Demon Prince (+18)

Autor: sistercullen
Género: Espiritual
Fecha Creación: 15/03/2011
Fecha Actualización: 12/12/2012
Finalizado: SI
Votos: 53
Comentarios: 148
Visitas: 183815
Capítulos: 47

Summary: Bella descubre, que la sesion espiritista hecha en su adolescencia,le marca la vida hasta lo altamente imporbable : la aparicion del principe de los demonios: Edward I.

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Capítulo 36: Capitulo 36

 

                                                         DEMON PRINCE.

 

-No. Han estado jugando conmigo durante años. Él, su padre y la maldita de su hermana. Me han tendido una trampa para meterme aquí. ¿El infierno? ¡Si esto es el infierno te aseguro hermana que yo he vivido en un sitio mucho peor que este! ¡Pero no quiero mas infiernos en mi vida, se acabó! Me han estado velando la realidad, como no sé cómo, pero lo voy a averiguar, te lo aseguro.!  ¡Maldigo a Edward y a todos los de su jodida estirpe!

-¿Y ahora…?....¿Te vas a revelar a tu marido?.- preguntó Rosalie, temerosa.

-¿Qué marido? Edward no es  nada mio…ni lo será.- sentenció Bella en tono firme.

 -Pero…- Rosalie titubeó.

 -¿Me ayudaras a salir de aquí?....Por favor….- rogó Bella, acariciando la delicada mano de su hermana melliza.

Rosalie, sintió la presencia de Edward no muy lejos de donde ellas estaban. Estaba escuchándolo todo.

-Si.- dijo finalmente la rubia, sabiendo que todo caería en saco roto, pues sabia que ciertamente, Edward no lo iba a permitir.

 

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Capitulo 36.

 

 

   -Lo siento. No he podido llegar antes.- Carlisle Cullen bajaba de su Audi último modelo y caminaba para apretar su mano fuertemente con la del moreno indio, Jacob Black. Éste había estado esperando pacientemente a la salida de la reserva. Lo que debían de hablar era delicado y debía de ponerlo en antecedentes antes de hablar con su padre; el actual chamán de la tribu.

   -No se preocupe. Somos marionetas en manos del tiempo.- el joven rió.- Mi padre lo espera, pero antes me gustaría explicarle algo de lo que ocurre…no se lo tome a mal, pero esto supera los límites de lo normal. ¿Me entiende?

  La mirada de Jacob era intensa y en aquellos ojos como navajas oscuras se podía preveer mucho más de lo que sus escasas palabras dictaban.

 -A estas alturas de mi vida, créeme que estoy preparado para cualquier cosa. – dijo sin objeción el rubio, siguiendo los pasos de Jacob, que había comenzado andar en dirección a la playa que se ubicaba en la reserva.

  -Dígame señor Cullen ¿Usted cree en el demonio…? ¿Cree en Dios?.- Jacob se había girado abruptamente y había lanzado aquella pregunta a Carlisle sin contemplaciones.  Él meditó unos segundos lo que iba a responder y bajó la cabeza, mientras un estremecimiento nauseabundo lo atravesaba de cabeza a pies. Alzó la cabeza para contemplar el horizonte y pudo ver una bandada de pájaros que se desperdigaban entre sí; uno cayó al suelo antes de forzar un agudo graznido.

-Sí.- se oyó decir mientras el pájaro caía  justo en medio de sus cuerpos. Ambos se miraron y observaron  acto seguido al pájaro muerto.  No tenia ojos…alguien se los había arrancado.

 

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  Alice se había despedido de Jasper minutos antes de caminar por el gran pasillo de las antorchas. Los guardias se hallaban algo nerviosos y al final del pasillo; justo a la entrada del gran salón de Princeps, se hallaban sus dos hermanos y su padre. Observó con detenimiento sus actitudes y se paró en seco. Había serios problemas en el entorno de su familia y un detonante: Bella. Ella ya sabía todo, o por lo menos lo suficiente para que todos ellos tuviesen aquellas caras de circunstancia.  Después de tantos años, ella le debía muchas explicaciones e iba estar encantada de dárselas. ¡Toda la culpa la había tenido Edward! Él debió de cerciorarse bien si era Josephine la elegida….el muy cabrón se había pasado por la piedra a las dos hermanas, haciendo esto. A la elegida y la que no lo era.

   Todos ellos depararon en la pequeña súcubo  y se giraron para observarla, fue Aro el que habló primero.

  -Hueles diferente hija….veo que tu súcubo ha despertado….

Alice enrojeció levemente y bajó la cabeza, pero fue brevemente, los pasos de alguien acercándose a ellos la hizo alzarla de nuevo para ver de quien se trataba.

