Demon Prince (+18)

Autor: sistercullen
Género: Espiritual
Fecha Creación: 15/03/2011
Fecha Actualización: 12/12/2012
Finalizado: SI
Votos: 53
Comentarios: 148
Visitas: 183798
Capítulos: 47

Summary: Bella descubre, que la sesion espiritista hecha en su adolescencia,le marca la vida hasta lo altamente imporbable : la aparicion del principe de los demonios: Edward I.

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Capítulo 10: Capitulo 10

 

         DEMON PRINCE.

Bella miró al hombre que se hallaba con Alice.

-Si. Y tú también.-dijo Bella mecánicamente. Habia algo en los ojos de aquel hombre que le era vagamente familiar.

-Mi padre….Bella; mira sé que esta no es manera de  presentarte a …

-Encantada.- sonrió Isabella, caminando hacia el hombre y ofreciendo su blanca mano.

-No.- susurró Aro.- La familia se saluda asi. Hija mia…- cogió su cintura y la apretó contra su cuerpo, sintiendo asi¸ el aroma de la exclusividad.

-¿Qué pasa aquí?- La voz de Edward resonó como un trueno; en la parte delantera de la casa.

Bella se separó de Aro y miró el porte  gallardo de Edward; achicó los ojos y sus verdes orbes se fijaron en ella.

-Reunion familiar.- espetó Aro; mientras caminaba hacia su hijo y lo abrazaba de la misma manera que habia  abrazado a Bella.- Debes acompañarme hijo; es vital para nuestra raza.

-¿Cómo?.- preguntó él; incomodo.

-Solo son tres días; Edward y `podras venir a por tu hembra.

Edward se separó de su padre; que le habia dicho esto; en un sordo murmullo.

-Lo que tú me digas; será obedecido; padre

Aro; elevó una ceja y sonrió con arrogancia.

-No todo; hijo; no todo.

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Capitulo 10.

     Aro y Edward caminaron a través del bosque con pasos ágiles.

  Atrás se quedaron Bella y Alice; la una, mirando como su padre y hermano se marchaban. Y la otra, con el presentimiento de que aquello rozaba todo, menos lo normal.

   -Vamos a casa; Bella.- Alice agarró del brazo a su amiga y ella asintió sin mirarla. Bella se miró sus pies descalzos, que ahora estaban mojados por la humedad del césped y se limpió con un trapo seco antes de traspasar el umbral de la puerta.

   El rostro de Jo; fue lo primero que vió al levantar la cabeza.

-¿Qué haceis despiertas a estas horas? ¿Y en el patio? ¿No será cosa tuya, Alice?.- Jo; que casi no llevaba ropa, tapando su cuerpo, iba sarpullida de  unos leves arañazos que se disponían a lo largo de sus muslos y caderas.

   Bella la miró con atención y un estremecimiento de deseo la embargó.

  Ceñuda, pasó para adentro sin contestar si quiera y corrió escaleras arriba hacia su cuarto.

Todo lo que estaba ocurriendo desde que habia llegado Jo, era tan extraño…y ella sentía que algo cambiaba dentro de ella. Una metamorfosis que la empujaba a sentirse mas segura de si misma y sensual.

    Era como si toda ella desplegara una vigorosa energía sexual alrededor suyo…sentía que su cuerpo delgado, era el mismo; pero que su apreciación sobre el mismo, no era ni mucho menos igual.

   En la habitación de Jo; un espejo de cuerpo entero; ovalado, la reflejaba por completo; se acercó  a él, poco a poco y estudió sus finos rasgos y  su cuerpo a la luz de la luna. Una débil sonrisa apareció en sus labios cuando sintió su pezón erguirse descarado.

   Una fina brisa la envolvió; pero en contra de todo pronóstico, el calor llameando de esta brisa hizo que Bella se sintiera incomoda y terriblemente acalorada.

