Próxima Estación: El Paraíso

Autor: caro508
Género: + 18
Fecha Creación: 12/06/2011
Fecha Actualización: 12/06/2011
Finalizado: SI
Votos: 15
Comentarios: 72
Visitas: 163642
Capítulos: 93

Tras la violenta muerte de su marido, Bella trata de reconducir su vida junto a su hijo embarcandose rumbo a un paraje de ensueño, donde descubrirá no sólo el amor, sino su propia fuerza para hacer frente a las duras pruebas que tendrá que superar.


Hola aquí estoy con otra historia que no es mía, esta vez el turno le pertenece Sethaum,  yo solo la subo con su autorización, otro fic entre mis favoritas, espero les guste…

Los personajes pertenecen a Stephanie Meyer; los que no pertenecen a la saga son de cosecha propia de la autora.


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Capítulo 23: Afianzando

Hola chicas al fin pude subir capitulo, parece que ayer la página no estaba funcionando (bueno en mi caso), pero aquí está, las dejo para que disfruten y gracias por los comentarios.

 

Tal y como Edward pidió, Bella se encontraba en su cama desnuda, cubierta por la sencilla sábana y más que dispuesta a recibir a su hombre.

-Está abierto- Dijo con voz seductora tras sentir como Edward tocaba a la puerta.

Edward entró, y lo que encontró sobre la cama, le hizo mostrar su mejor sonrisa torcida. Su jodida, sexy y mortal sonrisa, a la que Bella correspondió mordiéndose el labio inferior mientras seguía con la mirada los movimientos de su hombre al desnudarse.

No dijo nada, se deslizó sobre la cama hasta posicionarse totalmente sobre ella. Tomó su boca, cubriéndola completamente con su más que lujuriosa lengua. Lamió sus labios, los mordió, los succionó abandonándose ambos a una sinfonía de jadeos en escala.

-Abre las piernas- Ordenó él mordiendo su lóbulo.

Ella adoraba esas órdenes, la excitaba sobremanera que el tomase las riendas y simplemente obedecía más que complacida, enseguida notó el miembro erecto de Edward resbalar por su sexo a través de la sábana y echó su cabeza hacia atrás, dejándose hacer. El siguió con su danza, haciendo que entre ambos la humedad caliente fuese más que palpable en la tela. Ella llevó las manos a la sábana pero antes de intentar siquiera moverla, él se lo impidió.

-Quieta- Ordenó mordiendo su cuello.

Bajó hasta sus senos, lamiéndolos sin apartar la sábana de su cuerpo, haciendo que estos se transparentasen y mostrasen unos más que agradecidos pezones dispuestos para el juego. Sus dedos los aprisionaron y retorcieron placenteramente, se dedicaba a observar la cara de su chica perdida en el placer, sus dientes siguieron trabajando en ellos, mientras su duro miembro frotaba más fuerte el sexo de Bella.

Se oyó un sonido similar al de la tela al rasgarse, y notó en toda su extensión la boca de él en uno de sus pezones, no tardó en repetirse en el otro pezón, la estaba volviendo literalmente loca, pero el no dejaba que sus brazos bajasen de su cuello. Sólo permitía que ella le tirase del pelo, eso le calentaba y excitaba mucho más. Estaba tan perdida en las caricias que él le propiciaba, que no notó cuando los dientes de él rasgaban la tela más abajo, fue consciente cuando sintió toda la erección de Edward entrar hasta el fondo con una certera estocada.

-Mírame- seguía ordenando con la voz ronca.

Y ella obedeció de nuevo. Nadie podría jamás, acercarse a describirle lo que era el sexo. De acuerdo que ella antes no pudo comparar, pero no necesitaba saber más allá de Edward, para saber con certeza, que nada mejor le pudiese esperar.

Edward penetró sin delicadeza a Bella. Necesitaba descargar la fenomenal pasión que llevaba dentro. No estaba para muchas caricias, y pudo notar, que su chica tampoco. Sus estocadas eran tan profundas y salvajes, que tuvieron que tapar sus gemidos con besos y mordidas.

