CAPITULO XLIV. PLANES

BELLA POV.

-¿Segura que no quieres que te acompañe?- me volvió a preguntar Edward por enésima vez desde que terminamos la reunión.

-Hay ya Eddy, déjala respirar- me sonrió Emmett, pero no se me olvidaba que el grandulón metió la pata con Taylor, ¿cómo se le ocurría decirle algo así?

-No, amor, no es necesario, no vas a hacer nada en mi casa, solo voy a dormir- le sonreí.

 -Me basta con verte dormir-

-Gracias- le susurré abrazándolo.

 -¿Por qué?-

-Por hacerme la mujer más feliz de este mundo- dije mirándolo a los ojos.

-Yo debería decir lo mismo- me besó.

-¡Bella!- me llamó Elena desde el auto.

 -Debo irme- dije separándome un poco de él

-Nos vemos mañana- susurré antes de irme.

-¿Cuándo vamos a iniciar los entrenamientos?- preguntó Elena cuando subí al auto.

 -Los Cullen deben ir a cazar, así que se irán todo el fin de semana, Edward se quedará conmigo y los alcanzará el Sábado- expliqué.

-¿Samantha también irá?- me preguntó Stefan.

-Sí, con Jake-

-Nosotros deberíamos darnos una vuelta también- propuso Damon.

-Tienes razón, cariño- le dijo Tanya.

-Bueno, pues no hay que preocuparnos mucho? Bella y el pequeño quedan en buenas manos- me sonrió Elena.

 -De seguro es niña- dije recordando la supuesta profecía, no la creía del todo, pero ya una parte se había cumplido ¿o no?

-¿Por qué tan segura?- me preguntó Tanya.

-Otro día se las cuento- dije bajando del auto cuando aparcamos en la casa.

-Cariño, no te había podido felicitar- me abrazó mi madre.

-Gracias, mamá- le sonreí.

-Estoy seguro que vas a ser la madre más hermosa que pueda existir- me dijo Eric abrazándome.

-Tengo miedo- admití.

-Amor, uno no nace siendo padres, se aprende- me susurró Angélica.

-Hablo de la profecía, se que si es cierta, mi hija es la heredera al trono de Volterra- suspiré derrotada.

-Es su destino, cariño, no podrás evitarlo- me sonrió Eric.

-Creo que es cierto- dije caminando hasta las escaleras, la verdad ya no me quedaban las fuerzas suficientes para subir a velocidad vampírica. La noche pasó muy rápido, al día siguiente Damon convenció a toda la familia para irse de caza otra vez, los Cullen ya se habían ido, así que solo estábamos Edward y yo, nos quedamos viendo unas pelis y hablando sobre lo que sería nuestra nueva vida; aunque no me esperaba lo que hizo.

 -Isabella Swan?- dijo arrodillándose ante mí -¿quieren tú y mi hijo pasar el resto de la eternidad conmigo?- me extendió una caja de terciopelo negro; aún sorprendida por lo que estaba pasando abrí la cajita sin quitársela de su mano, era un anillo hermoso, parecía antiguo. -Edward- susurré consternada. -Solo dime algo- -Edward, claro que sí- lo ayudé a levantar para que me colocara el anillo.

 -Edward te amo- dije abalanzándomele encima, me hizo girar en volandas mientras me abrazaba riendo como desquiciado, me sentía feliz, completa; mi sonrisa se ensanchó cuando me dijo que el anillo que llevaba en mi mano derecha le había pertenecido a su bisabuela, a su abuela y a su madre, era una reliquia familiar, ¡y era yo quien la tenía!, no había querido dársela a Tanya por que a pesar de todo siempre me esperó. Lamenté que se tuviera que ir cuando mi familia regresó, había decidido ponerme unos guantes para que nadie supiera de mi anillo, era una sorpresa; me despedí de Edward poco después de que mi familia entrara y me volteé para encararla, al parecer ya se esperaban algo, por que todos me veían con rostro expectante.

-Miren que tengo aquí- dije quitándome el guante derecho para que vieran mi anillo.

-¡Oh Mi Dios!- gritó Nicole apenas vió el brillo del anillo.

