EL PRINCIPIO DEL FIN: LA PROFECIA HA DE CUMPLIRSE

Autor: LoreCullenVulturi
Género: Drama
Fecha Creación: 08/12/2010
Fecha Actualización: 25/02/2011
Finalizado: SI
Votos: 19
Comentarios: 93
Visitas: 104029
Capítulos: 48

TERMINADO

Existe una Profecía, se dice que ella será la elegida, se dice que ella traera al mundo a la heredera al trono de Volterra, "¿lo creen en serio?" había dicho, "nunca dudes de lo que ven tus ojos, Isabella" le dijo Aro, "Las cosas no siempre son lo que parecen" susurró.

Isabella Swan es la hija del magnate de los negocios Harry Swan, vive junto a su padre y su hermana Samantha en Chicago después del divorcio de Charlie y René, sus otros dos hermanos se marchan  a la universidad; a sus 15 años, Isabella conoce a alguien especial, ¿qué pasará cuando ese alguien se valla de su vida?

Ese día fue el más especial de su vida, pero enterarse que jamás lo volvería a ver le partió el corazón, enterarse de que la persona a la que ya había empezado a amar desaparecería en el viento y nunca más lo volvería a ver, dolía,... dolía como mil cuchillos clavados en su espalda..

Y aún cuando el corazón diera su último palpitar, ella lo seguría recordando,....

-Solo tiene 15 años- había dicho él

¿Eso hace imposible que mi corazón se enamore?

+ Añadir a Favoritos
Leer Comentarios
 


Capítulo 10: EL INSTITUTO

Bella Pov:

El sábado fui a Port Angels a comprar algunos libros, estuve leyéndolos todo el día, me aparecí en Seattle en el negocio de mamá, se mostró contenta de que estuviera ahí, la acompañé todo el día y regresamos a la casa muy entrada la noche; la mañana del domingo fue tranquila, mamá y Phil se habían quedado en casa, vimos algunas películas y actuamos como una familia, aproveché que no había visto a Alec y me fui a la Reserva a pasar la tarde con Jake y Em; llegó el lunes y con él, mi primer día en el instituto, mamá sirvió un rico desayuno, Phil se  disculpó por no poder acompañarnos, pero tenía asuntos que atender en su clínica; ya era hora de irse para mamá así que no quise que se demorara más de la cuenta.

-Adiós má-

-Adiós pequeña, suerte- susurró a mi oído para luego montarse en su camioneta e irse.

Regresé dentro y fui por mi bolso, ya era hora de ir al instituto, pero no me esperaba ver lo que me encontré cuando entré a la sala, mis ojos se abrieron como platos y mi boca se abrió ligeramente, no podía ser… ¿Cómo diablos había entrado?

-Hola Isabella- dijo Alec con una sonrisa torcida.

-¿Qué diablos haces aquí?- solté lo tratando de disimular lo anonadada que estaba.

 -Quise irme contigo al instituto- dijo excusándose, lo vi de arriba abajo y me percaté de su ropa, pantalón de mezclilla  oscuro, suéter azul, zapatos Jimmy Choo.

-¿Qué le pasó a tu ropa?-

-No pretenderás que valla con una capa y vestido como en el siglo pasado ¿o sí?-

-No-

-Recuerda que debes estar conmigo- dijo entrando a la cochera.

-He tenido mejores prospectos-

-No importa- dijo al tiempo que subía al asiento de copiloto.

El camino fue en un silencio cómodo, no nos atrevíamos a decir nada o realmente no queríamos hacerlo; aparcamos en el estacionamiento del instituto; inmediatamente  vi como Alec se tensaba.

-¿Qué pasa?- pregunté.

-Son ellos- seguí con su mirada a lo que se refería, un grupo de 5 chicos nos observaba, una rubia con actitud altiva nos observaba con el ceño fruncido, el grandulón que estaba a su lado nos observaba con la mandíbula desencajada, la pequeña chica nos miraba con preocupación, el rubio que la acompañaba nos miraba con ceño fruncido, y el de pelo cobrizo… mis ojos se abrieran como platos cuando lo vi, hay estaba él, y era un vampiro; volteé la vista hasta Alec que parecía molesto.

-¿Eso es malo?- pregunté.

-No, para nada -

-¿A no?-

-No te acerques a ellos- dijo al tiempo que se bajaba de mi auto, me abrió la puerta y me tomó de la mano; caminamos juntos hasta una oficina para recoger nuestros horarios; todas mis clases estaban con Alec, excepto gimnasia y literatura.

-Tenemos casi todas las clases juntas- dijo viendo nuestros horarios.

-Sí, pero literatura y gimnasia no las comparto contigo- dije acercándome a él para ver los horarios.

-¿interrumpimos?-  preguntó una vocecita detrás de mí; me volteé para encararla.

-No para nada- dije sonriéndole,  se trataba de la misma chica del estacionamiento, tenía pelo oscuro y ojos dorados.

-¿Qué quieren?- soltó Alec.

-Saber si era seguro que ella estuviera contigo- habló el Rubio; escuché como un gruñido salía de Alec y como el rubio le respondía.

