LOS HERMANOS MACMASEN (+18)

Autor: lololitas
Género: Aventura
Fecha Creación: 27/08/2013
Fecha Actualización: 17/11/2013
Finalizado: SI
Votos: 24
Comentarios: 390
Visitas: 103272
Capítulos: 57

"FANFIC TERMINADO"

 

Tres hermanos, tres guerreros, unidos no solo por sangre sino  por una fuerza más poderosa, por culpa de una malvada hechicera, Durante trescientos años, han permanecidos alejados del mundo, ocultando al vengativo dios que llevan prisionero en sus almas, pero muy pronto las cosas cambiaran, una épica guerra entre el bien y el mal se avecina, Edward, Emmett y Jasper deberán luchar no solo contra el mal que los ha asechado toda su vida, sino también contra el amor y la pasión que se encontraran en el camino

Todo el poder, la pasión y la magia de los legendarios guerreros de Escocia atados al juramento de luchar por la victoria en la batalla y en el amor.

 

 

adaptacion de los personajes de crepusculo con el libro "Serie Highlander la espada negra de Donna Grant"

 

 

 

 

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Capítulo 23: EPILOGO (FIN PRIMERA PARTE)

El sol brillaba con intensidad sobre el pequeño grupo congregado en el patio interior. Isabella sonrió a Edward, todavía sorprendida por que le hubiera pedido ser su esposa.

Randall había cumplido su palabra. Había llegado con el sacerdote aquella misma mañana. Emmett le había regalado a Isabella un bonito vestido de color crema ensartado en negro. Era un día perfecto.

El resto de guerreros estaban de pie alrededor de ella y de Edward. Emmett estaba al lado de su hermano. El único que faltaba era Jasper. Su ausencia era dura para Edward y Emmett, pero su determinación por rescatarlo era muy fuerte.

Edward había pronunciado sus votos con voz clara, pero cuando llegó el momento de Isabella, sus palabras se atrancaron en su garganta. Ella pestañeó para deshacerse de las lágrimas y repitió las palabras. La sonrisa de Edward era radiante cuando la atrajo hacia sus brazos y le dio el beso que sellaba sus votos.

El patio estalló en vítores, pero fue silenciado por un silbido de Randall.

—Se acerca una mujer —dijo mientras miraba por las puertas.

Isabella contuvo una sonrisa cuando los seis guerreros se colocaron a su alrededor. Miró por detrás del hombro de Edward y vio como una mujer alta y hermosa entraba en el patio. La mujer se detuvo durante un momento hasta que sus ojos encontraron a Isabella.

La mujer sonrió y continuó hacia Isabella.

—Detente —dijo Edward.

La mujer levantó una ceja color caoba.

—Tú debes de ser Edward MacMasen.

—¿Quién eres tú? —preguntó Edward.

La mujer le sonrió a Isabella.

—He venido por Isabella.

Edward se puso tenso, pero Isabella le puso una mano en el brazo y se colocó a su lado.

—¿Quién eres? —repitió la pregunta de Edward.

—Sonya. Me han enviado para ayudarte.

Isabella observó los ojos ámbar de la mujer, asombrada ante su belleza y el pelo largo y rojo que le caía a rizos por la espalda.

—No lo entiendo. ¿Quién te envía?

Sonya sonrió y levantó una mano.

—Los árboles, por supuesto.

—Por todos los santos —dijo Jacob con la voz sobrecogida—. Es una druida.

Sonya asintió.

—Lo soy. He venido a instruirte, Isabella.

Sonya miró a Jacob.

—Si tu nuevo marido me permite quedarme en el castillo.

Isabella estaba estupefacta. Los árboles, los árboles le habían dicho a Sonya que la buscara. Era demasiado asombroso para creerlo.

—Gracias —le dijo—. Por favor, únete a nosotros.

Cuando Edward no respondió, Isabella le dio un codazo en las costillas. Él gruñó.

—Sí, Sonya, estaremos encantados de tener otra druida.

—Necesitaréis una. Tanya no está nada contenta después de haber perdido a Isabella. Los árboles no paran de hablar de ello.

Emmett se rió y le dio la bienvenida a Sonya mientras los demás guerreros se presentaban. Isabella observaba a la nueva huésped, casi demasiado asustada para creer que ahora aprendería todas sus capacidades.

