EL PRINCIPIO DEL FIN: LA PROFECIA HA DE CUMPLIRSE

Autor: LoreCullenVulturi
Género: Drama
Fecha Creación: 08/12/2010
Fecha Actualización: 25/02/2011
Finalizado: SI
Votos: 19
Comentarios: 93
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Capítulos: 48

TERMINADO

Existe una Profecía, se dice que ella será la elegida, se dice que ella traera al mundo a la heredera al trono de Volterra, "¿lo creen en serio?" había dicho, "nunca dudes de lo que ven tus ojos, Isabella" le dijo Aro, "Las cosas no siempre son lo que parecen" susurró.

Isabella Swan es la hija del magnate de los negocios Harry Swan, vive junto a su padre y su hermana Samantha en Chicago después del divorcio de Charlie y René, sus otros dos hermanos se marchan  a la universidad; a sus 15 años, Isabella conoce a alguien especial, ¿qué pasará cuando ese alguien se valla de su vida?

Ese día fue el más especial de su vida, pero enterarse que jamás lo volvería a ver le partió el corazón, enterarse de que la persona a la que ya había empezado a amar desaparecería en el viento y nunca más lo volvería a ver, dolía,... dolía como mil cuchillos clavados en su espalda..

Y aún cuando el corazón diera su último palpitar, ella lo seguría recordando,....

-Solo tiene 15 años- había dicho él

¿Eso hace imposible que mi corazón se enamore?

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Capítulo 26: NUEVO CLAN: LAS PELEAS COMIENZAN

CAPITULO XXVI.

 

BELLA POV.

Luego de salir del castillo aproveché para salir de compras, un cambio no me caería mal; corté mi pelo en capas a la altura del cuello, con un mechón ladeado que cubría mi frente; mi pelo no crecía a menudo así que aproveché para teñirlo de negro, al terminar me percaté de cuan parecida podía llegar a ser de Samantha.

Decidí ir por nuevos escenarios, así que hice un viaje al Amazonas. Había visto a tres vampiros cazar, también se alimentaban de animales, en el castillo para mí fue un poco difícil, Aro me tentaba cada vez que podía, pero yo tenía otra visión de las cosas, para mí los humanos no eran tan insignificantes como ellos los veían, yo, al igual que ellos, había sido humano, y me costaba creer que aseguraran con tanta convicción lo insignificantes que eran los humanos; me acerqué a los tres vampiros con precaución, el instinto de supervivencia era mayor, los había observado, pero sabía que ellos sentían mi presencia, mi aroma, caí de puntillas en la tierra justo en frente de ellos.

-Yo soy Jaydeen, y ellos son mis hermanos Nicole y Mike- dijo señalando a los dos jóvenes de al lado.

-Gusto en conocerlos- dije.

-Igualmente- dijo la chica dando pequeños saltitos, por un momento me recordó a Alice Cullen, sentí en ese momento como absorbía un don, la telequinesis -¿por qué nos observabas?- quiso saber.

-Solo me dirigía a la ciudad- aseguré.

-¿Eres nómada?- quiso saber Jaydeen.

-Algo así-

-Tus ojos…- empezó la chica.

-Mo hubo la suficiente ponzoña en mi transformación- expliqué rápidamente.

-Puedes venir con nosotros- aseguró Mike,

-¿A dónde?- quise saber.

-A nuestra casa, en Nueva York- explicó.

-Está bien- acepté.

Habíamos emprendido el viaje, pasamos alrededor de dos días en constante movimiento, llegamos a Nueva York, la casa de los chicos era hermosa, era una mansión de época con acceso al bosque, era realmente hermosa.

-Llegamos- dijo Nicole plantándose en frente de la casa.

-Chicos, que bueno que llegaron- habló una mujer que salía de la casa para abrazar a los chicos, esa mujer inspiraba un aire maternal que apaciguaba a cualquiera, daba confianza su sola presencia.

