Demon Prince (+18)

Autor: sistercullen
Género: Espiritual
Fecha Creación: 15/03/2011
Fecha Actualización: 12/12/2012
Finalizado: SI
Votos: 53
Comentarios: 148
Visitas: 183805
Capítulos: 47

Summary: Bella descubre, que la sesion espiritista hecha en su adolescencia,le marca la vida hasta lo altamente imporbable : la aparicion del principe de los demonios: Edward I.

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Capítulo 3: Capitulo 3

                                               DEMON PRINCE

                                               CAPITULO     3

 

 

Sentada en la sala de profesores. Isabella Swan, se estrujaba nerviosa las manos sin levantar la vista de ellas.

   No se explicaba que podia decirle Carlisle y porque la habia llevado hasta allí; haciendo de perfecto caballero salvador ante la propuesta de Mike Newthon.

   Subió los ojos levemente y por sus gruesas pestañas vislumbró que el hombre le daba la espalda y miraba el nublado dia por el gran ventanal.

-Te preguntaras, que después de tanto tiempo….que quiero decirte…-comenzó él, casi en un susurro.- He visto como has ido creciendo desde lo lejos; avergonzado por no ser capaz de verte tal y como eras; ya que aunque sois muy diferentes hay algo en ti, Isabella, que me recuerda a Jo. – Carlisle se dio la vuelta y  buscó su mirada y su cercanía andando hacia ella.- Bella….mirame, sin miedo.

  Bella lo miró alzando levemente su rostro y el ardor hizo acto de presencia. La mirada de Carlisle, abandonada hacia algo que ella no podia comprender; la hacia ruborizarse, tal y como lo  hacia cuando soñaba que era a ella a quien miraba; cuando por el contrario, miraba a su hermana, Jo.

  -No entiendo.- Tuvo que aclararse la garganta antes de proseguir.- ¿Qué es lo que quieres? ¡No me has dirigido la palabra, prácticamente desde que Jo, desapareció?.- se sentía humillada, ¿Qué es lo que pretendía ahora?

 -Bella.- susurró él, pasando una mano por su cabello nervioso.- He intentado por todos los medios no acercarme a ti, porque tu presencia me recordaba a tu hermana…¿no lo entiendes?

-Sinceramente, no. Yo y Jo, no nos parecemos en nada.- Isabella, miró hacia un lado. No quería sostenerle la mirada; era demasiado perturbador.

 -No; pero sois hermanas y algo en vosotras es exactamente igual; vuestra esencia es la misma…

-Perdona, Carlisle…- Bella se levantaba de la silla y caminaba hacia la puerta.- Me marcho, si me has apartado de Mike para hablarme de lo mucho que me parezco a Jo, no gracias, no quiero saberlo. Adios..- Bella giró el pomo de la puerta y Carlisle puso su mano encima de la de ella.

 -No soy un adolescente Isabella…Soy un hombre, un hombre mucho mayor que tú…que siente que esto se le está yendo las manos.- Acarició la mano de Bella y se la llevó a los labios.- Me gustas. Me gustas mucho.

  A Bella se lo olvidó respirar.

  El asma ¡Dios mio!, intentó sacar de el bolsillo trasero de su pantalón el inhalador. Se le cayó al suelo y Carlisle lo recogió, preso de un pánico lamentable dado su rostro.

  Bella se llevó a la boca el instrumento y dió fuertes sacudidas a los insertores, dejando que la medicina fluyera por el conducto ascendente.

  Carlisle le acariciaba la espalda, sin dejarla de mirar y sonrió relajado, cuando ella recuperó su respiración normal.

 Los ojos de Isabella estaban completamente enrojecidos y lacrimosos; pero aquello no era lo que le preocupaba.

  Lo que a ella en realidad le preocupaba era si podia ser posible, haber oído bien aquello.

-¿Podias repetirme…lo..que…?.- se esforzó en decir.

-Me gustas, Bella.- Carlisle se acercó a la muchacha y le robó un beso fugaz.

 Cerró los ojos  ante aquel contacto y suspiró.

 -¿Qué sientes tu por mi, Bella?.- le preguntó Carlisle sonriente, mirando a la chica que ahora rodeaba con sus brazos expertos.

-Yo…siempre te he amado…dijo, bajando  sus preciosos ojos castaños.

El hombre le  alzó la barbilla y sus ojos toparon con los de ella.

 Isabella se mordió los labios y él suspiró.

-Dios mio…no hagas, eso, no…cuando lo haces … me vuelves loco, Isabella…- la voz de Carlisle tenia un deje sensual que envolvía a Bella en un ambiente denso y ocioso de placeres ocultos para ella.

-Bella…solo Bella…- susurró. Y sin contenerse, victima de la represión de tanto tiempo, se alzó de puntillas para buscar su boca, en un beso carnal y sediento.

  Buscó su lengua, sin saber realmente como se hacia y  suspiró al hacer el amor con ella, en aquella danza sensual.

 Carlisle la apretó más a su cuerpo y Bella notó como sus pechos se hinchaban y sus cimas se volvían duras como piedras.

  El deseo , palpitó en su vientre y descendió entre sus piernas haciéndola jadear.

  El hombre se apartó de ella, con el brillo de la pasión en sus ojos y le sonrió, dulcemente.

-No, puedo perder el control contigo de esta manera. Bella. Quiero hacerlo bien contigo. Quiero ser honesto y respetuoso contigo.

 Bella se quejó mentalmente.

 “Seguro que con Jo, no se frenó para nada”

 -Está bien. Dime…¿no estoy soñando, verdad?

El se carcajeó débilmente y le lamió los labios, dulcemente.