-Estoy bien- me apresuré a decir.

-No se acerquen a ella- puntualizó Alec.

-Ella no te pertenece- dijo la pequeña.

-Nunca dije que así fuera – habló un irritado Alec.

-No pasa nada- Traté de calmar a los chicos.

-Vámonos- dijo Alec mientras me extendía su mano.

-No es lo correcto- habló la chiquilla.

-Cullen- dijo Alec entre dientes.

-Vamos Alice- dijo el rubio tomándola por los hombros.

-Vamos Alec- dije tomando su mano para verlo salir molesto por el pasillo.

-Bella no debes acercarte a ellos-

-¿A qué viene eso?-

-Bella, la guardia no debe hacer amistades, no sabes cuándo debes impartir justicia- dije recostándose de mi auto.

-¿Ajusticiarlos?-

-Por el menor error- aclaró.

-Los Vulturi no dan segundas oportunidades- susurré.

-Exacto-

-Debo irme, tengo literatura-

-Está bien, yo tengo biología- dijo levantándose.

-Nos vemos Alec-

-De acuerdo-

Edward Pov.

La vi, era ella, pero ¿qué hacía con Alec Vulturi?, “Cullen” oí que pensaba Alec,… “Edward”, me llamó Alice mientras los veía alejarse.

-¿Qué?- le pregunté.

-No sé qué es lo que pasa-

-¿De qué hablan?- preguntó Rosalie molesta.

-¿Por qué hay otro vampiro aquí?- dijo Emmett.

-Es Alec Vulturi- respondí.

-¿Vulturi?- habló Jasper.

-Si-

-La chica…- Alice calló al instante con una visión.

“Isabella caminaba en una sala, parecía ser su casa, se movía de aquí para allá por la estancia como si pensara en algo.

-¿Podrías dejar de moverte?- preguntó una voz desde la puerta de la cocina.

-¿Qué haces aquí Alec?- preguntó Bella.

-Desapareciste - dijo haciendo una mueca.

-Lo siento – dijo Bella cabizbaja.

-¿Qué piensas?- preguntó Alec al tiempo que se sentaba.

-No lo sé… no me agrada tener vampiros cerca-

-Serás un vampiro Isabella….- y la visión terminó”

-¿Qué viste Alice?- preguntó Jasper mientras frotaba sus hombros.

-Ella… será un vampiro- dijo atónita.

-¿Quién?- Preguntó Rosalie.

-La chica- aclaró Alice.

-Que nos importa- dijo Rosalie en una mueca.

- Ella…. Es Bella-

-¿Qué?- dijo Emmett atónito.

-Voy a hablar con ella, hay que ayudarla, no lo podemos permitir- habló rápidamente Alice.

-Vamos- dijo Jasper.

Me quedé de piedra, plantado en el asfalto, no respiraba ni pestañaba, solo estaba ahí.

-Edward, hermano, debes moverte- me aconsejó Emmett; pero yo seguía en mi burbuja.

-Ve a literatura- dijo Rosalie tomando el brazo de Emmett.

Caminé cansinamente hasta el salón de la Profesora Brennan, le mostré mi pase y me senté en mi puesto de siempre, veía el rostro de Bella en el pensamiento de todos los chicos, cosas como “que hermosa es”, “debería invitarla al baile”, “¿ya la habrán invitado?”, salían de la mente de los chicos.

“Al fin llegó la Srita.Swan” pensó la profesora Brennan, ¿pero qué…?

-Bienvenida- dijo la profesora entregándole sus guías a Isabella –tome asiento- dijo señalando el puesto a mi lado.

Por un momento pensé que no se sentaría, la vi vacilar y luego caminar con paso decidido hasta situarse en frente mío.

-Ni una palabra- dijo tajante, vi como levantaba su mentón con aires de superioridad y se sentaba a mi lado cruzándose de piernas, no pensé que aquella niña dulce pudiera llegar a ser así.

La hora estaba pasando rápido, me trataba de centrar en la clase pero no lo lograba.

-No pensaba decir nada- dije después de un rato

-Que bueno saberlo-

-Isabella yo…-

-¿soy un vampiro?- susurró divertida, la miré con ceño, ¿Cómo era posible que le divirtiera?

-Te lo dijo- afirmé

-¿Qué esperabas?-

-Nada-

-¿Qué quieres Edward?- dijo tajante.

-Una explicación tal vez- propuse, sabía que no era nadie para pedírselas, pero los celos me calaban la mente.

-No te las debo- dijo levantándose de su asiento y saliendo al tiempo que sonaba la campana del almuerzo.

No la vi en todo el resto del día, cuando salimos de clases su auto no estaba en el estacionamiento, ya se había marchado.

-Ella va a estar bien- trató de consolarme Alice.

-No lo sé-

-Vamos Edward- dijo subiéndose al auto de Rosalie con los demás.

Capítulo 9: ¿TÚ AQUÍ? Capítulo 11: ¿Y AHORA QUE HAGO?

 


 


 
14442992 visitas C C L - Web no oficial de la saga Crepúsculo. Esta obra está bajo licencia de Creative Commons -
 10759 usuarios