  -Tú.- la voz de Bella fue como una lanza envenenada.- Te  acercaste a mí solo por la idea de que tu hermano tenía que follarme..¿verdad? No era suficiente con tener a una hermana a sus pies, debía de tener a las dos babeando por él. ¡Maldita! Intentaste metérmelo por los ojos , aunque no lo podía ni ver…todo para eso…para encerrarme aquí. En este sitio de mierda, que no sé todavía lo que es.  ¿Qué clase de secta sois que os creéis demonios? ¡Demonios! .- Bella comenzó a reir como una histérica, haciendo que Alice comenzara a preocuparse seriamente.

-Ha desaparecido el glamour.- susurró Alice, mirando a su hermano Edward, a la misma vez que éste observaba a Bella horrorizado.

 -¡Que glamour! ¡Vosotros y vuestro jodido vocabulario de mierda! ¡Quiero salir de aquí! ¡Ahora! ¡Rosalie, ayúdame!

  Bella volvió los ojos a su hermana y ésta negó débilmente. Vió como Rosalie se alejaba lentamente de ella y en su lugar se posicionaba el ser que la había despojado de su verdadera vida hacia días. Aquel era su único mal, su demonio personal.

  Vió como él quiso tocarla. Asirla por la cintura y Bella saltó hacia atrás. No quería que aquel bastardo la tocara nunca mas en su jodida vida. ¡Lo odiaba! ¡Los odiaba a todos!  Incluso a aquella hermana suya que había recién descubierto. Habiendo faltado a su promesa de ayudarla a  escapar de allí, de donde mierda estuviesen escondidos.

-Ahavá…

-¡No me llames así, maldito! No, si no sabes lo que significa. Yo no soy nada tuyo y tu muchísimo menos para mí. ¿Con que derecho me traes aquí  para hacerme perder el sentido? ¡Yo nunca debí de entregarme a ti! .- Bella agachó la cabeza, otra vez se sentía adolorida, pero aquello no importaba. En aquellos momentos lo único que quería era pedir explicaciones y ponerlos en su lugar a todos.- Era virgen…maldita sea. ¡Virgen! ¡¡Me hicisteis creer que había tenido relaciones con otros hombres! ¡Tú…me llevaste al ginecólogo de cabecera de tu familia!- gritó, señalando a Alice.- ¿De dónde coño os habéis escapado? ¿ Del libro de la semilla del Diablo? .- Volvió a reir histérica.- Todos compinchados para que una chica normal y torpe como yo se metiera en la cama de ….él- Bella miró a los ojos a Edward y suspiró agotada.- Creo que  deberías haberos buscado a otra...¿O todo esto es por Josephine? ¡Sii! Es por ella. ¿verdad?.- dijo caminado de nuevo hacia Edward.- Debiste ir a buscarla hace siete años …nada de esto hubiese pasado. Yo estaría con Carlisle y tú con ella….que es la que todos ustedes se merecen.

   -Bella…déjame que te explique. Entonces quizás entiendas.- La voz de Alice resurgió como un dulce repicar de campanillas en la refriega, que llamó la atención de la castaña.

 -¿Explicar? ¿Qué tenéis que explicarme? ¿Hay alguna verdad en todo esto? Si soy honesta dudo hasta que   Rosalie sea mi hermana….ya no me creo nada de ustedes…absolutamente nada. – Bella, volvió a pasarse una mano por la frente;  sudaba.- Si hay una pizca de honestidad en vuestros corazones, dejadme salir de aquí. No diré nada. No os denunciaré. Sera como si no hubierais existido. Os lo juro. Tenéis mi palabra. – Bella los miró a todos. Uno a uno.- Quiero cerrar lo ojos y olvidarme de que alguna vez habéis existido.

   Aro se acercó a ella a velocidad sobrehumana y pegó sus labios al oído de ella, susurrándole, haciendo que su mandíbula se desencajara por el terror del recuerdo.

-¿Recuerdas aquella sesión de espiritismo, Bella? ¿Recuerdas como tus dos desafortunadas compañeras de clase preguntaron si existía el Demonio?

  Bella sintió su cráneo estallar. Pero aún y así mantuvo la compostura mirando fijamente a Edward. La voz de Aro, que hasta ahora le había parecido casi paternal. En aquellos momentos era como un cuchillo afilado e hiriente. Los escalofríos tomaron el control de su cuerpo y creyó perder el sentido, antes de decirse a sí misma que tenía que terminar de escuchar lo que aquel se tenía que decir. Ser libre. Saber la verdad.

