DEMON PRINCE.

      Se relamió los labios y recordó la figura desnuda del espejo. Su melena al viento y su esencia….su maldita esencia…..

   -Si. La puedo cortejar….incluso puedo tenerla entre mis brazos…..pero no me casaré con nadie. La mujer que debia de ser mi esposa se ha entregado a otro. Se ha roto todo lazo con el mundo mortal. La mujer que debia desposar ya no es mía….ahora me entretendré con la hermana….para verlos morir de dolor.

   -El sobre de la profecía no se ha roto; Edward. Josephine no era la indicada.

  -¿Qué?

  -Te lo dije. Te aseguré que no era ella. La mujer que ha de ser tuya sigue virgen y con su esencia impregnada en ti.

   Edward miró a su padre con ojos de demente y dio media vuelta para huir de aquella habitación….no se casaria con nadie, no amaría a nadie como habia amado a Jo…..nunca mas…..

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                                                CAPITULO      16

Bella despertó con un tremendo dolor de cabeza y ladeó dos veces ésta, victima de la pesadez que la embargaba.

   Habia sido una noche espeluznante. Diversas pesadillas habían inundado su mente. Difusas y extrañas; pero con un denominador común: Edward.

  Sus endemoniados ojos verdes la habían perseguido hasta la saciedad, despertándola varias veces durante la noche.

   Miró la cama continúa y sonrió.

   Alice ya se habia levantado y olfateó el aroma a café que recorría todo su hogar. Su hogar; aquél que habia formado lejos de su madre, el marido de su hermana y ésta…..

   Volvió a sentir la herida agonizante de su pecho y suspiró.  Deslizando los pies en el tibio parket; llegó hasta la ventana y subió la persiana hasta el tope.

   Hacia un dia esplendoroso. Nada que ver con las circunstancias ocurridas el dia anterior.

   Carlisle habia sido el que se habia puesto al teléfono; cuando llamó para informar que no volverían para la celebración.

   Claro que debido a todo lo ocurrido, el aniversario se habia ido al garete.  La vuelta de Edward habia dejado a  Jo, en un estado de shock que habia derivado en una discursión de las que hacen historia con su guapo marido.

   Bella escuchó todo aquello sin despegar los labios y comprendió la voz melancólica de Carlisle.

   Carlisle.  Debia de olvidarse de una vez por todas de él. ¿Por qué seguía amándolo? ¿Por qué en su fuero interno creía que él, la amaba a ella? No. Si de verdad la hubiese amado no se hubiera dejado seducir por Josephiene. De eso estaba segura.

  Los hombres eran un gran interrogante en su vida, ya que no sabia ni entendía su manera de  proceder. Habia tenido incursiones con alguno de ellos; pero todo habia sido demasiado confuso y desquiciante.

  No recordaba nada. Su virginidad la habia perdido con uno de los chicos de la universidad. ¿Y por que estaba segura de aquello?  Por la mancha de sangre que dejó a otra mañana al despertarse. ¿El chico? El chico desapareció del campus, como por arte de magia y no supo nunca nada mas de él. No es que le importase demasiado, pero su primera vez ,fue algo vacio que no podia recordar.

   Se quitó la ropa desesperezándose, caminó hacia la puerta de su aseo y abrió la ducha; mirándose al espejo.

   La imagen de Edward volvió a ella como un relámpago y frunció ligeramente el ceño; al mirarse de nuevo en el gran espejo.

  -¿Por qué coño….?.- susurró; enfadada consigo misma.

  Sin mas, se metió dentro de la mampara de la ducha y dejó que sus músculos se relajaran.

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   Alice habia preparado el desayudo y recogido alguna flor silvestre del jardín que Bella cuidaba los fines de semana.

   Sonrió al ver  el dia tan esplendido que habia despertado y suspiró encantada.

   -Hoy será un gran dia…el principio de todo, sin duda….

  Apagó la vitrocerámica y apartó la leche. A Bella le gustaba el café  con un goterón de leche bien caliente.

   Sonrió con ganas, al sentir la presencia de su hermano; en la cocina. Detrás de ella.

  Se volvió lentamente y siguió preparando el desayuno, sin darle importancia a aquel coloso en llamas.

