Demon Prince (+18)

Autor: sistercullen
Género: Espiritual
Fecha Creación: 15/03/2011
Fecha Actualización: 12/12/2012
Finalizado: SI
Votos: 53
Comentarios: 148
Visitas: 183834
Capítulos: 47

Summary: Bella descubre, que la sesion espiritista hecha en su adolescencia,le marca la vida hasta lo altamente imporbable : la aparicion del principe de los demonios: Edward I.

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Capítulo 2: Capitulo 2

 

 

                                          DEMON   PRINCE

 

                                         CAPITULO      2

 

-Baja la puerta del garaje, Bella; sabes positivamente que asi no es…Dios mio hija eres imposible.- Reneé que llevaba dos bolsas asidas de sus manos, bufó y caminó hacia su hija, que se peleaba con el dintel de la puerta. Estaba atascado y había que hacer un ligero gesto con la muñeca para que la puerta cerrara correctamente.

  Miró a su madre como lo habia hecho unas ciento de veces  y a continuación; se explayó en mirar las nubes de aquel pueblo recóndito.

  Hoy era un flamante dia soleado. Raro, muy raro. Pero ella se sentía dichosa.

 Los días soleados en Forks no se prodigaban demasiado y estar en aquellas circunstancias, en aquel dia. Era todo un festin para ella.

   Era sábado y habían ido a comprar al supermercado del pueblo. Allí se habían encontrado con Billy y Jake, quien amablemente las habia ayudado a meter las bolsas en el maletero del utilitario de Reneé.

  Jacob estaba loco por Bella; y ella lo sabia.

 Habian ido a cenar un par de veces a Port Angeles y también habian paseado por el bosque alguna que otra vez.

  Pero para Bella, Jake era un buen amigo que no quería perder. Cuando comenzaba a plantear una posible intimidad con ella; Bella se tensaba y él lo notaba y se retractaba.

  Era el amigo mas leal que habia tenido desde que se mudó desde Phoenix. Y allí habia estado hasta ahora. No la habia abandonado en ningún momento. Nunca.

  Ni después de aquello….

Aquello…

   Despues de la sesion espiritista nada fue igual.

  Cuando despertó se hallaba en la cama del hospital del pueblo.

  Le habia dado una gran crisis asmática y un poco más y no vive para contarlo.

 Le daban escalofríos cada vez que lo recordaba…todo.

 Cuando volvió a las clases todo parecía normal…pero los pupitres de Jessica y Lauren, permanecieron vacios durante varios días.

 La clases estaba mas calmada que de costumbre y nadie le preguntó como habia estado en el hospital cuando estuvo convaleciente.

  Y un dia se enteró…se enteró que Lauren y Jessica murieron al ser atropelladas por un camión cuando caminaban hacia su casa…el mismo dia  que pasó aquello..

  Un estremecimiento tenebroso le erizo el vello  y siguió a su madre; ayudándola con la compra.

  Pasaron a la cocina y Bella miró a hurtadillas las bolsas esparcidas por el mármol de la cocina.

  Reneé habia reducido considerablemente el alcohol en su organismo. Pero todavía quedaban resquicios. Un par de botellas de brandy asomaban altivas; por los picos de las bolsas.

  -Deberias tomar en serio a ese chico, Bella. Se ve muy interesado en ti.- Reneé sacaba, alimentos de las bolsas y los organizaba premurosamente en una de las estanterías de los armarios.

  Bella no dijo nada y dejó que mantuviese sola la conversación . Total. ¿De que  serviría? Jake no ocupaba su corazón.

 -Debes de olvidarte ya de esos sueños romanticos. Esos libros que lees son puras patrañas, Bella. El príncipe azul no existe, Bella.- Reneé no la miraba, pero su gesto se hizo mas serio y preocupado.- Tienes  18 años Bella. Estas en el ultimo curso para graduarte y no has salido con ningún chico ni tienes tampoco entretenimiento.- Su madre dejó de colocar los alimentos en la repisa  y la miró duramente.- A veces creo que no te interesa vivir, Bella…después de morir Josephine..

