CAPITULO XXVII. VERDADES QUE DUELEN
BELLA POV.
Nos pasamos todo el día del sábado y parte del domingo acomodándolo todo; nunca en mi existencia había utilizado tanto el don de la telequinesis.
-¿Te sientes bien?- me preguntó Damon en la mañana del domingo, aun seguía un poco sosegada por haber usado tanto mi mente ayer, así que no podía concentrarme mucho hoy.
-Estoy bien-susurré.
-Te ves cansada, ¿Segura que dormiste bien anoche?- preguntó.
Había tomado esa costumbre, me gustaba dormir, pero solo para pasar rápido el tiempo o cuando realmente necesitaba que mi mente descansara.
-Algo, anoche no pude conciliar mucho el sueño-
-¿Irás a la casa de tu madre hoy?- preguntó Stefan mientras se sentaba a mi lado en el sillón.
-Si- respondí segura.
-¿Quieres que te acompañemos?- preguntó Nicole llegando con Mike.
-No estaría mal- dije suspirando.
-Sabes que tus hermanos siempre van a estar para ti- habló Damon mientras me abrazaba.
-Gracias- susurré.
Apenas vi que el reloj marcaba las ocho subí a mi cuarto a cambiarme; me bañé rápidamente y me calcé unos pantalones pegados grises, un poco brillantes, con una blusa negra sin mangas que dejaba ver mi ombligo; me coloqué un chaleco abierto también negro y unos botines del mismo color; solté mi cabello mojado, lo alisé y me dediqué a maquillarme; me coloqué sombra gris en los ojos, con delineador y un labial rojo; tomé mi cartera color plata y bajé las escaleras.
-¿Lista?- me preguntó Stefan cuando me vio.
-Eso creo-
-Todo va a estar bien, Belly- dijo Mike abrazándome por la espalada.
-Eso espero- hablé caminando hasta el garaje.
Subí a mi Ferrari junto a Damon, Nicole, Mike y Stefan, y partimos rumbo a mi vieja casa.
-¿Qué pasó aquí?- preguntó Mike cuando un olor a sangre vieja nos llegó.
-No- susurré, corrí a velocidad vampírica hasta la habitación de mamá y Phil, viendo desastre a mi paso, frené en seco cuando vi la sangre. –No- me repetí sollozando con dolor -¡No!- grité, pronto mis hermanos estuvieron conmigo.
-Bells, tranquila- me susurró Stefan que me abrazaba mientras yo intentaba zafarme para destruir todo a mi paso.
-No- susurré.
-Bella- me llamó Nicole colocando sus manos alrededor de mi rostro –tranquila- me dijo.
-No puedo-sollocé dejándome caer en los brazos de Stefan mientras lágrimas rojas escurrían por mis ojos.
-Vámonos de aquí- ordenó Mike con voz autoritaria.
Pero yo no podía ni siquiera caminar; Stefan me tomó en brazos y me subió al auto, dejando que Mike condujera.
-¿Estás bien?- me preguntó Damon.
-Quiero ir al cementerio- salté de pronto.
-Bella…- intentó detenerme Nicole.
-No- dije tajante-quiero ir-
EDWARD POV.
-Edward- llamó Samantha.
-¿Sí?-
-Vamos a ir al cementerio, hoy se cumplen 16 años de la muerte de mamá- me dijo.
-No te preocupes-
-Avísame si pasa algo- dijo buscando su celular en su cartera.
-Nos vemos Edward- se despidió Jacob.
-Adiós Tío Edward-
-Nos vemos- susurré seguro de que me escucharían; pronto escuché las llantas del auto alejarse.
“Edward” escuché a Tanya.
-¿Qué pasa Tanya?- aún seguía muy molesto por su absurdo comportamiento con Samantha.
-Necesito que me perdones-
-No veo el porqué debo perdonarte-
-Edward- me reclamó.
-Ni siquiera te has disculpado con Samantha- dije levantándome molesto.
-¡¿Por qué debería disculparme con ella?!- explotó.
-¡Por que tiene razón!- le grité.
-¡La sigues amando!- me acusó.
-¡Nunca la e dejado de amar!-
-¿Por qué te casaste conmigo entonces?- dijo dolida.
-La respuesta te la dijo Samantha-
-¿Por Rosalie?-
-Ella solo intentaba ayudar- la excusé cuando supe que en sus pensamientos había verdadero odio.
-Y me condenó a mí- continuó.
-No Tanya, tú te puedes ir cuando quieras-
-No me quiero ir- susurró.
-Entonces no esperes que te trate como antes- dije enojado.
-Eso es lo que quieres ¿cierto?- preguntó con una amarga sonrisa.
-¿De qué hablas?- dije con voz cansina.
-¿De qué hablo?- repitió -¡Quieres que me desaparezca para ir a revolcarte con esa!-
-Tanya cállate- le advertí cuando sentí la presencia del resto de la familia.
-¿Por qué me tengo que callar?-
-Por que todo lo que dices son mentiras-
-¿Acaso es mentira que la sigues amando?-
-¿Por qué insistes en atormentarte?- pregunté molesto.
-Por qué es la única forma de que abra los ojos-
-Pues sí, la sigo amando-
-¡Edward!- me gritó.
-¡¿Qué?!- le grité de vuelta.
-Estoy harta de esto-
-Y entones ¿qué?- dije molesto.
-Espero que lo pienses- advirtió antes de darse la vuelta y pasar sin voltear a ver siquiera a mi familia.
-Edward- llamó Carlisle -¿Estás bien, hijo?-
-No Carlisle-
-Hijo Cálmate- me pidió Esme.
-No puedo- dije respirando entrecortadamente.
-Tanya está cada vez más loca- observó Alice.
-Jasper has algo- pidió Esme.
-No puedo Esme, sus sentimientos son muy fuertes, ya me empieza a doler la cabeza-
-Vamos Jass- le dijo Alice mientras lo jalaba hacia su cuarto.
-Lo siento Edward- se disculpó Rosalie.
-No tienes la culpa-
-Nunca debí haberte aconsejado que te casaras con ella- me dijo antes de irse.
-Bueno Eddy, ceo que tienes unos cuantos problemitas- susurró Emmett con risa contenida.
-Cállate Emmett- pedí molesto.
-Deberías terminar con ella-
-Lo intento-
-No lo estás haciendo muy bien ¿eh?-
-Emmett- se quejó Esme.
-Lo siento- dijo antes de irse.
“Estoy de acuerdo con Emmett” pensó Esme.
-No es tan fácil- le respondí.
-No lo es, pero debes intentarlo- me dijo –se trata de tu felicidad-
-¿Y qué pasa con ella?-
-Tanya eligió su camino, eligió torturarse, ahora tú debes seguir el tuyo- me aconsejó.
-Rosalie sigue teniendo razón- “¿En qué?” pensó –Ni siquiera sé dónde está Isabella- susurré.
-Tal vez esté más cerca de lo que crees-murmuró Carlisle pensativo, al tiempo que bloqueaba su mente.
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