Demon Prince (+18)

Autor: sistercullen
Género: Espiritual
Fecha Creación: 15/03/2011
Fecha Actualización: 12/12/2012
Finalizado: SI
Votos: 53
Comentarios: 148
Visitas: 183789
Capítulos: 47

Summary: Bella descubre, que la sesion espiritista hecha en su adolescencia,le marca la vida hasta lo altamente imporbable : la aparicion del principe de los demonios: Edward I.

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Capítulo 8: Capitulo 8

 

  Edward estaba agotado.

El Sabbath, habia sido algo perturbador después de aquella visión.

Despues de haber hablado con su hermana, habia vuelto a él y habia seguido haciendo lo que de él se esperaba.

  La tentación de ver a Jo, le aguijoneó su entre pierna y suspiró.

¿Qué mas daba hoy que mañana?

Se rió mentalmente  y se desmaterializó, llegando a si , aquella casa a las afueras de Forks.

Notó como se tambaleaba. Algo extrañado, y acobardado ,subió entre las tuberías a la habitación de Jo. La ventana estaba abierta.

  Las fuerzas le faltaban. La esencia de Jo, al volver con su familia se habia hecho mucho mas fuerte de lo que él recordaba, volvió a tambalearse y en la oscuridad se acercó al lecho.

   Aspiró con violencia y se sintió rendido.

  Rendido de amor….

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                                                        DEMON    PRINCE

                                                  CAPITULO                  8

 

  Edward caminó despacio hacia el lecho donde se encontraba su dulce Jo,  y alzó una de sus manos para descubrir su magnifico cuerpo y deleitarse con él.

   La deseaba; y de qué manera. 

Aspiró profundamente de nuevo  e inclinó su rostro hacia la figura de la joven que reposaba en aquella cama.

   Apartó suavemente las sabanas que la abrigaban y cerró los ojos embriagado por aquella fragancia que lo envolvía en un torbellino de sensaciones mucho mas perturbadoras de lo que habia sentido jamás.

   Se acercó a ella levemente y acarició una de sus piernas; estremeciéndose ante aquel contacto. Gimió y se llevó la otra mano a su entrepierna adolorida. Queria zambullirse en su cuerpo con urgencia.

    Pero de pronto la muchacha se movió y giró todo su cuerpo.

Edward apartó la mano de la chica como si le quemara y dio dos pasos hacia atrás con paso incoherente.

  Cerró fuertemente los ojos e intentó comprender.

-No puede ser .- susurró.- No puede ser.- repitió intentando convencerse a él mismo.

Se llevó las manos a la cabeza horrizado, nervioso. Terriblemente alterado y casi rugió.

¡Él amaba a Jo! Y aquella figura que estaba tendída, en aquella cama no era ella. Era su hermana. Isabella.

  Foribundo ante tal descubrimiento, salió de allí dando tumbos y dio de cabeza contra el cemento de la entrada; al caer por la ventana.

  Estaba realmente aturdido.

  ¿Acaso habia sido el efluvio de Bella el que le llamó poderosamente la atención aquella noche?

   ¿Por qué entonces creyó que era Jo?

  La medicina que tomaba Bella; recordó. ¿Pero porque aquella noche su aroma era tan exquisito que lo llamaba para volver de nuevo hacia ella y reclamarla como un loco de atar?

  Se desmaterializó completamente y rugió mientras aparecia de nuevo en una de sus habitaciones.

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-Hola.

-Hola.

  Carlisle se apoyó en el umbral de la puerta y sonrió a  su novia de manera nerviosa.

Bella se acercó a su rostro y le dio un suave beso en los labios; que le supo a gloria.

-Ven ; entra. Quiero presentarte a alguien.- Bella cogió al hombre de la mano y cerró la puerta ayudándose de uno de sus pies.

   Carlisle agarró de la cintura a Bella y besó con dulzura su cuello.

-Estas preciosa.

Bella notó como su rostro se sonrojaba y Carlisle le dio un fuerte beso en los labios ; adorando esa manera de ruborizarse.

  Jo, siseaba alguna cancioncilla entre dientes y sacaba la lengua a Alice de manera mal educada.

    Al ver entrar a Carlisle una sonrisa de oreja a oreja se enmarcó en su rostro y corrió hacia él; ignorando a Bella.