-Acaríciame- Pidió el, tremendamente excitado.

Y Bella supo a que se refería. Mientras el subía el ritmo, acompasando sus embestidas, Bella estiró sus manos hasta acoplarlas sobre las nalgas de él y apretarlas, pellizcarlas. Usó uno de los trucos que Alice le dio por segunda vez, y deslizó su dedo entre las nalgas de su novio, que la miraba haciendo un esfuerzo por no cerrar sus ojos y abandonarse.

Bella llevó los dedos de su otra mano a su boca, lamiéndolos de manera lasciva, provocando gruñidos en Edward que contemplaba completamente ido de placer a su novia, imaginando su miembro en esa boca que le volvía loco, y apretando sus labios embestía duro a Bella, sacando jadeos sordos de su interior. Cazó los dedos de su novia con su boca, y ambos los lamieron con sus lenguas hasta que ella los bajó hasta su ano, dónde comenzó a trazarle círculos mientras el controlaba sus embestidas, aguantando la erección el máximo posible.

-¿Te gusta?- Preguntó ella juguetona.

-Umm, sabes que si preciosa. Adoro lo que me haces- respondió un más que ronco Edward.

-¿Estás preparado?- Inquirió ella en sus labios.

Él, se limitó a asentir mientras le mordía el labio inferior, y sintió como ella le penetraba sin suavidad, notando descargas que llegaban directamente a su miembro y hacían que este se clavase en el interior de ella del mismo modo.

-Más- Pidió él, y ella incrementó el ritmo, introduciendo un dedo más en la estrecha cavidad, a lo que Edward respondió con estocadas más rápidas.

Ambos sintieron su interior llenarse, y se dejaron llevar salvajemente en sus embestidas hasta llegar al límite de su resistencia, cuando el estaba apunto de llegar al orgasmo, salió de ella, y tirando de la sábana, esparció su semen por los pechos de Bella, pasando su miembro por ellos hasta que la última gota salió. Ella lo miraba fijamente mientras sonreía satisfecha. La encantaba sacar la bestia que él llevaba dentro, la encantaba el sexo con Edward, era… sencillamente fantástico.

Pero el no había terminado, se arrodillo y llevó su boca al sexo de su chica, lamiéndolo hasta que ella llegó al orgasmo y bebió todo su elixir, hasta que ella dejó de retorcerse y quedó quieta. El, escaló hasta su boca, y después de besarse unos minutos, subió la sabana y tapó sus cuerpos abrazados.

-Me encanta que me obedezcas, que me esperes mojadita- Susurró un aún ronco Edward.

-Tus deseos son mis deseos- Respondió seductora Bella- Por cierto; me debes una sábana nueva- Bromeo ella en su pecho y la risa de él la movió ligeramente.

-Te llevaré de compras- Respondió el divertido acariciando su larga melena. Le encantaba perder sus dedos en el pelo de ella, le relajaba.

Callaron durante un tiempo, dejándose llevar entre caricias y dulces besos, perdiéndose ambos en su mirada.

-Cariño- Preguntó ella de pronto.

-Umm- Respondió el.

-Estaba pensando…- Comenzó ella cuando él la cortó.

-¿Tengo que asustarme?- Preguntó fingiendo terror.

-Tonto- Le dijo ella dándole un golpe en el pecho.

-¡Ouch!- simuló dolor divertido. -¿Dime, qué pensabas?- Le preguntó mientras besaba su cabeza.

-Apenas se unas cuantas cosas de ti… claro, que de mi tú también- Llegó a esa conclusión haciendo una mueca divertida.- El caso, es que me preguntaba… Umm, si eres abogado mercantil, ¿Qué haces en Las Maldivas con un negocio de actividades acuáticas?- Terminó de preguntar ella.

-Bueno, digamos que la abogacía fue un deseo de mi padre, y éste era el mío- Le dijo conciso.

-¿Tu padre te impuso estudiar derecho?- Preguntó ella extrañada.

