CAPITULO XXXVIII. SI LO AMAS… DEJALO IR

TANYA POV.

Claro, siempre ella, siempre esa maldita interfiriendo entre nosotros, ¿qué no lo entendía? Edward estaba conmigo… o al menos eso es lo que yo creo, sé que ahora el no está cercano a mí, es… como si quisiera alejarse, “tal vez es eso, Tanya” dijo una voz en mi cabeza, genial… lo que faltaba, que me volviera loca, pero tal vez… si eso fuera cierto, lo mejor sería alejarse, ¿para qué hacernos daño?, ¿para qué hacerme daño?, pero además, ¿cómo evitarlo?, ¿qué se suponía que le diría a mi corazón?, odiaba las preguntas sin respuestas, en estos momentos eran en los que deseaba desaparecer…

No supe el momento en el que Edward salió porque como si él le hubiese pedido auxilio, Esme me apartó de su lado y me llevó al jardín para que la ayudara con sus plantas, claro… ¿Cómo negarme?, tuve que acceder y vi de reojo como Edward mostraba una media sonrisa, lo suponía, debió ser eso lo que estaba esperando; lo cierto es que duramos poco más de dos horas en el jardín ¿cómo diablos un vampiro puede dedicarle tanto tiempo un jardín?, solo Esme podía hacerlo, tal vez se había acostumbrado tanto a su actuación humana que a veces se le olvidaba lo rápido que podemos ser, o tal vez lo hacía a propósito; y efectivamente… cuando entramos a la casa Edward ya no estaba.

-¿Dónde está Edward, Rosalie?- le pregunté después de buscarlo con la mirada.

-Salió a tomar aire-´

-¿Sabes a dónde?-

-Tanya… déjalo en paz- dijo mirándome por encima de la revista que sostenía, si, tal vez Rosalie y yo de un tiempo para acá ya no somos las mejores amigas, pero  tal vez si le hiciera caso a mi corazón pudiese recuperar algo, al final de cuentas… si lo amas, déjalo ir…

-¿Podemos hablar?- le insistí.

-¿De qué quieres hablar?- dejó la revista a un lado.

-Vamos a afuera- la pedí; no duró mucho tiempo pensándolo, casi inmediatamente me dijo que sí, así que salimos al jardín donde hace minutos había estado.

-¿Vas a preguntar por él?- hizo una mueca de fastidio.

-No, Rosalie; últimamente no hemos sido las mejores amigas, quiero… disculparme- dudé.

-¿Pretendes manipularme?- ¿qué?

-Eres muy difícil de manipular-

-¿Entonces qué pretendes?- me preguntó con ceño.

-Ya te lo dije Rosalie, la verdad… no estoy muy segura de mi decisión-

-¿De qué hablas?-

-Lo eh estado pensando, nose si lo mejor sea quedarme junto a Edward-

-¿Quieres divorciarte?- preguntó sonriente, aunque no esperé su reacción, de pronto soltó una carcajada que me dejó fría.

-No entiendo tu risa- dije contrariada.

-Tanya… me es imposible creer que TÚ quieras divorciarte de Edward- se tranquilizó un poco, aunque seguía con una sonrisa.

-Es cierto, me quieras creer o no,… solo que es difícil-

-Lo entiendo- me dijo seria.

-¿Me ayudarás?-

-Eso no es necesario- escuché una voz detrás de mí –Toma- Alice me entregó una carpeta.

-¿Qué es esto?- pregunté mientras la abría, me quedé de piedra con lo que vi adentro.

-Pensé que te gustaría hacerlo mientras Edward no estuviera… sería menos duro- se excusó Alice.

-No, está bien, es solo… fuiste muy rápida-

-Lo vi en una visión- me alerté al instante, ¿acaso el….? –No, el no lo sabe, bloqueé la visión- me explicó al ver mi cara.

-Aquí tienes- Rosalie me extendió un bolígrafo.

-Gracias- la tomé con manos temblorosas, era increíble que en fracciones de segundos yo dejara de ser un Cullen.

-Acabo de enviar tus cosas a Denali, y tu auto se lo llevó Jasper- me dijo Alice.

-Bienvenida, Tanya Denali- me sonrió Rose, pero no esperé más, salí corriendo y me perdí en el espesor del bosque.

EDWARD POV.

