Enamorandose de un desconocido (bad girl)

Autor: GBCullen
Género: + 18
Fecha Creación: 29/07/2013
Fecha Actualización: 20/08/2013
Finalizado: SI
Votos: 15
Comentarios: 13
Visitas: 91328
Capítulos: 61

La tímida asistente social Isabella Swam sólo tenía un vicio: al oscurecer, espiaba a sus vecinos durante sus momentos más desinhibidos. Noche tras noche, detrás de cada ventana, en cada dormitorio anónimo, Bella encontraba material para sus fantasías más salvajes. No hacía daño a nadie. Era solo un juego. Nadie se iba a enterar. Hasta que una noche sonó el teléfono...

-«Has sido una niña mala.»

Él se hace llamar Justice, y también tiene una afición: observar como Bella observa a los demás. Tiene fotos que lo demuestran. Ahora le toca jugar a él.

La historia no es mia, pero me gusto asi que decidi adaptarla con los personajes de stephenie meyer, espero les guste la historia :) , dejen sus comentarios.

Esta novela es una adaptacion de el Libro Bad Girl, la autora del es Maya Reynolds

+ Añadir a Favoritos
Leer Comentarios
 


Capítulo 51: Miedo

-Puede que a ti no pero a mí sí me importa, y mucho, ¿sabes? Doy unas propinas estupendas al personal del edificio. Si alguno de los empleados me traiciona, tengo que saber de
quién se trata -eran palabras de acero-. Puedes optar por contárme lo sin más o por explicármelo todo mientr as te azoto. Estoy bastante ansioso por ver cómo reaccionas a los latigazos.

A Bella  se le secó la boca y los dientes empezaron a castañetearle. Después de dos intentos fallidos, logró explicarse.

-Esperé a que el conserje atendiera a otro inquilino y me colé para mirar los buzones.

-¡Ding! -exclamó para imitar el sonido de la bocina de un concurso televisivo- Respuesta incorrecta, Isabella. En los buzones de mi casa no aparecen los nombres, sólo los números de los pisos. Entonces se dirigió a Gordon: -¿Por qué no acompañan Turner y tú a mi amiguita  a mi sala de juegos? Veré si allí puedo conseguir que saque la lengua a paseo.

**********

A Edward le dolían los músculos, que la adrenalina había recorrido durante horas como preparación para la acción. Sentado en el coche, no había podido descargar toda la epinefrina al torrente sanguíneo. Podía sentir los latidos del corazón y empezaba a dolerle mucho la cabeza.

La capitana Torres iba acomodada en la parte de atrás y hablaba por el móvil con Winston Parnell, el sheriff del condado de Eldon. Ya se había repetido varias veces, lo que hacía pensar que el sheriff Parnell no tenía muchas luces.

Edward quería quitarle el teléfono y gritar: «¡Maldita sea! Vamos hacia su insignificante ciudad para hacer nuestro trabajo. Apártese de nuestro camino y nadie saldrá herido.»

Notó que Embry lo miraba de soslayo con una expresión de preocupación y trató de relajar las extremidades, pero las tenía agarrotadas y le dolían por todo el azúcar acumulado en el sistema nervioso a causa del estrés. Y aunque sonrió a su compañero para tranquilizarlo, pudo leerle en la cara que su sonrisa había sido más bien una mueca.

Torres colgó el móvil con un clic sonoro.

-Confiaba en resolver esto por la vía más sencilla, pero el sheriff insiste, en que pasemos por su oficina  para hablar con él.

-¡A la mierda! -gruñó Edward-. No tenemos tiempo que perder jugando a ser amables con un melón de pueblo. Bella está en peligro.

-Cullen... -empezó a hablar el teniente Jenkins, pero Torres lo cortó.

-Sé que está nervioso, detective, pero necesitamos la ayuda del sheriff. Él conoce bien la zona y nosotros no. Él conoce bien a la gente que vive allí y nosotros no. Él conoce los pinares y nosotros no.

-Le he dejado unir se a esta operación a sabiendas de que está usted implicado personalmente... -intervino Jenkins con la voz dura.

-Teniente, yo no... -explicó Edward.

-Pare -lo interrumpió su jefe-. Usted tiene algo que ver con la mujer secuestrada, y ésa es una implicación personal. Así que, si no quiere que le dejemos aquí mismo, mantenga el pico
cerrado y obedezca las órdenes, ¿me ha entendido?

Su formación militar prevaleció y Edward se tragó su rabia.

-Sí, señor. Gracias, señor.

La mirada del teniente se suavizó.

-La traeremos de vuelta, hijo. No debe perder la confianza.

-Sí, señor.

En lugar dé añadir algo que pudiera dejarlo fuera de aquel coche, Edward se calló y apretó las mandíbulas con tanta fuerza que acabaron doliéndole los dientes. Miró por la ventana el paisaje que iban dejando a su paso. Había torres de perforación y extracción petrolífera en medio del ganado o junto a casas tipo rancho o en pequeñas plantaciones de trigo o maíz.