  Se pasó una mano por la frente; que rezumaba perlas de sudor  y volvió a mirar aquellos ojos chocolates que parecía que tuviesen inteligencia propia.

   Jadeó y cerró los ojos. Dejó escapar la tira del camisón de algodón suavemente, dejándola en unas diminutas bragas que no dejaban nada a la imaginación.

   Mirando su cuerpo en el espejo; se excitó y pasó sus manos finas y blancas, alrededor de sus pezones.

   Se deshizo de las braguitas y contempló su cuerpo entero, meció su melena con sensualidad, cerrando los ojos.

  Un ruido la obligó a volverse hacia la ventana….

…Una sombra..quizas un gato o una paloma...

…pero algo le decía que no; que aquella sombra era como ella y la habia observado entre las copas de los arboles que daban de frente a su ventana.

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--¿Qué coño ha pasado? ¿Por qué has venido a buscarme a la casa de mi hembra? En verdad es la primera vez que veo que te saltas  el protocolo sin miramientos padre. Debe ser muy importante  lo que has venido a decirme.- Edward se paró en un claro del bosque y miró a su padre con determinación.

    Aro, contuvo la respiración por un momento.

  -Los demonios de clan Denalí quieren que te unas a Tanya….ya sabes que cuando vamos allá, la visita debe durar un minimo de tres días….Edward.- Edward tenia apretado los puños. Tanya habia sido tan acosadora como una bruja demente.

Aro, apretó un puño con la mano a su hijo y lo reconfortó.- Debes llenarte de la esencia de tu hembra y mostrárselo. Ya sabes; solo así no se armará una guerra en el infierno. Eleazar siempre ha querido que unamos los diferentes emplazamientos del inframundo, y la unión de su hija contigo, hijo mio; seria un triunfo…. Supongo que te será fácil destapar el botecito de la esencia de tu hembra…si es que es ella la indicada…

-¡Otra vez con eso padre!.- bramó furioso, Edward.

Aro palmeó la mano de su hijo y caminó sobre el claro, pensativo.

-La hermana. Isabella. ¿Has captado su esencia?.- Aro lo escrutó con la mirada, analizando cada musculo del rostro de su hijo. Impasible.

-No.- mintió.- Es Jo, quien canta para mí. Ella es mi hembra. La amo. Y me gustaría que de una vez por todas se te metiera eso en la cabeza…

Aro rió.

-Esta bien, esta bien. Tres días Edward . Los Denalí requieren una visita de cortesía de tres días…si les muestras el aroma de tu exclusividad. Eleazar no podrá hacer nada contra eso.

 Edward asintió y fue en ese preciso momento cuando Aro vió, en en los ojos de su hijo la duda florecer. Habia plantado una semilla fructífera;  la semilla de la duda.

  -¿Me acompañas entonces hijo?

Edward frunció el entrecejo y paseó la mirada por la fachada de la casa Swan.

-No. Debo de ver a Jo. Ya sabes; tengo que embriagarme de su esencia para mostrársela mentalmente a Denalí. Luego te busco padre. No partiría sin despedirme de ti.

  Aro se despidió de su hijo de manera militar y cuando Edward volvió su mirada, ya no estaba.

  Suspiró fuertemente y buscó el tronco de un árbol donde apoyarse.

  Los Denalí…Tanya…

Si bien ella ya habia formado parte de la multitud de mujeres; demonios o no, que se habia follado. Ella era todo; menos una buena compañera.

   Era técnicamente un cuerpo sin nada en su materia gris. Caminaba si él se lo pedia y  mataba si él lo deseaba.

   Pero Jo………..

A Jo la amaba…

…Aunque algo desconcertante estaba cambiando con respecto a ella. Y él sabia perfectamente que es lo que era. Isabella Swan, su hermana.

   Sacudió la cabeza intentando sacarla de su cabeza.

-Hermano..- la voz de Alice retumbó en sus oídos como campanillas.- ¿Qué ocurre?

