DEMON PRINCE

                                           CAPITULO           5

Jo, miraba divertida el rostro de horror de su hermana al abalanzarse Alice a ella, como lo hizo.

  La virginal y testadura Bellita se veía atrapada en aquellos labios, que no la dejaban escapar. Como si de un embrujo se tratase.

-Eres preciosa…Bella.- Alice se separó de ella y le acarició la mejilla con el dedo índice, delicadamente.- Me gustas…y creo que también le gustaras a E…

-Aparta de mi hermana, Alice. No seas babosa.- Jo, la empujó, dejando a Bella con la boca abierta y el inhalador en ella para intentar aspirar con fuerza de nuevo.- Hola Bells…. Ella es Alice; mi amiga.- Los ojos de Jo, miraron a Bella detenidamente, y con verdadero asombro se dio cuenta que su hermana , habia alcanzado un grado tal de hermosura, que casi la eclipsaba a ella. Era mucho mas hermosa  de lo que su memoria alcanzaba a recordar.

  Tan diferentes como eran. Ella siempre habia sido la exuberante y la que se habia llevabo la mayor parte del pastel, en lo que a chicos concernía. En cambio Bella era una maraña de cabellos castaños y una cara comúnmente pálida….era una mas del resto…pero ahora algo habia cambiado. Su cabello se veía sedoso, sus ojos achocolatados desprendían un brillo exquisito y su boca sin maquillar; tenia un ténue tono melocotón, que daban ganas de morder. No le extrañó que Alice, le hubiese dado aquel beso. Era tentadora. 

  La imagen de Edward le vino a la mente ; como un mal presentimiento y torció la boca con asco.

-Hola Josephine.

 Ese fue el escueto saludo de Bella, a su hermana mayor.

 Se habia dado cuenta de su escrutinio y se sintió palidecer mucho mas de lo que estaba…

…Sus ojos viajaron hacia su terrorífica acompañante que le sonreía  enseñándole toda su dentadura perfecta y nítida.

-Estas cambiada hermanita….aunque sigas siendo común y corriente…

Jo se dio la vuelta y abrazó a su madre que aún lloraba y no tenia ojos si no, para su hija mayor que habia vuelto al hogar….

-Hija mia…estoy tan contenta de que hayas vuelto. Tu habitación esta intacta; pero si quieres podemos cambiar algo para que este nuevamente a tu gusto…has crecido y supongo que tus gustos habran cambiado…

Jo se separó de su madre y suspiró; resignada.

-Mama…me voy a quedar una semana. Solo eso. Debo volver.

La cara de Reneé hizo una mueca de horror y le sujetó el brazo c on fuerza.

-¿Te marcharas otra vez? ¿Dónde? ¿Con quien? ¿Dónde has estado metida todo este tiempo hija? Pensamos que habías muerto…

-Eso no es cierto, mamá…tú querías pensar que habia muerto; sabes muy bien que  Jo estaba viva y nos abandonó….ni una llamada en todos estos años ¿A que es lo que vienes realmente, Josephine? Ahora justo cuando…

-¡Isabella!.- le gritó su madre.-  Parece que como si no te alegraras de ver a tu hermana…no será porque…..- Reneé miró a Josephine y le sonrió con ironía.- ¿Sabes que sale con Carlisle?

  Bella creyó morirse..y Josephine también.

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Alice miraba la escena, curiosa y atenta a todas las reacciones de las tres mujeres. Pero sobre todo la de la castaña, que la tenia embelesada completamente.

“Cuando Edward la huela, va a enloquecer”rió mentalmente, mientras la analizaba con detenimiento.

 Su rostro era perfecto. Parecia una muñequita con aquellos ojos tan profundos, grandes y aquella boca perfecta; virgen para complacer a su hermano y hacerlo caer en la mas placentera de las locuras.

  Edward…Alice amaba a su hermano demasiado, y verlo con Josephine la desquiciaba a mas no poder. Sabia que ella; a su manera, lo envolvía como la araña a la mosca y él, desdichado, no se daba cuenta.

  Alice comprendió perfectamente el motivo de que la ramera de su hermano, volviese a casa de su familia, después de tanto tiempo.

-Carlisle…- susurró Josephine.- ¿Sales con Carlisle?.

La mirada que le lanzó Jo, a Bella fue venenosa y purulenta. La odiaba. ¿era posible odiar y querer ver muerta a tu hermana, después de no verla en tanto tiempo? Si. Lo era. No la quería en aquel mundo mientras ella estuviese.