 No…eso si que no. Ella no le iba a permitir que le mentara otra vez a Josephine…no.

-Mamá…no quiero hablar de Josephine; no hasta que no veas la realidad.

 Reneé soltó un paquete de arroz en el suelo y éste se desparramó por todas partes.

-¡No sé de lo que me hablas, Bella!.- le grito, furiosa.

-Lo sabes perfectamente.- Bella fue  a buscar el cepillo y el recogedor con los hombros caidos.

-No…

¿Por qué su madre se engañaba de ese modo?

¿Por qué prefería ver a Josephine muerta y enterrada cuando estaba vivita y coleando por ahí?

    El jefe de policía Curtis; poco después de lo acontecido en su casa. Las visitó diciendo que su mujer habia visto a Josephine con un hombre extraño en la otra punta del estado.

  Reneé habia hecho oídos sordos; pero Bella no.

 Todo tenia forma en aquellos momentos.

Nunca se supo del cadáver de Josephine; el automóvil se precicipitó a uno de los acantilados de LaPush  y no se pudo encontrar el cuerpo…pero claro ¿Qué cuerpo? ¿Si no habia cuerpo?

 Josephine estaba viva y no quería saber nada de ellas. ¿Y su madre se lamentaba de ello?

 Las habia abandonado, no quería saber nada de ellas….

 No. Era mas fácil para Reneé cobijar aquel desconsuelo en el alcohol..mucho mas fácil.

  Cuando   volvió con el recogedor y el cepillo en su mano. Su madre estaba llorando desconsoladamente , sentada en un taburete.

 Bella se acercó a ella, con miedo.

-¿Mamá?.- preguntó; como para pedir permiso.

Reneé miró a su hija con los ojos abnegados en lágrimas y alzó los brazos en busca de algo de consuelo.

-Bella…¿Por qué? ¿Por qué?....-sollozaba, abatida.

-No lo sé mamá. No lo sé.

 

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En el pasillo pasillo del instituto todos los alumnos estaban alborotados.

 El último curso; se preparaba para el baile de graduación y Bella caminaba cabizbaja.

Nada de aquello iba con ella.

No es que  no le agradara la idea de ir al baile, pero era demasiado vergonzoso presentarse sin pareja.

 Nadie la habia invitado a ir…Aunque bien podia presentarse sola para poder obsevarlo a él…

Él si que ocupaba sus pensamientos , él si ocupaba su maltrecho corazón.

 ¿Pero como podia siquiera soñar con la idea de tenerlo cerca?

Desde la desaparición de Josephine, jamás volvió a  su casa de nuevo.

 Él y su hemana, se habían enamorado locamente y comenzaron a salir a los pocos días de instalarse.

  Carlisle Cullen….ese era el amor imposible de Bella. El  ex novio de su hermana Josephine.

 Carlisle estaba cursando la carrera de medicina cuando  comenzó a salir con  su hermana y su novizgo tan solo duró un par de meses…hasta que Jo, desapareció.

  En la actualidad,él daba clases de biología en el instituto a los del primer curso.

 Evitaba la mirada de Bella y ella se regocijaba en él; cuando se hallaba distraído o hablando con cualquier otra persona.

    Bella suspiraba de deseo al imaginarlo en su mente. Todo en él era perfecto. La mirada de un angel en un rostro perfecto.

 -¡EH! ¡Swan!.- alguien gritó.

 Bella alzó su rostro y vió al imbécil de Mike Newton que se habia apostado en medio del pasillo; y no quería darle paso.

-¿Qué quierers, Newton?.- preguntó cansada…”.Por Dios…que no empiece otra vez con sus bromitas pesadas”

 El muchacho buscó los oscuros ojos de la joven y se sonrojó.

-Ven al baile conmigo.- inquirió, como una orden.

Bella, sorprendida, abrió los ojos.

-¿Qué?