—¿Te encuentras bien?

Ella se giró y sonrió a Edward.

—Sí. Me he casado con el highlander más perfecto, y una druida, enviada por los árboles, ha venido a instruirme.

Edward se rió.

—Sus palabras no deberían sorprenderme, pero admito que lo hacen. ¿Arboles? ¿Quién sabía que podían hablar?

—Según parece, Sonya.

—Tú no empezarás a hablar con los árboles, ¿verdad? —le preguntó él.

—Mmm —hizo Isabella, y le pasó los brazos por el cuello—. Podría ser. ¿Tan malo sería?

—Para nada, amor mío. Creo que sería magnífico.

Él le dio un beso abrasador. Habían encontrado un amor que distorsionaba la frontera del tiempo, un amor que unía sus corazones y sus almas.

Isabella nunca había sido tan feliz. La risa de Edward cuando la levantó en brazos y le hizo dar vueltas mientras los demás los vitoreaban le indicó que había conseguido exactamente lo que quería.

Su futuro podía ser discutible, pero tenían su amor. Era suficiente.

 

 

Jasper se cogió la cabeza con las manos y rodó sobre su lado mientras el cráneo le dolía tanto que sintió que se le revolvía el estómago. Abrió los ojos de golpe para ver que estaba rodeado de oscuridad. El frescor que sentía le indicó que estaba bajo tierra. El hedor a aire viciado y a cuerpos sucios inundaba su nariz.

Recordaba haber dejado a sus hermanos y haber corrido hacia la noche. Había sido maravilloso abandonarse a aquel deseo, despreocupado por si alguien lo veía.

Había corrido durante horas hasta que había visto un wyrran. Lo había perseguido, con la intención de derramar más sangre, su furia lo consumía. Luego recordaba haber caído. Debía de haber un agujero en el suelo. Cerró los ojos e intentó pensar. Recordaba el sonido de su pierna rompiéndose en la caída y un dolor insoportable mientras empezaba a curarse.

Había habido alguien arriba de él, de eso estaba seguro. El hombre había mirado a Jasper pero se había negado a ayudarlo cuando se lo había pedido.

Jasper hizo una mueca cuando lo recorrió una ola de mareo. No se sentía así de mal desde antes de que su dios fuera liberado. A pesar del dolor, Jasper volvió a pensar en la caída y en el hombre que estaba encima de él.

El hombre había reído y luego había saltado a su lado. Él había rodado sobre su espalda cogiéndose la pierna. El hombre se había agachado hacia Jasper y él lo había mirado a la Isabella.

Los ojos de Jasper se abrieron cuando volvieron los recuerdos. No era un hombre, sino un guerrero.

Jasper olvidó el dolor mientras miraba a su alrededor. Las garras se le clavaron en las palmas de las manos cuando oyó los gritos de la gente que estaba siendo golpeada debajo de él. Aquellos gritos los había oído antes.

Cuando él y sus hermanos fueron prisioneros de Tanya.

 

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BUENO NO HAY QUE DECIR QUE ESTA HISTORIA LLEGO A SU FIN, A PETICION DE LA MAYORIA CONTINUARE CON LA SEGUNDA PARTE Y DESPUES LA TERCERA, LA SEGUIRE PUBLICANDO EN ESTA MISMA HISTORIA PARA QUE TODO QUEDE JUNTO ¿LES PARECE?, GRACIAS POR SU APOYO, LES ASEGURO QUE NO SE VAN A REPENTIR, LA VIDA DE EMMETT Y JASPER SON DE LO MAS INTERESANTE Y CLARO QUE SABRAN DE ISABELLA Y EDWARD, YA QUE TODOS PELEAN POR UNA MISMA CAUSA Y SON PARTE IMPORTANTE DE LA VIDA DEL OTRO, DE UNA U OTRA FORMA SE ENTRELAZAN SUS DESTINOS.

 

GRACIAS GUAPAS, LAS VEO MAÑANA CON LA CONTINUACION Y AUNQUE NO SERA HISTORIA NUEVA Y LA HARE EN ESTA MISMA, PUBLICARE LOS TRES CAPITULOS INICIALES ¿LES PARECE BIEN?.

Capítulo 22: VEINTIDOS Capítulo 24: UNO "EL PERGAMINO OCULTO"

 
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