados, y se preguntaban cuando podrían ir a ver a Black.
Bella miró a Edward, interrogándole con la mirada y el sonrió tranquila y dulcemente.
-Ha ido bien cariño, más tarde, en casa hablamos- Besó la punta de su nariz y la hizo cosquillas. Le encantaba ver como arrugaba los labios. Ella asintió besando su mejilla y girándose para hablar con Emmet.
-Pues no lo sé. Si queréis puedo llamarlo- Ofreció Bella y los tres asintieron.
Bella llamó al Inspector Black, pero éste te encontraba fuera en esos momentos. Rogó que la llamase en cuanto pudiese y acto seguido marcó el número de Ariana. Apagado o fuera de cobertura. Y se le encendió la bombilla.
-Ninguno de ellos está, así que, deduzco que en estos momentos Newton ocupa su tiempo.- Concluyó Bella.
-No hay nada nuevo, ¿verdad?- Preguntó Jasper.
-Ayer hablé con ella. En realidad no puede contar mucho pero, no. No hay gran cosa- Pasó un dedo por sus labios pensativa.
-Cariño- Se volvió de pronto a Edward y éste la miró- ¿Has pensado en la cena de Navidad?- Inquirió.
-No sé mi vida. Con todo lo de mi padre, sinceramente no he pensado en ello- Se excusó.
-Bueno, hay una semana aún para decidir. ¿Vosotros?- Los dos hombres la miraron a la vez.
-Yo voy a ir, obviamente- Jasper hizo un gesto con las cejas.- Rose quiere que vayamos los dos, y yo…- Dejó la frase inconclusa.
-¿Qué pasa Em?- Bella preguntó.
-Pasa que sería la primera Navidad sin mis padres, Bella- Suspiró.
Bella quedó de nuevo pensativa, al igual que los dos hermanos que se sumieron en sus pensamientos. Sopesó posibilidades. Podría intentar… ¿Por qué no?. Se volvió hacia ellos resuelta.
-¿Por qué no hacéis que vuestra madre venga?- Dijo entusiasta y segura. Los dos la miraron, se miraron entre ellos, y después volvieron a mirarla.
-¿Estás segura?- Preguntó su novio.
-Completamente- Aseveró- No quiero que estés lejos de tus padres, ahora que las cosas van mejorando.
-Bella- Interrumpió Edward- Aún no hemos hablado seriamente.
-En cualquier caso, es una estupenda oportunidad y además, Emmet quiere quedarse- Le sonrió feliz de su idea.
-Podría ser- Por los labios de Emmet asomó una ligera sonrisa.
-¿Te encargas tu?- preguntó su hermano y Emmet asintió.
-Vale, entonces quedamos así. En cuanto lo sepáis seguro, hablaré con Jackie- Bella estaba entusiasmada. Demasiada gente para recuerdos tristes que entumecen el alma.
-Cariño, ¿Y si mi padre no acepta?- Edward le hizo ver el otro lado.
-Vaya…- Su semblante cambió. No había pensado en otra posibilidad, en realidad, no quería pensar en otra. Sería muy complicado.
-Aceptará- Aseguró tajante Emmet, y una sonrisa general se extendió en el despacho.
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