Sed de Venganza

Autor: Ness
Género: + 18
Fecha Creación: 13/11/2014
Fecha Actualización: 12/02/2016
Finalizado: NO
Votos: 3
Comentarios: 16
Visitas: 79087
Capítulos: 57

 

Todos van a pagar, todos. Los que me empujaron al abismo, los que no me ayudaron, los que celebraron mi caída sin piedad. Son doce rostros, doce nombres que me han dado fuerza para no morir.

 

Elizabeth Masen, Eleazar Delani, su esposa Carmen, su hija Tanya, Tyler Crowley, Alec, James Hide, Demetri, Jane Demons, Aro Vulturi, su hijo Jasper y el traidor de...Edward Cullen. Ellos mataron todo aquello que algún día fui, pero no acabaron conmigo del todo, no, porque antes tengo que verlos caer. Y no habrá piedad, lo juro por mi padre...¡Lo juro!

 

Los personajes pertenecen a Stephanie Meyer. La historia a Telemundo.

+ Añadir a Favoritos
Leer Comentarios
 


Capítulo 48: CAPÍTULO 47

EDWARD POV

Me fui al club una vez más para evitar discutir con Tanya. El nuevo agente nos había prohibido salir del pueblo hasta que se terminara la investigación de la muerte de Eleazar y quiso pagar conmigo su frustración, decía que era una escusa para quedarme y seguir viendo a Verónica y aunque, en parte tenía razón, mi intención era irme antes de que ella se casara.

- Edward...-dijo Jasper.-¿Qué haces aquí bebiendo solo?

- Te llamé para que me acompañaras pero no contestabas...-dije suspirando pasando las manos por mi pelo.

Jasper últimamente estaba muy raro, se pasaba las horas en casa de Verónica y aunque no quería meterme en ese asunto, no dejaba de molestarme que él si pudiera pasar tiempo a su lado.

- Sí, he estado ocupado.-dijo justificándose. Levantó la mano para indicarle al camarero que quería una copa.

En casa de Verónica Dantés seguro...-dije tragando la sensación de que se me mantenía todo en secreto.

- ¿Cómo lo sabes?-preguntó extrañado.

- Estás allí todos los días.-dije encogiéndome de hombros. Quizá era para arreglar el tema de la boda, Jasper era el juez del pueblo.- Resolviendo no se qué misterio que no me quieres contar.

Edward...no hay ningún misterio.-dijo encogiéndose de hombros.- Solo necesita asesoramiento sobre algunas cosas.

- ¿Su boda,no?-pregunté viendo que era sincero.-¿Qué opinas de eso?

- Pues que si se casa con él es porque lo quiere...-dijo como si fuera obvio.

- No...no necesariamente.-me negaba a pensar eso. Además estaba esa conexión que solo sentí una vez en mi vida.- Yo creo que lo está haciendo para evitarme y alejarse de mí. Es como si quisiera castigarme por algo...

Vi como Jasper se tensó y bebía un gran trago del whisky que había pedido minutos antes.

- Yo creo que estás viendo cosas donde no las hay.-dijo mirándome.- Tu no la has hecho nada.¿No es así?

- La he besado hasta el cansancio, créeme, y ella ha correspondido con la misma pasión. He estado a punto de hacerla mía y de repente para, se detiene y me rechaza.-.-dije herido y enfadado.- No sé, esta mujer me está consumiendo el cerebro. Nunca pensé que esto volvería a pasarme, es como si me gustara repetir las mismas historia.

Jasper comenzó a reírse quedadamente de algún chiste privado.

- Y por lo visto hasta los mismos rostros...-dijo negando con la cabeza.

¿Los mismos rostros?¿Es que acaso él sabía..?No, era imposible. Según mi teoría, Bella podría haber perdido la memoria y por eso regresó como otra persona o quizá, alguien la trajo aquí. O no sé quizá mi trastorno con Bella me hacía tener alucinaciones con Verónica.

- ¿Cuál es el chiste?-pregunté serio.

- No, ninguno.-dijo recobrando la compostura.- Solo era un poco de humor negro...