  -Buenos días hermanito. ¿Qué se te ha perdido por aquí?.- Alice sacó unos bollitos calientes del horno y los dejó en el mármol sin importarle que quemaran demasiado.

 - ¿Vives con ella? ¿De verdad lo haces? ¿Qué se te ha perdido con esa humana? .- La voz de Edward; incrédula; hacia que la pequeña súcubo soltara pequeñas carcajadas de placer.- ¿Se puede saber de que mierda te ries? ¿Algún chiste privado? Yo también quisiera reir….

 Alice avanzó hacia él y le propinó dos fuertes besos sonoros.

-Yo también me alegro de verte hermanito. ¿Y tú? ¿Qué se te ha perdido en  nuestra casa? ¿Visita de cortesía acaso?,- Le peguntó Alice sin perder la sonrisa.

 -Hmp….¿Donde esta Bella?.- Edward apartó la mirada de su hermana y buscó algún que otro sitio donde mirar. Se sentía algo cohibido por su hermanita.

  -¿Quieres saberlo?  Mira…..

  Alice le puso a Edward la mano encima del antebrazo y la pequeña súcubo cerró los ojos.

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La visión del cuerpo níveo, recubierto de espuma fue como un latigazo de  frenesí a lo largo del  cuerpo de Edward. Aquellas piernas largas, bien torneadas, el vientre liso y mas arriba las ondulantes bases agitadas por las manos de su propietaria, dieron un vuelco anhelante a su maltrecho corazón. La respiración se le volvió agitada y quiso lanzarse hacia aquella visión y colmarla de él.

   Era ella. Era Isabella Swan en todo su esplendor; otra vez. Sus curvas se habían vuelto mas selectas y pronunciadas. La belleza de su cuerpo desnudo, bañado por la fina capa de espuma que la tapaba, hizo que una hambre de deseo descomunal se hiciera dueña de su cuerpo , arrastrándolo por inercia dos pasos hacia atrás; trastabillando en un taburete y sentándose encima de él, atontado.

   Su hermana rió y despegó su pequeña mano de su brazo.

  Se sintió vacio sin aquella visión y parpadeó dos veces, preso del atontamiento.

  Zarandeó un par de veces la cabeza abotargado y Alice le ofreció una servilleta de papel.

- Toma Edward. Límpiate. Babeas.- La pequeña demonio se dio la vuelta y siguió con la labor que estaba desempeñando cuando él habia llegado.

  Edward miró la servilleta y se la pasó por la comisura de la boca. Gruñó. Era cierto. Estaba babeando literalmente. Y eso no era nada, en comparación con su miembro que palpitaba anhelante debajo de sus pantalones.

  Retiró el taburete e intentó calmar aquel nerviosismo que lo habia apresado.

  -¿Y bien, Edward? ¿Contento?

Edward no contestó. Se limitó a esperar que su hermana terminara de preparar aquella mesa esplendida. Y una vez que terminó se interpuso entre ella y le habló.

  -Quiero inmiscuirme en la vida de Isabella Swan. Tienes que ayudarme, Alice. Tú eres como su sombra. Te lo ordeno hermana.

  Alice elevó una ceja e intentó no sonreir de nuevo.

 -¿Y porque debería hacerlo? ¿Qué pretendes?

  -Me interesa.

 Alice soltó un trapo de cocina que llevaba en la mano y casi se lo echa encima del rostro.

 -¡Mentiroso!

 -Es cierto.- dijo él muy serio.- Es un buen espécimen.

 -Mejor que su hermana sin duda. Te lo puedo asegurar. Pero no. Bella no es para ti. Ella….ella sale con otro hombre….- mintió; regocijándose .

  Edward dio dos pasos hacia delante asombrado.

  -No es posible. Ella ama…ama a ese humano idiota…

  “ Tú si que eres  idiota; hermanito.”

-¿Y eso que importa? Bella es libre, y puede salir con quien le apetezca. ¿Sabes? Tiene varios hombres que “babean” por ella ; como lo has hecho tú hace un momento. Y no han visto ni la mitad de lo que has podido ver tú.

-No me importa. Los eliminaré. Ella será para mí. Sólo para mí.

  Alice rió mentalmente y se felicitó por las palabras de su hermano. Cuanta verdad habia en ellas.