La noche pasó muy lenta, tuve a Tanya pidiéndome explicaciones cada hora que transcurría, sentía que en cualquier momento iba a estallar, sino fuera por que Esme vió mi humor y me sacó de encima a Tanya, juro que le habría gritado, en estos momentos Tanya lograba desquiciarme, apenas cinco minutos después de que Tanya se fuera una visión me llegó.

“Isabella caminaba a paso humano hacia el interior de una casa, su casa, giraba la vista y tocaba los gabinetes de la cocina…”

Apenas la visión terminó volteé a ver a Alice, “anda” pensó, así que salí corriendo a velocidad vampírica, lo menos que quería ahora era que Tanya me detuviera. Cuando llegué a la Casa Swan el auto de Isabella ya estaba ahí, así que caminé a paso humano hasta la cocina y ahí estaba ella, tan perfecta como siempre, la oí suspirar y en ese momento recordé todo lo que estaba pasando.

-Se que duele- la vi tensarse al instante y luego relajar su postura y dedicarme una sonrisa triste.

-Edward te necesito- dijo aferrando mis manos fuertemente a mi chaqueta, y la entendía… yo también quería abrazarla, estar ahí para ella.

-Estoy aquí- acaricié su pelo.

-No te vayas- dijo en un hilo de voz, me separé un poco de ella y saqué un pañuelo de mi bolsillo para secar sus lágrimas.

-Nunca voy a hacerlo-

-Prométemelo-

-Te lo juro- besé su mano.

-Te necesitaba tanto- susurró acariciando mi mejilla, incliné mi cara disfrutando del roce de su mano.

-Quise estar contigo… pero te fuiste con Damon- dije recordando mis celos de ayer.

-Tú estabas con Tanya-

-Lo siento- la abracé para disculparme.

-Pero estás aquí-

-Siempre-

-Vámonos- dijo separándose de mí.

-Conozco el lugar perfecto- sonreí, salimos tomados de la mano y vi como me miraba confusa.

-¿Dónde está tu auto?-

-Eh venido sin él… ¿Te molesta que vayamos en el tuyo?- le expliqué un poco inseguro.

-Por supuesto que no- sonrió.

Y así partimos rumbo a nuestro prado, el viaje fue corto, aparqué su auto muy cerca de la carretera y nos adentramos en el bosque hasta encontrar nuestro lugar; escuché a Bella suspirar, me pregunté lo que estaría pensando, quería conocer cada detalle de ella.

-¿Pasa algo?- le pregunté acercándome.

-Es… difícil pensar en lo felices que fuimos ayer en este lugar- susurró.

-No veo el porqué-

-Por que a veces los motivos no son suficientes… Fuimos felices, por un momento tocamos el cielo y…-

-¿Qué pasa?- la interrumpió acariciando su mejilla.

-Es todo lo que está pasando, Edward- dijo conteniendo su llanto.

-Amor, estoy para ti- la jalé para que se sentara a mí lado.

-Lo sé,…pero no del todo- dijo mirando el cielo.

-Bella, cuando me necesites-

-No, Edward tu… no siempre podrás zafarte de Tanya y yo no siempre podré ser…la otra- una lágrima rodó por su mejilla, y lo comprendía, ella tenía razón, pero estaba equivocada en algo…

-Tú NUNCA has sido la otra… porque nunca hubo más que una… y siempre fuiste tú- la besé.

-Te amo- me susurró juntando su frente con la mia.

-Yo también te amo-

-Gracias- dijo recostándose en mi hombro.

-¿Por qué?-

-Por estar aquí-

-Lo haría así no lo necesitaras- dije sin pensar, aunque era cierto.

-Nadie está bien en casa- soltó para desahogarse.

-¿Qué pasa?- como si no fuera obvio.

-Jaydeen ah estado en su cuarto desde que regresamos a casa, cuando me quedé dormida aún seguía llorando-

-Al menos descansaste- dije acomodándole un mechón de pelo que se le había salido.

-No, Mike me dio unos somníferos-

-¿Hacen efecto en ustedes?-

-Sí, es igual que la comida,… también hace efecto, pero si comemos de más la vomitamos, comemos lo necesario, como un humano, la ponzoña se encarga de desaparecer los alimentos en nuestro interior, es… como el jugo gástrico en los humanos-

-Lo entiendo, son realmente fascinantes, me imagino la cara de Carlisle si lo supiera-

-Mi familia aún no tiene la suficiente confianza- negó con la cabeza.