-No, Bella.

Bella se apretó mas a él y le habló muy cerca del oído.

-¿Sabes que he soñado contigo desde la primera vez que te ví?

ÉL pareció sorprendido  y negó con la cabeza.

-Sí…me enamoré de ti en cuanto te ví, Carlisle.

La estrechó con mas fuerza entre sus brazos y la volvió a besar, esta vez mucho mas calmado.

 

 

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Edward le habia hecho el amor a Jo, tantas veces aquella noche, que habia perdido la cuenta de ello.

  La mujer , lo encendia hasta el punto de volverlo prácticamente un animal.

  Le amasó los glúteos con fuerza y  descendió con su lengua un camino de saliva desde  su pubis hacia el ano, sin darle tregua a la muchacha.

  Le gustaba verla enroscarse de placer y  gritar. No le preocupaba si alguien la oía. Le era completamente indiferente.

  A veces en las fiestas de su padre, él habia tenido que ver las cópulas de los demonios de bajo nivel con las brujas y nadie se habia alterado por ello.

  El sexo era una cosa natural y aceptada en aquella casa; el infierno.

  La piel de Josephine era morena,casi olivácea . Sus ojos verdes y su cabello de un negro azabache, la hacian ver una diosa demoniaca cuando sucumbía a los placeres de la carne. Los únicos placeres dulces y violentos que  festejaba con él.

   La vió retorcerse en su sacudida final y besó sus labios carnosos con fiereza.

 -No sé si seré capaz de pasar una semana sin ti. Quizas vayas a visitarte….

 Ella sonrió abiertamente y le cogió la cara con ambas manos acercándolo hacia su boca.

 -Te esperaré ansiosa.

-¿Qué le vas a decir a tu madre, Jo?

 Josephine , se puso de repente seria y miró a Edward con fingido desprecio.

 -¿Qué supones que le diré? Que un demonio  se paró en mi ventana cuando llegamos a Forks y me hizo el amor la primera noche…

-Dí lo quieras…nadie te creería, y lo sabes.- dijo él con una sonrisa sardónica.

-No…claro que no le diré eso. ¿Cómo crees?.- Se arqueó con sus caderas, buscando su miembro, duro y potente.- La verdad es que estaba harta de vivir con ellas… mi madre está medio loca e Isabella es insoportable.

 -¿Te hice un favor entonces?.- dijo él, frotando su miembro en la entrada de ella.

 -Sí…aunque me separaste de Carlisle…

 Edward se tensó y cambió su polla dura y  por sus dedos . Enterrandolos en la intimidad de ella. Primero dos y luego tres, finalmente cuatro.

-No vuelvas a mentar a ese mortal absurdo…¿Y si tan bien estabas con él, porque viniste conmigo?.- le preguntó sin dejar de mover sus dedos dentro de ella.

-Tú eres único, Edward.- dijo ella jadeante.

-No soy el único. Soy el único para ti. ¿Entiendes? ¿eh? ¿Jo?.

 Ella estalló en extasis y clavó las uñas en la espalda del demonio.

  Edward sintió una ira tal que se apartó de ella con fúria y  completamente desnudo se transformó en niebla y vagó hacia Forks, buscando la esencia de aquel macho que habia enamorado a la que era su mujer. Tenia que matarlo.

     La noche habia llegado temprano a Forks, el cambio de horario y la repentina niebla, no dejaban ver la casa de Bella y  estaban a escasos pasos de ella.

  Carlisle le habia rogado que la dejara acompañarla a su casa.

  Queria mostrarle los respetos a su madre. Decirle que a partir de ahora visitaría regularmente aquella casa para ir a buscar a Bella. El hombre quería hacer las cosas bien, y eso a Bella le gustaba. Le gustaba mucho.

  -¿Estas seguro?.- preguntó ella, un momento antes de bajar del BMW de él.

 -Estoy seguro, pequeña.- le dijo, acariciando su mejilla y besándola suavemente.

  Caminaron por la espesa niebla y antes de cruzal en umbral de jardín, Carlisle rodeó con sus brazos a Bella.

-Bella…quiero hacer esto oficial ¿entiendes?

-Si…- ella miró sus labios y comenzó a hiperventilar.

-¿Seras mi novia entonces?.- preguntó él, elevando una ceja.

Ella le sonrió y levantó una de sus piernas hacia atrás, buscando con sus labios la boca de él.

-Por suspuesto.

 

 

 

   Edward, rió mentalmente. Nunca habia pensado que sus planes podían presentarse tan estupendos.

  Mejor que un exnovio muerto, era sin duda un exnovio enamorado de la hermana de su mujer….

   Dejó escapar  unas gotas  de esencia de sexo por la zona y marchó como habia venido.

   No tardaría mucho en que aquel hombre hiciera suya a la hermanita pequeña de su mujer.

 Estaba feliz, estaba pletórico.

    Recordó el dia que se dejó caer por Forks.

  La esencia de algún miembro de aquella casa lo hacia vibrar, hasta el punto de lo exquisito.

  Se paró en uno de los grandes ventanales y aspiró fuertemente. La ventana estaba semiabierta y dentro, en una gran cama con dosel habia una dulce jovencita.

   El cuerpo de él vibró ante su esencia y se sentó a horcajadas encima de ella, tapándole la boca, ella abrió los ojos; presa del terror. Pero al verlo su mirada se obnubiló y se entregó a él de manera casi suplicante.

  Jo, se metió en los poros de Edward como una enfermedad. Hasta que ….

 

 

  Continuará….

Capítulo 2: Capitulo 2 Capítulo 4: Capitulo 4

 
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