-Angélica, hemos traído visita- avisó Mike.

-Oh, claro, lo siento, soy Angélica- dijo al tiempo que tomaba nuestras manos; y ahí lo supe todo; Angélica era una vampiresa de 100 años que vivía con Eric, un vampiro de 300 años, se había transformado debido a un accidente que tuvo, Eric era médico, y fue quien la atendió, no pudo más y la transformo, ella era su cantante.

-Yo soy Isabella- dije cuando al fin las soltó.

-Pasemos- pidió Angélica con una sonrisa.

La casa por dentro era totalmente hermosa, había retratos en las paredes, en la chimenea, un piano de cola negra a un lado de la sala…

-Ven Isabella, por aquí-me guió Angélica invitándome a sentar.

-Gracias- dije cuando me senté.

-¿Bebes sangre humana?- preguntó Jaydeen después de meditarlo un rato.

-No- me apresuré a decir –nunca lo e hecho- aclaré.

-¿Estás sola, querida?- quiso saber Angélica; no supe por qué, pero aquella mujer me instaba a contarle todo mi pasado, como si todo estuviera bien.

-Recién acabo de salir de un clan- expliqué.

-¿Cual?- preguntó Jaydeen.

-Los Vulturi- dije en un susurro.

Cuatro pares de ojos se fijaron en mi, escudriñando si simbolizaba algún peligro, pero no tenían ni idea de lo que podía llegar a hacer; pronto sentí una especie de calor en la cabeza, lo que siempre pasaba cuando absorbía un don, más rápidamente supe cual era,  imágines de mi mente se transmitieron en la mente de los cuatro vampiros, como si entablara alguna conversación mental; mostré mi primer encuentro con los Vulturi, las rosas rojas en la habitación, luego el castillo, el trato, Forks, los Cullen, mi transformación, mi vida como Vulturi y luego el encuentro en el bosque.

-¿Qué fue eso?-preguntó Nicole apenas en un susurro.

-Puedo absorber los dones de los vampiros con quienes me topo- les dije-y me parece que alguno de ustedes tiene un don-

-Jaydeen y Nicole- susurró Angélica.

-Lo siento- dije levantándome, dispuesta a irme.

-Espera- frenó Angélica.

-Isabella…-

-Bella- interrumpí.

-Pensábamos en la posibilidad de que se pudieran quedar- explicó rápidamente Nicole.

-Es buena idea- concedió Mike dándole un casto beso a Nicole.

-Nada me gustaría más que tener otra hija- dijo Angélica abrazándome –Eric estará feliz de saberlo- afirmó.

Mi verdadera vida comenzó después de ese día, tenía una familia, era querida por ellos, y pronto Jaydeen y  Katherine, una vampiresa nómada que encontramos mientras cazaba, se hicieron novios, eh de admitir que hacían una pareja hermosa, los dos rubios, sus ojos eran dorados, facciones delicadas, hermosos; habían decidido casarse, en la boda conocí a algunos vampiros amigos de la familia; Kate, Irina, y Tanya, que llegaron a convertirse en mis mejores amigas, o al menos Kate e Irina, Tanya era un poco… arrogante conmigo; Zafrina, Kachiri, y Senna, de Amazonas, nos habíamos enterado que Nicole, Mike y Jaydeen fueron a visitarlas el día que nos encontramos; Amún y Keibi, del clan egipcio, Benjamín, que vivía con ellos, se convirtió en uno de mis mejores amigos Tía; Peter y Charlotte, nómadas que Jaydeen había conocido en una de sus excursiones en solitario, muy agradables por cierto;  Siobhan y Liam, del clan irlandés, junto con la pequeña Maggie, la chiquilla tenía un don de saber la verdad, le había preguntado sobre los verdaderos sentimientos de Jaydeen, por suerte eran verdaderos, estuve completamente segura de que de verdad amaba a Katherine; Mary, Garret, y Randall, nómadas que Mike y Nicole habían conocido hace algún tiempo, Charles y Makenna, también asistieron a la boda, ellos eran nómadas europeos que Eric, papá, había conocido hace ya mucho tiempo; Alistair, nómada europeo, amigo de Angélica y Eric; Stefan y Vladimir, vampiros rumanos que habían gobernado antes de los Vulturi, para los cuales Eric había trabajado durante un tiempo; Sasha y Vasilii, nómadas que luego se unieron a Kate, Irina y Tanya; y otros vampiros conocidos como Marshall y Erika; Ileana y Xavier; Roque y María.