-Oh…Carlisle..que bien que hayas aceptado cenar con nosotras. Es todo un placer.- Bella notó un deje de segundas intenciones en aquella frase y  puso los ojos en blanco; mirando a Alice.

   La pequeña súcubo rió y estrelló los cubiertos con fuerza encima de la mesa.

Jo, se volvió; ya que estaba hablando con Carlisle y miró a la hermana de su novio con gesto irritado.

 -Cualquiera diría que echas de menos a Edward. Jo.- La lengua viperina de Alice comenzó a trabajar sin apenas darse cuenta.

Jo, se separó de Carlisle con miedo en los ojos y caminó hacia la mesa con paso vacilante.

-No digas tonterías Alice. Lo echo muchísimo de menos. –siseó ella; doblando las servilletas y poniéndolas debajo de los cubiertos.

-¿Cuándo conoceremos a tu novio querida?.- Reneé salía con una botella de vino en la mano y el abre botellas en la otra.

-Edward es un hombre muy ocupado.- susurró Jo, intimidada por la mirada de Alice.

-¿Por qué no lo llamas y le dices que venga a cenar? Somos una familia y me gustaría conocer a mi yerno.- Reneé miró a Isabella con desaprobación.- Lástima que  te marches tan pronto, Jo….con lo bien que me entiendo contigo.

   Un aguijonazo de dolor surcó el pecho de Bella.

  Siempre habia sido Jo…siempre ella; la preferida de Reneé.

-Yo..no sé si eso será posible…Edward tiene que atender deb…

Alice la interrumpió dando saltitos y colocándose a su lado.

-Llamaré a mi hermano. Supongo que  utilizará cualquier pretexto para verte. Estan tan enamorados.- Esto ultimo lo dijo con socarronería.

   Los ojos de Carlisle caminaban lujuriosos por las suaves curvas de Bella.

 Aquel vestido azul turquesa, levemente entallado con escote en v y altura hasta encima de la rodilla; la hacia ver de una manera sexual y sugestiva.

   Se encontró pensando en como seria tener a Bella debajo suyo y hacerla estremecer.

De repente sintió como sus pantalones se hicieron mas pequeños en su entrepierna.

No dudó en comparar a las dos hermanas  por unos segundos.

Jo; era voluptuosa y sexual, pero rozando lo ordinario.

Isabella era exquisita, elegante y misteriosa; algo de lo que no se habia dado cuenta, hasta hacia muy poco.

Suspiró; algo desesperado por las constantes insinuaciones de Jo y  buscó a Bella con la mirada.

  Ella le sonrió, mientras aquella pequeña mujer que daba saltos y sonreía sin parar, hablaba por teléfono.

-Estupendo.-dijo una muy emocionada, Alice.- Jo, Edward cenará con nosotros esta noche. ¿No estas emocionada?

Jo asintió nerviosamente con la cabeza.

  Maldijo entre dientes a la maldita demonio que le pisaba los talones. Le quedaban tan solo cinco días y quería meter en su cama a Carlisle fuese como fuese; estando Edward de  por medio, las cosas se ponían mucho mas difíciles.

-Esta es Alice; Carlisle.- Bella abrazó a su novio por la cintura  y esperó la reacción de su pequeña amiga.

-Hola.- Alice le ofreció su mano.- Encantada. He oído hablar mucho de ti, por activa y por pasiva.- Alice sonrió enigmaticamente y estalló en una carcajada.

   Carlisle frunció el ceño y miró a Bella interrogante.

Ella hizo un ademan con la mano ; quitándole importancia.

-Es un demonio…pero me encanta.- expuso Bella; sin darse cuenta de cuanta verdad habia en aquellas palabras.

   -Es extraña.- le susurró él, llevándosela a un rincón en penumbra del salón.- Te mira como si fueras comestible.

Bella alzó una ceja y sonrió.

-¿Y lo soy?

Una  sonrisa de aquellas que  cortaba el aliento surcó los labios perfectos de Carlisle y Bella los mordió con dulzura.

-¿Dime, lo soy?

-Eres tentadoramente irresistible.- le  dijo muy bajito, rozando el oído de ella, con sus labios.

-¿Tanto como Jo?.- preguntó Bella; al pensar en Jo  y en la situación que habían compartido ella y Carlisle.