-¿Recuerdas la contestación?.- Bella se encogió de absoluto terror y los miró a todos de nuevo, temblorosa y asintiendo.- “Yo soy él”.- susurró Aro en un silbido que hizo que Bella se apoyara con las rodillas en el suelo. Cayendo como una muñeca y llevándose las manos al rostro.- ¿Recuerdas tu pregunta?.- Preguntó Aro esta vez  en un tono mucho más alto.- ¿La recuerdas?

   Bella se tiró al suelo y rezó a Dios para perder la consciencia, para morirse. Cualquier cosa, para salir de allí.  Sintió como su cuerpo no paraba de moverse y como unos brazos que le asqueaban la recogían del suelo y la llevaban Dios sabia donde. Pero ella rezaba y rezaba dentro de aquel dolor mezclado con terror.  Edward I.  Recordó el vaso, la  cartulina y el nombre de aquél que algún dia seria su esposo, según la oüja. Edward…..era Edward y aquellos que la rodeaban…todo lo que la rodeaba era absoluta maldad.

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  Billy Black, era un hombre de mediana edad, postrado en una silla de ruedas. Carlisle se sintió intimidado. Los esperaban varios hombres, todos indios. Al verlo caminar en compañía de Jacob, relajaron todos los músculos.

 El rostro pálido, venía a buscar respuestas y el hijo del gran Chaman Efhraín Black se las iba a dar. De eso no cabía duda.

  Jacob llegó hasta su padre y lo saludó con un afectuoso abrazo. El hombre  no despegó la vista del rubio, que algo incómodo, miró hacia  otro lado y observó atentamente el lugar donde se hallaba. Era una casa destartalada. Pero limpia y confortable. Le llamó fuertemente la atención, varios dreamcatchers que colgaban de las paredes y frunció el ceño.

   Había un pequeño fuego a tierra y una encantadora vitrina desgastada por el tiempo en color ocre. Presidiendo aquel mueble estaba el retrato de un hombre con piel arrugada y ojos de águila. Un temor desconocido recorrió la espalda de Carlisle Cullen, sin duda aquel hombre era el fallecido Efhaín Black, también llamó la atención, una  pequeña fotografía de Bella con Jacob; no debían de tener mas de 17 años.

  -Nos la tomaron después del incidente con sus dos compañeras de clase.- la voz de Jacob sonó a su lado y Carlisle se giró para contemplarlo.

   Jacob agarró con gesto triste la foto enmarcada con un suave ribete azul y suspiró antes de continuar.

   -  Bella tardó demasiado en saber que le había ocurrido a Lauren Mallory y Jessica Stanley. Todos creyeron que fueron accidentes, pero la realidad a veces, supera la ficción y éste es el caso.- Jacob, dejó el retrato de nuevo en la repisa del mueble y miró a su padre.

   Todo el gentío que ocupaba la casa de los Black en un principio habia desaparecido quedando tan solo ellos tres, que se miraban los unos a los otros con gesto tenso.

 -Sea lo que sea, estoy abierto a escuchar. Bella ha desaparecido sin dejar ningún rastro. Mi esposa también lo ha hecho …algo me dice que todo esto tiene que ver con Edward y su hermana Alice, de los que no tengo información ni de su apellido.- Carlisle tomó asiento, cuando recibió la orden por un gesto del patriarca de los Black. Éste  cerró los ojos lentamente y unos breves segundos, después los volvió abrir abriendo la boca para comenzar a hablar.

 -Mis antepasados los han visto vagar por este mundo buscando a compañeras esporádicas toda la vida.  Utilizándolas , para luego engendrar hijos crueles que han llevado al mundo al abismo y la corrupción. Todos ellos, amparados por el mal han gobernado sin que nadie les hiciera sombra y aniquilando a quien lo intentara. Pero de un tiempo a esta parte, todo parece haber cambiado. Extrañamente calmado. Una fingida balsa de aceite donde todo parece comenzar a hervir. – Billy Black, sonrió débilmente a Carlisle .- Nadie supo ver en Isabella Swan su verdadero espíritu. La edulcorada aura de su alma. Ni si quiera mi hijo.- al decir esto, miró a Jacob por encima del su hombro, que escuchaba atento detrás de su padre con los brazos cruzados.- La balanza, siempre ha estado inclinada hacia el bien, aunque los actos malvados de hombres malvados, hiciesen ver lo contrario. Pero ahora hay un clima de corrupción y falta de valores que repugna. El demonio campa en este mundo a sus anchas, sabiéndose adorado por muchos. Ya que nadie cree en ese Dios que el mundo ha clamado durante siglos. Ellos creen que los ha abandonado, nadie cree en milagros ni en apariciones Marianas. Todo el mundo tacha a las personas que dicen haber visto algo de divinidad como locas o transtornadas. Pero en cambio, si susurran que han hecho un pacto con el demonio o que es miembro de una secta satánica, todo el mundo lo cree… o por lo menos crean la semilla de la duda en quien escucha. Dios dejó de tener credibilidad por mucho tiempo… y eso esta hiriendo a nuestro mundo mortalmente.

