Rosalie Pov:

“Ya es hora”, pensé para Edward, mientras metía el resto de mi ropa en las maletas.

-¿Está todo listo?- preguntó Carlisle desde abajo.

-Casi- dije bajando las maletas de la cama.

-Ya- dijo Jasper.

-¿Edward?- preguntó Carlisle, pero claro, como siempre Edward estaba perdido; “Edward vámonos” pensé mientras bajaba las escaleras con las maletas.

-Aquí estoy- dijo bajando sus maletas detrás mio.

-Es hora- dijo Carlisle viendo su reloj.

Salimos de la casa cada uno en un auto, yo tomé mi BMW, Carlisle su auto, Edward el suyo, Jasper el Porsche de Alice, el jeet de Emmett lo habían enviado ayer en la mañana, seguramente ya habrá llegado, llegamos al avión en donde iban a ser transportados los autos, y nos fuimos en otros vehículos hacia la sala de espera para poder abordar el avión que nos llevaría a Forks.

-Pasajeros del vuelos 732, con destino a Washington DC. Favor dirigirse a la puerta de embarque Nº1-   dijo una voz por el altoparlante.

-Vamos- dijo Jasper levantándose.

El vuelo fue tranquilo, llegamos a Washington y tomamos otro vuelo hacia Seattle, los autos ya habían llegado así que tuvimos dos horas de camino hasta Forks.

-¡Osita!- gritó Emmett desde la puerta.

-¡osito!- dije, y nos fundimos en un beso pasional.

-Hey…- llamó Jasper- Váyanse a su cuarto- dijo con una sonrisa mientras tomaba por la cintura a Alice.

-Y por favor, no lo piensen- agregó Edward.

-Vamos adentro- dijo Esme mientras abrazaba a Carlisle.

Adentro todo estaba como lo recordaba, Edward  con su melancolía empezó a tocar un na-na-ná que le había compuesto a la mocosa de la que se había enamorado, Edward era un imbécil, ¡tiene 109 años!; escuché un gruñido de su parte, supe en ese momento que él estaba en mi mente, “si no te gusta mi mente ¿para qué diablos la escuchas?” pregunté sacándolo de quicio, hizo caso omiso a mi comentario mental y siguió con su melodía; ya había anochecido y todo transcurría muy aburrido…

-Osita…- llamó Emmett.

-¿Sí?- dije con voz seductora.

-¿Qué tal si… vamos a dormir?- preguntó.

-mmmmm…. Si- dije sensualmente, se levantó y me tomó de a mano, subimos a nuestra habitación y no bajamos en toda la noche.

Por la mañana bajamos a la sala, todos estaban reunidos ahí, parecía ser un sábado familiar o algo así, vimos unas cuantas películas, Carlisle se fue a resolver algunas cosas en el hospital y Esme tarareaba mientras dibujaba en su cuadernillo.

-¡Vamos de compras!- chilló la duende.

-Oh no- se lamentó Jasper.

-Me parece buena idea- dije.

Fuimos a Seattle, pasamos horas comprando, regresamos a casa alrededor de las 10 de la noche, habíamos decidido ir a cazar y no regresamos sino hasta el lunes en la madrugada.

-Es hora de irnos- dijo Alice desde abajo mientras me terminaba de arreglar, era hora de ir al instituto.