Carlisle agarró la carita de Bella y la arrimó hacia si.

-Tú eres tan verdadera que ahogas Bella. Pura, honesta, franca…y eres increíblemente hermosa….

-Pero Jo, tiene mejor cuerpo…

-Shhhh…- El hombre le puso un dedo en los dedos.- El cuerpo de tu hermana es ordinario, querida, él tuyo está por descubrir, tierno,virgen…perfecto…para el hombre que  tenga esa dicha.

Bella cerró fuertemente los ojos; victima de aquellas palabras y de la posición adquirida con Carlisle; la tenia atrapada en un rincón; con su cuerpo lacerante muy cerca del suyo.

-Yo …yo… quiero…- Bella tragó saliva y se decidió.-  Quiero ser tuya, Carlisle.- Bella lo miró a los ojos y esperó la reacción.

  Sus ojos color miel la absorbían literalmente y el preludio de una sonrisa se escapó entre los labios del hombre.

-¿Me vas a conceder ese honor, pequeña?.- le dijo; tierno.

Ella asintió lentamente.

Sin perder la visión el uno del otro sus caras se  inclinaron para sellar aquel pacto; pero unos golpes en la puerta, insistentes; los hicieron salir del embrujo de aquel momento.

    Reneé caminó nerviosa hacia la puerta y la abrió  con una sonrisa en los labios.

-Ho…vaya….- miró al hombre que  estaba  apostado en el umbral y luego giró su cabeza para mirar a su hija Jo, con picardia.- ¿Edward?

  Edward asintió tenso.

Antes de darse cuenta tenia unos brazos rodeados en el cuello.

    Quiso deshacerse de ella y buscó a Jo; con la mirada.

   -Mamá…- reprochó Josephine, algo molesta.

La mujer se apartó dando paso a  Edward y cerrando la puerta suavemente.

-Oh…Jo, vaya hombre…es perfecto.- Reneé miraba a Edward como si fuera comestible y Jo, apurada, notó como éste se incomodaba.

-Apuesto a que es tu madre.- Espetó Edward mirando a Jo, con autentica pasión.

Ella sonrió dulcemente a su demonio y asintió.

-¡Hola hemanito!.- Alice se interpuso entre Jo y  Edward y lo abrazó fuertemente; casi colgándose de él.

   Alice observó su planta y se sintió orgullosa. Su hermano era bello.  Casi rozando el metro noventa, de complexión atlética, fuerte mandibula, hermosos ojos verdes, unas muy marcadas cejas y un cabello exótico; por el  color: cobrizo.

  Edward ensanchó aquellos labios suyos y sonrió sinceramente a su hermana.

-Hola Alice…y ahora.- La apartó caminando hacia Jo.- Dejame darle un beso a mi futura mujercita…

  En dos breves zancadas llegó hasta y Jo y la acopló en su cuerpo con el ansia de  cubrirla en aquel mismo momento; pero algo lo aturdió y a una velocidad sobrehumana, inhaló la esencia encubierta que se hallaba a breves metros de él.

  Respirando agitadamente, clavó los dedos fuertemente en la cintura de Jo y cerró los ojos con  violencia.

   “Mierda”.- pensó.

   Bella caminó hacia su hermana y el tal Edward.

  Parpadeó un par de veces; al verlos en tan extraña situación; aquel hombre parecía estar conteniéndose de hacer cualquier cosa.

   Bella hizo una mueca de repulsión.

“Seguro que quiere tumbarla aquí mismo y follarsela”

  Elevó las cejas, divertida, y una sonrisa petulante apareció en su rostro.

Jo, sentía los dedos de Edward como si fueran cables de acero a su alrededor y se sintió adolorida hasta el punto de sollozar en los brazos de él.

-Edward….- gimió; azotada de dolor.

Edward, intentó no respirar aquella frangancia y volvió en si; mirando a Jo, con gesto preocupado por aquella reacción.

-Lo siento; Jo…no sé que me ha pasado.- le susurró; sin que lo oyeran nada mas que ellos dos.

Ella le dio la espalda y lo dejó tenso  y jadeante.

Caminó como si nada hasta su hermana y Carlisle, y los presentó de manera informal.

-Edward. Estos son Carlisle e Isabella.

Carlisle asintió y tensó la mandibula; habia algo en aquel individuo que le hacia envararse como una gato.

