Demon Prince (+18)

Autor: sistercullen
Género: Espiritual
Fecha Creación: 15/03/2011
Fecha Actualización: 12/12/2012
Finalizado: SI
Votos: 53
Comentarios: 148
Visitas: 183800
Capítulos: 47

Summary: Bella descubre, que la sesion espiritista hecha en su adolescencia,le marca la vida hasta lo altamente imporbable : la aparicion del principe de los demonios: Edward I.

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Capítulo 15: Capitulo 15

                                               DEMON PRINCE.

 

Edward tensó la mandíbula y se irguió.

   Buscó a su hermana con la mirada  y luego sus ojos volaron de nuevo hacia Bella.

  -La deseo y quiero tenerla, aunque sea para hacer de su vida un autentico infierno…..- Edward dejó escapar el aire lentamente por su  boca y sonrió de una manera tan cruel que a Bella se le erizó el cabello de todo su cuerpo.-  El humano….simplemente morirá…

   Bella negó repetidas veces con la cabeza y caminó hacia él ,cayendo de bruces y cogiendo las rodillas de él.

-Por favor….no. No me dejes sin él….no podría soportarlo. Por favor…- Bella comenzó a llorar desconsolada.

-Quita, mujer. ¿Tan sacrificada eres que prefieres verlo con la puta de tu hermana antes de muerto?.- Edward rió de manera gutural.- Nunca me equivoqué contigo, santa Bella…..te rodea un aire de santidad que me repugna.-  Edward volvió la cabeza hacia Alice.

 -Agarra a esta mujer, debo marcharme. Tengo que ver a nuestro padre. Pero volveré. Debo de acabar lo que he venido hacer a esta casa.

 Bella que estaba sujeta a las piernas de él, limpió sus lagrimas sobre sus rodillas, miró su rostro anguloso desde aquella perspectiva y  se soltó, quedando tirada en el césped. Desmadejada.

  -Calma Bella….calma hermana. Esto era necesario, tenia que pasar… -Alice abrazó a su amiga y vió a hurtadillas como Edward se desmaterializaba.

 -Alice.- Bella miró a su amiga, apresada en un llanto sin medida.- Por favor…-balbuceó.- Impide que tu hermano le haga daño a Carlisle…

  Alice no supo que responder, y la abrazó con mas fuerza.

  El autentico Edward habia regresado. Lo habia visto en sus ojos. Despues de  que la verdad estallara en sus ojos , de la manera que lo habia hecho….

  Edward volvia a ser el demonio cruel y sanguinario al que temian todos…el que nunca debió dejar de ser.

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                                                CAPITULO     15

 

Aro sabia que su hijo ya habia sido liberado del cautiverio de Himrum. Y también sabía que lo primero que habia hecho después de sentirse libre era confirmar  el amor de Jo.

    El tiempo en el laberinto de Himrum habia sido deliberadamente rápido para Edward; pero no así para los seres mortales y para los demonios mismos.

    Aro habia visto con horror como la que un dia seria la esposa y futura reina de los demonios era vapuleada por su hermana y la fragilidad del hombre que ella creía amar.

   También había sido testigo de la belleza notable que habia adquirido en aquellos siete años.

   La habia apoyado hasta donde se había dejado apoyar; ya que su futura nuera era testaruda y perspicaz. Alice lo habia ayudado, a ganarse su confianza y en las breves incursiones que habían tenido juntos, tenían la suficiente confianza como para hablar según qué temas.

   Nunca habia mencionado Aro, el nombre de su hijo en presencia de Isabella Swan. Sabia positivamente que aquel nombre para la sencilla criatura era completamente indiferente. Era el rubio mortal Carlisle Cullen el que la tenia mas delgada de lo que debia estar y con aquellas tenues manchas oscuras debajo de sus castaños ojos.

    Pero el tiempo habia pasado; el tiempo suficiente para que Edward  viera con sus propios ojos la verdadera Jo y despertara del letargo que le producía Isabella.

    La muchacha habia creído tener una vida normal.

   Sus salidas con los hombres; esporádicas. Habian sido todo un problema para el rey de los demonios.

   La primera vez que ella intentó mantener relaciones sexuales.  Intentó depositarle recuerdos de las mismas sin haberlas tenido. Pero le fue imposible. Isabella tenia una mente terca, donde las hubiere, al igual que la madre de Edward y Alice no se podia entrar en su cerebro.

  Frente aquel brete; Jasper,  habia ingresado en las filas de la guardia real del rey, después del problema con Himrum, dado su excelente trabajo con la mina de almas y su vuelta a la normalidad.  Lo habia ayudado con la muchacha.

