DEMON PRINCE.

Sin mover ni un musculo; los sonidos atronadores de su corazón, ser pararon en el acto, al ver como se deshacía de sus bragas y contempló el triangulo de sus rizos oscuros.  Edward se tragó el bramido animal que luchaba por salir de su cuerpo. La enorme erección se convertía en dolorosa y sus testículos llenos, habían subido hasta casi desaparecer. “Hermosa”, pensó, cerrando los ojos y aspirando aquel olor a hembra en celo que despedia.

  Al abrir los ojos; completamente ciego y excitado, la vió mecer su melena al viento y su polla vibró como un martillo al aporracearlo; tragó un débil gemido antes de que escapara de su boca; pero la madera de la ventana cedió al intenso agarre de sus garras.

  Cuando  vió que iba a darse la vuelta, desapareció de aquel lugar.

Loco, excitado y con una duda existencial en su cabeza.

¿Quién coño era Isabella Swan? Él amaba a Josephine.

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CAPITULO 11

Territorio del Clan de Demonios Denalí.

Primer dia.

    Edward habia huido como un poseso de Forks; ni siquiera habia ido a despedirse de su amada Jo. Con el pensamiento atorado por la imagen de la pequeña Swan y el sonido de su corazón inhumano tronándole en los oídos. Estaba completamente confuso.

   Buscó entre sus recuerdos el anhelo de  la pasión, para poder entregársela como un firme presente a Eleazar.

   Aquello seria una prueba que daría al traste con la intención de desposarlo con la infame de Tanya.

    Pero con una mueca de desagrado tuvo que desecharla. Si realmente quería formar un futuro con Jo; no era la esencia de ella la que tenia que percibir el patriarca del Clan Denalí. Si no la de la hermana. La de Bella.

   Aquella, que seguía cosquilleándole la entrepierna y alzando su espada del placer. Deseando buscar su vaina perfecta donde guardarla para toda la vida.

    Se estremeció y cerró los ojos. Iba a engañar a Eleazar. ¿Pero que coño importaba? No le mostraría la imagen de ninguna de las dos hembras.

   Edward habia dejado correr demasiado tiempo.

   Tenía que haber desposado ya, a una hembra. Bien demonio o humana, ninfa o Diosa…pero siempre hizo caso a la leyenda que su madre le contaba cuando era un niño.

   Su cantante. La mujer por la que se dejaría matar o se dejaría morir. La hembra que lo incapacitaría como demonio dentro de los dominios de ella. Que serian todos a los que él le permitiera acceso. Vinculada al trono, seria la Princesa por excelencia.

   Bufó al llegar al gran porteón de piedra.

   En una escritura antigua; hecha de a cincel y martillo se podia  leer  “ Tierras Denalí”

   Edward abrió las puertas con la mente, dado el poder que ostentaba.

  Eleazar y su familia esperaban su visita; podia olerlo. La guardia de la legion personal de los Denalí, alzaron sus colosales espadas para darle paso al Principe de los Demonios que acababa de incurrir en aquellas tierras.

   Edward siguió el olor a carne muerta y a incienso. 

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Tercer dia antes de la partida de Jo.

   -¿ Y entonces…a que universidad piensas ir…Bella?. La voz de Jo, claramente sarcástica, hizo que Bella emitiera un ligero siseo y cerrara uno de los armarios de la cocina con algo de fuerza.

  -No tengo dinero para ir a la Universidad. Creo que de sobra lo sabes. Mamá se ha dilapidado todo lo que teníamos y ahora tendré que ponerme a trabajar…

Jo, caminó hacia su hermana.

  Llevaba un ligero vestido de lino blanco. Holgado pero no por eso lo hacia menos sensual. Su melena oscura ondeaba al moverse y sus rasgos marcados y bellos eran un marco perfecto para aquella piel olivácea que ella  ostentaba.

-Lastima.- dijo muy lentamente.- Podrias hacerte  cargo de los hijos de Edward y míos. Serias una fantástica canguro….pero nos marcharemos muy lejos de aquí.- le sonrió, mirándola a los ojos.

Bella se sentó en una de las sillas de la cocina y tomó un vaso para rellenarlo de algo de zumo de naranja.

