Enamorandose de un desconocido (bad girl)

Autor: GBCullen
Género: + 18
Fecha Creación: 29/07/2013
Fecha Actualización: 20/08/2013
Finalizado: SI
Votos: 15
Comentarios: 13
Visitas: 91348
Capítulos: 61

La tímida asistente social Isabella Swam sólo tenía un vicio: al oscurecer, espiaba a sus vecinos durante sus momentos más desinhibidos. Noche tras noche, detrás de cada ventana, en cada dormitorio anónimo, Bella encontraba material para sus fantasías más salvajes. No hacía daño a nadie. Era solo un juego. Nadie se iba a enterar. Hasta que una noche sonó el teléfono...

-«Has sido una niña mala.»

Él se hace llamar Justice, y también tiene una afición: observar como Bella observa a los demás. Tiene fotos que lo demuestran. Ahora le toca jugar a él.

La historia no es mia, pero me gusto asi que decidi adaptarla con los personajes de stephenie meyer, espero les guste la historia :) , dejen sus comentarios.

Esta novela es una adaptacion de el Libro Bad Girl, la autora del es Maya Reynolds

+ Añadir a Favoritos
Leer Comentarios
 


Capítulo 21: nuevas sensaciones

Al abrir el albornoz por completo, su sonrisa se hizo más amplia.

-¡Dios! ¡Son preciosos!

Le retiró el albornoz de los hombros y le colocó ambas manos bajo los pechos. Bella se relajó y disfrutó del tacto de aquella presión sobre su cuerpo. Edward le frotó los pezones con los pulgares.

-¡Me gusto! -exclamó ella.

-Quiero chupártelos -en un movimiento repentino, le puso las manos en la cintura y la levantó.

-¡Edward! -gritó ella asustada.

Él giró sobre sus talones y sentó a Bella sobre la encimera.

-Tranquila, cielo. Sólo quería ponerte en un sitio en el que pudiera llegar a tus maravillosos pechos.

Entonces bajó la cabeza y le lamió un pezón. A Bella se le tensaron los músculos y se sintió
atravesada por un chispazo que viajó desde el pecho hasta el pubis. Habría podido jurar que era capaz de escuchar la energía que la abrasaba por dentro.

Edward envolvió la areola de Bella con los labios y, con mucho cuidado, se introdujo el pecho en la boca. La calidez de su aliento hizo que ella experimentara un escalofrío y que se le endurecier an los pezones. Luego él le acarició la cadera con suavidad. Sus manos templadas la tranquilizaron, y mientras él continuaba chupando, ella le tomó la cabeza y se la colocó sobre su pecho de modo que pudo apoyar su barbilla en aquella cabellera oscura.

Aquella boca era un exquisito instrumento de tortura que hacía que Bella deseara más y empezara a mecerse con los nervios a flor de piel. Era plenamente consciente de todo, del olor a jabón y a sándalo que desprendía Edward, de la enorme mano que él mantenía posada sobre su rodilla, la aspereza de los vaqueros que le rozaban los muslos abiertos y la frialdad de las baldosas sobre las que permanecía sentada.

Acababa de inclinarse hacia delante en un acto de rendición cuando, de pronto, Edward le mordió el pecho. Aquella ligera presión en el pezón, ya estimulado, hizo que Bella se sobresaltara y se separar a de su amante.

-Lo siento, cielo, ¿te he hecho daño? -preguntó él mirándola a los ojos.

-No -respondió en un grito ahogado-, es un dolor agradable... Es que me ha pillado desprevenida, eso es todo.

Edward la besó en los labios y luego se agachó para continuar en la curva turgente del seno.

-Anoche te pregunté si alguna vez te habías corrido sólo con que alguien te chupara los pechos, ¿te acuerdas?

Bella se ruborizó.

-Sí.

-¿Me dejas intentarlo?

Incapaz de contestar, ella asintió y Edward respondió con una amplia sonrisa.

-Recuéstate, nena, y disfruta.

Edward se centró en el pecho izquierdo y repitió la misma operación que había realizado en el derecho: lamerle y succionarle el botón de la areola. Esta vez, en cambio, empleó la mano para estrujarle al mismo tiempo el pezón derecho. Se entretuvo alternando entre uno y otro,
proporcionándole un placer que se confundía con una sensación de dolor, forzándola a tensar los muslos y el sexo, cada vez más hambriento de su polla endurecida.

-Edward, por favor... -gimoteó.

-Eso es lo que te hago, cielo, un favor...

Bella tenía los pechos tan sensibles ya que tuvo que morderse el labio inferior para evitar gritar mientras él continuaba empleando las manos y los dientes para proporcionarle aquel dulce tormento.

El orgasmo llegó con tanta fuerza que los dejó a ambos sorprendidos. Ella se levantó de la encimera estirándose hacia delante y, al alcanzar el clímax, experimentó una sacudida.