Aunque mantenía la mirada fija en el exterior, con la mente seguía visualizando a Bella, tal y como la recordaba en la cena de la noche anterior. Apenas doce horas antes, le había prometido que la protegería. Y ahora ella se encontraba en manos de un pervertido sexual. Su amable y divertida Bella, tan llena de sorpresas y contradicciones, estaba ahora con Víctor Cabrini. «Si le toca un pelo de la cabeza, lo mataré. No me importa si me paso en la cárcel el resto de mi vida. Habrá valido la pena. Aguanta, nena, enseguida estaré contigo.»

**********

Bella estaba sentada en un taburete alto situado en el centro de lo que el constructor debía de haber imaginado como sala de cine: una habitación amplia y cuadrada sin ventanas y pintada en gris oscuro. Y ahí es donde acababa todo parecido con una casa normal. Vulturi la había llamado su «sala de juegos». De las paredes colgaban tiras de sujeción para muñecas y tobillos, y un aparador de caoba y cristal servía de mostrador para los látigos y las fustas. A la izquierda de Bella se extendía una estrecha camilla llena de estribos, y a su derecha, había una especie de instrumento de madera con cadenas y poleas.

Había algo muy dramático a la vez que teatral en aquel lugar, como si se tratara de un decorado para una obra de teatro. Si Bella no hubiera visto actuar a Vulturi con sus sumisas, habría creído que la habitación estaba hecha para asustar a sus invitadas. No obstante, con todo lo que sabía acerca de él y de sus perversas inclinaciones, no le cabía duda de que aquel lugar era exactamente lo que parecía: una sala de tortura. El suelo, también gris, estaba recubierto de pizarra; la sangre se limpiaba mejor en la piedra que en una moqueta.

Estaba a punto de desmayarse del miedo que aquel sitio le producía. El cuerpo, sacudido por una repentina oleada de terror, parecía habérsele cerrado. Los temblores y el castañeteo de los dientes de hacía veinte minutos habían desaparecido y había dado paso a una suerte de reposo atenazador. Por contra, el cerebro se mantenía en alerta máxima y procesaba con nitidez todo lo que ocurría al tiempo que le proporcionaba instantáneas sugerencias. «Edward está buscándome. Sabrá que Vulturi me ha secuestrado. Él y la policía me encontrarán. Sólo tengo que aguantar hasta que aparezcan.»

Capítulo 50: Ecuentrame Capítulo 52: secuestrada

 


Capítulos

Capitulo 1: Fantasias Capitulo 2: Algo inesperado Capitulo 3: Algo inesperado Part. II Capitulo 4: Justice Capitulo 5: HOT CALL Capitulo 6: El Comienzo Capitulo 7: Pasado Capitulo 8: Museo Capitulo 9: Museo Part. II Capitulo 10: Luces, Camara... ACCION Capitulo 11: 2 Round Capitulo 12: Deseos Capitulo 13: "Cita" Capitulo 14: Jerry's Capitulo 15: encuentros Capitulo 16: Edward... Capitulo 17: ¿ Quien eres? Capitulo 18: Juntos Capitulo 19: Juntos Part. II Capitulo 20: Eres perfecta Capitulo 21: nuevas sensaciones Capitulo 22: Empezando... Capitulo 23: Recuerdos Capitulo 24: conociendonos Capitulo 25: Primera noche juntos Capitulo 26: ¿Problemas? Capitulo 27: un beso de desayuno Capitulo 28: Eres lo que esperaba Capitulo 29: tus fantasias Capitulo 30: tus fantasias part. II Capitulo 31: un regalo mas Capitulo 32: Dejate llevar Capitulo 33: Jardin botanico Capitulo 34: Disfrutando del paisaje Capitulo 35: ¿Flores? Capitulo 36: M.V Capitulo 37: Nervios Capitulo 38: Terraza Capitulo 39: Alguien quiere hablar contigo... Capitulo 40: Calle Hatcher Capitulo 41: Oak Cliff Capitulo 42: ¿Que ocurrio? Capitulo 43: Comisaria Capitulo 44: te prometo... Capitulo 45: ¿Que hago? Capitulo 46: Te encontrare Capitulo 47: ¿Donde estarás? Capitulo 48: ¿Donde estarás? Part.II Capitulo 49: Capitulo 50: Ecuentrame Capitulo 51: Miedo Capitulo 52: secuestrada Capitulo 53: Esperame Capitulo 54: ¿Salida? Capitulo 55: sin salida Capitulo 56: Dejame recuperarla Capitulo 57: Por fin Capitulo 58: te encontre Capitulo 59: Propuesta? Capitulo 60: Escaleras Capitulo 61: Final

 


 
14444931 visitas C C L - Web no oficial de la saga Crepúsculo. Esta obra está bajo licencia de Creative Commons -
 10762 usuarios