-Cambiaría si supieran lo nuestro-

-No, no podemos decirlo- insistió.

-Bella, estoy seguro de que Alice lo sabe, por tanto, Jasper lo sabe, y Samantha ya lo sospecha, así que Jacob también, si no es que ya Taylor usó su don y le contó a toda la familia- recordé el episodio de miradas durante la noche.

-Es imposible ocultar algo en la familia- dijo acomodándose para que mis brazos la rodearan.

-O es realmente difícil con un lector de mentes, un sobrino que averigua todo en tu vida, un hermano que sabe tus emociones, una duende que ve el futuro, y una hermana que te roba tu don- le sonreí.

-Son una familia poderosa, deben cuidarse de los Vulturi, a ellos no les gusta la competencia-

-Los Cronwell te tienen a ti- observé.

-Sí, pero no es suficiente, yo soy una sola… soy fuerte, pero puedo morir con un solo golpe-

-¿Ah sí?- eso no me lo esperaba.

-Sí, lo entendí en uno de mis entrenamientos con Jane, la muy maldita me estrelló contra el otro lado de la sala, y golpeó la parte baja de la cabeza,… perdí el sentido-

-Eso no quiere decir que mueras con un solo golpe-

-Pero me debilita, puedo durar días en recuperarme del todo-

-Te protegeré delo que sea- la acerqué más a mí; escuché su melodiosa risa y no pude evitar sonreír.

-Te amo- dijo antes de besarme; la mañana pasó rápida, pensaba quedarnos otro rato, pero Bella tenía otra idea.

-¿Me acompañas?- me preguntó levantándose.

“¿A dónde?” pensé, seguro de que me escucharía.

-A cazar, mi sed va a empeorar-

-Claro que te acompaño- le di un beso fugaz  y salimos disparados siguiendo nuestros instintos.

BELLA POV.

Terminamos la cacería cuando el crepúsculo surcaba los cielos, debía admitirlo, Edward me había alegrado el día.

-Vamos- dije guiándolo a mi auto.

-¿No quieres que conduzca?- me preguntó contrariado.

-Te llevaré a tu casa-

-¿Qué?-

-Ya lo escuchaste-

-¿No te importa Tanya?-

-Nunca me ah importado- dije acelerando el auto.

Cuando llegamos a la Casa Cullen todo estaba muy tranquilo, así que aprovechamos para darnos un rápido beso.

-Se han salvado de que Tanya no esté- escuché del lado de mi ventanilla, me volteé para ver al vampiro que hablaba, Taylor –Hola Tíos… ¿muy buena la noche, cierto?- preguntó con sonrisa pícara.

-Has pasado mucho tiempo con Emmett- le dijo Edward.

-Siempre tan inoportuno- escuché una voz femenina.

-Samantha- me bajé para saludarla.

-Belly, ¿Cómo estás?-

-Supongo que bien-

-Saben que no se van a salvar de explicarme por qué se besaban ¿cierto?- dijo viéndonos a Edward y a mí.

-Eso no necesita mucha explicación- me abrazó Edward por la espalda.

-Edward- lo llamé al recordar la presencia de Taylor.

-Hasta que al fin- escuché que decía el pequeño, e imágenes de Edward y mías inundaron su mente.

-¿Puedes dejar de hacer eso?- siseó Edward.

-Tú no pretendías contarme nada- se excusó Taylor.

-¿Qué viste?- le preguntó Samantha.

-No querrás saberlo- dijo antes de irse.

-¿Qué vió?- nos preguntó.

-Deberías decirle a tu hijo que deje de buscar en mi mente- reprochó Edward.

-¿Tan sucia está?- levantó una ceja interrogante.

-Es mejor que aprenda ahora- dijo Jake uniéndose a la conversación.

-Es mejor que me vaya- recordé.

-No creo que Tanya vuelva- soltó Samantha; pero bloqueó su mente.

-Samantha…-

-No lo vas a saber Bells- me interrumpió.

-Nos vemos- dije besando otra vez a Edward  y despidiéndome de los demás.

-Te esperamos Bells- escuché antes de irme. 

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CHICAS!!!!!! SE QUE ME E TARDADO UN POCO PERO LAS CLASES ME TIENEN TODA ENREDADA, Y YA SON COSAS MÁS DIFÍCILES ESPERO QUE COMPRENDAN Y QUE LES GUSTE ESTE CAPI.

BESOS!!!!!

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