Estuve a punto de decirle por donde se podía meter su humor negro pero mi teléfono comenzó a sonar. Lo busqué en el bolsillo y contesté.

- ¿Sí?-pregunté.

- ¿Es el señor Cullen?-preguntó una voz masculina.

- Sí, soy yo.-dije con el ceño fruncido.

- Llamo de la policía local.-dijo con voz monótona.- Le llamo para avisarle que su madre está detenida. El agente Garrett la ha detenido.

¿Qué?

- Gracias por avisar.-dije mientras colgaba el teléfono.

Así que el tal Garrett había encerrado a mi madre...¡Vaya, nunca pensé ver a mi madre ahí!Quizá una noche en el calabozo la vendría bien para calmar ese carácter y para que dejara de escupir veneno.

- ¿Qué ocurre?-preguntó Jasper.-Te ha cambiado la cara por completo.

Nada...-dije mientras bebía de mi copa.- Simplemente que hoy voy dejar que otro se encargue de cambiar el rumbo de la historia.

- Brindo por eso.-dijo Jasper alzando su copa.

Hoy no quería saber nada más del mundo...ni siquiera de Verónica Dantés.

BELLA POV

Era de noche, cuando Garrett, el agente especial que acaba de llegar al pueblo, vino a mi casa. Supe que este hombre me había relacionado con mi antigua identidad cuando vi un destello de asombro en su mirada, por lo que caí en la cuenta de que este hombre estaba bien informado.

- Buenas noches, agente.¿Me estaba buscando?-dije plantándole cara. Él suspiró y paseo su mirada de la carpeta que llevaba entre las manos a mi rostro.- ¿Qué el ocurre?¿Usted también me confunde la tal Isabella Swan? No sería el primero...en este pueblo no se dice otra cosa.

- Veo que no soy original.-dijo sarcástico.

- ¿En qué podemos servirlo?-pregunté para zanjar el tema. Sabía que todo lo que dijera podría ser utilizado en mi contra en un futuro.

Si no es mucha molestia querría hacerle unas preguntas.-dijo evaluando mi reacción.

Este hombre me daba buena espina, parecía que se tomaba su trabajo en serio y era leal.

- Claro.-dije con una sonrisa.- Venga a mi despacho.

Él me siguió y tomó asiento frente a mí, al otro lado del escritorio. Me fijé en su aspecto mientras leía unas notas en su carpeta, tenía una melena ligera, con barba bien recortada y un cuerpo definido,propio de un policía con años de experiencia. Pude apreciar por su ropa que tenía un toque bohemio más propio de Londres que de los EE.UU, pero aún así era elegante y atractivo.

- Según dice en este informe usted contrató al ingeniero Crowley.-dijo mirándome.- Supongo que lo conocería muy bien si dejó que manejara el banco que inauguró.

- Bueno, no muy bien.-dije encogiéndome de hombros.-Si le di trabajo fue por su formación profesional. Era un hombre preparado.

- ¿Y en su manera de ser?-dijo mientras apuntaba cosas en un papel.- ¿Era correcto?¿Leal?

Vaya, quería averiguar si tenía enemigos y quienes eran. Parecía muy profesional e inteligente, solo tenía que guiarle hasta Elizabeth Masen de alguna manera para abrir el juego, pero...¿Cómo?

- Bueno no se a que se refiere.-dije mintiendo.- ¿Quiere decir a su condición moral?

- Sí.-dijo asintiendo mirándome de nuevo.- ¿Amantes?¿Pareja estable?

Amantes.¡Eureka!

- Tanto como pareja estable no creo...-dije negando con la cabeza pero después fingí quedarme pensativa.- Lo que si he oído, aunque nunca lo pude confirmar, es que él y la señora Masen tenía una relación más allá de lo laboral...¿Usted me entiende?

- ¿Eran amantes?-preguntó siendo directo.

- No me consta.-dije encogiéndome de hombros.- Lo que si se es que Elizabeth Masen siempre estuvo muy cerca del difunto, pero solo son rumores que usted debería confirmar con ella.