-Digamos que así fue- Y no le gustó recordar

-Cariño…- Dudó antes de seguir - ¿Qué relación tienes con tu padre?-

El se tensó ligeramente, por lo que ella lamentó haberle preguntado.

-Perdona cielo, yo no quería importunarte- Se disculpó ella.

-No, tranquila. Es sólo que, no es mi tema estrella. Pero tú puedes preguntar lo que quieras cariño- Dijo esto dulcemente apoyando los labios en su frente.- Y en cuanto a la pregunta, se podría decir que la relación entre mi padre y yo, es… cortés.- Respondió triste.

-¿Qué pasó para llegar a eso amor?- Bella de repente se sintió mal por su novio. Y Edward llenó sus pulmones antes de responder.

-Mi padre es buena gente, de verdad que sí. Jamás en los 19 años que viví bajo su techo podría haber imaginado que las cosas se torcerían de esa manera. Pero, quizá, el no contaba con que en la vida de su hijo, había más inquietudes que un futuro más que trazado y evidente. Abogado mercantil trabajando en el bufete familiar, ganando una gran suma de dinero, y en un futuro no muy lejano estar felizmente casado y darle unos maravillosos nietos, con los que disfrutaría y a quienes malcriaría una vez se hubiese asegurado de dejar el negocio familiar en las manos de sus hijos- Terminó haciendo un gesto sombrío.

-¿En qué términos está la relación actualmente?- Bella estaba realmente intrigada.

-Nos llamamos en nuestros cumpleaños, te aclaro que es el próximo mes, el 15 para ser exactos- Lanzó el divertido.- Acción de gracias y Navidades- Añadió

-¿Sólo?- Dijo ella incrédula levantándose para mirarlo.

-Hablo muy seguido con mi madre, y sé a través de ella como les va- La respondió mirándola a los ojos con pesar.

-Cariño, ¿Tanto le cuesta a tu padre aceptar tu decisión?-

-Sí.- Respondió tajante volviendo su mirada al techo.

-¿Y Emmet?- Continuó ella.

-El me apoyó. De hecho, fue quien me prestó el dinero para comenzar aquí-

-¿Y tu madre?

-Ella…- Suspiró antes de continuar - Ella me apoyaba silenciosamente. Al principió se posicionó conmigo, pero le pedí que lo dejase después de ver como mi padre se sintió dolido y ella lo sufría- Su voz se estaba convirtiendo en un murmullo, y Bella dudó en seguir preguntando.

-Los echo tanto de menos Bella… Llevo cuatro años sin verlos, y hay días en que necesito los abrazos de mi madre, o los consejos de mi padre. Pero no sé como propiciar un acercamiento, y el tiempo pasa Bella, el tiempo pasa y se hará cada vez más difícil…

Y se le quebró la voz, y Bella lo estrechó entre sus brazos, cambiando la posición para que la cabeza de él, reposase sobre el pecho de ella. Hundió los dedos en su pelo, mientras sentía las lágrimas de Edward en su piel. No preguntó nada más. Se limitó a abrazarlo con fuerza y a besar su cabeza.

-Lo solucionaremos mi vida. No puedes perder a tus padres, ni ellos pueden perderte a ti. Esto no puede ir a más, y tu padre y tú, necesitáis hablar largo y tendido. No conozco a Carlisle, pero si ha sido capaz de crear un par de ser humanos como Em y tu, dudo mucho que el entendimiento no aparezca mi vida.- Razonó ella con todo el cariño del que fue capaz.

-¿Estarás conmigo?- Preguntó en un hilo de voz.

-Siempre cariño- Prometió ella. - Te quiero Edward-

-Te quiero Bella. Gracias - Y besó su pecho antes de abandonarse al sueño entre los brazos de su mujer.

 

Que buena manera de empezar el capitulo verdad!!! Pero claro lo último si le baja a uno un poco los ánimos con la conversación de Bella con Edward, más adelante se conocerá la historia de porque él no quiso seguir los pasos de su padre y su hermano.