-¡No lo puedo creer!- Elena llegó a mí a velocidad vampírica y sujetaba en alto mi mano derecha, observando el anillo con la boca abierta.

 -Ese anillo debe de tener más de medio siglo- observó Angélica.

 -Lo tiene, fue de su madre- admití sonriente.

-Felicidades, Bella- me abrazó Tanya.

 -Gracias Tanya- dije cuando me soltó.

-¡Tenemos dos bodas que organizar!- chilló Nicole.

 -¿Boda doble?- me preguntó Tanya.

-Por supuesto- le sonreí.

-¿Cuándo piensan casarse?- me preguntó Eric.

 -No hemos decidido ninguna fecha, primero debe pasar lo de Victoria- recordé.

-Sí, pero no queremos que se te note mucho el embarazo- dijo Nicole haciendo un puchero.

-Hable con Carlisle sobre eso, y no lo van a creer, en realidad el embarazo si dura 9 meses- habló Eric.

-¿En serio?-

 -Sí, Bella, eso quiere decir que el vientre no crecerá sino en tres meses- me sonrió.

-¡Genial!, tenemos tres meses para organizar una boda doble- chilló Nicole; escuché como sonaba el teléfono y Angélica salía a contestarlo.

-Esto va a ser genial- me dijo Elena.

-Yo solo quiero que mi hermanita sea feliz, aunque como no serlo? se va a casar y está embarazada- me sonrió Mike.

 -Bella, carriño? es para ti- me dijo mamá tendiéndome el teléfono.

-¿Hola?- contesté sonriente.

-¡Te vas a casar!- gritaron del otro lado de la línea, claro... Alice.

 -Así es, Alice- admití.

-Déjame ayudarte con tu boda... a Rosalie, a Esme y a mi- me pidió.

-Va a ser una boda doble-

-¿Quién se va a casar?-

 -Interpreta mi silencio- callé al instante.

-¡Tanya y Damon!- chilló.

-Así es, Alice? será una boda doble-

-¡Eso es genial!-

-Nicole también se está encargando de eso-

 -Y mamá, y Elena- me quitó el teléfono Nicole.

-Genial- fue lo único que dije cuando me lo arrebató.

-Déjala, ella ama todo esto- me sonrió mamá extendiéndome su mano.

-Créeme que la entiendo- suspiré tomándola. El fin de semana pasó rápido, así que debíamos regresar al instituto, la mañana del lunes tomé una blusa manga larga blanca con un chaleco negro, unos pantalones de cuero negro y unos botines rojos, dejé mi pelo suelto y acomodé una cinta roja en el cómo cintillo; bajé a la cocina donde me esperaba mi desayuno.

-Buenos días- saludé a todos cuando entré a la cocina; Tanya estaba sentada junto a Damon, así que recordé que no la había humanizado  -¿Puedes levantarte un momento?- le pedí cuando llegué a ella.

 -¿Qué pasa?- me preguntó cuando se levantó.

-Tranquila- le dije colocando mis manos sobre sus hombros y concentrándome en humanizarla.

-¿Qué ha pasado?- dijo cuando sintió un escalofrío.

-Te ha humanizado- le respondió Damon abrazándola por detrás; los dejé a ellos en su tierno amorío y me dirigí a tomar mi asiento en el mesón de la cocina; comí rápido por que era muy ligero en realidad, antes de irme tomé dos copas con sangre para asegurarme de no debilitarme demasiado.

-¿Dónde está Jaydeen?- pregunté al no verlo por ningún lado.

-Decidió viajar algún tiempo- me dijo mamá.

 -¿Por qué?- -Por qué no quiere estar aquí después de lo que pasó con Katherine-

 -Entiendo-

-Va a regresar-

 -¿Cuándo?-

-En unas semanas, las suficientes para que le des unas cuantas clases-

-Está loco si en verdad cree que lo va a lograr en un par de entrenamientos-

-Hay que intentarlo, debes entenderlo-

-Lo sé, mamá... es solo que no es justo- Suspiré cuando escuché la bocina de un auto... Edward.

