CAPITULO XXXII.  ALICE vs TANYA

BELLA POV.

Me levanté en la mañana cuando la nube gris característica de Forks apenas alumbraba mi habitación, no había podido conciliar bien el sueño, y mucho menos después de la visión que tuve; de seguro Alice ya la había visto también… y él.

-Buenos Días- dijo Nicole entrando a mi habitación.

-Buenos días- suspiré.

-¿Pasa algo?-

-No- negué.

-Stefan me lo ah contado- dijo sentándose a mi lado en la cama.

-¿Qué ha dicho?-

-La visión-

-No pasa nada- caminé hasta el closet.

-Elegí tu ropa ayer- cambió el tema, sabía que no querría hablar de ello.

-¿A si?- le pregunté sin darle mucha importancia.

-Aquí está- dijo sacando un montículo de ropa.

-¿Qué es todo esto?-

-No sabía que elegir- se encogió de hombros tirando todo a la cama.

Al final, nos decidimos por unos vaqueros ajustados, una camisa ablusada negra con cinturón rojo y unos botines de igual calor.

-Te espero abajo, me voy a cambiar- dijo saliendo de la habitación.

Me dirigía a tomar una ducha rápida, sequé mi cabello y me vestí, tomé una chaqueta de cuero roja y mi bolso; bajé a paso decidido las escaleras; el día de hoy sería MUY interesante; a Isabella Cronwell nadie la atacaría, al final de cuentas… Yo no le podré quitar nada que no le haya pertenecido antes.

-¿Por qué tan sonriente?- quiso saber Mike.

-Hoy desperté de muy buen humor- dije caminando directamente a la cocina.

-Buenos días- nos saludó Angélica.

-Hola mamá- saludé.

El desayuno con el resto de la familia fue rápido, Eric tenía guardia temprano así que no le quedaba mucho tiempo para desayunar; y para nosotros… daba igual, así que comimos en silencio y apenas hubimos terminado, nos marchamos en mi Ferrari y en el BMW de Nicole.

Hoy era nuestro primer día de clases así que no sería raro levantar miradas, aunque lo sabía muy bien desde antes… nosotros no solo nos ganábamos miradas, desde que vivía en Nueva York, sabía que más de un pensamiento atestado de hormonas adolescentes iban dirigidos a nosotros, pero al menos eso era fácil.. Antes no tenía que escucharlos.

“¿Estás bien?” pensó Mike preocupado.

-Nose como Cullen lo soporta, tantos… pensamientos incoherentes, llenos de hormonas- dije apenas en un susurro.

-Tienes que aprender a dominarlo- dictaminó Jaydeen antes de bajar de mi auto con Katherine.

-¿Segura que estás bien?- insistió Elena tocando mi hombro desde el asiento trasero.

-Bien- dije antes de bajarme del auto junto a Elena y Mike.

“Genial” escuché que pensaba.

“Edward” llamó Tanya, pero a pesar de su insistencia Edward no le respondía.

Mi vista voló involuntariamente hasta el aparcamiento de los Cullen y de inmediato vi como Samantha me sonreía.

“Tengo el don de Edward” pensó aún sonriéndome, negué aún con la sonrisa en el rostro; caminé junto a mis hermanos dejando el estacionamiento.

SAMANTHA POV.

-Alice- llamé cuando la vi bajar las escaleras.

-¿Qué pasa?- se acercó preocupada.

-Vi tu visión- le susurré.

-¿Qué?- dijo Alice algo confusa.

-Tengo el don de Edward-

 “¿Entonces viste lo mismo que yo?” pensó al fin.

-Así es, Jake lo sabe-

“Jasper también lo sabe, no va a permitir que le pase nada”.

-Lo sé-

“¿Pasa algo más?” levantó una ceja interrogante.

-¿Por qué ocultas tu mente de Edward?-

“Últimamente estoy teniendo muchas visiones sobre el futuro de Edward y Bella, no me gustaría echar todo a perder si lo pongo sobre aviso” hizo un puchero.

-Lo comprendo… te ayudaré-

-¡Gracias!- chilló abrazándome.

