Bella Pov:

-Hueles a perro- escuché decir una voz, me tensé inmediatamente, volteé hacia la sala, y ahí estaba él, sentado tranquilamente.

-¿Tú aquí?- dije interrogante.

-Lo siento por entrar así- se disculpó.

-¿Qué quieres?- pregunté.

-Lo mismo de siempre- aclaró -¿Por qué hueles a perro?- preguntó.

-No toqué ningún perro- dije al tiempo que me sentaba.

-¿Estuviste con algún licántropo?- ¿? ¡Qué!

-¿Qué?- pregunté confundida.

-Son criaturas que se pueden transformar de hombres a lobos enormes, son enemigos naturales de nuestra especie-

-Tú especie- aclaré.

-No por mucho tiempo-

-Basta Alec- El chico siempre se había portado bien conmigo, hay que admitirlo, lo prefiero a él antes que a su gemela Jane.

-Te daré un consejo… Aléjate de ellos- dijo recostándose en el mueble.

-No, solo estuve con…-

-Licántropos- interrumpió.

-¿Cómo puedes estar tan seguro?-

-Es el olor, tú no lo sabes porque sigues siendo una humana, pero hueles a perro mojado-

-¿Qué tienen de malo los licántropos?-

-Son criaturas inestables, cualquier enojo puede hacer que pierdan el control con un humano, mi misión es protegerte, y es lo que voy a hacer- dijo decidido.

-No puedo alejarme de ellos-

-¿Por qué no?-

-Por qué son mis amigos-

-En dos años ya no lo serán-

-Déjanos decidir-

-No-

-Alec- le reproché.

-Vas a ir lo menos que se pueda-

-Lo intentaré- dije para calmarlo.

-Me quedaré-

-¿qué?-

-Los Vulturi tienen una propiedad cercana, me encargaron cuidarte, hay un clan de vampiros habitando la zona-

-Forks no parece muy seguro ahora- comenté.

-No te preocupes, esos vampiros se hacen llamar vegetarianos-

-¿Vegetarianos?-

-Sí, beben sangre de animales, su líder creo esa dieta antes de formar el clan-

-¿Se puede?-

-Por su puesto, pero es mucho más placentera la sangre humana- dijo con la mirada perdida.

-¿Por qué beber sangre animal cuando se puede beber sangre humana?-

-Su líder… vivió con los Vulturi, no quería ser un monstruo-

-¿Fue un Vulturi?-

-Sí, es un gran amigo de nuestros amos-

-Vaya…-

-Carlisle Cullen- dijo en un susurro -Me tengo que ir- dijo de pronto.

-¿qué?-

-Un carro se acerca, adiós Bella…- y salió por la puerta trasera rumbo al bosque, me quedé pasmada en mi lugar.

- Hola hija, no pensé encontrarte despierta- dijo mamá entrando por la puerta.

-Oh sí, es que tenía hambre-

-No te preocupes amor, yo preparo algo, Phil tiene que doblar una guardia, no llega hasta entrada la madrugada-

-Está bien-

Comimos entre risas, aproveché para contarle a mamá sobre el reencuentro con los Black. Me levanté de la mesa luego de desearla buenas noches a mamá y me dirigí a mi cuarto, estaba tan concentrada en la nueva niñera que tenía que casi me caigo de la cama cuando mi teléfono sonó.

-Cuéntamelo todo- dijo Ámber del otro lado de la línea.

-No hay mucho que contar, estuve en Port Angels ayer, y hoy me encontré con dos de mis viejos amigos- dije.

-¿Quiénes?- preguntó ¿Violet?

-¿Violet?-

-Sí, soy yo, queremos saber cómo te fue en tu primer día oficial en Forks-  dijo Violet.

-Bueno, ya les dije, fui a pasear y me topé con viejos amigos, hasta ahora estoy regresando-

-Entonces... ¿La tarde estuve muy movida?- preguntó Ámber, ya sabía por dónde venía.

-No, no ese tipo de movimiento-

-Ámber, deja las morbosidades- dijo Violet.

-Yo solo quería saber-se excusó.

-No, nada que ver chicas-

-¿Sigues con lo de Cullen?-preguntó Violet.

-Si-

-¡Pensé que lo habías superado!- gritó Ámber.

-Yo también, chicas me tengo que ir-

-Buenas noches Bells- dijo Violet.

-¡Sueña conmigo!- gritó Ámber antes de cortar.

Edward, a pesar de todo lo que había pasado siempre lo había tenido presente, ¿estará pensando en mí?, “tal vez no te recuerda” habló una vocecilla dentro de mí, era cierto, tal vez le pregunte a papá sobre su sociedad.

-Hola- dije contestando el teléfono, justo a tiempo, papá me estaba llamando.

-Princesa, que bueno escucharte, ¿cómo te fue?-

-Genial pá, fui a casa de los Black, mamá ya lo sabe -

-¿Fuiste sola?-

-Bueno en realidad no pensaba encontrarlos a ellos, fui a un supermercado, quería una salsa que no había en casa, y los encontré en la Reserva-

-Oh querida, ¿cómo están?-

-Muy bien, irreconocibles, aunque yo tampoco soy la excepción-

-Tú eres hermosa princesa-

-¿Cómo estuvo tú día?-

-Pesado, el miércoles se terminó una gran sociedad-

-¿sociedad?- rogué por qué no fuera la que estaba pensando. 

-La sociedad con los Cullen- me quedé en silencio por un rato, no podía ser, lo único que tenía para saber que algún día fue real, despareció.

-Bella ¿estás ahí?- no me di cuenta de cuánto tiempo papá me estuvo llamando.

-Oh sí papá, es que mamá me pidió que la ayudara en algo, no importa… ¿me decías?-

-Se rompió la sociedad con los Cullen-

-¿por?-

-Cosas personales, tuvieron que viajar-

-Debió ser importante-

-Sí, el negocio estaba prosperando, así que debió de ser importante-

-Es una lástima- dije sinceramente.

-¿Qué?-

-El negocio- me apresuré a decir –estaba prosperando, y… se rompió la sociedad, pero estoy segura de que encontraras nuevos socios-

-gracias cariño-

-De nada pá, te tengo que dejar, adiós, te quiero-

-Te quiero amor-

Corté la llamada, y una lágrima traicionera se escapó por mi mejilla, el destino se empeñaba en separarnos, pero no más, no podía seguir así, llorando por los rincones, Isabella Swan, no se reprimía ante nada ni ante nadie, ya no más…. Y con este pensamiento me entregué a los brazos de Morfeo.