CAPITULO XXXIX.  AMOR INMORTAL

DAMON POV.

Isabella no había querido que la acompañara, así que supuse que no me gustaría nada el lugar a donde iba o con quien estaría, ella era mi hermana y odiaba el hecho de tener que ver su felicidad a costa de un hombre casado, por que a pesar de que Edward sea mi amigo, está casado y no me va a importar los buenos momentos si veo una lágrima de Isabella por él; Edward no va a ser el culpable de su sufrimiento.

Caminé por la casa sin nada más qué hacer, hasta que decidí salir al patio que daba con el bosque, recuerdo lo que pensé cuando lo vi por primera vez, “genial, dos patios”; anoche ni siquiera había podido dormir pensando en todo lo que estaba pasando, tal vez Angélica pensó que todos dormían, pero podía escuchar sus sollozos y las palabras de Eric en mi habitación; no le guardaba rencor a Katherine, ella hizo lo que cualquier hermano hubiese hecho, si Stef me hubiese pedido algo igual lo hubiese hecho, por que él es mi hermano, y estoy seguro que Isabella hubiese hecho lo mismo por Samantha, son cosas que pasan, solo que Victoria no midió las consecuencias, ella no contó con que Katherine se enamorara de Jaydeen, ni con que de verdad aprendiera a querernos, pero en fin, fue un plan bien estructurado; si no fuera por su error, claro está, a mí nadie me quita de la cabeza que ese efluvio vampírico en la casa de Isabella, tiene que ver, de alguna forma, con Victoria, no hay otra explicación.

-¿En qué piensas?- me preguntó Nicole cuando me vió montado en el árbol, genial, ella llegaba cuando quería estar solo.

-En Katherine- suspiré.

-Jaydeen está mal- dijo llegando a mi rama.

-¿Qué tanto?-

-Muy mal, ni siquiera quiere cazar-

-Eso es grave-

-Lo es, pero la ama-

-¿Crees que un error?-

-No, al final, van a estar juntos-

-¿Al final?-

-Damon, si es amor verdadero… no creo que Victoria…-

-¿Pueda derrotarlo?, ¿es eso?- inquirí molesto, ¡ya estaba derrotado!, ¡¿En qué diablos estaba pensando?!

-Aunque no lo creas… así es, tal vez Victoria acabó por alejarlos, ¿pero ha logrado que dejen de amarse?- me quedé pensando un momento, tal vez Niki tenga razón.

-Lo siento, hermana-suspiré.

-Te entiendo- sobó mi espalda-todos estamos alterados, es normal-

-No, no lo es, en una familia normal no hay vampiros que quieren matarse entre sí, y traidores que resultan hermanos de tu peor enemigo-

-Parece una historieta- bufé ante su comentario, pero en parte era cierto, nuestra historia era un poco allegada a la ficción, más que a la propia realidad.

-Es una locura-

-Lo es…- suspiró -¿Dónde está Bella?- me preguntó de pronto.

-No lo sé, quiso salir sola, hace alrededor de dos horas-

-¿Crees que fue a su casa?-

-No tengo la menor duda-

-Busca torturarse-

-No es así, busca abrir los ojos- la miré fijamente.

-¿De esa forma?-

-¿Hay alguna otra?-

-No lo sé-  resopló molesta.

-A veces la mejor forma de abrir los ojos es cuando los cierras,… como con la amnesia, no recuerdas nada, pero cuando te caes y te golpeas lo recuerdas todo-

-Sí,…  ¿y qué si no los vuelves a abrir?, después de todo, cuando caes cierras los ojos, pero luego los abres, ¿qué si Bella no logra abrirlos?-

-Bella saldrá de ese abismo, cerrar los ojos es fácil, abrirlos no tanto, ¿pero quién te ah dicho que Bella prefiere lo fácil?- sonreí.

-¿Cómo estás tan seguro?-

-Por qué se quien la está ayudando- me marché dejándola con el ceño fruncido, era imposible que Nicole no intuyera ya todo esto, Isabella tenía un remedio especial, con nombre y apellido, y ambos lo conocíamos… Edward Cullen.