-Somos novios.- Bella alzó la barbilla al decir esto.

Jo, rió;gutural y Alice comprendió todo de golpe.

 Josephine, era a además de humana. Tonta.

  Por aquel motivo  habia vuelto…el novio de su hermana….

-No temas Bella. No te lo voy a quitar…..

-No tengo miedo.- espetó Bella,seca.

Y corrió hacia su habitación intentando tapar las lagrimas que comenzaban a surcarle por sus ojos cafés.

  Jo, habia vuelto y Carlisle se le escaparía como arena entre las manos.

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 Unos golpes levantaron a Bella de la cama y se frotó con fuerza los ojos.

 Llevaba mas de media hora llorando.

Todo por culpa de su inseguridad…

-¿Puedo entrar Bella?.- la voz de su hermana le hizo cerrar los ojos y tragar la saliva que se le agolpaba en la garganta.

-Pasa Jo.- le dijo, intentando parecer distraída, admirando un libro que yacia en su mesita de noche.

Jo, pasó con gesto cambiado y le acarició la coronilla dulcemente.

-No temas, hermanita. No he venido a quitarte a Carlisle. Yo….estoy con un hombre maravilloso. Y lo mas importante. Lo amo y él me ama.

-¿Si?

El rostro de Bella cambió y sonrió abiertamente  a su hermana.

-Si. Tonta.- Jo, le propinó un beso en la mejilla, y se sentó con ella en la cama.- Me alegro de que seas tú la novia de Carlisle. Es un hombre bueno y se merece lo mejor..aparte de lo buen mozo que es…tú ya me entiendes.

Bella asintió y se restregó las manos, nerviosa.

 La calma habia vuelto a ella.

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  Todas dormían. Habia sido una noche extraña, para su futura cuñada. Pero Alice, no le faltó tiempo para materializarse en presencia de su padre, tal y como habían quedado antes de abandonar el infierno.

 Una leve inclinación. Como era debido .  Y Aro saltó del mullido sillón, para abrazar a su hija adorada.

-Nena….¿Que tal…todo?

Alice , respondió al emocionado abrazo de su padre y le sonrió.

-Esa humana además de ser la puta de Edward; es tonta. Padre.

Aro, la miró complacido y  asintió llevándose una mano a su cabello, extremadamente largo en aquellos momentos.

-Tu hermano esta ciego  y sordo, hija. Ya lo sabes. No hay manera de hacerlo entrar en razón.

-Ya sé porque ha ido a ver a su familia.

Aro rió, llevándose una mano a los labios, seguidamente alzó una ceja.

-¿Crees que yo, no lo sé, nena? Sé perfectamente que ha ido a encontrarse con un humano . Ese con quien se retorcía, antes que  tu hermano…..

-¿Tú?

-Yo vigilo los sueños, hija….soy  como el aire que respiramos. No hay nadie que pueda engañarme, porque puedo ver sus anhelos, sus miedos…su todo….

-Menos mamá…

-Tu  madre era especial.

En el rostro de Aro, se percibió una sombra de agonia y Alice suspiró. Su padre habia amado mucho a su madre y aún la amaba, aún cuando ella habia decidido abandonarlo hacia ya mucho tiempo.

-Papá…

Alice quería reconfortar a su padre. Pero sabia que aquel tema era demasiado delicado y doloroso. Demasiado, incluso para él, que era absoluta maldad.

-Quiero que me cuentes…. ¿La has visto?

Alice se quedó paralizada.

-¿A quien se supone que he debido de ver?

-A ella; a Isabella.

-¡Tu sabias que era ella y no Jo!

Aró rió con ganas y dio dos palmaditas en la espalda de su hija.

-No hay nada que se me escape; pequeña.- volvió a reir y esta vez Alice, acompañó a su padre.

-Ella es especial papá. Me gusta.

-Isabella será la locura de tu hermano, aunque  ahora mismo, suspire por esa puta que es Josephine. Ella solamente es un peón en este juego. Isabella es la reina y hay que llegar a ella, aunque se sacrifiquen peones en el camino. ¿comprendes?

 Alice asintió.

- Su esencia se tapó por la medicina que toma. Por eso motivo Edward no la reconoció y fue hacia la hermana. La esencia de Jo; aunque es buena, no tiene ni la milésima parte de la de Isabella; papá. Es embriagadora. Tentadora. Única.

-Estallo en deseos que tu hermano la conozca. Esto va a ser muy divertido.

-¿Qué va a ocurrir papá? ¿Bella sufrirá?.- Alice hizo un pequeño mohín y su padre la miró algo nervioso.

