D E M O N P R I N C E
CAPITULO PRIMERO.
-¡No seas tonta, Bella! ¡Pon el dedo en el vaso! Total…¿Qué va a pasar? Venga….anda; ¡Podemos llamar a tu hermana Josephine…¿No quieres hablar con ella?
-No.
Bella miró los rostros de aquellas que se decían amigas.
Una: Jessica Stanley, que sonreía con morbosa anticipación a lo que estaba por venir.
La otra: Lauren Mallory, la trataba como si fuera anormal o careciera de mas de una neurona en su cerebro.
Aquella tarde Renneé habia sido generosa, con las nuevas vecinas del pueblo y habia invitado a sus hijas a merendar a su humilde casa.
Tanto ella; como si hija Bella, hacia varios meses que se habían mudado de Phoenix a aquel pueblecito dela penisula de Olympic: Forks…pero habían dejado a alguien en el camino. Su hermana Josephine; la hemana mayor de Bella.
Un extraño accidente de tráfico se la habia llevado al otro lado y se quedaron inmensas en la negación de lo perdido.
Josephine, murió a la tierna de edad de 19 años.
Era tan bella como Reneé; en sus tiempos de juventud; antes que el alcohol hiciera estragos en su cuerpo.
- Venga, Bella. No seas mojigata. No es nada mas que un juego. Pon el dedo encima del vaso.- Lauren Mallory, miraba a Jessica. Y ésta a la vez, le sonreía con malicia.
-Sí. Bella, concentrémonos.- dijo en un tono tierno Jessica.
Bella asintió débilmente. Y con la mano temblorosa, puso su dedo índice, encima del vaso de café que habían cogido de la cocina.
Lauren Mallory, cerró los ojos y comenzó a hablar en voz alta.
Se habían congregado en la habitación de Bella.
La rubia, Lauren Mallory habia tenido la genial idea de hacer una sesión de espiritismo.
Convocar a algún espíritu que les pudiera divertir la velada asquerosa y monótona en casa de aquella muchacha insulsa que era Isabella Swan.
La tabla de oüija, habia sido hecha a mano por Jessica,con una carturlina color negro que sobresalía de uno de los papeles amontonados que habia depositado Bella al hacer sus ejercicios de artes plásticas.
-Quien quiera que esté al otro lado. Presentate. Invoco a cualquier criatura que esté al otro lado.
Un silencio inundó el cuarto de la castaña y una brisa helada, movió el cabello de las tres muchachas.
El vaso comenzó a moverse y las dos ladinas amigas se miraron divertidas.
-¿Quién eres?.- preguntó la insolente amiga de Jessica, relamiéndose de ansiedad.
El vaso comenzó a dar vuelta como si estuviera desbocado;sin dar contestación alguna.
-¿Quieres algo de nosotras? Quien quieras que seas.
“No”.-* el vaso paró en seco; encima de aquella palabra que yacia en una de las esquinas del carton.
-¿Eres alguna familiar, de alguna de nosotras?--.- preguntó de nuevo Lauren.
“No”
-¿Podemos preguntarte algo?
Las muchachas se miraban las unas a las otras.
Bella estaba completamente segura que alguna de aquellas dos chicas era la que movia el vaso.
Se contuvo de no hacerlas marchar de allí, de una manera seca, y les siguió el juego. No le importaba que ellas creyeran que ella podia ser victima de sus burlas el lunes; al llegar a la puerta del instituto.
No le importaba lo mas minimo…
“Si”
-¿Qué preguntamos…?.- Jessica, no podia desechar aquella risa malévola de su rostro y miró a Lauren que estaba tan alucinada como deshinibida.
-¿Existe el demonio?, podemos preguntarlo ¿no?.- Fue Lauren la que preguntó; completamente transtornadapor la excitación que emergia de la insconciencia de lo tenebroso, de lo no conocido.
El vaso se movió hacia el “ si”.
Se miraron las unas a las otras, y todo síntoma de alegría o de burla desapareció del rostro.
-Vamos a dejar esto, Lauren. Estamos en mi casa y esto ya me da miedo.- Bella, quiso quitar el dedo del vaso; pero Lauren se lo impidió.
-¿Qué quieres,tonta? ¿Qué se vengue de nosotras? Ya que hemos llamado a esta entidad; quien quiera que sea, tenemos que hacerle participe de nuestros miedos y preguntar. Y luego despedirla en paz.
Bella bajó los ojos mirando el tablero.
Aquello la estaba intimidando de verdad.
-Su nombre; queremos el nombre del demonio. No saldrá de nuestros labios. Dilo; quien quiera que seas.
El vaso no se movia .
El trio; a la vez estuvo tentada de quitar el dedo del vaso y salir disparadas de aquella habitación.
Pero comenzó a moverse muy rápidamente.
“y” “o” “s” “ o” “y” “e” “l”
-¿Qué ha marcado?.-Preguntó Bella, con el miedo reflejado en sus ojos.
-“Yo soy él”.- repitió Lauren, queriendo salir despavorida de aquella habitación, inmediatamente.
-Hay que seguir chicas, debemos preguntar y despedirlo. Asi lo manda la tradición y asi lo que tenemos que hacer. Una pregunta cada una. Simple….
Lauren estaba sin habla.Habia sido Jess la que habia dicho esto ultimo.
-Esta bien.- zanjó Bella.- Yo empiezo. Carraspeó.- ¿Con quien me voy a casar?
Aquella pregunta hizo que Lauren y Jessica se miraran y taparan sus bocas con la mano disponible….Bella Swan no podría casarse en su vida. Era fea y desastrosa.
El vaso comenzó a moverse.
“E” “D””W””A””R””D” “I”
-¿Edward?.- Jessica se carcajeó.- ¿Quién se puede llamar asi? ¿Un viejo? ¿Un imbécil?
A Bella se le llenaron los ojos de lágrimas y comenzó a hiperventilar.
Su asma, habia tardado demasiado en aparecer.
Las emociones y las constares burlas. Habian hecho mella en ella.
Algo pasó. El vaso se precipitó en la pared.
Jessica y Lauren huyeron despavoridas.
Y Bella se desmayó. Dejando su cuerpo inerte y sin respiración a un lado de el carton; donde habían practicado la sesión espiritista.
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