-Cuidado y no sabemos quién es- dijo Mike haciendo una imitación de mi suspiro.

-Cállate- le saqué la lengua antes de tomar mi bolso y salir a recibir a Edward

-Hola- saludé besándolo cuando llegué a él.

 -¿Cómo están la bebé y la mamá más hermosas?- preguntó acariciando mi vientre, amé ese momento... sería algo que recordaría por siempre.

-Le has dado su primera caricia al bebé- sonreí.

-¿E sido el primero?-

-Tienes el honor- lo abracé.

-Te amo- besó mi frente.

 -Y yo a ti... pero vamos, no queremos perder tiempo- dije acercándome al auto, Edward me abrió la puerta y me monté en el asiento de copiloto; apenas llegamos al instituto busqué en mi bolso los guantes de cuero negro, no sería bueno que los humanos anduvieran viendo mi anillo.

-Pensé que no te los pondrías- me vió divertido.

 -Lo sé- suspiré... ¿no te dije que leo mentes?- lo besé tiernamente.

-Vamos- dijo bajando del auto, y por supuesto, como todo un caballero, me abrió la puerta del auto.

-Gracias- bajé de su mano; y obviamente, como todos los días, los chismorreos comenzaron, aunque claro, para cualquiera esto era una bomba, apenas la semana pasada Edward estaba con Tanya y hoy estaba conmigo mientras Tanya estaba con Damon.

 -A veces odio el instituto- me comentó a velocidad vampírica pasando su brazo por mi cintura.

-Y yo- lo abracé rápidamente. ¿Son novios?, ¿Qué diablos pasó con Tanya?? pensó Jessica Stanley, esa chica era tan... observadora. Claro que la bomba estalló cuando Tanya y Damon se bajaron juntos, hoy sería un día muy largo.

KATHERINE POV.

Después de lo que había pasado en la Casa Swan, corrí hacia el bosque, en realidad lo menos que quería era encontrarme con mi hermana, pero necesitaba saber de sus planes; la rastreé un par de días, pero ella estaba muy cerca y yo había aprendido muy bien de James así que fue fácil encontrarla.

 -¡Qué gusto verte!- saltó cuando me vió llegar al terreno abandonado donde practicaban sus neófitos.

-¡Victoria!- corrí a abrazarla.

-¿Qué haces aquí?-

-Isabella me ha descubierto- me puse seria al instante, era el momento de actuar

 -¿Cómo?-

 -Reconoció mi efluvio en su casa-

 -¿Qué hacía ahí?-

-Siguiendo el efluvio de uno de tus neófitos-

-Riely- susurró.

 -¿Quién?- dije sin entender.

-Riely- repitió -El es... como mi compañero-

-¿Te enamoraste otra vez?- le pregunté esperanzada.

-Por supuesto que no- me dijo dolida.

-¿Entonces solo lo utilizas?-

-Es un imbécil, cree que en serio lo amo- dijo con desprecio.

-Victoria...-

-No- me interrumpió -Es mi decisión-

 -¿Y qué vamos a hacer?-

-Son más de 1000 vampiros- dijo sonriente.

 -¿1000?-

-Así es-

-¿Por qué tantos?-

 -Por que quiero que no quede ni el rastro de los dos clanes y los licántropos- me miró fijamente.

-¿Serás tú quien mate a las chicas?-

-No me voy a perder ese lujo- sonrió con malicia -Pero será fácil-

 -¿Por qué?-

-Ayer mandé a Bree a que averiguara?-

-¿Quién es Bree?-

 -Una chiquilla neófita, es capaz de crear un escudo físico-

-¿entonces no deja efluvio?-

-No... el caso es que la mandé al hospital y entró a la oficina del líder de los Cullen-

 -Carlisle-

 -Exacto... Bella y Samantha están embarazadas- sentí como si me hubiesen abofeteado.

-¿Qué demonios estás diciendo?-

-Es cierto, lo que lo hará muy fácil,... ellas no van a poder luchar-

 -Y las vas a matar por la espalda- eso era una afirmación.

-Tal como mataron al amor de mi vida- susurró con la mirada perdida.