-Ella… no me cae muy bien- le dije cuando me soltó, cuidándome de que nadie entendiera a quien me refería.

“Tanya” afirmó Alice.

-No fue la mejor elección-

-Se la vamos a sacar de encima- me dijo decidida, como si de un mosquito se tratase.

-No es tan fácil-

-¡Claro que sí!- gritó –El destino está de nuestro lado-

-¿De quién hablamos?- preguntó Emmett al pie de la escalera.

-Emmett- saludé.

-Buenos días Emmy-

-Hey enana... entonces, ¿de quién hablamos?-

-De…-

-Yo también quisiera saberlo- me interrumpió la voz de Tanya.

-Y va ser precisamente lo que no vas a lograr- rodé los ojos.

-¿Cuándo van a entender que Edward no me va a dejar?- dijo con voz envenenada hacia los tres.

-Haber rubita…  te aclaro algo, TU no eres NADIE para hablarle así a mis hermanas y menos en ESTA casa- escupió Emmett molesto.

-Qué lástima que estés tan equivocado- le dijo Tanya antes de irse, cuando me percaté ya toda la familia nos estaba rodeando.

-¿Qué ha pasado?- quiso saber Esme.

-Tanya- dijimos los tres al unísono.

-Edward deberías con ella- empezó Rosalie molesto.

-Esa rubia me está cansando-

-Jake tiene razón… ya me tiene harta- les dije.

-No escucha razones- objetó Edward.

-¡Pues habrá que hacer que lo haga!- estalló Alice.

-Calma- le susurró Jasper.

-Mejor vámonos- dije caminando hacia el garaje, claro… no hay mejor forma de empezar el día que con semejante pelea ¿no?, ¿Qué mejor que eso? NADA, y luego estaba la maldita visión… ¿Cómo Diablos podía evitar algo así?

Maldita sea… una y mil veces, Maldita sea… aferré fuertemente los puños en el volante.

-¿Pasa algo mamá?- quiso saber Taylor.

-Estoy preocupada cariño- traté que mi voz saliera dulce, pero me sorprendí de lo áspera que salió.

-Sí, lo sé… la visión-  acepto.

-Es imposible ocultarte las cosas- le sonreí viéndolo por el espejo retrovisor del auto.

-¡Adiós!- se despidió cuando llegamos a la escuela de la Reserva.

-Ella estará bien- me consoló Jake cuando íbamos camino al instituto; Taylor había decidido estudiar en la reserva, Drake, el hijo de Sam y Emily estudiaría ahí, al igual que Megan, la hija de Quil y Gabriela, Robert y Adam los hijos de Leah y Peter; definitivamente Taylor tenía razones, no conocía a nadie en el instituto y en la Reserva estaban los descendiente de la manada: Drake, Megan, Robert y Adam, todos con 13 años.

-Lo sé- suspiré cuando aparqué en el instituto.

No pasaron más de cinco minutos cuando vimos entrar un Ferrari y un BMW blanco que se aparcaron del otro lado del estacionamiento, aunque lo más cerca posible de la puerta.  

“¿Estás bien?” pensó Mike preocupado.

-Nose como Cullen lo soporta, tantos… pensamientos incoherentes, llenos de hormonas- dijo Bella apenas en un susurro.

-Tienes que aprender a dominarlo- dictaminó Jaydeen antes de bajar del auto con Katherine.

-¿Segura que estás bien?- escuché que insistían.

-Bien- dijo Bella antes de bajarme del auto junto a Elena y Mike.

Bella viajó la vista por todo el instituto y luego nos miró a mis hermanos y a mí, le sonreí con sinceridad, diciéndole que tenía el don de Edward cuando me percaté de los pensamientos de Tanya; la vi sonreír y negar con la cabeza, para luego perderse con sus hermanos en el instituto.

-¡Edward!- chilló Tanya.

-¡¿Qué?!- explotó él.