Caminé hasta el garaje para abordar mi auto; el motor de mi Bentley rugió apenas lo hube acelerado, no pensé mucho a donde ir, la verdad es que tenía mucha sed como para pensarlo, la comida humana lo calmaría, pero no podría pasearme entre los humanos con semejantes ojeras, pronto todos tendrían que salir a cazar; el viaje fue rápido, no pretendía ir muy lejos, unos cuantos herbívoros estarían bien, aunque tal vez con un poco de suerte consiguiera un puma; recordé la muñequera que siempre traía y observé en ella el puma, igual a la de Bella y Elena; busqué en la guantera del auto mi celular para asegurarme de no tener llamadas, 11:32, me había pasado parte de la mañana por la casa después de que Isabella se fue, dos horas después había hablado con Nicole hasta las 11:00, bien… era una buena hora para empezar a cazar, podría regresar a casa alrededor de las 6:00; hubiese sido más entretenido traer a Mike, así me animaría viéndolo cazar osos, claro… su alimento preferido.

Dejé mi auto muy cerca de la carretera, un poco oculto entre los árboles, cualquier policía se preguntaría qué haría ahí, pero no le gustaría lo que verían si lo hicieran; tranqué el auto asegurándome de guardar bien las llaves, llevaba un pantalón de mezclilla azul, con una camisa blanca, unos tenis y una chaqueta deportiva azul; guardé mis llaves en uno de los bolsillos de mi pantalón y mi celular en el otro; me dejé guiar pos mis instintos, escuchándolo todo, intercepte una manada cerca de un riachuelo hacia el sur, a unos cuantos kilómetros, había empezado a correr cuando escuché unos sollozos sordos, me detuve en seco, giré buscando el sonido y corrí hacia él, sorprendiéndome de lo que vi.

TANYA POV.

Corrí después de firmar los papeles que me había entregado Alice, no podía seguir ni un segundo más en ese lugar, pero me dejé caer al pie de un árbol cuando sentí que ya no pude más, empecé a sollozar, agradecía estar sola; no quería la lástima de nadie.

-¿Te puedo ayudar en algo?- escuché que me decía una voz, levanté lentamente la cabeza para ver a aquel vampiro y no pude evitar entreabrir la boca del asombro… Damon Salvatore.

-¿Qué haces aquí?- le pregunté aún sin levantarme.

-Me disponía cazar, pero no es correcto dejar a una dama desamparada- me sonrió.

-No estoy desamparada- me levanté molesta.

-No veo a Edward por ningún lado- simuló buscarlo con la mirada.

-Edward no está- susurré.

-¿Por qué una bella dama está tan sola en el bosque?- tomó mi mano.

-¿Debería contártelo?-

-Por lo que veo, no tienes a alguien más para hacerlo- me jaló para sentarme junto a él en el árbol donde hace minutos estuve tirada -¿Vas a contármelo?-

-Creo que ya lo sabes- claro, todos lo saben.

-Créame que no lo sé-

-Edward e Isabella-

-Los caballeros no tenemos memoria… no debe sentirse avergonzada- me susurró.

-Todos saben que están juntos, ¿para qué hacernos los desentendidos?-

-No es correcto que los hombres hablen de las damas, ¿qué podría decir yo sobre su relación con Edward?, ¿qué podría decir yo sobre mi propia hermana?, prefiero callar y no recordar-

-“Los caballeros no tenemos memoria”- repetí sus palabras.

-Así es, pero no vale la pena que llore por algo que no ah perdido-

-Claro que lo perdí- dije con una risa triste.

-Nunca ha sido suyo- mi sonrisa se borró al instante, no sabía que esto sería tan duro.

-Tal vez siempre lo supe-suspiré.

-Estoy seguro de que siempre lo supiste, tal vez guardaste esperanzas en un cajón que mandaste a la basura cuando abriste los ojos-

-Si lo amas… déjalo ir-

-Pero no lo amas-

-¿Qué?- pregunté anonadada.

