La mañana transcurrió con el disfrute y agradecimiento a cada uno de los regalos. Después de la comida y tras tomar el café, en uno de los balcones, dos hombres empezaban una tímida conversación.

-¿Cómo te ha ido estos cinco años?- Disparó con absoluta normalidad.

-Bueno…- De repente no supo por dónde empezar.

-Sé más o menos. Tu madre siempre se ha preocupado de mantenerme informado- Sonrió con complicidad a su estupefacto hijo.

-Me ha ido bien padre- Suspiró- La verdad es que las cosas han ido mejor de lo que pensaba- Se apoyó en la barandilla mirando al valle que se extendía ante la magnifica mansión.

-¿Volverás a Boston?- Giró rápidamente el rostro hacia su padre, que al igual que el, miraba al frente.

-No sé que pasará mañana Carlisle- Respondió ausente.

-No se mucho de tu relación con Bella- Comenzó- Pero se os ve fuertes. Y además, creo que su hijo te ha aceptado- Edward asintió - ¿Piensas llevártelos a las Maldivas?- Le miró fijamente.

Edward volvió a perder la mirada pensando en las palabras que su padre acababa de decirle. En realidad, esa pregunta ya se la había hecho el mismo varias veces.

-No creo que sea un lugar apropiado para comenzar a vivir en familia. No en estos momentos- Admitió.

-Joel tiene una serie de necesidades que es difícil cubrir en una Isla, ¿verdad?- Preguntó de nuevo.

-Sí…- Sólo pudo admitir.

-¿Habéis hablado Bella y tú de esto?- Insistió Carlisle.

-En realidad no- Dejó salir un suspiro- Las cosas que han sucedido, no lo han hecho posible. Para serte sincero, no sabemos aún en qué términos estamos- Reconoció.

-¿Y qué es lo que tienes pensado?- Carlisle le instó a acompañarlo a dar un paseo por el jardín trasero.

-Bella tiene aquí todo papá. Soy consciente de ello. Por otra parte, Joel necesita estabilidad, eso implica colegio, amigos y una familia estable. He pensado en establecerme aquí con ellos, en comprar una casa y formar una familia- Dijo resignado.

-¿Por qué me suenas conformista?- Carlisle dio en el clavo.

-Porque sé, que Las Maldivas no son una opción- Reconoció.

-Sabes hijo- Carlisle se dirigió a el mirándole a los ojos- Yo también soñé, pero al contrario que tú, no luché por hacer realidad esos sueños- Edward abrió sus ojos sorprendido.

-¿Por qué me lo pusiste tan difícil entonces padre?- Edward intentó no sonar enfadado.

-Tuve que renunciar a esos sueños para poder ser algo. Ser el hijo de unos agricultores de Virginia no implicaba muchas salidas. Yo soñaba con Egipto- Sonrió con tristeza- ¿Recuerdas aquellas visitas al rancho de los abuelos, cuando entrabas en mi antigua habitación y te quedabas embobado viendo todos esos libros?- Edward asintió confundido- Yo quería ser Egiptólogo.- Sus ojos se cerraron con fuerza, y al abrirlos, Edward pudo ver tristeza en ellos.

-¿Por qué no lo hiciste padre?- Edward estaba realmente sorprendido.

Carlisle dejó que su mirada se perdiese entre aquellos árboles cubiertos de nieve.

-Por que con eso no se vivía muy bien- Dijo negando con la cabeza.

-Pero era tu sueño- Edward lo miró incrédulo.

-Así es, pero la realidad era muy distinta. Yo no tenía la misma suerte que vosotros Edward- Carlisle lo miró seriamente- La situación económica de mis padres no estaba para experimentos. No podía pasar unos años estudiando una carrera en la que encima las becas escaseaban, sin contar con que prácticamente es vocacional. Decirle a tu abuelo que su dinero sería invertido en algo que a él le sonaba a hobbie, era poco menos que un suicidio.- Hizo una mueca y Edward sonrió.

-Creo que lo entiendo- Su hijo paró y suspiró mirando al suelo- Pero no comprendo por qué entonces, tanta reticencia por tu parte.-Volvió a insistir dolido.

-Edward…- Carlisle le instó a seguir andando- Cuando comencé la carrera de derecho, supe que tendría que olvidarme de ese sueño. Fue doloroso, créeme- Negó con la cabeza- Me obligué a dejar de comprar y leer esos libros, y poco a poco fui centrándome en mi deber - Hizo especial énfasis en esas dos palabras- Cuando los resultados empezaron a llegar, y veía la satisfacción en la cara de mis padres, se puede decir que terminé de convencerme de haber hecho lo correcto. Me prometí intentarlo más tarde, cuando la ocasión fuese más propicia. Y créeme, me hacia sentir bien engañarme de esa manera- Miró a Edward que de nuevo se había parado.

-Nunca llegó esa ocasión- Soltó resignado- Me licencié con honores, me casé, monté mi bufete con un socio, nacisteis, las necesidades crecieron, el bufete se amplió y acabé por independizarme creando mi propia firma.- Miró al frente de nuevo perdido en sus recuerdos.

-¿Por qué no lo intentaste papá?- Edward preguntó triste.