-Nosotros ya nos conocíamos.- dijo Bella, escondiéndose en el cuello de Carlisle, emocionada por los momentos acaecidos minutos antes.

-¿Que os conoceis? ¿Cuándo…?- preguntó Josephine con la voz ligeramente subida de tono.

Las miradas de Jo y Carlisle eran acusadoras y Bella se apartó de Carlisle haciendo un mohín de disgusto.

-Ayer cuando salí con Alice, lo vimos. Eso es todo. ¿Algun problema?- Bella elevó una ceja y miró reprobatoriamente a Carlisle que se habia vuelto palido de repente.

-No; claro que no.- espetó; caminando hacia la mesa y sentándose en una de  las sillas.

Bella caminó tras él y la fúria la invadió.

Como le gustaría al tal Edward, decirle de la guisa que se habia encontrado a su mujercita su novio el dia de antes.

  Seguro que todo habia sido premeditado. Conociendo a Jo y su truculenta manera de pensar; Bella ya daba por hecho que aparecerse prácticamente desnuda frente a Carlisle habia sido un plan perfecto para que le echara un polvo.

    -Chicos. – Reneé, llamó a Josephine y Edward.- Vamos a cenar; poneos comodos.- René les ofreció las sillas que estaban justamente de frente a Isabella y Carlisle quedando ella en un extremo y Alice en el otro.

   Durante la cena, un clima tenso los invadió ; pero pese a todo, charlaron de varios temas y todos los comensales emitieron su apreciación de los hechos que según iba avanzando la noche se iban sucediendo.

    Edward evaluó a Bella con detenimiento.

   Sin quererlo, la comparaba con Josephine y se preguntaba si podían haber dos hermanas tan increíblemente desiguales.

   Tambien observó las caricias que le regalaba a aquel humano asquerosamente dulce, que la miraba como si fuese la única hembra viva del mundo.

   A veces se encontró suspirando y con un terrible agujero en el estomago, viendo estas declaraciones de amor en toda regla.

   -¿Y entonces donde viviréis cuando  Jo se vaya contigo?. Reneé ya se habia bebido mas de media botella de vino y a duras penas podia enlazar una palabra con otra.

Bella la miró apenada  e intentó quitarle la copa que aun descansaba en su mano.

-¡No! ¡Ni te atrevas! .- Reneé; gritó a su hija colérica y sus ojos salieron de sus orbitas como si fuera una demente.

  Bella saboreó sus labios con la lengua y notó como el nudo que atenazaba con romper todas las barreras de su cuello, iba a explotar de un momento a otro.

   -Nos iremos lejos.- dijo tajante Edward; mirando con intensidad a Reneé.- Quizas nunca mas, vea a su hija.

  Reneé, apoyó la cabeza entre sus manos y revolvió su cabello bruscamente.

-Mi hija…Josephine…- comenzó a sollozar.

Bella miró a Carlisle con los ojos abnegados en lagrimas.

  Alice miró a Bella y se mordía el labio inferior; ya habia tenido visiones sobre aquella cena….

 Y Edward miraba a Josephine, que a su vez ésta, miraba a su madre con un brillo de satisfacción en los ojos…como si supiera lo que iba a venir después de aquello.

-¡Ya podias haber encontrado a Isabella y no a mi Josephine…..! ¡Maldita!.-, el rostro de Reneé, rojo y desgarrador se puso a breves centimentros de los de su hija pequeña.- ¿Por qué tienes que ser tú y no Josephine la que se quede conmigo?

  Bella se levantó y por primera vez en su vida contestó a su madre con la verdad; por muy dolorosa que esta fuera.

 

-La verdad de todo esto es que yo te amo mamá; y pienso en ti sobre todas las cosas.

Reneé se acercó mas ,escupiéndole casi en  el rostro al hablar.

-¿Quieres decir que mi hija no me quiere?

-Estoy segura que Jo, no sabe lo que es amar a nadie. No se quiere ni a si misma.

Silencio.

La mano de Reneé se alzó  y no llegó al rostro de Isabella.

Llorando y acobardada levantó la mirada y se encontró con los frios ojos de aquel hombre que se decía novio de su hija: Edward.

Continuará….

Capítulo 7: Capitulo 7 Capítulo 9: Capitulo 9

 
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