Edward alcanzó una mata verde y la metió en su boca.

-Los Denalí quieren que me una a Tanya. Padre me ha dicho que tengo que ir hacia allá y mostrarles la esencia de mi hembra.

 Alice hizo un mohín altanero; dando una patadita al tronco donde se hallaba recostado su hermano.

-Pues dudo que vayan a quedarse satisfechos. Esa mujer tiene esencia ;pero no la indicada para ti.

Edward soltó una serie de maldiciones que Alice no pudo entender.

-¿Tú que mierda sabras; Alice?

-Sé. Y punto. ¿Recuerdas que llevamos la misma sangre?  La mujer que será su esposa también canta para mi…pero de una manera diferente,claro….¡No quiero morir joven y en tus manos! Si te emplazas con los Denalí y les muestras la esencia de tu putita…tendrás que casarte con Tanya…y creo que eso hermanito..no te haría muy feliz.

-¡Vete al infiero; Alice!.- siseó Edward

Alice comenzó a reir con ganas y Edward se irguió para ir en busca de  Jo.

 -Ve a por la esencia de Bella. Debe de estar dormida…su olor..es mucho mas fascinante, dominante, exclusivo…sensual….

-¡Callate Alice!

La pequeña súcubo pegó un saltito.

-¡Lo notaste! ¡Me mentistes!

Edward no dijo nada. Le dio la espalda y alzó los hombros con desprecio.

-Santa Isabella.- ironizó él.- de aquí al cielo con su novio rubito con cara de querubín.

  Alice rompió  a reir de nuevo.

-Me marcho Edward. Sin duda ha sido una noche…¿Cómo lo diría? ¿reveladora? Si….-Alice caminó hacia la puerta .- Adios Edward. Recuerdos a la insaciable de Tanya..- Alice tapó su boquita y Edward la vió desaparecer.

   Caminó hacia el viejo árbol que habia en un lateral de la casa. Respiró varias veces , intentando plantearse que hacer o no.

   Sus manos se aferraron a la corteza del árbol como garras, subiendo como un animal; sin ningún esfuerzo.

 Las copas de los arboles eran frondosas y algunas ramas, golpeaban la ventana de la habitación de Bella.

    Estaba abierta.

Sigilosamente, se apoyó en el alféizar y  cuando alzó la vista se quedó paralizado.

  Ella estaba casi desnuda; mirando su cuerpo en un espejo.

Su cuerpo se cimbreaba como una llama salvaje, y él pudo oir su llamada: Estaba en celo y lista para ser poseída. Edward se lamió enérgicamente los labios sin poder digerir lo que sus ojos estaban viendo. Ella estaba meciendo sus aureolas con sus manos y cerraba los ojos como una maldita bruja devoradora de hombres. Estaba resplandeciente. Parecia una Diosa del martirio del placer…del sexo, de la deshibicion….

   Sin mover ni un musculo; los sonidos atronadores de su corazón, ser pararon en el acto, al ver como se deshacía de sus bragas y contempló el triangulo de sus rizos oscuros.  Edward se tragó el bramido animal que luchaba por salir de su cuerpo. La enorme erección se convertía en dolorosa y sus testículos llenos, habían subido hasta casi desaparecer. “Hermosa”, pensó, cerrando los ojos y aspirando aquel olor a hembra en celo que despedia.

  Al abrir los ojos; completamente ciego y excitado, la vió mecer su melena al viento y su polla vibró como un martillo al aporracearlo; tragó un débil gemido antes de que escapara de su boca; pero la madera de la ventana cedió al intenso agarre de sus garras.

  Cuando  vió que iba a darse la vuelta, desapareció de aquel lugar.

Loco, excitado y con una duda existencial en su cabeza.

¿Quién coño era Isabella Swan para él? ¡Él amaba a Josephine!

Continuará…

Capítulo 9: Capitulo 9 Capítulo 11: Capitulo 11

 
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