CAPITULO XXXIII. BELLA vs TANYA
BELLA POV.
-¿Estás bien?- me preguntó Nicole cuando estuvimos frente al salón de biología.
-Por supuesto-le dije antes de entrar a paso decidido, pero su olor me llegó de lleno.
-Edward- susurré a velocidad vampírica, viajé la vista en busca de su mirada, ahí estaba él, sentado en el mismo lugar donde lo había visto cuando aún era humana –Buenos Días- le dije al Sr.Barner.
-¿Isabella Cronwell?-
-Así es- dije entregándole mi pase; rogué a Dios porque no se le ocurriera sentarme junto a él, pero claro… la suerte no estaba de mi lado… “Maldita sea” pensé haciendo una mueca casi imperceptible.
-Tome asiento al lado del Sr.Cullen- dijo señalando con la mano.
-Gracias- susurré de mala gana.
-Bella- saludó a velocidad vampírica, no pretendía responderle… pero en ese momento recordé la visión.
-Hola Edward- le dije de buena gana; vi como una sombra de asombro cruzaba por su rostro apenas unos segundos.
-Necesitamos hablar- habló rápidamente.
-¿Sobre qué?- me volteé para verlo.
- Nosotros- susurró.
-¿Existe un nosotros?-
-Siempre ha sido así- me susurró acercándose más a mí.
“Bella… por favor” me rogó.
-Después de esta clase- dije retirándome de la posición en la que me encontraba.
-Gracias-
-Hay cosas que tenemos que hablar- admití.
Estaba nerviosa, no sabía por qué… era una buena luchadora, siempre lo había sido, pero esta situación no era buena… una maldición se me escapó.
-¿Pasa algo?- me preguntó Edward preocupado.
-No, estoy bien-
La clase pasó rápido para mi desgracia, definitivamente el tiempo y el espacio estaban totalmente en desacuerdo conmigo… la hora de la verdad había llegado.
-¿A dónde vamos?- le pregunté caminando rápidamente por el pasillo hacia la salida.
-Un lugar especial- se volteó para sonreírme.
Llegamos rápido al estacionamiento, por suerte le había dado mis llaves del auto a Damon porque no me sentía bien,… “Buena idea Bella” me felicité a mí misma.
En un movimiento rápido Edward tomó mi mano y empezó a tirar de ella, “maldita” escuché que alguien pensaba, esa no había sido yo… giré la vista para ver a Tanya echa una fiera.
-Tanya- trató de frenar Edward.
-¿A dónde ibas?- le preguntó molesta.
-Necesito hablar con Bella-
-Eres una maldita- se me vino encima, pero en un segundo Edward estaba frente a mi deteniendo los hombros de ella.
-Eres una zorra- me dijo con ira contenida.
-Créeme que tus palabras no me ofenden- le contesté sin importancia.
-No vengas con tus ínfulas de reina- espetó molesta.
-¿Qué quieres que te diga?, ¿Qué eres una arrastrada?- reté.
-No te voy a permitir que me quites a mi marido- dijo enseñando los colmillos.
-No se te puede quitar lo que nunca te ha pertenecido- rodé los ojos.
-Maldita- dijo antes de venírseme encima; la esquivé con facilidad, estaba que echaba furia, a este juego podían jugar dos, me dije con una sonrisa torcida.
-¿Entonces qué zorrita?- la tomé por el cuello estrellándola contra el suelo.
-Bella- me llamó Edward.
-¿Qué me ibas a hacer?- incité; vi como Tanya se removía y sus ojos se volvían negros de la furia, con un empujón me quitó de encima y terminé estampada en un auto del otro lado del estacionamiento.
-¿Qué decías, perra?- se subió sobre mí y empezó a golpear mi cara… Con toda la ira refulgiendo en mi interior me la quité de encima.
-¡Hija de Puta!- le grité cabreada antes de embestirla por delante, tirándola del otro lado del estacionamiento; llegué a ella a velocidad vampírica y la hice retorcer de dolor; Tanya gritaba y gemía… pero yo no tenía intención de parar.
“Vamos Bella” escuché que pensaba ¿Alice?
-Nunca va a ser tuyo- le susurré volteando la vista.
-Ni tuyo tampoco- me tiró contra una banqueta de madera que se rompió al instante.
-Perra- susurré abalanzándome sobre ella, tenía ganas de matarla, pero eso no convenía…
-Bella…- empezó Edward, pero no perdí tiempo, la mordí… sabía que dolería, ardía… ardía como fuego.
-Espero que las llamas no te afecten- le susurré en el oído levantándome de encima de ella.
-¡Bella!- gritó Edward horrorizado.
-Mantenla al margen si no quieres que acabe con ella- le advertí.
-La mordiste- susurró.
-¡Bella!- me llamó Jasper -¿Estás bien?-
-Sí, bien- enseguida volteé la vista hacia Tanya que se doblaba de dolor en el suelo–Ayúdenla- ordené.
-Tenemos que hablar- dijo Edward reteniendo mi brazo con su mano.
-Deberías estar con tu mujer-
-Es lo de menos ahora-
-Ed-Edward- escuché susurrar a Tanya, pero a este juego podían jugar varios, si ella me creía perra… eso sería.
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Hola Chicas!!!!
Eh vuelto con este nuevo capi.. espero que les guste y que haya sido lo que estaban esperando.
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