- No le quepa la menor duda que eso haré.-dijo levantándose de la silla cuando dejó de escribir.- Gracias por el dato.

Yo me levanté y lo seguí a la puerta.

- Espero haberlo ayudado.-dije despidiéndole.- Buenas noches.

- Buenas noches.-dijo bajando las escaleras de la entrada.

Cerré la puerta y respiré hondo. Hoy había sido un día de locos y necesitaba relajarme, pero unas manos en mi cintura me hicieron dar un pequeño brinco.

- Hola...-susurrró Jacob apoyándome sobre mí.

- Me has asustado, Jake.-le dije sonriendo.

- Tampoco soy tan feo.-me dijo juguetón.

Reí quedadamente y le acaricié por los brazos evitando la sensación de extrañeza al estar tan cerca de él.

- Vino a verme el nuevo agente y logré que se intrigara sobre Elizabeth Ma...

- Shhh...-dijo acercándome más a mí.- Esta noche no quiero hablar ni de la venganza, ni de este pueblo, ni de nuestros enemigos. De hecho no quiero hablar, solo quiero que me beses.

Acercó sus labios a los míos y yo deposité suspirando un tierno beso en ellos. No quería hacerlo sentir mal pero no me sentía preparada para llegar a algo más que algún que otro beso casto.

- Ese estuvo bien de calentamiento.-dijo sin alejarse.- pero yo quiero un beso de verdad.

Comenzó a besarme en serio como nunca antes lo había hecho e introdujo su lengua en mi boca buscando un contacto que encontró sin voluntad. Todo mi ser buscaba otro contacto, otro aliento y otra boca pero aún así me esforcé en seguir el ritmo de la boca de Jake, tenía que acostumbrarme a esto,solo era práctica.

Una de sus manos comenzó a acariciarme la espalda mientras la otra dejaba un camino desde mi muslo a mi pantorrilla pidiendo con una ligera presión que subiera mi pierna a la altura de su cintura. Una alerta se formó en mi cabeza, como una alarma contra robos, que me hizo empujar a Jacob para recuperar mi espacio personal.

- Disculpa Jake...-dije avergonzada saliendo de su abrazo y apartándome.- pero hoy me duele la cabeza.

- Mi amor...-dijo suspirando y riendo casi dolido.- esas escusas las dicen las mujeres que llevan más de diez años casadas. ¿Tan pronto la vas a utilizar?

- Esa no es una escusa.-dije mintiendo.- No seas infantil.

- No si no soy infantil...-dijo tranquilo.- Al contrario, soy un hombre hecho y derecho no un adolescente con el que hacer manitas todos los domingos.

Desvié la mirada carraspeando. Necesitaba salir de aquí ya.

- Jake...-dije esperando alguna intervención que me salvara de esta situación. Cuando vi que nada ocurría - Ahora no.

¿Entonces cuando?-me preguntó sujetando mis manos. Parecía afligido.- Mira, no me conformo con un besito cada dos días, yo te necesito completa.

Suspiré hondo y decidí ser sincera en parte.

- Lo siento Jake...-dije suplicante quizá pidiéndole que me entendiera.- Necesito tiempo.

Toqué su mejilla y me fui a mi habitación respirando hondo. Pasé por la habitación de Ángela y me pareció que hablaba por teléfono, quizá con mi hijo. Sonreí al pensarlo, pero esa sonrisa se borró cuando escuché la voz de Anthony dentro del cuarto. Estaba aquí...¿Es que acaso quería seguir los pasos de su tío Edward?

Entré en el cuarto sin tocar encendiendo la luz y lo que vi no me gustó nada. Mi hijo estaba en ropa interior sobre Ángela en una posición que dejaba claro lo que iban a hacer.

- ¡Verónica!-dijeron al mismo tiempo.

Definitivamente mi hijo era un malcriado, pero yo le iba a enseñar.¡Vaya si le iba a enseñar!

- ¡Paul!-grité dejando ir un poco mi rabia, tanto, que Ángela y Anthony pegaron un salto al oírme. Paul apareció por la puerta y esperó órdenes.- Cuando este...niño...se vista, llévalo a la fuerza si es necesario. Estaré mi despacho. Tenemos mucho de que hablar.