  Jasper alteraba los estados de ánimo e incluso podia hacer que alguien cayera dormido durante largas horas sin tener conciencia de lo que habia  ocurrido.

  Instalaba recuerdos en la mente de los hombres, bajo el influjo de Aro y a Isabella la dormía durante las suficientes horas como para no despertarse hasta que el hombre se hubiera marchado.

   Los recuerdos que le instalaba al el  hombre; eran sus peores miedo de éste, con respecto a las mujeres y casi huían despavoridos al recordar.

   Y en Isabella era algo en blanco. Un folio sin escribir.

   Como si hubiese sido victima de una melopea de caballo y no recordara nada.

   Se despertaba desnuda; con las sabanas enredadas en su delicado cuerpo y sin ningún recuerdo que albergar.

   En contadas ocasiones se habían visto en esta labor.

    Y cada vez era menor el trato de Isabella con los hombres. El no recordar ….su lecho siempre vacío al despertarse y ni una sola llamada después del revolcón….

   Aro sabia que no estaba haciendo bien con ella. Pero debia de mostrarse pura y virgen para su hijo y así debia de ser.

  Alice y Bella eran prácticamente como hermanas y cuando iban al ginecólogo, lo hacian  juntas.

    Alice llevaba a Bella a un edificio en la calle Priks y allí instalado, se hallaba el médico de la familia real por siglos.

   Toda la vida de Bella después del cautiverio de Edward habia sido una burda patraña perfectamente tejida por todos los que tenían alrededor.

   El tiempo habia llegado y el despertar también. Ya era la hora en la que los dos futuros amantes entrelazaran sus destinos por la eternidad.

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Josephine inhalaba las sales que Carlisle habia sacado de un pequeño cajón de la cómoda.

   Ella frunció en entrecejo y  abrió los ojos  con temor.

   Edward.

   Él habia vuelto.

   Seguro que habia vuelto a por ella….

La seguía amando. Lo habia notado en su mirada de dolor al recorrer las figuras de los mocosos que rodeaban sus piernas.

   Se le contrajo el estomago y miró hacia la luz.

   -¿Nena…estas mejor?

  Carlisle….

   Insulso profesor de mierda.

   En mala hora lo envolvió en su tela de araña para poder follárselo aquella tarde,  en su casa.

   Todo habia ido mal desde aquel momento.

  Edward no volvió y ella después de buscarlo varias veces después dada su fuerte promiscuidad; quedó embarazada muy a su pesar.

   Nunca podría olvidar el rostro de Bella al decir en la mesa; cenando que estaba embarazada y que el hijo era de Carlisle; mirándola fríamente a los ojos.

  Reneé no dijo nada. Recogió los platos silenciosa, y dejó a las dos hermanas en la mesa; frente a frente.

   La muy imbécil de Isabella no dijo nada, no se quejó, no pareció inmutarse. Pero para la satisfacción de  Josephine pudo ver como sus ojos estaban empañados de lagrimas que luchaban por salir.

   -¿Creias que se iba a consolar contigo?.- le dijo con una sonrisa en los labios. Cruel.- Ningún hombre que haya estado conmigo primero lo estaría contigo. No vales nada.- Pudo oir como Bella gemía y salía corriendo escaleras arriba hacia su habitación.

   Recogió sus cubiertos con el relámpago de la maldad en sus ojos y tocó su vientre con una sonrisa  de victoria en sus labios.

   Y luego la decadencia  de la vida con Carlisle….

   Edward….ella amaba a Edward; siempre lo habia amado y él habia vuelto a buscarla.

 

  -Si…- Josephine se levantó lentamente de los brazos de su marido, buscando a Edward con la mirada.- ¿Y …Bella? ¿Y…la enana de Alice?

  Carlisle la miró intensamente unos momentos.

-Bella se ha quedado hablando con…él fuera.

-¡No! ¡Ella no!

 Carlisle atrapó a su mujer que corría en pos de la puerta de la entrada, para volver a ver a Edward.

 -Imposible Jo. Tú me separaste de  Bella; por un capricho con consecuencias maravillosas. Ahora yo no te dejaré que vayas detrás de ese hombre. Te hundirás en la miseria como me hundo yo. Teniendo a la mujer que amo en mis narices días tras dia y no poder decirle que la amo.

    Josephine miró a su marido con horror y se llevó la mano a la garganta; aterrada.

   Algo pequeño y lacerante le hirió el corazón duramente.

   No habia habido triunfo alguno. Todo habia sido una ilusión. Carlisle amaba a Bella.