-¿Por qué no me respondes?-

-Porque no me has preguntado nada-

-Claro que sí-

-Yo tengo su don- le dije –Y créeme... deberías callar un poco tu mente- le advertí recordando las veces que escuché “Edward” en sus pensamientos; tomé a Jacob de la mano y nos dirigimos a clases, Gracias a Dios hoy compartía las clases con él y con Jasper,  eso me ayudaría a tranquilizarme un poco.

ALICE POV.

-Maldita- susurró Tanya luego de que Samantha se fue con Jake.

-¿Maldita por qué se atreve a decir lo que Edward no te ha dicho?- le pregunté con voz molesto.

-Tú… cállate pixie- ordenó lentamente.

-¿Quién diablos te crees?- exploté furiosa.

-Alice- me contuvo Jasper.

-No- corté tajante –Esta zorra no es nadie para darme ordenes- escupí molesta-

-Aquí no- me susurró Rosalie al oído –Ya luego yo te ayudo a golpearla- rió.

-No creo que puedan- soltó Tanya aferrándose a Edward.

-Chicas… basta- dijo Edward quitándose a la zorra de encima.

-No te salvas de esta-la amenacé antes de irme con Edward a nuestra próxima clase.

-Alice, cálmate- me decía Edward a velocidad vampírica cuando estuvimos en el salón de literatura.

-No sé como la soportas Edward, es una maldita… perra- solté furiosa.

-Debo usar todo mi autocontrol… a veces pienso que no la soportaré ni un segundo más- suspiró.

-Buenos Días- empezó el Sr.Mason.

-Buenos días- escuché una voz sedosa; volteé la vista para comprobar mis sospechas, Isabella se encontraba junto al profesor y dos vampiros más, Jaydeen y Katherine, quienes después de entregar su comprobante se sentaron en la fila del medio, junto a nosotros; Bella caminó hasta nuestra fila y se sentó al frente nuestro.

No supe en qué momento el Sr.Mason empezó a hablar, ni tampoco sobre que lo hacía, la verdad hoy había traído un material audiovisual, así que preferí seguír la conversación con Edward.

-Deberías acabar con eso-

-No es fácil- me dijo tajante.

-Entonces… ¿prefieres que Rose y yo la golpeemos?-

-¿Serán capaces?- levantó una ceja interrogante.

-Ni lo dudes- dije sonriéndole.

-Sr.Cullen- llamó el Sr.Mason.

-¿Si?-

-¿Puede repetir usted las palabras de Fray Lorenzo a Romeo mientras aguardaban la llegada de Julieta a la celebración del matrimonio secreto?- preguntó seguro que ganaría.

-“Haga pues la muerte, devoradora del amor, su voluntad, que a mí me bastará con poder llamarla, a mi amada, mía”- repitió Edward lentamente.

-Vista en la pantalla- ordenó contrariado.

-Así que era Shakespeare- comenté.

-¿No lo sabías?-

-No había prestado atención- Lo vi encogerse de hombros y acomodarse en su asiento, después de la clase tuvimos gimnasia, como la odiaba… tener que hacer creer que en realidad no poseíamos ningún tipo de fuerza sobrehumana, ni nada por el estilo… totalmente tedioso.

-Vámonos de aquí-le dije a Edward cuando hubo terminado, por suerte Jasper ya me esperaba en la puerta del gimnasio cuando salí.

En el almuerzo hicimos lo mismo de siempre, evitar comer y guardar las apariencias, hubiese sido fácil… si no se nos hubiese caído la mandíbula y no nos hubiésemos quedado con cara de ¿WTF? Cuando vimos…

-¿Cómo diablos pueden comer?- dijo Rosalie observando a los Cronwell y Salvatore en la mesa de la esquina.

-Ya sabemos que Bella es poseedora de muchos dones, tal vez la humanización sea uno de ellos- susurró Samantha.

-Tu hermana sí que es una cajita de sorpresas- rió Emmett.

-Emmett, no llames la atención- pidió Rosalie.

-¿No llamar la atención?, Rose… ¿crees que con la cara de WTF de todos no hicimos más que llamar la atención?- levantó una ceja interrogante.

-Pues tus carcajadas no ayudan- espetó Tanya.

-Tú Cállate- le advertí.

-Como quieras- rodó los ojos.