Dos meses después de la boda de Jaydeen y Katherine, se unieron a la familia Damon y Stefan, dos gemelos que Nicole y Mike habían conocido cuando viajaron a México, junto a Elena, la compañera de Stefan; Damon era capaz de controlar a cualquier humano o vampiro para que este hiciera lo que quisiera, hipnosis, mientras que Stefan era capaz de hacer que los pensamientos de alguien sean escuchados por todo, como una especie de conferencia, su don era muy parecido al que utilicé cuando conocí a Angélica; eran dones poderosos, a su llegada sentí un fuerte mareo, y había comprendido, ya había absorbido sus dones; pero su estadía en Nueva York fue muy corta, pronto tuvimos que viajar, ya se había consumido nuestro tiempo en ese lugar, destino: Forks; eh de admitir que en parte me gustaba la idea de regresar, tal vez ver  de lejos a mi madre, o al menos esperaba que siguiera con vida.

-¿En qué piensas?- quiso saber Damon mientras se sentaba a mi lado debajo de aquel pino.

-Es solo que... tengo demasiado  tiempo sin ir a Forks- me excusé.

-Te apasiona la idea de poder ver a tu madre ¿cierto?- aún no lograba entender lo bien que había llegado a conocerme Damon en solo este tiempo.

-En parte, si-

-Todo va a estar bien- dijo tomando mi cara entre sus manos.

-¿Te eh dicho que eres un buen hermano?- le dije mientras me acurrucaba en su pecho, Damon para mí simbolizaba lo que era Eric era, el hermano mayor que siempre buscaba protegerme.

-¿Damon?- llamó Elena.

-Dime Elena- dijo incorporándose.

-¿Has visto a Stefan?-

-Creo que se ah ido a cazar- le dije.

-Gracias Belly- susurró dedicándome una sonrisa.

Elena se había vuelto, al igual que Katherine y Nicole, una gran confidente.

-¿Todo listo?- escuchamos desde la casa.

-Será mejor regresar- aconsejó Damon.

-Vamos- dije mientras me echaba a correr.

-Hola chicos- saludó Angélica cuando llegamos.

-Hola má- dije mientras la ayudaba a cubrir los muebles con una sábana.

-Hola Ang- saludó Damon.

-¿Está todo listo?- preguntó Nicole mientras bajaba las escaleras dando saltitos.

-Casi- le dije cuando ya había terminado de cubrir todos los muebles.

-¿Qué falta?- quiso saber.

-Stefan y Elena-

-Mejor ni los esperamos- dijo Mike con una sonrisa torcida.

-No seas así hermano- reprochó Katherine –Tal vez lleguen en dos días- agregó.

-Si no se llevaron ropa-excusó Jaydeen.

-Basta chicos- pidió Angélica –No es correcto que hagan una broma de la privacidad de sus hermanos-

-¡Oh vamos Ang!- estalló Mike en risotadas –Tenemos más información en dos meses de la actividad sexual de ellos que de la de nosotros mismos-

-Aunque sea cierto- afirmó con una sonrisa Angélica.

-¿Podrían dejar de burlarse de nosotros?-pidió Stefan ofuscado.

-Stefan, sabes que era una broma- dijo Mike todavía con una sonrisa traviesa.