Si les gusto el capitulo no se olviden de dar su comentario y votitos. Saludos

 

Capítulo 22: Interrogatorio Capítulo 24: Ley de Murphy

 


Capítulos

Capitulo 1: Introducción Parte 1 Capitulo 2: Introducción Parte 2 Capitulo 3: Introducción Parte 3 Capitulo 4: Aterrizando en la realidad Capitulo 5: Acostumbrándome al vacío Capitulo 6: Ya lo he visto.... He visto el mar Capitulo 7: Buceando en tus aguas Capitulo 8: Estupendo, está pillado Capitulo 9: Me lías, me lío? ¿Nos liamos? Capitulo 10: ¿Porqué no me siento culpable? Capitulo 11: ¿Es ella? Sí. Es ella Capitulo 12: Lo que me haces sentir Capitulo 13: Lo Siento Capitulo 14: Un "helado" interesante Capitulo 15: Un Imposible Capitulo 16: La Vista Capitulo 17: Agridulce Capitulo 18: Aclarando puntos Capitulo 19: Y ahora, ¿qué? Capitulo 20: Comenzando? Capitulo 21: No puedo más Capitulo 22: Interrogatorio Capitulo 23: Afianzando Capitulo 24: Ley de Murphy Capitulo 25: Maldita Zorra Capitulo 26: Despedidas Temporales Capitulo 27: De Nuevo Por Aquí Capitulo 28: Te Necesito Capitulo 29: La Perra y su Amo Capitulo 30: A esto se le llama caer bajo Capitulo 31: Haciendo Conjeturas Capitulo 32: 24 Horas Capitulo 33: Por fin estás aquí Capitulo 34: La Charla Capitulo 35: Escondido Capitulo 36: Hiel Capitulo 37: Rabia Capitulo 38: Primer Contacto Capitulo 39: Instrucciones Capitulo 40: Compromisos Ineludibles Capitulo 41: Reencuentros y Primeras Citas Capitulo 42: Coto Privado Capitulo 43: Cena de Navidad Capitulo 44: Cuentas Pendientes I Capitulo 45: Cuentas Pendientes II Capitulo 46: Comida infructuosa Capitulo 47: Chocolate Calientito Capitulo 48: Verdades como puños Capitulo 49: Actos y Consecuencias Capitulo 50: Confesiones a la luz de las velas Capitulo 51: Nada Capitulo 52: Canta para mí I Capitulo 53: Canta para mí II Capitulo 54: Estoy aquí Capitulo 55: ¿Maravilla? Capitulo 56: Amargo desayuno Capitulo 57: Haciendo balance Capitulo 58: Fiesta Capitulo 59: Año Nuevo, Vida... Capitulo 60: Otra vez no Capitulo 61: No puedes irte... Capitulo 62: El presente Capitulo 63: Deja vú Capitulo 64: Des... Esperanza Capitulo 65: Desesperación Capitulo 66: Día Uno oscuridad Capitulo 67: Recogiendo Tempestades Capitulo 68: Día dos, tormenta Capitulo 69: Bombones Capitulo 70: Asimilando Capitulo 71: Día 15, como en casa Capitulo 72: Día 30, carta al cielo. Capitulo 73: Siguiendo la pista Capitulo 74: Desnudando el alma. Capitulo 75: Día 57, señales Capitulo 76: Día 63, Luz Capitulo 77: ¿Qué hay de nuevo? Capitulo 78: Cuéntame Capitulo 79: Normalidad Aparente Capitulo 80: Face to Face Capitulo 81: SÍ Capitulo 82: Previa Capitulo 83: Para siempre Capitulo 84: Consumando Capitulo 85: Step by Step Capitulo 86: Separando Destinos Capitulo 87: Cosechando Capitulo 88: Sentencia Capitulo 89: Buenas Nuevas Capitulo 90: !Hola! Capitulo 91: Cerrando Ciclo Capitulo 92: Y Comieron Perdices Capitulo 93: Epilogo

 


 
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