-Veía lo que había creado. Tenía la mejor esposa, los mejores hijos, mi prospero negocio y el orgullo de mis padres. Me encontré demasiado mayor para tonterías.- Sí- Respondió cuando Edward le miró sorprendido- Al ver todo lo que había conseguido, consideré una tontería todo aquello. Y me convencí de que mi padre tenía razón- Hizo una mueca de disgusto.

-¿Intentas decirme, que eso fue lo que te pasó conmigo?- Preguntó seriamente.

-Así es- Con los años cambié- Volvió a caminar- Me convertí en uno de esos padres que buscan asegurar el futuro de sus hijos, anteponiendo eso a sus deseos. Tal y como mi padre hizo conmigo- Dijo abatido.

-¿Qué quieres decirme padre?- Se paró frente a él, sabiendo que había llegado el momento.

-Hijo yo…- Se detuvo buscando las palabras correctas- Yo… Lo siento- Musitó finalmente.

Edward apretó los puños y entrecerró los ojos. Sacudió la cabeza y respiró profundamente.

-¿Desde cuando padre?- Sonó duro- ¿Desde cuando lo sientes?- Y Carlisle se contrajo.

-Tan sólo unos meses después de irte- Habló bajo, intimidado ante la reacción de su hijo.

-Tan sólo unos meses…- Repitió con una sórdida sonrisa- Unos malditos meses- Siseó dolido- Y dime padre, ¿me lo habrías contado de no ser por las circunstancias o quizá habrías dejado los años correr?- Preguntó mordaz.

-Tú tampoco has hecho mucho por la causa que digamos- Contraatacó dolido.

-¿Qué?- Edward respondió incrédulo.-¡Fuiste tú quien me echó de casa! ¿Recuerdas?- Chilló - No fui yo quien renegó del otro, tuve que irme con el dinero de mi hermano ¡Mi hermano! ¡Joder!- Blasfemó.

-Lo siento hijo, de veras que lo siento- Carlisle se mostró abatido, avergonzado.

-Sabes padre- Contuvo las lágrimas- Me he pasado cinco malditos años lamentando haberme ido, cinco jodidos años preguntándome si había hecho lo correcto. Más de una vez pedí a madre hablar contigo y nunca estabas disponible -Ironizó- ¡Me hiciste sentir culpable, Dios!- Se pasó las manos por el cabello visiblemente enfadado.

-Sé que tienes razón hijo. Pero tienes que entender. Yo…- Carlisle intentó apaciguar a su hijo, quiso que comprendiese sus motivos.

-No padre- Las lágrimas ya caían- Dejaste que pasase cinco años sintiéndome culpable. No me pidas que entienda tus motivos, porque no tenías ninguno para castigarme así- Bramó contenido.

-No sabía que decir. Me daba miedo reconocer mi error, admitir que me equivoqué. Me daba miedo pedir perdón. Por favor hijo- Extendió su brazo pero Edward se apartó y a Carlisle le dolió el corazón.

-Lo siento padre. No puedo perdonarte tantos años de amargura.- Le miró con los ojos cargados de pena- Simplemente, no puedo- Y se marchó dejando a Carlisle con la derrota pintada en sus facciones.

Cuando llegó a la mansión, la primera que le abordó fue Esme.

-Hijo…- Susurró, pero Edward se limitó a acariciar la mejilla a su madre y continuar su camino. Esme volvió su mirada al jardín, y salió en busca de su marido temiéndose lo peor.

-Bella- Llamó Edward y ésta dejó de hablar con las chicas en cuanto vio el rostro de Edward.

-Cariño… ¿Qué ha pasado?- Le preguntó preocupada mientras tomaba su cara.

-¿Podemos irnos?- Preguntó angustiado. Al ver que Bella no respondía insistió- Por favor…- Sonó desesperado.

-Iré por Joel. Espera aquí- Le dio un suave beso y se movió en busca de su hijo. Mientras, Emmet se acercó a él.

-¿Qué ha pasado con papá Ed?- Preguntó sin más.

-No quiero hablar de eso Emmet- Pidió a su hermano.

-¿No habéis solucionado las cosas?- Preguntó molesto- ¿Qué coño le has dicho Edward Cullen?- Acusó en voz alta llamando la atención de todos.

-Te he dicho que no quiero hablar de eso- Pronunció lenta y tajantemente.- No es el momento- Le miró severo.

-¿Y qué quieres, dejar que pasen otros cinco años?- Su enfado iba en aumento.

-Chicos, creo que no es el momento- Intervino Jasper cuando vio que su amigo iba a perder el control.

-No es asunto tuyo Jasper- Dijo Emmet de malos modos.

-No le hables así- Siseó Edward- Probablemente sea más asunto suyo que de cualquiera. No en vano ha sido quien ha estado a mi lado los últimos cinco años- Supo que había hecho daño cuando vio el rostro de su hermano contraerse, pero ya era tarde para retroceder.

-Vete a la mierda hermano- Emmet se marchó golpeando con el hombro a Edward, quien se quedó estático hasta que Bella tiró de el.

-Vamos cariño- Bella miró a Emmet y antes de irse se dirigió a el.- Por favor Emmet, prométeme que hablareis y no dejareis que esto continúe. No sé que ha pasado con Carlisle, sólo pido que ya no más. Prométemelo.- Rogó ella.

-Haré lo que pueda- Fue todo lo que consiguió de el antes de marcharse con su abatido novio y su sorprendido hijo.