   Josephine habia jugado con el destino; y  algo muy dentro suyo le decía que el verdadero dolor estaba por llegar.

  Miró la puerta y como si el peligro estuviese detrás de ella se soltó de Carlisle y llegó hasta ella para abrirla.

   La destartalada chevy de Bella se marchaba con ella y Alice dentro….y no habia rastro de Edward por ningún lado….

-¡Edwarddddddd!.- gritó. Para volver a desmayarse sobre el húmedo y frio césped del jardín.

 

 

 

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Edward intentaba no pensar en todo lo ocurrido. Sobre todo en no pensar en Isabella Swan. Aquella insulsa mortal, le aplastaba el cerebro de tal manera que no podia ensartar una idea con otra sin que su rostro y su cuerpo se metieran en medio como una puta aparición.

   Antes de abrir las puertas de madera los dos caballeros de la guardia real que  se apostaban a ambos lados de la habitación de su padre lo saludaron con honores.

  Aro; miraba tras un ventanal cuando Edward  se paró tras él.

  -Padre.- las palabras de Edward eran mecánicas. Muertas…

-Edward hijo. Te mentiría si te dijo que no me alegra verte. Pero la tristeza me embarga. La he notado en cuanto has traspasado el umbral de mi puerta. ¿Qué te ocurre hijo mio?.- Aro se dio la vuelta y contempló a su hijo con un destello de alegría en sus ojos rojos.

  -Sabes de sobra lo que me ocurre padre. ¿O me diras que no tienes idea del futuro, de la que debia de ser mi futura esposa?

  -Por supuesto que lo tengo. Y tanto tu hermana como yo hemos velado por ella en todo momento.

  -Temo que no. – Edward se revolvió el cabello y un  cariz inhumano ensombreció su rostro.- Josephine es una ramera; tal y como tú me vaticinaste. Te agradezco que no te regodees de mi dolor. Aunque realmente me lo merezco. He sido un imbécil…..un autentico gilipollas. Ahora tienes que ayudarme padre. Quiero traerla conmigo. Que sea mi esclava. Me casaré con Tanya  y haré de su vida mortal un autentico infierno dentro del infierno.

   Aro negro levemente, frunciendo sus ojos de demonio.

  -¿Vas a separarla de su marido? ¿Pará qué?

  -Quiero que sufra viéndome con otras. Como yo lo he hecho cuando la he visto con el mortal que morirá en breve de la manera mas cruel y agonizante que conozca.

   El cerebro de Aro trabajó deprisa y tendió a su hijo un fría trampa donde sabia que iba a caer.

  -¿Crees amar todavía a esa mujer?

  Edward miró intensamente a su padre y afirmó con la cabeza.

  -Bien. Pues piensa con frialdad hijo. Si la separas de su marido e hijos, seras cruel pero no lo suficiente. El dolor puede ser mucho mas lacerante y mortal si le haces daño a los dos mortales que os hirieron a ti y a Isabella.

  -¿Isabella? ¿Qué tiene que ver Isabella en todo esto, padre?

  Aro rió entre dientes.

  -Josephine odia a su hermana con todas sus fuerzas. Me consta. Y el padre de sus hijos ama a Isabella….

  Edward dio un par de pasos hacia su padre asombrado.

   -¿La ama? ¿Pero como….si???

  -La ama. ¿Qué castigo mas infinito que el cortejar a Isabella y casarte con ella, hijo? Te aseguro que ese castigo seria peor que la muerte…..

   Edward recordó a Isabella. Y La boca comenzó a hacérsele agua como un lobo delante de su presa.

   Se relamió los labios y recordó la figura desnuda del espejo. Su melena al viento y su esencia….su maldita esencia…..

   -Si. La puedo cortejar….incluso puedo tenerla entre mis brazos…..pero no me casaré con nadie. La mujer que debia de ser mi esposa se ha entregado a otro. Se ha roto todo lazo con el mundo mortal. La mujer que debia desposar ya no es mía….ahora me entretendré con la hermana….para verlos morir de dolor.

   -El sobre de la profecía no se ha roto; Edward. Josephine no era la indicada.

  -¿Qué?

  -Te lo dije. Te aseguré que no era ella. La mujer que ha de ser tuya sigue virgen y con su esencia impregnada en ti.

   Edward miró a su padre con ojos de demente y dio media vuelta para huir de aquella habitación….no se casaria con nadie, no amaría a nadie como habia amado a Jo…..nunca mas…..

 

 Continuará…..

Capítulo 14: Capitulo 14 Capítulo 16: Capitulo 16

 
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