-Mejor nos vamos- dije caminando hasta el garaje; los últimos autos que quedaban por enviar a Forks era el Mercedes Guardian de Eric, que ya estaba en el aeropuerto, pues Eric se había ido hace rato a  finiquitar lo del avión privado; el Aston vinotinto de Katherine; el BMW blanco de Nicole y mi Ferrari.

Subimos a los autos, ya gran parte del equipaje había sido enviado con el Volvo de Jaydeen, el Jett de Mike, el Audi A3 de Elena, la camioneta de Stefan y el Bentley de Damon; así que poco quedaba por llevar en nuestros autos, aunque aún así los maleteros iban rebosados de equipaje. 

 Cuando llegamos al aeropuerto, terminamos de arreglar todo, y pronto partimos al lugar más frío y nublado de América; donde sabía que estaba mi pasado.

EDWARD POV.

“Edward” llamó Samantha, “¿Qué pasa?”, negué levemente con la cabeza, haciéndole entender que no pasaba nada.

-¿Podemos ir afuera?- preguntó levantándose del sillón donde estaba sentada con Taylor.

-Dime- pedí cuando estuvimos en el jardín.

-Edward no eres feliz- eso era una afirmación ¿Tanto se notaba?- Si- dijo cuando me quitó mi don; maldije por lo bajo, Samantha había nacido en este mundo con el don de quitar otros dones, aunque siempre podía devolverlos.

-Edward, sabes que no eres feliz- repitió.

-¿Y qué sugieres?-

-¿Para qué tienes a Tanya a tu lado?-

-Ella está donde quiere estar-

-Si Tanya está aquí es porque te ama-

-Exacto-

-Pero tú no puedes ser tan egoísta-

-¿Egoísta?- repetí molesto.

- Le estás negando la oportunidad de conocer a alguien más, solo por egoísmo- estuve a punto de responder cuando vi que se quedaba petrificada, como si hubiese dicho algo malo.

-No creo que eso te incuba- dijo Tanya con expresión molesta.

-Se trata de mi hermano-

-Se trata de mi esposo- contraatacó Tanya.

-Tu fachada arrogante no es más que para cubrir a la débil mujer que ruega por el amor del hombre que anhela- dijo mirándola con lástima.

-¡Eso no lo sabes tú!- explotó Tanya.

-No pretendo discutir contigo- dijo Samantha para darse la vuelta.

-Pues ahora me escuchas- habló Tanya con ira contenida; vi como Samantha se volteaba lentamente y la observaba de pies a cabeza.

-Tienes la palabra- autorizó; vi como toda la familia ya nos rodeaba, incluyendo a Taylor y a Jake.

-Tú no tienes ningún derecho a verme menos que tu hermana…-

-No te veo menos que ella- interrumpió.

-Pues eso parece-

-Solo digo lo que veo-

-Pues más te vale que no procures ver nada-

-Tanya- dije molesto.

-¿Te vas a aponer de su lado?- preguntó con expresión herida.

-Tanya estás armando un espectáculo-

-¿Espectáculo?- dijo con los bordes de los ojos enrojecidos.

-Tanya, cariño- llamó Esme mientras llegaba a su lado,

-Todo esto es tu culpa- dijo Tanya mirando con dolor a Samantha.

-No veo por qué lo dices- se excusó.

-¡¿Por qué intentas separarlo de mí?!- le gritó.

-Por la misma razón que Rosalie lo juntó contigo- le dijo con voz tranquila.

-¿Cuál es esa razón?- preguntó Tanya mirando a Rosalie suplicante.

-Por que es mi hermano,.. Y me importa- dijo lentamente.

-Por esa misma razón, intento aconsejarlo, igual que Rose- se excusó antes de irse seguida por Jake y Taylor.

Tanya me vió por última vez con dolor y salió corriendo rumbo al bosque...

Capítulo 25: LOS AÑOS PASAN Capítulo 27: VERDADES QUE DUELEN

 


 


 
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