-Quiero que vengas al baile conmigo.-alzó la mano y le acarició el pómulo.- ¿Vendras?

 -Isabella…

 Bella notó como la sangre se arremolinaba en sus mejillas y giró el rostro en busca de la voz de sus sueños, de sus anhelos…

 Carlisle Cullen con andar elegante se dirigió hacia los dos adolescentes y miró a Mike con un brillo de ira en sus ojos.

-Profesor..-Susurró, Mike, cabizbajo.

-Newton, necesito hablar con Isabella. Ve a tus clases. Ya.- La ira contenida, ya no tenia cabida dentro de él y no controló sus impulsos.

 Cogió a Bella de un hombro  y la dirigió hacia la sala de profesores.

-Pero…-dijo Bella mientras caminaba a su lado.- Tengo clase, ahora con el señor Banner.

Él la miró tierno.

-No te preocupes. Te haré un pase preferente.- Le guió un ojo.- Es hora de que hablemos tú y yo, señorita Swan.

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  -Te repito. No es ella. No lo es.-Aro, sentado en su trono, miraba a su vástago, con crueldad y si no hubiera sido porque era su preferido hubiese acabado con él en aquellos mismos momentos.

 Edward  I, príncipe de las tinieblas, sofocaba una risa entre sus dientes perfectos mientras miraba a su padre con altanería.

-Me da igual. La amo. Haz lo que te venga en gana. Es mi mujer. Es ella, la quiero a ella.- espetó con los ojos inyectados en sangre.

-¿Tu mujer?, Edward, hijo mio. Has tenido millones de mujeres. Esta bien podría ser  otra mas.

 -No. Sé que es un sentimiento mundano.- bajó la cabeza, alborotando su cabello extraño con las manos.- Me he enamorado; padre. Para ti puede que sea una total incompresion; porque en tu vida has amado a nadie, pero yo si sé lo que es amar y la amo.

-No quiero que te equivoques Edward. Tengo muchos planes para ti y para el futuro de  los muñequitos de barro.

 Edward masculló algo entre dientes y apretó el labio entre sus dientes.

-Oh.- carcajeó su padre.- Habia olvidado que esa muñequita es…de barro.

-Quiero que deje de serlo. Quiero que viva conmigo para toda la eternidad.

Aro miró serio a su hijo y vaciló.

-¿Ella también lo desea?.- preguntó

-Si…pero antes quiere ir a ver a su familia. Tiene una madre y una hermana.  Necesita verlas.

-¿Y tu te crees eso. Edward?

 Edward, apretó sus puños, hasta que los nudillos se volvieron blancos.

 Si no hubiera sido su padre el que estaba tratando de insultar a su mujer. Sin duda lo hubiese matado lentamente, hasta verlo morir..

-Si.

-Bien. La mandaremos de vuelta.

-Gracias padre.- Edward, respiró. Aquello no habia sido tan difícil como habia creido.

 Se despidió de él con una reverencia y se marchó hacia sus aposentos.

 Giró la maneta de su habitación y allí se encontraba ella…tan perfecta y coqueta. Incitandolo a la pasión.

-Nena.- Se recostó junto a ella y le pasó la nariz por su cuello tenuamente oliváceo.

-¡Mmmm?

-Volveras a Forks…con tu familia.

 Josephine dio un brico encima del lecho y le sonrió ladinamente a Edward.

-¿En serio?.- dijo, pegando su pecho al de él.

-Sí…bruja..- Edward bajó su rostro hacia las duras cimas de ella y la lamió con ferocidad; atrapándolas entre sus dientes, un poco mas afilados de lo normal.

-¿Cuánto tiempo …Edward?.- gimió ella, mientras, se ayudaba con las piernas a quitar las sabanas que le estorbaban.

- Dos semanas, Jo. Y seras mia para siempre.- Se inclinó hacia su pubis y suspiró.- Me vuelves loco…- y lamió con necesidad las partes intimas de ella.

 

Continuará….

Capítulo 1: Capitulo 1 Capítulo 3: Capitulo 3

 
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