-No te voy a  ayudar con ella. Te la tendras que ganar tu solito. Aunque dejame decirte que lo vas a tener difícil. Ella te cree prácticamente culpable de que tu rollito se enredara con su humano. Asi que….

 -Puedo dejarla sin voluntad.

-Lo dudo. Ella tiene una mente diferente…..

 Edward siseó entre dientes.

 -¿Qué quieres decir con  “ diferente”?

 -Pruébalo. Esta a punto de presentarse en la cocina……

  La presencia de Bella se hizo casi inminente. Una toalla abrazaba su delicado cuerpo y Edward sintió como todos sus músculos se contraían menos uno. Uno que vibraba de manera poderosa dentro de sus pantalones.

   Se maldijo por ser tan débil. Y sus ojos verdes la devoraron como un hambriento de sexo.

  -Alice…huele de maravilla. ¿Qué tenem…?

  Los ojos de la castaña se abrieron desmesuradamente y dio dos pasos hacia atrás; acobardada.

  -Edward.- la voz de Bella sonó segura.  Cosa que no tenia nada que ver con la realidad.- ¿Qué haces aquí?

  El demonio, intentó aplacar sus impulsos primitivos de posesión. Dudó unos minutos en contestar. La presencia de ella; así, con aquella toalla cubriendo aquel cuerpo digno de ser estudiado lentamente por su lengua y sus manos; lo habia descendido a los fuegos infernales de la pasion y la lujuria. Un nudo caliente y espinoso se formó en su cuello y no tuvo fuerzas para poder hablar.

  -Edward quiere trabajar Bella. Ha venido a vernos para pedirnos si tenemos alguna vacante en la empresa.- Alice habló sin dar importancia al hecho de que su hermano habia perdido prácticamente el habla y que su amiga estaba casi desnuda en la cocina.

Bella; que sujetaba con la suya, la mirada  abrasadora de Edward; pensó en Aro y en sus buenas intenciones hacia ella. No seria agradecida si no le diera una oportunidad al hijo de éste dentro de su empresa. Y por otra parte podia tenerlo vigilado. Y velar por el bienestar de Carlisle.

 -Bien.- dijo fría.- Espérame unos minutos. Ahora estoy contigo.

  Bella se dio la vuelta  y desapareció.

  Alice cogió un bollito caliente y se lo puso en la boca. Le dio un bocado deleitándose de su sabor y miró a su hermano.

 -¿Te ha comido la lengua el gato, hermano.?

 Edward gruñó y se sentó en una de las sillas. Nervioso; se revolvió el cabello unas tres o cuatro veces. Una vez apaciguado el ardor que le producía la castaña, miró a su hermana.

 -Seguro que cree que asi me tendrá vigilado para no hacer daño a su “ querido Carlisle”.- increpó Edward con repugnancia.

 -Ella tiene sus motivos y tú tienes los tuyos….Y ahora hermanito. Hablemos con la verdad. ¿Qué tal se siente tener a la mujer  que ha de ser la tuya enamorada de otro hombre?

  Edward miró a su hermana con los ojos desorbitados.

  -¿Qué quieres decir Alice?

 -Demonio, tonto….ciego…sordo…cabezota…tengo miles de adjetivos para ti. Es Bella, Edward. Siempre ha sido ella.

 Edward se levantó de un salto y la silla cayó al suelo.

 -No. La elegida era Josephine, no su hermana.

  -Eres imbécil Edward.  Has dejado que el tiempo pase y ahora la mujer que ha de ser tuya; ama a otro hombre…

  -No sé quien te ha metido eso en la cabeza Alice; pero yo estoy seguro de lo que siento y no es amor lo que me impulsa a follarme a Isabella Swan.

  Alice hizo una mueva ironía con su boca.

 -¿Y entonces, que es?

-Venganza.

 Alice puso los ojos en blanco y suspiró.

 Los pasos de Bella avanzaron por la cocina y ambos hermanos se giraron para observarla.

  Edward volvió a perder el habla y Alice ser reia mentalmente por la cabezonería de su hermano.   Aquello realmente iba a ser muy divertido…..

  Chicas...hoy no subiré dos capis. Lo haré la semana que viene. Porque me marcho a Andalucia el dia 12 ok?? Osea que el lunes que viene doble racion de Demon..Os quiero lindas!!!

Continuara…