-¡Edward! -gritó al fin.

Sobresaltado, él liberó el pecho que tenía aún atrapado en la boca y al levantar la cabeza se golpeó con la barbilla de Bella . Enseguida se irguió para sujetarla por los hombros mientras ella disfrutaba de los espasmos al tiempo que el sexo derramaba todos sus flujos. Como si no tuviera esqueleto que la sostuviera, Bella acabó desplomándose sobre javier, con la mejilla apoyada en su hombro. Él la sostuvo con ternura y le acarició el cabello una y otra vez c on la enormidad de su mano. Bella se acurrucó en él, antes de susurrarle:

-Gracias.

-Gracias a ti -respondió él-, es un placer proporcionarte placer.

Bella se rió, adormecida.

-¡Qué educados somos! -Levantó la cabeza y le dijo al oído-: Ha sido fantástico, pero me siento un poco culpable por que tú no te hayas corrido.

-Aún hay tiempo -se echó hacia atrás para mirar la a la cara-. Salvo que quieras que me vaya ya.

Bella negó con la cabeza.

-No. Aunque creo que necesito un descanso; me gustaría ducharme y, quizá, tomar algo.

A pesar de haber pronunciado estas palabras, Bella no hizo ni siquiera el gesto de desprenderse de aquel abrazo y se dedicó, en cambio, a acariciar su mejilla contra el hombro de Edward. El deslizó una mano entre sus cuerpos y empezó a frotarle a Bella el muslo izquierdo. Los dedos subían cada vez más... hasta que ella lo apartó.

-Ese descanso...

Él sonrió burlón.

-Está bien. ¿Por qué no te das una ducha mientras yo preparo algo de beber? ¿Qué te apetece tomar?

-Vodka con naranja, con mucho hielo. Hay un carrito con bebidas en el cuarto de estar.

-Voy volando -respondió él antes de darle un beso y salir del baño.

Esta vez Bella corrió el pestillo de la puerta. Además de ducharse, le apetecía disfrutar de algo de privacidad. Habían pasado tantas cosas, y tan deprisa, que necesitaba tiempo para evaluarlo todo, para acostumbrarse a lo de tener un amante y a lo de que la desearan. Le costaba hacerse a la idea.

Capítulo 20: Eres perfecta Capítulo 22: Empezando...

 


Capítulos

Capitulo 1: Fantasias Capitulo 2: Algo inesperado Capitulo 3: Algo inesperado Part. II Capitulo 4: Justice Capitulo 5: HOT CALL Capitulo 6: El Comienzo Capitulo 7: Pasado Capitulo 8: Museo Capitulo 9: Museo Part. II Capitulo 10: Luces, Camara... ACCION Capitulo 11: 2 Round Capitulo 12: Deseos Capitulo 13: "Cita" Capitulo 14: Jerry's Capitulo 15: encuentros Capitulo 16: Edward... Capitulo 17: ¿ Quien eres? Capitulo 18: Juntos Capitulo 19: Juntos Part. II Capitulo 20: Eres perfecta Capitulo 21: nuevas sensaciones Capitulo 22: Empezando... Capitulo 23: Recuerdos Capitulo 24: conociendonos Capitulo 25: Primera noche juntos Capitulo 26: ¿Problemas? Capitulo 27: un beso de desayuno Capitulo 28: Eres lo que esperaba Capitulo 29: tus fantasias Capitulo 30: tus fantasias part. II Capitulo 31: un regalo mas Capitulo 32: Dejate llevar Capitulo 33: Jardin botanico Capitulo 34: Disfrutando del paisaje Capitulo 35: ¿Flores? Capitulo 36: M.V Capitulo 37: Nervios Capitulo 38: Terraza Capitulo 39: Alguien quiere hablar contigo... Capitulo 40: Calle Hatcher Capitulo 41: Oak Cliff Capitulo 42: ¿Que ocurrio? Capitulo 43: Comisaria Capitulo 44: te prometo... Capitulo 45: ¿Que hago? Capitulo 46: Te encontrare Capitulo 47: ¿Donde estarás? Capitulo 48: ¿Donde estarás? Part.II Capitulo 49: Capitulo 50: Ecuentrame Capitulo 51: Miedo Capitulo 52: secuestrada Capitulo 53: Esperame Capitulo 54: ¿Salida? Capitulo 55: sin salida Capitulo 56: Dejame recuperarla Capitulo 57: Por fin Capitulo 58: te encontre Capitulo 59: Propuesta? Capitulo 60: Escaleras Capitulo 61: Final

 


 
14445096 visitas C C L - Web no oficial de la saga Crepúsculo. Esta obra está bajo licencia de Creative Commons -
 10762 usuarios