   Carlisle negó silenciosamente y se pasó una mano por la frente. No comprendía nada, pero estaba allí para escuchar, para obtener respuestas y creía firmemente que las iba a obtener. Así que formuló la pregunta. La única pregunta que le interesaba que le contestaran.

 -¿Usted sabe donde esta Bella? ¿Podría decirme donde ir a buscarla?- preguntó con decisión, aunque su gesto era el de un hombre abatido y triste.

-Bella está con él.- espetó Jacob seco.- Él se la ha llevado…con la abominación de hermana que tiene…

 -Bueno… ¿Y entonces…? ¿Qué haces aquí hablando de demonios y de Dioses? - preguntó Carlisle, alzando levemente la voz.

 -Bella es la

 invitada de honor en los infiernos. De mano del mismo demonio y sus hijos.- Billy esperó la reacción del rubio que mudó el color de su rostro de inmediato.- Está sentenciada. .- La voz de Billy Black era un ronco susurro que puso a Carlisle los pelos de punta.

-¿Sentenciada? ¡Maldita sea! ¿A qué coño está sentenciada Bella? ¿Y por qué? .- Carlisle se había levantado y gritaba desquiciado, según iba asimilando la situación.

-Es la elegida para el primogénito del Demonio, ella parirá sus hijos. – Billy Black cerró los ojos y comenzó a susurrar palabras que Carlisle no lograba comprender. Lo miró horrorizado y buscó en los ojos de Jacob alguna respuesta. Algo que lo calmara…algo que degollara aquel clima de ansiedad que lo tenía al borde del precipicio.

 -Está rezando.- susurró Jacob, tan abatido como el mismo Carlisle.- Por Bella. Morir será mejor que vivir lo que el futuro le tiene reservado…..

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  Alice contemplaba a Bella desde un rincón de la  habitación de Edward. La muchacha en estado de shock,  miraba un punto indeterminado de la habitación. Sus ojos chocolates, habían perdido el brillo y su boca era una fina línea apretada.

   Atrás quedaban los gritos y rugidos de Edward, hacia Aro. Después de que Bella hubiese caído al suelo, Edward se había abalanzado hacia su padre y había comenzado a increparle, convirtiéndose aquella escena en algo completamente Dantesco. Ambos se habían enfrascado en una pelea con los puños cerrados…bueno, mas bien había sido  Edward el que maldecía y asestaba puñetazos a su padre en el rostro…

  Alice, se limpió las lágrimas con los puños cerrados y comenzó a hipar presa de una inusitada desesperación. ¿ Era correcto lo que habían hecho con Bella? 

  La habían manipulado como una muñeca en todo momento. Esperando que Edward reaccionara ante la verdad. No teniendo en cuenta en ningún momento sus sentimientos y apartándola de aquel mortal; que según Edward, ella amaba.

   Emmet había intentado separar a Edward de su padre, metiéndose entre medio, pero había sido inútil. Edward estaba desencajado por el dolor y no escuchaba a razones. Emmett, también gritó a Aro, echándole en cara algo que tenía que ver con Carlisle y con Bella…algo que Edward no sabía y que era de vital importancia para su relación.

   ¿Qué relación? Nunca la había habido. Bella había sido un triste títere en manos de todos ellos, desde el mismo momento que Josephine y ella se presentaron en su casa, siete años antes.

   ¿Y si el tiempo pudiese paralizarse? ¿Y si alguien le diera la vuelta al reloj para que todo siguiera su curso?

   Edward hubiese sido feliz con Josephine y de buen seguro Bella lo hubiera sido con aquel humano rubio.

   Alice se acercó a Bella para acariciarle el rostro, que seguía inexpresivo y con los ojos perdidos en la nada.  Viéndola así de indefensa, tumbada en aquella cama, quiso cambiarse por ella y redimirse en su dolor. Porque aquella muchacha no se merecía lo que habían hecho con ella, forzándola a una vida que sin lugar a dudas ella no hubiese querido tener y a un amor que no la merecía. Porque si era sincera, su hermano no la merecía por mucho que dijera amarla.

   Se sentó frente a ella y susurró su nombre sin que ella reaccionara. Los gritos de Edward ahora eran más audibles, sus pasos…los puñetazos en aquella puerta donde ambas estaban guarecidas. La pequeña súcubo, susurró ayuda al viento  y una iluminária cruzó aquella habitación……

Continuará…

¿Qué creen que pase ahora?

Capítulo 35: Capitulo 35 Capítulo 37: Capitulo 37

 
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