-Ese es un dicho absurdo, quien ama busca a  esa persona sin importarle nada, sin importarle el daño que se pueda causar-

-¿No crees que ya me a echo el suficiente daño?-

-Ese daño te lo has hecho tú, siempre supiste que Edward no te amaba y te casaste con el albergando esperanzas, cuando llegó Isabella intentaste defender lo que considerabas tuyo para que no te lo quitarán, pero no se te puede quitar lo que nunca te ha pertenecido… tú misma te hiciste daño-

-¿Vienes a juzgarme?- se me escapó un sollozo.

-No Tanya, no soy nadie para hacerlo, solo te digo que eres una mujer valiente y capaz de conseguir a cualquier hombre, uno que esté para ti, un amor inmortal-

-Nadie me lo había dicho- sonreí.

-Por qué nadie te veía como te veo yo, tú Tanya, eres una vampiresa excepcional, no dependes de nadie; pero los demás solo veían tu máscara,… los celos, las peleas y los insultos, yo no veo eso-

-¿Qué ves?- susurré acercándome más a él.

-Veo a una mujer preciosa, valiente y fuerte, lo suficiente para alejarse de lo que le hace daño y de lo que ella misma cree que ama-

-Gracias- susurré muy cerca de él.

-Yo solo digo la verdad, a las damas no hay que mentirles- cerré los ojos y suspiré, no supe en qué momento Damon y yo estábamos tan cerca que pude llenarme con su aroma, sentí como un calor nacía en mi interior y no sabía exactamente que era; lo único que sabía es que él había sido el primero en decirme algo así –Tanya- me llamó, abrí los ojos para verlo mirándome fijamente.

-¿Si?- los volví a cerrar.

-Cuentas conmigo siempre, no vas a estar sola-

-No lo estoy, tengo a mi clan, Denali…pero no quiero volver-

-¿Por qué?-

-Mis hermanas me lo advirtieron, que Edward no me quería que quería a Bella, pero no las escuché-

-No lo necesitas- acarició mi rostro.

-¿No?-

-Abre los ojos- y sus labios cálidos se estamparon contra los míos, sintiendo como la furia los hacía danzar, ¿acaso el sería….?

 DAMON POV.

Mi amor inmortal, en eso se había convertido; podría decirse que era imposible el calor que sentía en mi pecho, como si mi vida dependiera de ello, como si dejándola ir el calor en mi pecho desaparecería y lo reemplazaría el frío que nunca me dejaría en paz.

-Te amo- le susurré sin pensar.

-Te amo, Damon- sonreí al escuchar mi nombre en sus labios, todo era tan perfecto… la atraje más a mí, permitiéndola descansar en mi pecho.

-No sabes cuánto tiempo soñé con esto- suspiré.

-Tú no tienes idea del tiempo que pasé deseando encontrarte-

Y así era, la había encontrado, y la había tenido ante mis ojos, pero estuve ciego, lo suficiente para no darme cuenta de lo evidente, era ella… mi amor inmortal.

-¿Qué haremos?- preguntó de pronto.

-¿Sobre qué?-

-Nosotros-

-Pues… cásate conmigo- dije quitándome el anillo que colgaba en mi pecho, y que mi madre me había dado antes de morir, Stef tenía uno igual, pero era el de mi padre-Le ha pertenecido a mi madre-

-Damon…- susurró cubriéndose la boca del asombro, la vi abrir los ojos como platos -¡No lo puedo creer!- me gritó abrazándome.

-¿Eso es un sí?-

-¡Sí!-

-Me haces el hombre más feliz- coloqué el anillo en su dedo índice.

-Te amo- dijo antes de besarme.

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CHIC@S DISCULPEN TODO EL TIEMPO QUE ME TARDE, ESTABA CON LAS CLASES, BUENO ESPERO QUE LES GUSTE,,,

TENGO UN NUECO FIC, "AUNQUE NO PUEDA ESTAR CON EL" LO SUBÍ AYER, CUANDO TENGAN TIEMPO PASENSE POR ALLA..

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GRACIAS POR SU APOYO!!!!