-¿Dónde Jo? Ese hombre al que amas…me inquieta…Nunca nos ha dicho donde te marcharas a vivir…

-¿Te inquieta? ¿Tanto como Carlisle?.- Jo, siseaba como una cascabel antes de atacar a su presa.

-¿Qué? ¡No! Yo… yo no pienso en tu novio  de esa manera….- Bella notó como su rostro ardía y la inseguridad campó a sus anchas en todo su cuerpo.- Yo amo a Carlisle…sobre todas las cosas. No me fijo en nadie mas.

  La risa de Jo, fue como pequeñas pullas en su corazón inocente.

-Edward es la sensualidad, la corrupción, el anhelo, el deseo, la carne….dudo de tus palabras. Todas las mujeres se fijan en él. Soy muy envidiada. No creo que tú seas la excepción querida hermanita….

-Me es indiferente lo que tú opines, Jo. Tu novio es para mí como una botella de agua mineral para mamá. Huye de ella…..

La entrada a la cocina de Alice hizo que Josephine hiciese una mueca hosca de desagrado y salió sin saludarla ,meciendo levemente las caderas y mirando a Bella sin pestañear.

  La odiaba.Jo, odiaba a su hermana Isabella.

    -Bells…

   Alice, quitó la diadema de sujetaba el cabello de Bella y la miró con un gesto preocupado.

-Estoy seriamente preocupada por tu manera de vestir, Bella. No explotas tu potencial. El  dia de la cena estabas hermosa; pero no bella . Tienes que dejar que te ponga las manos encima algún dia.

 Bella alargó su mano hacia la diadema y se la quitó a Alice.

-No.

-¿De que tienes miedo?.- preguntó Alice caminado hacia ella.  Abriendo una depredadora sonrisa de demonio.

-¿Si te dijera que  a tí?

Alice rió con ganas.

-No me extrañaría.

Bella la miró sin pestañear y se colocó de nuevo la diadema en su cabeza.

-¿Esperas a Carlisle?

Bella sonrió. Alice habia dado en el blanco.

 -Si..- y le dedicó una sonrisa radiante a la joven súcubo.

 Alice, imitó a Bella pero notó como sus tripas de demonio se retorcían.

 Bien cierto era, que aquel humano insolente no tenia la culpa que Edward fuera un estúpido y no viese lo que estaba tan pegado a sus narices…pero ¿ella?

 ¿Bella no sentía nada por Edward?

Claro que su hermano, se habia comportado como un ser indiferente hacia ella. Alice se frotaba las manos pensando en el momento que su hermano diera con la verdad. Le iba a estallar en las narices….iba a morir por verlo.

-Me voy a entregar a él.

Las palabras de Bella  azuzaron a Alice como un temporal de arena y lodo.

 Miró a su cuñada con los ojos como platos y maldijo entre dientes para sus adentros.

  -¿Qué?.- pudo decir, desalentada.

-Me voy a entregar a Carlisle. Lo he pensado mucho y lo voy a hacer. Es una decisión que no tiene marcha atrás. Lo deseo; lo he deseado siempre, desde que Josephine entró con él en esta casa. Me enamoré de él en cuanto lo ví. Es él. Lo sé. Es mi amor. El amor con el que he soñado toda mi vida.

  Alice caminó hacia la humana cálida y hermosa ,envolviendo sus manos entre las suyas.

-¿Estas segura Bella?

La castaña asintió y sonrió tiernamente a la pequeña súcubo.

 -Es una decisión muy importante Bella. Si estas segura yo no soy nadie para decirte que no lo hagas. Haz caso a tu corazón.

  Bella se mordió el labio. Cuanto hubiese anhelado una hermana como aquella chica que habia venido del brazo de Jo…

-Créeme cuando te digo que se lo hago. Lo amo ardorosamente.

  Alice sintió que aquellos tirones en sus tripas se estaban convirtiendo en latigazos.

¡Ella tenia que ser poseída por Edward! ¡Solo por él!

¿Pero que derecho tenia? ¿Él que habia estado retozando con cuanta hembra se habia parado a su paso, incluida la hermana de ella?  ¿Él podia ser promiscuo hasta la saciedad y su futura esposa, virgen perpetua hasta que la verdad le corroyera las entrañas?