Me di media vuelta y bajé al despacho seguida por Ángela.

- Verónica, por favor, no te enfades. Yo...-dijo pero la interrumpí alzando la mano para indicar que se callara y cerrando los ojos respiré hondo.

Que por circunstancias de la vida Anthony no haya sido educado por mí puedo llegar a entenderlo,pero eso no iba a evitar que de ahora en adelante, y a base de sermones si era necesario, le enseñara lo que es ser un hombre respetuoso.

- Siéntate.-la dije a Ángela mientras yo tomaba asiento y esperaba.

Anthony llegó con la camisa abierta y sujetado por mis guardias.

- Verónica, perdón.-dijo forcejeando con los guardias.- No es lo que piensas...

Bien, dímelo entonces...-dije indicándole a los guardias que lo soltaran y se fueran.- Y es mejor que digas la verdad.

- Estábamos...Ángela yo estábamos...-dijo tartamudeando avergonzado.- Estábamos haciendo el amor.

Suspiré hondo y le indiqué que se sentara junto a Ángela.

- No voy a culparos por lo que estáis sintiendo...lo primero porque estáis en una edad en la que todo es muy bonito.-dije intentando hablar sin alterarme.- Y segundo porque el amor es el sentimiento más grande que podemos tener.

- Perdón Verónica...-dijo Ángela suplicante.

- No pidas perdón, Ángela, fui yo quien vino a buscarte.-dijo Anthony intentando liberar de culpas a Ángela.

- Pero yo no te rechacé.-le dijo a mi hijo.

- No tienen que pedir perdón ninguno de los dos...-dije mirándolos a los ojos.-Eso no es lo que quiero sino que entiendan que está no es la manera de hacer las cosas.

-¿Y qué quiere?¿Que esperemos hasta el matrimonio?-preguntó irónico Anthony.

- No...eso no es lo que quiero, y haz el favor de callarte y dejarme terminar.-le dije manteniéndolo a raya.- A mi me parece perfecto que os queráis, pero el sexo no es un juego, y mucho menos el amor. Eso hay que saber respetarlo y controlarlo porque sino eso tan bonito que estáis sintiendo pronto se puede convertir en algo no tan bonito. La palabra es responsabilidad...¿Qué pasa por qué me miras así?

Anthony me hizo interrumpir mi discurso cuando vi que me dirigía una mirada intensa y llena de añoranza.

- Es que cuando habla así...se parece mucho a mi mamá.-dijo con la voz entrecortada.

- Bueno, ya es tarde...-dije carraspeando. No me sentía capaz de hablar.- Mañana hablaremos con calma.

Él se levantó en silencio y me dirigió esa misma mirada anhelante que siempre tenía al hablar de mí. Después agachó la cabeza y se fue.

- Anthony espera.-dijo Ángela levantándose de la silla para ir tras él. Cuando vio que no pudo alcanzarlo volvió.-¿Qué le ha pasado?Se ha ido llorando.

Tragué la sensación que me oprimía el pecho y la miré.

- Supongo que hace mucho que su abuela no le pone las cartas sobre la mesa...-dije casi con rabia.- Si es que alguna vez lo ha hecho.

- Pero él te ha comparado con su madre...-dijo Ángela con el ceño fruncido.-¿Crees que le sigue doliendo lo que pasó?

- Ojalá lo supiera...-dije tragando mis lágrimas.- Pero bueno, es hora de ir a dormir. Buenas noches.

Ángela asintió y se fue consternada. Quizá se había pensado que estaba enfadada con ella por mi trato pero necesitaba estar sola, necesitaba llorar por él y sus palabras. Bajé la cabeza y me dejé caer porque mi hijo no lo supiera, se había llevado una vez más mi corazón con él.

 

Capítulo 47: CAPÍTULO 46 Capítulo 49: CAPÍTULO 48

 


 


 
14437639 visitas C C L - Web no oficial de la saga Crepúsculo. Esta obra está bajo licencia de Creative Commons -
 10756 usuarios