-Tu cuñada, cree estar enamorada del humano. Y sufrirá con sus actos. Pero tranquila hija, todo esto hará mas divertido el juego.

-Papá, me duele que sufra. Ya he creado el vinculo con ella. Supongo que Edward cuando la vea lo notará.

-No. No lo creo…Isabella es como tu madre para mí.

-¿Quieres decir, que Edward….?

-No, la locura de tu hermano, aparte del amor y la pasión por ella también será por no poder meterse en sus pensamientos y saber que trama o que piensa en cada momento….lo tendrá sumido en una inseguridad digna de ver. Te lo aseguro.

-¿Edward inseguro?

-Si hija, si.- volvió a reir y comenzó a gesticular con las manos.

-Corre, marchate. Edward ha de venir esta noche, y no quiero que te encuentre aquí. Mañana nos vemos hija.  Cuida de tu cuñada como si fueras tu hermano y maldice a su hermana a cada momento.

-Si padre.

-Adios. Alice.

Y Alice se desmaterilizó.

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  -Si quieres puedo acompañarte.

Bella miró a Alice y ésta le sonrió dulcemente.¡Quien se podia negar, con aquella sonrisa!

-Vale. Sube.¿No se enfadará Jo, al no verte?.- Bella frunció el ceño. Aquella chica habia hecho lo realmente inhumano, para pegarse a ella como una lapa durante todo el dia.

-No.Jo, sabe cuidarse muy bien solita.

 Bella se giró hacia ella, antes de subir a la chevy.

-Yo también.

De nuevo Alice sonrió.

 Bella le abrió la portezuela del copiloto, que no podia abrirse por la parte de fuera  y la miró con extrañeza por enésima vez.

  Aquel nerviosismo, habia desaparecido y también aquel terror al contemplar su belleza perfecta. La sentía como si hubiera creado algún tipo de vinculo con ella. Como si fuera su hermana…o ella misma.

-Puedo darte ideas. Ya sabes.- declaró Alice, haciendo que Bella comtemplara su indumentaria.

-Me importa un bledo ir con vaqueros y camisa tejana. Es una cena informal y queda una semana. No sé a que vienen tantas prisas.

-Es una situación especial. Ed…bueno el novio de tu hermana. Tú y tu novio se conocerán antes de que Jo se marche. Debes de causar buena impresión…

-No me gusta ir de tiros largos. Lo odio.

Alice soltó una risilla.

 Estaba segura que para Edward no habría ni tiros largos y ni medios. La tendrían amarrada a la cama durante un tiempo…

-Bueno; tranquila. Elegiremos algo que se adecue a tu estilo. Nada fuera de lugar.

- Esta bien…Oye Alice..¿Tu conoces al novio de Josephine?

¡Bingo!

Intentó no saltar del sillón de la camioneta.

-Si.

-¿Y que tal hombre es? ¿La ama?

-No me incumbe.- Alice fue escueta y esto llamó la atención de Bella.

-¿Tú…tu…?.- Bella se sintió  avergonzada ante la pregunta que tenia intención de hacer en aquellos momentos.

-Pregunta; Bella. Sin paños calientes. – Alice tocó el salpicadero y frunció el ceño.

-¿Tu no estaras liada con Jo?

Alice la miró sorprendida y se echó a reir con ganas.

-No…no tranquila Bella; me gustan los machos….aunque…- dejó de reírse y la miró intensamente.- No me importaría cambiarme de acera por ti.

Bella dio un volantazo; azorada.

 Miró a Alice a hurtadillas y sonrojó.

-Bella; tranquila. Tu ya tienes asignado a tu marcho…y seguro que matará cuando se entere de lo que he dicho.

-Carlisle no se enterará de nada. Claro, si tú no se lo dices cuando lo conozcas.

Alice puso los ojos en blanco.

¿Quién estaba hablando de Carlisle?

Era Edward, quien la iba hacer pedacitos cuando supiera la clase de pensamientos  que habia tenido con ella….a Alice le atraía Bella. Algo que era completamente inusual.

El silencio inundó el trayecto; pero tanto a Bella como a Alice no les importó.

Bella pensaba en Carlisle y en la llamada que le habia hecho aquella mañana y Alice intentaba contener la risa. Su hermano era tonto y ella lo iba a corroborar en profundida.

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El sonido del timbre inundó la estancia de los Swan.

Josephine cerraba el grifo de la ducha y salía con una toalla escasa y algo deshilachada.