“Mil veces maldita” pensé con odio; vi de reojo como Isabella sonreía y Samantha asentía, genial… también me habían escuchado.

-Es hora de ir a clase- dijo tomando una de las charolas de comida para votarla junto a Jasper.

Vi como Samantha salía junto a Emmett hacia el edificio 3 y Rosalie iba junto a Jacob.

-Nos vemos luego- dijo mi Jass antes de despedirse de mí con un casto beso,… ya después tendríamos tiempo, me mordí el labio como acto reflejo y lo vi desaparecer de la cafetería, mi próxima clase era biofísica, así que como Edward también se iba a su clase.

Ya pronto solo quedamos el otro clan, Tanya y yo… le rogué al cielo que Tanya no hiciera lo que yo estaba pensando.

-Isabella- la llamó sonriente.

-Tanya- saludó con falsa emoción.

-¿Podríamos hablar un momento?- le hizo señas hacia el bosque.

-No lo creo… tengo clases-

-¿Importa?- levantó una ceja interrogante.

-Tanya…- empezó Isabella –No me importa lo que tengas por decirme, no quiero hablar contigo, y lo que haga o deje de hacer… no es tu problema- dijo con voz socarrona.

-Solo te advierto una cosa…-

-No- cortó Isabella tajante –YO te advierto una cosa… tu me tocas un pelo, yo te mato- advirtió con ira contenida.

-Tanya- llamé decidida a interrumpir.

-¿Qué demonios quieres?-saltó la muy zorra.

-Es mejor que te largues…- empecé –Sabes que no queremos tener problemas, a Edward no le va a gustar- di justo en el blanco, la muy imbécil hacia todo lo que a mi hermano le gustara, aunque últimamente no lo ha estado haciendo muy bien.

-Hazle caso a Alice… ella sabe lo que dice- aconsejó Bella antes de perderse con el resto de su clan.

-Escúchame bien maldita…- hablé con furia tomando a Tanya por el cuello para estrellarla contra una mesa; llegué a ella a velocidad vampírica antes de que se incorporara –no eres más que una zorra que pretende mendigar el amor de Edward, pero algo te voy a decir… ¡Me tienes harta de tus insultos y problemas!- espeté estrellando su cabeza contra la mesa donde había caído.

-¡Alice suéltame!- gruñó.

-No hasta que saque lo que tengo por adentro- dije estrellándola otra vez contra la mesa.

-¡Maldita!- me gritó.

-No es bueno sacarme de mis cávales- dije levantándole con una mano por el cuello para estrellarla contra el otro extremo de la cafetería.

-Esta me la pagas- escupió con ira antes de lanzarse contra mí.

-Y ¿Qué dijiste?...- pregunté con socarronería luego de volver a tomarla por el cuello y aplastar mi cuerpo contra el de ella-¿qué podrías conmigo?- escupí estrellando su cabeza con la pared, haciendo que más de un bloque crujiera.

-Alice…- susurró.

-¿Dime?- pregunté con inocencia.

-Por favor…-

-¿Qué?- alenté.

-Perdón-

-Era justo lo que quería escuchar- dije acomodando su cabello con mi mano libre.

-Por favor-

-Claro- la solté; en ese momento me di cuenta del desastre, escuché pasos corriendo, así que salí a velocidad vampírica de la cafetería y comencé a caminar a paso humano hasta el estacionamiento, segura de que Tanya me seguía, le había quedado claro que con Alice Cullen NADIE se mete.

Giré la vista para ver lo que captaba toda su atención, Bella y Edward venían caminando, este último tomaba la mano de Bella y se dirigía a su volvo, vi como Tanya se enfurecía, y lo recodé… La Visión.

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HOLA CHICAS, LES DEJO ESTE CAPI POR QUE VOY A HACER UN VIAJE EL MARTES Y NO VOY A PODER ACTUALIZAR, EN EL PRÓXIMO CAPI ES LA PELEA DE TANYA Y BELLA, ASI QUE LES TOCA ESPERAR UN POQUITO MÁS, ESPERO QUE LES GUSTE, BESOS!!!!!!