   Sería bueno que Bella perdiera la virginidad en manos de aquel humano. Un puñetazo a la cabezonería de su hermano por el puton verbenero que él creía amar….

   Pero sin duda ella se iba a llevar todas las de perder si llegara a oídos de él que había sido confidente de Bella en respecto a aquello y no habia hecho nada para intentar pararle los pies….

-¿Cuándo planeas entregarte a él?

-Cuando Edward vuelva a por Jo.

-¿Antes o después?

-Antes.

-¿Por qué?

-Quiero decírselo. Quiero refregarle esa verdad por las narices….

  Alice  apretó fuertemente los puños y puso su mente  a trabajar. ¡Tres días! ¡Tenia tres días para ahuyentar ese pensamiento de la mente de Bella!

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Tierrras del Clan de Demonios Denali.

   Segundo dia.

Los chillidos de los demonios alados que volaban por aquel cielo cobrizo despertaron a Edward.

   La mejor habitación para el mejor inquilino.

   Se movió inquieto y notó en cuerpo suave y frio que lo acompañaba en el lecho.

Carmen.

   Se llevó las manos a la frente recordando.

    La esencia de la humana. De la hermana de Josephine habia sido  impactante para Eleazar. Tanto que no habia dudado ni un momento el hecho que aquella esencia era la única y verdadera esencia de la verdadera  futura reina de los Demonios.

  Edward también se habia inflamado de ella y se habia sentido volar, cuando su excitación habia viajado hacia limites insospechados. Habia dejado que Eleazar viese el rostro blanco y frágil de la hermana de Jo…cuando estaba desnuda delante de aquel espejo….pareciendo una Diosa de lujuria y la perversión.

    FLASH BACK-

   -Verdaderamente esta humana es la elegida, querido Principe….¿Desde cuando lo sabes? ¿Te lo mostro alguien, tu padre quizás?.- La voz de Eleazar sombría y monocorde llegó a el alma corrompída de Edward, intentando aniquilar la imagen de Isabella con un mazazo.

 -No. Llegué a su lugar de origen por puro instinto. Su esencia me embargó y supe que era ella…

Eleazar se  acarició la mandibula pensativo…

-Sus dulces rasgos me inducen a pensar que todavía no la has hecho tuya.¿A que esperas para reclamarla? No comprendo como no lo has hecho ya.

-No sin grandes esfuerzos.- sentenció Edward.

Eleazar sonrió.

  Estaban sentados en el suelo. Se ofrecían una pipa inmensa de incienso que ondeaba de un lado a otro, haciendo del momento mas místico y transcendental.

-Mi hija te desea. Siempre lo ha hecho, sé que ha sido tuya y eso me honra. Pero esto es otra cosa. Habiendo visto e inhalado el perfume de mi futura Reina me siento mas que halagado.- Eleazar ofreció la mano a Edward en un gesto tan antiguo como el tiempo.- Estoy orgulloso de tu elección y también te  envidio. Cuidala. Es única.

Edward abarcó aquella mano dura, callosa y asumió el control de aquello con frialdad.

 -Lo sé.

 La vision de Isabella desnuda en el espejo, balanceando sus pechos y tocando su cuerpo, anhelante, llegaron al patriarca de los Denalí con un terrorífico tormento.

-Comprendo tu anhelo; Principe. Te ofrezco cualquiera de mis mujeres para saciar ese dulce apetito que te embarga. Tú eliges.

  Edward sonrió. Diabólico.

   Su vista vagó hacia la castaña que lo miraba con ojos de deseo.

  Cerró los ojos y la imagen de Bella lo veló.

   Acabó haciendo de aquella demonio, una esclava en sus brazos.

 Viendo los rasgos de la hermana de su amada en el rostro de la demonio que gemía entre sus brazos.

Edward se levantó de un saltó y vistió su cuerpo con las sencillas prendas que habia tirado en el suelo la noche antes.

  Un sencillo suérter negro, unos pantalones del mismo color.

  Sacudió la cabeza mirando el cuerpo que descansaba en su cama y salió de la habitación con el propósito de visitar las tierras Denalí. El segundo dia habia comenzado e iba a investigar como trataba Eleazar a los confederados que tenia en la mina de almas.

   Continuará….

Chicas,…pronto aparecerá Jasper!!!!

 Jejejejejje!!!