Carlisle habia picado el anzuelo. Podia jurar que era él.

 Alice se habia marchado con la imbécil de su hermanita.

 Su madre estaba arriba durmiendo la mona.

Y ella estaba mojada y caliente; lista para él.

Cuando lo llamó por teléfono, no dudó  en refregarse contra la almohada pensando como podia ser tenerlo entre sus piernas.

  Oleadas de excitación la devoraron y suplicó a Carlisle que se vieran a solas; antes de verse oficialmente, cuando fuese a recoger a Isabella.

  Él algo nervioso y monosílabo le  susurró un de acuerdo no muy convincente.

  Pero allí estaba.

 Y ella estaba caliente; muy caliente.

 Pensando oscenidades acerca de su exnovio y su majestual polla entre sus muslos juguetones. Haria que olvidase a Bella aquella semana…que seguro que seguía virgen y pura y luego volveria con su potro salvaje…Edward.

  Abrió la puerta , cubierta solamente por la escueta toalla y allí estaba él. Como un angel del señor…pero con sexo….

-JO…

-Carlisle…

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-¡Necesito verla, padre!.- el grito foribundo de Edward rebotó en las paredes de la sala.

-No puedes abandonar el Black Sabbath, hijo.- Es imposible.- Aro le miraba serio.

-La necesito.- susurró.

-Eres demasiado débil con esa mujer. Y ella lo sabe. Te manipula. Edward.

-Con todos los respetos padre. Me insultas y también lo haces a ti mismo.

-No te comprendo, hijo.

- Creo saber, que abandonates tu ultimo Sabbath, para estar con mamá. Dejame hacer lo mismo. Deberias comprenderlo…

-Lo siento hijo. Pero no puedes hacerlo. Las brujas necesitan ser folladas por ti. Mi hijo…cuando este Sabath acabe, tu volveras con tu futura esposa y te olvidaras de todo hasta que yo abdique.

-¿Abdicaras?

-Si. No puedo vivir sin tu madre. Marcharé en su busca.

-No…

-Tranquilo hijo.- Aro, le puso la mano en el hombro a su hijo.- Sé que lo harás bien. Y tu compañera será fiel y digna sucesora de tu madre.

-Sé que Jo lo será padre. Gracias por confiar en ella.

Aro prefirió callarse y omitir.

 Edward y Bella sufrirían mucho; pero su destino final, seria tan sorprendente para ambos como el profundo amor y devoción con el que se entregarían.

-De nada hijo de dada. Ahora marchate con tu deber….

Edward hizo una leve inclinación y se marchó algo mas contento.

Aro aceptaba a Jo.

Algo positivo, habia en todo aquello.

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Los ojos de Carlisle viajaban por el cuerpo de Jo, sin vegüenza. Él ya sabia lo que era pasear sus manos por aquellas carnes.

 Gimió interiormente y pasó con la cabeza agachada como un cordero que entra al matadero sabiendo que lo van a ajusticiar.

-He venido por ti y lo sabes.- Esta frase dejo a Carlisle helado y la miró  interrogante.

-Yo creía que estabas muerta, Jo. Lo creía de verdad.

-He venido por ti. Deseaba estar contigo de nuevo. No te he olvidado.- la voz de Jo, ronca y sensual, habían descargado en Carlisle el deseo ardiente por despojarla de la toalla y hacerla suya allí mismo, en el salón.

-Yo estoy con tu hermana. Se lo debo. La amo.-Esto ultimo lo dijo con la cabeza gacha y algo confundió por el dolor de  entrepierna que habia empezado a obnubilarle el pensamiento.

-A ella la podras tener siempre…yo estoy aquí por tiempo limitado y no nos veremos nunca mas….

Carlisle la miró sorprendido y dudó.

-¿Cuánto tiempo estaras aquí?

-Me quedan seis días. Seis días Carlisle. Puede ser maravilloso y nadie tiene porque enterarse. Solo tú y yo, y nuestros cuerpos…

El hombre tragó en seco y se hizo una imagen mental de lo que podia ser aquello.

-Soy un hombre de honor.

Jo, dejó resbalar la toalla entres sus piernas y se tocó uno de sus pechos con ardor.

-Y  yo  estoy mojada por ti. ¿No quieres ver lo calientes que me tienes cariño? Ven.- le dijo en su susurro, mira.- Abrió lentamente los pliegues de su sexo  y se tocó para mostrale.- Estoy empapada y tú tienes la culpa. Fóllame Carlisle. Meteme hasta los huevos…

Continuará…